jueves, febrero 25, 2016

Enforcer, Voltax, Warsenal, reseña.


Y llegó la noche que cerraba el ciclo de tour de inicio de año para Voltax esta es la tercera parte del texto, faltará aún la segunda, la que tiene que ver con Celaya y Toluca en el ¡Metal o Muerte! Tour Méxicos 2016.
Ahora el turno era con Enforcer, de Suecia y con los canadienses Warsenal en lo que prometía ser otra gran noche de metal. La promesa al final del día sería ampliamente cumplida, todo salió a pedir de boca en la medida de lo posible y de la mano de Ezkizoofrenia, una empresa que empieza a llenar los huecos que quedan abiertos en el amplísimo espectro del metal. Para Voltax era una fecha importante porque debido a cuestiones profesionales ineludibles, Boludo, el baterista, no podría tocar. El “paro” vino de parte de un antiguo amigo de la banda, alguien que como baterista es de lo mejor que hay por aquí, que funge como ingeniero de audio de la banda y que hace que las tocadas y giras sean o más divertidas, o más caóticas. Al final del día, trabajar con el famoso “Commander” Chavez (ex Strike Master y actualmente en Acrania y Grave Cross) siempre es una aventura.

Tres ensayos en una semana y a rezarlo a san Güapeche, la mascota de Voltax, una figura de madera pintada de rojo parecida a una calavera con largos pies que acompaña los shows desde hace algunos años ya. Su nombre es albur así que lo dejaré a la imaginación de quien quiera imaginarlo, nada más no lo sacudan mucho y listo. El caso es que no había marcha atrás, la música sigue con o sin las bendiciones de la normalidad.
Al llegar al Foro Indie Rocks, los chavos de Warsenal ya estaban ahí. Tres jóvenes músicos que más tarde abrirían la noche con un thrash que invita a matear, aunque para ser justos con ellos habría que decir también que es un poco genérico. Bien tocado, sí, pero quizás un poco verde todavía. Supongo que si le dedican más tiempo a encontrar su personalidad propia tendrán oportunidad de hacerse de un nombre más grande. Para la hora de su presentación había tal vez unas 250 personas adentro y muchas más que esperaban afuera… nunca he sabido que espera la gente que se queda afuera, así que esperaban afuera algo intangible, probablemente importante para ellos pero que les impidió conocer una propuesta que valía la pena presenciar. Los chavos se veían realmente agotados pero como suele suceder, pasadas un ar de canciones y ya con los oídos del público ajustados a su thrash vieja escuela empezaron a tener muy buena respuesta y su energía mejoró ampliamente.

El trío quebequense, fundado apenas en el 2012 está firmado por el sello Punishment 18 records y cuenta con un larga duración llamado Barn Burner (algo así como quemador de graneros). Hasta donde yo supe vinieron con la intención de abrirse camino, pagaron parte de sus gastos y su viaje con la intención de salir de su natal Canadá en una de las más antiguas formas de trascender: tocar en donde se pueda, salir de su país como se pueda, dormir sonde se pueda y mostrarle a la mayor cantidad de gente posible su trabajo. Si esa gente está en buen número, mejor, pero si no, entregándose igual. “Sólo hay un camino, nuestro destino es el rock”.

Mientras ellos tocaban llegaron al Foro los Enforcer. Altos, delgados, muy blancos… Saludaron amablemente, subieron a su camerino para atender algunas entrevistas y se habrán alistado mientras Voltax reventaba a poco más de 450 almas que para entonces ya estaban adentro (eso es un cálculo mío, no una cifra oficial).
Nunca antes habían venido a México pero no por falta de ganas. Activos desde el 2004 y con cuatro discos de larga duración en su cuenta, los rubios metaleros llegaron a un Foro Indie Rocks pletórico, ocupado casi en su totalidad con alrededor de 600 personas (esa sí es la cifra oficial). Su set fue una sólida presentación de heavy metal clásico con guitarras gemelas, riffs bastante melódicos, de esos que tranquilamente puedes corear a la par de la banda, con una enorme manta detrás que no dejaba duda de que estabas ante ellos y una colección de 14 temas que no dejaron sin representación a ninguno de sus discos.
Desde el balcón se aprecia muy diferente un concierto que desde el nivel del piso. Pierdes un poco en cuanto al sonido porque estaba planeado y dirigido hacia la pista pero ganas mucho en cuanto a ver a la gente. Desde ahí se disfrutaba mucho ver el mosh pit que se armó a la mitad de la pista y que, para no ponernos exquisitos, estuvo activo prácticamente durante todo el show de los escandinavos. Desde ahí también se veía la demografía del público. Contrario a lo que por lo menos yo esperaba no era tan mayoritaria la presencia de gente muy joven, si bien es cierto eran más, había también muchos metaleros de mediana edad que eso sí, brincaban, cantaban y mosheaban como chamacos. La barricada, pequeñita en su profundidad y angosta como las medidas del foro se veía llena en todo momento, ya fuera porque estaban ahí los fotógrafos acreditados para levantar imagen en las primeras tres canciones o porque los encargados de la seguridad estuvieron todo el tiempo recibiendo gente que caía después de navegar por un mar de brazos que les llevaban hasta ese destino.

"Ciudad de México, esta es la verdadera capital del heavy metal” decía Olof Wikstrand que se veía genuinamente emocionado. No era para menos, no recuerdo ni una sola de las canciones que no fuera coreada por la gente, era como si además de no haber venido nunca, Enforcer fuera la banda que todo mundo quería ver. Y claro, siempre que las condiciones para un concierto son así, se disfruta mucho más. Te diviertes viendo a la banda tanto como al público. En su encoré tocaron obviamente Katana, la que se ha vuelto el clásico de Enforcer para cerrar con Take me out of this nightmare y Midnight vice. Al final en el backstage todo eran sonrisas, firmas de pósters, saludos, abrazos… “Steelmaker! his dreams are made of steel, rolling like a wheel, his dreams are made of steel”.

Desde media tarde que Voltax llegó al inmueble el trato fue muy amable y profesional. Casi una hora sin presiones para soundcheck siempre ponen de buenas a cualquier banda. Al no contar con Boludo, el set debía ajustarse a los temas más sólidos que se pudieron ensayar en la semana. En otras circunstancias, cuando la gente pedía a coro Love is hell (misma de la que Jerry cantó a capela parte del primer verso mientras Diego cambiaba urgente de guitarra tras romper una cuerda), la hubieran podido incluir aunque estuviera fuera del set.

Buen equipo, buen audio y una audiencia mucho más allá del simple término “receptiva” hicieron una gran velada. Había algo de nervio, seguro, pero una vez que empezaron los clásicos acordes de Unmerciful reign, seguidos del enorme grito de Jerry, la noche fue otra. Había un gran contingente de fans que vino al show desde Oaxaca que además son fans de Voltax, así que el ambiente estuvo a tope desde el mero inicio. Es muy halagador y divertido escuchar al público corear no sólo Acero Inmortal, que en esta ocasión fue la tercera en el set y no el encore sino cada una de las rolas. Fue una noche de fiesta rockera que pasará a la historia de la banda como una de esas que no se borran fácilmente, y si bien una de las frases del viaje a Acapulco fue “hay mucho libido aquí”, en el Indie Rocks fue más bien un “gracias por todo, nos volveremos a ver”.

Al final, una noche a tope, sudorosa, llena de cantos y bailes y puños en el aire, como debe de ser.

martes, febrero 16, 2016

Guns and Roses ¿qué?


Yo tenía 16 años cuando salió Apetite for Destruction y durante todo el año que le llevó convertirse en el disco debut mejor vendido en la historia de la música en su país, escuché todo tipo de críticas sobre la banda. A los 16 años uno cree que lo sabe todo y que el mundo está idiota. Y claro, era un mundo sin internet, así que lo más que había para mí por lo menos en cuanto a opciones de enterarme de cosas era leer revistas (la de mi elección era Hit Parader) y discutir con amigos.
Podría ver wikipedia y tratar de verme cool con lo maravilloso de mi memoria y sacar datos de ahí y ponerlo como míos o como que lo dominaba todo a la perfección, pero sería caer en el juego pretencioso que tanto abunda hoy en día, sobre todo en los medios de comunicación y más concretamente en los digitales. No, yo no recuerdo que estaba haciendo el 27 de mayo del 86 por ejemplo, y no porque la fecha sea importante sino por poner un ejemplo. No recuerdo que estaba haciendo la primera vez que escuché el Apetite porque no me cambió la vida ni mucho menos. Recuerdo que el disco, como ya dije, tuvo muchas reseñas mixtas; recuerdo también como poco a poco se empezó a hablar de que GnR era la última súper banda que había dado el rock (como sentenciando que después de ellos nunca habría nada más, una frase e idea bastante idiota y recurrente), y recuerdo vívidamente que cuando sacaron como sencillo Sweet Child O Mine, entonces sí, todo explotó.
Recuerdo también los apodos tipo “la banda más peligrosa del mundo” y recuerdo que aún en esa etapa de mi vida a los 16-17-18 años, no me gustaba. El rock tenía –en mi mente, aclaro- demasiados problemas como para sumarle a una banda a la que se le denominaba “peligrosa”. Recuerdo que el vinil que compré y que aún conservo traía una hoja insertada que de un lado traía un dibujo de una mujer aparentemente violada y en la parte de atrás, las letras. Recuerdo que me aprendí de memoria Sweet Child y Paradise City y buena parte de Welcome to the jungle. Recuerdo también que me gustaban mucho My Michelle e It’s so easy y que las demás me parecían X.
Era un buen disco, pero de ahí a llamarlos la última gran súper banda el abismo era enorme. No me quiero imaginar lo que hubiera sido de ese disco si hubiera existido o si ya hubiera estado totalmente instalada en nuestras vidas la internet. Qué pesadilla habría sido eso, hubieran vendido tal vez en lugar de 18 unos 25 millones de discos, quien sabe.
Recuerdo también cuando salieron los Use Your Illusion. Desde el día 1 me parecieron discos medianos, cada uno con un puñado de grandes canciones. Esa opinión no ha cambiado mucho, sigo pensando que podrían haber hecho un disco absolutamente maravilloso y ahorrarse la jalada de hacer dos.
Para entonces ya tenía 20 años, estaba absolutamente clavado en metallica y otras bandas del género y existía entre mis compañeros de la universidad un debate constante sobre qué banda era mejor. Guns siempre fue muchísimo más accesible, le gustaba por igual a rockeros que a fresas, a metaleros que a simples melómanos y Metallica en cambio (aunque con el álbum negro cambió esa idea) era para metaleros, y punto.
Para entonces el cable ya llegaba a donde viven mis papás y supongo que veía Mtv porque recuerdo que en la tele se hablaba mucho de Guns, y seguramente no era en el Canal de las Estrellas. Recuerdo que su primera visita a México sucedió en 1992, y de acuerdo a una agenda que ayudé a construir (y de la cual escribí la introducción, por cierto) con datos que se tenían archivados en Ocesa.
“Las posibilidades y ofertas en este rubro son tan variadas, que fue preciso que OCESA se especializara en las distintas áreas de esta industria, para generar más tarde lo que hoy es Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE). De aquí nació en 1995 OCESA Presenta y dos años después se sumó RAC Producciones, la más importante promotora de eventos latinos que existía en México. Actualmente ambas empresas están posicionadas como dos de las promotoras artísticas más importantes de Latinoamérica”. Breve paréntesis para poner un párrafo de lo que esta escrito en esa agenda, que curiosamente habla de dos empresas que ya no existen pues OCESA Presenta y Rac producciones hoy son englobadas bajo el simple rubro OCESA.
En fin, de acuerdo a esa agenda, la primera vez que Guns vino a México fue el 1 y 2 de abril del 92. Mi boleto era de lo que siempre ha sido en el Palacio la sección D, la grada que ya forma parte del palacio. En ese tiempo no se hacían accesos generales, casi siempre se ponían secciones A, B y C que eran desmontables y la grada propia del palacio se dividía en D y E. Como muchísimos conciertos más de mi vida en esa época, no tenía dinero para comprar así que me los ganaba en el radio. Los Use Your Illusion como ya dije me parecían demasiada música de la cual poca realmente me gustaba, pero a diferencia del Apetite, al ser CD, podía adelantar las rolas que no me gustaban con un control remoto, así que varias no las conocía y aún hoy, me valen madre.

Yo estudiaba comunicación en la UIC. En ese tiempo era la chida para esa carrera. Teníamos una UCA (Unidad de Comunicación Audiovisiual) con laboratorios (estudios más bien) maravillosos de radio y televisión por ejemplo. En Rock 101 existía un programa que se llamaba La Puertita Antiradio, y uno de los conductores era egresado de la UIC. Se hizo una semana de la comunicación y ellos llevaron la transmisión de su programa a la UCA de la UIC, y tenían boletos de Guns para regalar. “Al primero que se atreva a cantar una rola de los nuevos discos al aire, le damos un boleto”. Guns vino en abril del 92 y los discos habían salido en septiembre del año anterior. En México los discos no llegaban al instante de salir en EU y como fuera, el caso es que a mí me gustaban un puñado de rolas nada más, pero me la jugué. Antes de mí pasaron a otra persona, le pusieron Don`t Cry y no pudo. Ya no recuerdo exactamente qué pasó pero los conductores se enojaron y cuando pasé yo me dijeron que no pondrían una de las facilitas, así que literal abrieron el booklet, lo detuvieron en una página X y la rola que salió fue Estranged. Yo recordaba haber leído en el booklet que Axl le dedicaba un agradecimiento especial a Slash por sus liras en esa rola, pero nada más. Me dijeron que me daban chance de escuchar unos versos para no entrar tan en seco y que en el segundo intento debía cantarla yo. El tipo anterior no pudo ni abrir la boca, yo medio intenté seguir la melodía leyendo la letra y aunque seguro fue un enorme ridículo, justo por eso mismo me dieron el boleto. Ya no recuerdo si fue para el primero o el segundo de los días, pero estaba asegurado mi acceso.
Recuerdo muy bien y para ya no hacer este poste eterno que me encantó el show, y que se escuchaba peor que del asco. Axl usaba la palabra Fuck y sus derivados a cada momento, tanto que aún recuerdo muy bien que cuando acabó el show, un par de personas que venían caminando detrás de mí dijeron “¿ves? Lo que decían es cierto, el Axl es racista, nos dijo Fucking Mexicans” jaja. Idiotas siempre ha habido.
Esa noche, según recuerdo, iba con un vecino al que le decíamos el Che Ché. Él no llevaba boleto y llegando al palacio nos separamos porque ya era tarde, yo debía entrar y el debía buscarle en la reventa. No recuerdo que se haya retrasado gran cosa el concierto, tal veza en ese tiempo Axl aún no era el imbécil megalomaniaco que es ahora. Tocaron mucho de los Use y del Apetite (ojo, tampoco tenían mucho más que eso) y se birncaron por completo el Lies. Yo quería escuchar Patience por ejemplo, y sí, era la época en que existían las estaciones de radio que programaban rock así que esa, que pasaba seguido, era de las que yo quería escuchar. No tocaron, que yo recuerde, nada de ese disco.. En ese tiempo yo estaba delgado, jugaba futbol a muy buen nivel y no padecía ni de la espalda ni las rodillas jaja, estaba en muy buena forma así que podía usar unas botas espantosas tipo policía de la montada y caminar con ellas largas distancias sin ningún problema. Llevaba unos jeans deslavados que de viejos traían ya rasgaduras y hoyos por todos lados y que como no podía usar tanto para ir a la Uni los había pintado con logos de muchas bandas que me gustaban. Traería alguna `playera negra de alguna banda y una chamarra de mezclilla también bastante jodida y sucia. Cuando sonaron los acordes del riff de Sweet child me colgué con pies y manos de la reja que separaba la sección D de la C, tal cual como simio, pero el gusto me duró apenas unos cuantos segundos porque otro simio, este vestido de lobo, me bajó de las greñas. Se armó un pleito, casi nos agarramos a golpes y un par de desconocidos se pusieron de mi lado, llegaron más lobos y al final no pasó a mayores, sólo me perdí la rola que más quería ver en ese momento jaja.
Luego, al poco tiempo, así de la nada, la banda más peligrosa del mundo era la jalada más grande del mundo. Los videos de los Use eran cada vez mejor producidos pero también cada vez más sobadas de ego para Axl. La última gran súper banda sacó un disco terrible de covers llamado The Spaghetti Incident. La banda que cambiaría el rumbo del metal y el hard rock estaba agonizando y la banda que sepultaría al metal por algunos años, Nirvana, se apoderaba de la popularidad y credibilidad que dejaba tirada Guns and Roses. Creo que para muy pocos fueron sorprendentes las noticias de que los antiguos miembros de la formación clásica se iban. Poco a poco Guns and Roses se hizo apenas una pálida sombra de lo que fueron. A nivel chisme, los verdaderos fans de la banda, que no son tantos, tendrán su opinión sobre quien tuvo la culpa y quien no. El caso es que después de Spaghetti, el drama que se creó al incluir sin crédito una canción de Charles Manson y algunas declaraciones de pleito, Guns desapareció del mapa. Y habrá quien diga que el Chinese Democracy es una joya y demás, pero lo que terminó siendo Guns and Roses era una lejanísima referencia de lo que alguna vez fue.
Años y años de insultos de ida y vuelta finalmente concluyeron cuando, historia conocida por todos que no hace falta reseñar, PARTE de la alineación clásica decidió reunirse.
Me parece que lo que van a tocar es material de esos discos en los que estuvieron todos ellos, Apetite, los Illusion, Lies y chance el Spaghetti. No creo que toquen nada de Chinese Democracy, pero el punto es, ¿Guns and Roses 2016, qué? ¿Se juntaron sólo por dinero, de verdad ya se quieren otra vez, planean hacer música nueva juntos, se arrepienten de sus desplantes en el Salón de la infamia...? Desde mi perspectiva, Guns dejó de ser relevante hace cerca de 10 años, y eso, contrario a decenas de otras reuniones, le quita credibilidad a su recién encontrado amor mutuo. Recordemos que entre Spaghetti y Chinese pasaron casi 15 años y que desde los Illusion, que eran el referente de música original más “actual” antes del Democracy pasaron ¡17 años!
La mitad si no es que más de los pseudo ciber reporteros que hoy hacen tanta lharaca por Guns ni siquiera habían nacido cuando esos discos (los Illusion) salieron, y hoy los tenemos por todos lados hablando de la banda como si fuera lo más importante de sus vidas. Y eso por no hablar de los “fans”. ¿En verdad alguien cree que Guns tiene fans suficientes en México para llenar dos veces el Foro Sol? Cuando vinieron en su mero momento llenarod dos veces el palacio, sí, pero la diferencia entre vender 30 mil boletos y 110 mil es enorme, además de la exorbitante diferencia de precios que hay entre aquellos tiempos y los tiempos modernos. ¿De dónde salió tanto amor por una banda que dejó de ser relevante hace más de 20 años?

Tampoco es que me indigne. Ya no. Ahora me da risa, pero aún me molesta ver notas que, con toda información disponible, sean incapaces de definir lo que viene de Guns and roses como algo cercano a la realidad en lugar de llamarle alineación original o alineación clásica, porque no es ninguna de las dos. La banda misma en su página hace referencia a la “alineación icónica”, pero no clásica ni original.
De las últimas veces que vino Guns lo que yo recuerdo, porque me tocó trabajar, es lo desesperante que resultaba esperar a que el tal Axl saliera de su letargo para empezar el show. Una vez tocaron dos abridores, se pasó en pantallas del Palacio casi completo un partido amistoso de futbol entre México y Venezuela y todavía el señorito se tardé una hora más en salir. Patético, pero aún así había medios que le lamían las botas llamándolo una verdadera super estrella jajajaja. Lo que hay que leer.
A mí me encanta ver gente que pierde el control como lo hice yo en ese 1992 y que se ponga algo salvaje, y en aquél show platico lo que yo viví, pero medio Palacio andaba en ese plan. Hoy no me imagino a nadie volviéndose loco en tal o cual canción. Si acaso habrá algún momento en el que en lugar de medio foro Sol, tr3es cuartos de Foro sean los que levanten al unísono sus celulares para luego poner el video en Youtube o facebook o lo que sea y demostrar que ahí estuvieron, aunque el concierto en sí no les diga nada, no les deje nada.
Y habrá pinche mil reseñas de las cuales el 90% serán malas, con información incompleta o sin entender lo que estará sucediendo frente a sus narices, porque la banda que tocará en el Foro Sol en semanas próximas no tiene nada que ver con aquellos mugrosos desarrapados que vivían en condiciones de pobreza que grabaron Apetite, y con menos sufrimientos, los Use. Será en todo caso interesante ver como se desenvuelven en el escenario, si se nota o no tensión (cuando se reunió Soda Stereo por ejemplo era obvio el mal ambiente entre ellos), si `presentan algo de música nueva. Serría interesante también que se permitiera por parte de la banda algo de entrevistas, aunque sería una pena que las entrevistas las hicieran reforma o Milenio y le preguntaran si conocen alguna banda mexicana. O peor, que los entrevistara algún portal de internet de esos que ni redactar saben y les vayan a preguntar alguna estupidez.
Para el análisis también la decisión de ellos de tocar 4 shows en Estados Unidos y dos en México. No una gira completa, no Europa no nada, un puñado de fechas gringas y un par en México, ¿por qué? Yo por ejemplo no creo que sea porque les llegaron al precio, cualquier promotor grande querría y podría pagar esta gira. Eso me parece lo interesante y tristemente, no veo que nadie haga el análisis u ofrezca alguna idea. Yo por ejemplo creo que estarán “midiéndole el agua a los camotes”, viendo como funciona un concierto de ellos solos (en Coachella es un cartel enorme así que no toda la gente va por ellos), midiendo si la producción tipo estadio les queda bien o no. Agarraron a México porque saben que se va a llenar, porque hay infraestructura de primer mundo para conciertos, por la cercanía con Estados Unidos. O puede no ser nada de eso, pero el detalle es ciertamente curioso.
En fin, para mí el punto es ver si realmente hay algo de relevancia en esta semi reunión, más allá de los llenos totales, que seguirán sucediendo mientras sigan abriendo fechas. Es decir, esto es como los Rolling Stones, sabes que cuando salgan de gira van a llenar pero eso no los hace relevantes, son un acto de nostalgia, enorme pero de nostalgia al fin y al cabo, y lo que está vendiendo Guns and Roses es justamente eso, nostalgia.
Por eso la pregunta. Guns and Roses ¿qué?

Esta es por cierto la alineación clásica, nomás por no dejar.

viernes, febrero 12, 2016

¡Metal o Muerte! México Tour 2016, primera parte


Terminó una de las experiencias más enriquecedoras que me ha tocado vivir en cuanto a la vida dentro del rock and roll. El ¡Metal o Muerte! México Tour 2016 con Voltax de México y Metalian y Cauchemar de Canadá fue, de principio a fin, un cúmulo de anécdotas, risas, chelas y diversión, salpicado con dos tres detalles gachos que nunca faltan. Para mí, la aventura fue mucho más ligada a Metalian que a Cauchemar simplemente porque los Metalian se quedaron durante semana y media en mi casa, pero ambas bandas mostraron un profesionalismo a tope, una actitud humilde y solidaria y una ética de trabajo que yo espero jamás olvidar.
Metalian llegó a México un jueves en la tarde, y justo ahí comenzó la aventura. Llegaron por Delta Airlines. Yo supuse (mal hecho, uno nunca debe confundir lo supuesto con lo comprobado) que llegarían por la Terminal 1, porque la 2 era exclusiva para Aeroméxico. Bueno, en las pantallas no había nada sobre vuelos de delta así que luego de un rato pregunté y efectivamente, me mandaron a la Terminal 2. Parecía un simple error pero al llegar a la Terminal 2, las pantallas tampoco mostraban nada de Delta Airlines. Mientras preguntaba en un módulo de información en el cual me aseguraban que el vuelo ya había llegado, aunque no apareciera por ningún lado, sonó mi teléfono. Era un número local así que no contesté porque esperaba en todo caso una llamada con números de larga distancia. Volvió a sonar así que contesté y era Ian Wilson, el cantante de Metalian. Nos encontramos por fin (estábamos separados por apenas 4 o 5 metros de distancia, sólo que dándonos la espalda mutuamente) y luego de los típicos saludo y abrazos, comenzó la fiesta.
Si detallo todo lo que vivimos, no acabo nunca así que iré por ciudades, tratando de rescatar algunos detalles, dejando de lado otros y guardando para viajes futuros algunas anécdotas que no son aptas para contar en público jaja.
Metalian es un cuarteto, pero en ese vuelo sólo llegaron 3, Ian, Simón y Tony. Andrés, el bajista, ocupa esa misma posición en Cauchemar y llegaría al día siguiente junto con ellos.
De entrada, la convivencia y camaradería reinó desde el minuto 1. A los Cauchemar, que viajaban por Aeroméxico, les querían cobrar 1200 pesos por cada instrumento que viajara como equipaje extra. Aeroméxico debe ser la única aerolínea en el mundo que abuse de tal manera de los músicos, así que se decidió en conversaciones previas por facebook que ellos viajarían casi sin nada, excepto por los platillos. Así, guitarra, bajo y tarola las pondríamos nosotros.
El primer show fue en el gato calavera y ese fue también el primer encontronazo con la realidad de esta gira, las anécdotas lloverían a cántaros. Teníamos pensado montar todo a las 6 de la tarde, pero el tráfico de ese viernes de quincena fue tan brutal que apenas a las 8 de la noche pudimos tener el equipo en el gato calavera. No hubo por supuesto soundchecks ni nada, montamos y arrancamos el show apenas 30 minutos más tarde. La merca de Voltax y Cauchbemar llegó ese mismo día por ahí de las 7 de la tarde. Ambas playeras con exquisito diseño de Annick Giroux, cantante de Cauchemar e instigadora de este tour y la hermosa impresión de las mismas corrió a cargo de Héctor Servín de Rock Dreams.
Poco a poco llegó la gente, desde que subió Black Overdrive (que estuvo completo apenas unos 15 minutos antes de tocar por lo mismo del tráfico) la gente mostró que ese día iban con actitud de rockear, lo cual se agradece siempre.
Llegó el turno para que Cauchemar debutara en México y a los pocos minutos de iniciado su set ya habían cautivado a la gente. Al final de la gira fueron la banda que más merca vendió, y curiosamente además de agotar el CD de su EP La Vierge Noir, ¡agotaron también el casete! Su mezcla de doom con heavy fue una bocanada de aire fresco en una escena que de ñpronto se encuentra entumecida con muchas bandas que suenan a lo mismo.
Siguió Voltax. La mayoría de la gente estaba ahí por ellos así que a nadie sorprendió que el público cantara casi todas las canciones de principio a fin.

Metalian cerró y lo hizo por todo lo alto. Para entonces las cervezas ya se habían agotado, sólo había venta de cerveza de barril, lo cual indicaba que muchos llegarían a sus casas con copitas de más pero con una gran sonrisa.
El punto negativo en esa noche fue que el promotor de Huajuapan, a las 10:30 de la noche, avisó (dio a entender porque nunca fue claro) que no estaría en condiciones de hacer el show, y con esa idea, decidimos cancelar el viaje. Al final eso resultó ser mucho más dañino de lo que aparenta porque la gira estaba planeada para salir de gastos, sin que realmente dejara dinero. Se trataba de introducir a Metalian y Cauchemar en México y para eso, apoyarse en Voltax. Si hubiéramos cobrado un salario por banda hubiera sido imposible. Con todo y eso, además de que dejamos pasar algunas oportunidades más concretas como San Luis Potosí y Tampico y que movimos Acapulco de sábado a domingo sólo para poder acomodar a Huajuapan de León, el promotor nos dijo que tuvo problemas de salud que le impidieron cumplir y así, la gira de 5 fechas quedó sólo en 4. Confesar todos los problemas que ocasionó dicha cancelación en cuanto a transporte, logística y demás sería ocioso, así pasa y ni hablar.
Obviamente eso no iba a impedir que hubiera fiesta. Para entonces ya habíamos descubiero un pequeño bar en Cuauhtémoc llamado Cheers, A dos locales del dada X y a 3 del antiguo Cosa Nostra, el diminuto bar ofrecía cervezas en 15 pesos hasta las 8 de la noche así que se convirtió en el segundo hogar, sobre todo de Metalian, quienes aprendieron a llegar desde mi casa hasta el bar y de regreso en metro, para poder ir cuando no estuviera yo con ellos. Ese sábado estuvimos casi todos ahí, había banda en vivo pero al final, ian, el cantante de Metalian estaba cantando Paranoid y terminó llevándose una botella de Tequila de regalo de parte del bar, misma que obviamente abrimos ahí mismo, aunque ya eran casi las 2 de la mañana y había que viajar temprano el domingo hacia Acapulco. Ahí, esa noche, en ese bar, nació la leyenda de Billy Idol que lo acompañó (a Ian) hasta el final de la gira.
Esa noche, en el regreso a casa, pasamos por Insurgentes a la altura de División del Nofrte, ahí donde se ponen las chicas de la noche que en realidad son chicos. Se prestaba la anécdota para poner Lola de los kinks en el estéreo y resultó que ñlos tres Metalian eran ávidos melómanos que cantaron a todo pulmón esa y otras rolas como More tan a feeling de Boston, Bohemian Rhapsody de Queen, When the music is over de los Doors y varias más en lo que fue un regreso a casa pasado por alcohol, risas y cantos.

Ya para Acapulco se unieron todos los Voltax y los Cauchemar, y entonces la fiesta no volvió a ser la misma. Ya todos juntos el consumo de alcohol, las risotadas, los chistes, el “buleo” y las dosis de Judas Priest en el estéreo eran de niveles profesionales.
Acapulco fue una gran experiencia. Hermoso teatro, gente muy amable y entregada, una gran producción y una mega fiesta no apta para personas de corazón débil. Nos hospedamos en un Hotel justo en frente del teatro así que caminabas 6 pesos y llegabas. Ahí, Simon, el guitarrista de Metalian, cayó accidentalmente a la alberca cargado con su guitarra y una hielera de esas de Oxxo cargada de cervezas. Llegamos al Hlotel por ahí de las 3 y media de la mañana y partíamos al DF a las 7:30. La fiesta se prolongó el resto de la madrugada. Jerry (Voltax) y yo estábamos tratando de descansar un poco por aquello de manejar más o menos fresco así que realmente no supimos mucho, pero al levantarme por ahí de las 6:30 de la mañana y ver gente dormida en los pasillos, ropa tirada por todos lados, más cadáveres de cervezas que salieron de quién sabe donde (esa noche entre todos se terminaron ¡100! cervezas) quedaba claro que había estado ruda la noche. Una noche que pasará a la historia pero que quedará en los archivos secretos, sobre todo, de Voltax. Como tour manager aprendes muchas cosas en viajes de este tipo. Teníamos tres habitaciones dobles pero de poco sirvieron (o sirvieron de mucho, depende de como lo quiera ver cada quién), y al final del día el que va de encargado es el que debe entregar las llaves por ejemplo, sin embargo la labor de encontrarlas demostró ser titánica. Al final, junto a la alberca, apareció la que faltaba, ahí, junto a una pieza de ropa que nadie supo explicar.

Para recordar: el excelente trato por parte de Christopher, el promotor; el extenuante calor que incluso a las 2 de la mañana pasaba de los 20 grados; el enorme salón que nos pusieron como camerino y que quedó saturado de vasos de cerveza el gusto de los acapulqueños por Voltax, tanto que dos de las tres bandas invitadas se llamaban Acero Inmortal y Tigre Blanco… Esa noche se grabó desde consola el audio de las tres bandas así que una vez que lo tengamos y escuchemos, algo podrá salir de ahí.
El regreso al DF fue mucho más quieto, todos dormían pero al mismo tiempo, todos llevaban una enorme sonrisa pintada en sus rostros, la gira iba viento en popa y ya la cancelación de Huajuapan era apenas una sombra que no permitiríamos que amargara los buenos momentos.
Para otra entrada quedarán las anécdotas que me platicaron un par de promotores que andaban por ahí sobre los viejos tours con bandas hoy leyenda como Anarchus, Cenotaph y otras más. En general, la noche más bizarra de toda la gira.
La siguiente semana y el cierre en Celaya y Toluca los platicaré en días próximos, en otra entrada.