sábado, enero 07, 2017

Canciones, letras y pensamientos

La música es obviamente lo más importante para un metalero, pero como todos, cada quien tiene su propia historia de cómo fue creciendo con este gran género y sus decenas de sub géneros y seguro tiene algo que comentar al respecto. En mi caso, no sólo en el metal sino el rock en general siempre me llamó poderosamente la atención saber qué demonios decían las bandas que escuchaba.
Mi Papá -y hoy que yo tengo hijos lo entiendo, aunque igual no comparta su pensamiento-, no pasó tan de lleno por el rock. Él es de familia tabasqueña, concreta y mayoritariamente de un pueblo llamado Tenosique y creció escuchando otras cosas. Y sí, conocía a los Beatles y Elvis y los Teen Tops y demás, pero ya estaba más grande (dicen que es por ahí de los 12-13 años que defines realmente el rumbo que tomará tu gusto musical y a esa edad en la radio en Tabasco poco o nada se escuchaba de rock) así que cuando yo, a los siete u ocho años descubrí que existía una banda llamada Kiss, no sólo mi vida cambió, también la de él. Por uno de sus primos hermanos (más chico que él) y por los míos del lado materno (más grandes que yo) escuchaba rock de repente. No metal (calculo que el término ni siquiera era tan popular, hablamos de 1978-79), rock: que si los Doors o los Beatgles o Cream… de vez en cuando esas ondas sonoras pasaban por mi entorno y aunque no es como que pidiera escucharlos siempre, por lo menos ya traía parte del chip rocker en mi cerebro.
Cuando conocí a Kiss y toda mi vida comenzó a cambiar a él no le gustó la idea. Al prinicpio no habrá hecho mucho caso pero ya cuando tenía 10-11, sí. Mariguanos, maricones, mamarrachos… curiosamente tres “emes” eran una constante en sus discusiones y regaños. Él no quería que su hijo terminara en alguna de esas tres emes, y yo quería que me dejara escuchar la música que iba descubriendo y que tanto me gustaba. Él creía (y en cierto modos y con ciertas bandas no le faltaba razón, aunque siempre fue creencia, no que leyera las letras) que las bandas de rock pesado que yo escuchaba ofrecían mensajes podridos, o poco edificantes para un niño. Yo no sabía si eso era cierto o no excepto que mis tíos y primos me decían que no, que había muchas cosas ahí y no sólo palabrería negativa.
Como a los 11 años, calculo, cuando íbamos al entonces Aurrerá, le pedía a mi mamá que me dejara en la sección de discos en lo que ella hacía sus compras para ver las portadas y contra portadas. Y en ese tiempo los discos de rock se hacían aquí así que los títulos de las canciones estaban en español. A veces le pedía que me dejara en la sección de zapatería (te podías sentar) y leía pasajes de un libro llamado “Nadie Sale Vivo de Aquí”, una biografía no autorizada de Jim Morrison. Y claro, la biografía de Morrison ciertamente le daba la razón a mi papá por lo menos en cuanto a lo de las drogas.
Como sea, desde la primaria y hasta 2º de secundaria fui a una escuela horrible (para mí) de la cual lo único bueno que siempre recuerdo es que aprendí inglés, a buen nivel.
Por esos tiempos los discos como dije se hacían en México así que casi nunca traían las letras impresas, tenías que determinar qué estabas escuchando de acuerdo a tu propio oído, y a los 11, 12, 13 años hay canciones que puedes entender casi a la perfección, otras que no y en muchísimos casos, no entenderás el contexto. Además, el inglés es un idioma bastante limitado así que una palabra puede significar 5 o 6 cosas distintas y si no sabes entender contextos puedes perderte fácilmente y entender mal, o de plano no entender nada.
Poco a poco fui teniendo discos que sí traían las letras, escuchaba y las escribía en un cuaderno hasta que medio armaba lo que decían y así, justamente así fue que una gran parte de mi se fue moldeando, una gran parte de mi forma de pensar se fue ajustando a lo que escuchaba/leía en mis discos, a lo que leía en la sección “The story behind the song” de la revista Hit Parader, las letras que me dejaban copiar de sus discos importados algunos amigos, las que leía en libros que a eso se dedicaban (aunque en ese caso era casi siempre que si Queen, que si los Beatles, que los Rolling Stones, los Doors…) o las traducciones que salían en revistas nacionales como Toca Rock (te enseñaban con un método práctico a tocar canciones de rock y les agregaban las letras), Sonido, Rock Pop y algunas más.
Ya en la prepa usaba muchas frases de canciones para darle contexto a mis ideas en pláticas con los amigos, pedas o discusiones con maestros.
“From the islands to the cities, from the ports into the sea, we are strong, we will always be... Blazing through the wreckage, burning all we see, the life we lead’s, committed to be free. Our union is a fortress! Together we are bound. A common bound in freedom, and in sound!!! So raise your voices high! For miles around to hear, let them know, we are drawing near.
In union we stand as they! blaze across the land!!! In union, we make a final stand”. Overkill. Yo era el único que le entendía y al no tener acceso a la letra, esa primera estrofa y el coro subsecuente los entendía al 85%, suficiente para entender que era metalero, y que los que estábamos en eso estábamos unidos por algo y que unidos llegaríamos hasta el final. Claro, el final entonces era declararle a nuestros papás, maestros o a cualquier adulto que nos criticara por escuchar esa música que no dejaríamos de hacerlo.
Ese es el contexto de mi gusto por las letras en el rock y el metal. Y podría hacer el post más largo de la historia del blog explicando más a detalle, pero el punto es poner frases que en este instante que estoy frente al teclado recuerdo que me han marcado de una u otra forma, esperando que el que guste, haga lo propio en los comentarios.
Metallica fue una de las bandas más influyentes en mi formación y sus letras fueron (y son) fuente inagotable de debates internos (mentales pues, y espero no parecer loco pero yo sí paso muchísimo tiempo de mi vida escudiñando mi cerebro para determinar quién carajo soy. Afortunadamente aún no llego a la conclusión).
“Things are not what they used to be, missing one inside of me. Deathly lost, this can't be real, can’t stand this hell I feel. Emptiness is filing me, to the point of agony, growing darkness taking dawn, I was me, but now he's gone”. Sí, antes del internet uno debía descifrar los significados de las cosas por sí mismo, no podías preguntarle a Google y sí, muchos creíamos que la canción hablaba sobre el suicidio. Hoy sé que la letras habla sobre el sentimiento de desolación luego de que alguna vez les robaran todo su equipo, pero en ese tiempo parecía que hablaba sobre el suicidio y aunque no conocí de cerca a ningún suicida, sí fui adolescente y pasé por esos días en quieres tirar la toalla y este tipo de canciones me sacaban adelante. Para mí el mensaje no era “anda, suicídate” sino “anda, exprésate, déjate caer pero luego avanza”, porque despuñes de Fade to Black seguían más canciones así que obviamente el mensaje no podía ser que te mataras ¿no?
Siempre creí que el metal era una gran manera de aprender de historia. Unos tíos que vivieron muchos años en Satélite y luego en Chiluca (un campo de golf en el Estado de México) tenían una gran colección de revistas National Geographic y algunos libros sobre la Segunda Guerra Mundial. Mi papá nos compró alguna vez un libro sobre aviones militares rusos y otro sobre el mismo tema pero en EU. Sí, la guerra me llamaba la atención, las historias sobre Vietnam, todo lo que esa guerra influyó en el desarrollo del rock (también del metal, pero más del rock de finales de los 60 y principios de los 70). Y la guerra daba miedo, era la época de la Guerra Fría, los años en que se empezó a hablar de armas nucleares. Yo tuve el disco Paranoid como regalo de un primo, y traía las letras, debo haberlo escuchado por primera vez por ahí de 1979, y Electric Funeral daba miedo…
“Reflex in the sky
Warn you you’re gonna die
Storm coming, you’d better hide
From the atomic tide
Flashes in the sky
Turns houses into sties
Turns people into clay
Radiation minds decay”
Muchas, muchas veces soñé despierto con la terrible imagen que pintaba la frase “vuelve a la gente lodo”. Cuando alguna de las tantas guerras que tuvieron que ver con Israel la reportera Valentina Alazraki le decía a Jacobo Zabludovski que el ataque recién vivido era “nuclear Jacobo, repito, nuclear”, mi hermano empezó a llorar. Eso al final no fue cierto (lo del ataque nuclear) pero muchos pensamos que la TYercera Guerra Mundial estaba empezando y que todos íbamos a morir, y yo no quería morir convirtiéndome en lodo.
También recuero que tuve un libro que traía una descripción de 500 bandas de rock editado por la Rolling Stone. Describía a la banda en breves líneas con la opinión personal del “experto” al que le tocaba y su discografía hasta entonces. Recuerdo que a Stryper lo ponían pinto y parejo por usar el metal para alabar a Dios, y recuerdo que en la descripción decía algo parecido a esto: “por lo menos hablar de Dios es mejor que hablar de penetrar cadáveres y asesinar niños como Slayer”.
Y sí, el primer disco que compré de Slayer fue el Divine Intervention, y si algo no ha cambiado en mi percepción del mismo es que musicalmente hablando es flojito. Los había escuchado desde finales de los 80 y la neta no me gustaban, pero ya para 1994, saliendo de la universidad, Slayer era la leyenda maldita y si no te gustaba (igual que hoy) eras un poser o un pendejo. Pero las letras eran otra cosa. Lo que me mantuvo lejos de Slayer desde el inicio fueron sus letras, había leído una traducción de Silent Scream y no era como que me llamara tanto la atención:
“Embryonic death,
Embedded in your brain.
Suffocation, strangulation,
Death is fucking you insane”.
Eso le daba la razón a mi papá y a mí sencillamente no me interesaban esas descripciones. Pero ante pa presión de que Slayer era la banda más cabrona de la historia de la humanidad, compré aquél disco. La música insisto me parecía x, y letras como esta de plano me quitaban las ganas de seguir su carrera:
“Erotic sensations tingle my spine
A dead body lying next to mine
Smooth blue black lips
I start salivating as we kiss
Mine forever this sweet death
I cannot forget your soft breaths
Panting excitedly with my hands around your neck”
Sé que soy un marica como dirían en South Park pero la idea de simular jadeos apretando el cuerpo de una muerta y penetrarla nomás nio se me hacía interesante.
Pero la historia siempre estaba ahí, y en esos años (los 80), Maiden era de las bandas que mejor manejaban textos y hechos históricos convertidos en canciones. Ahí estaban The Flight of Icarus, Run to the Hills, The Trooper, Invaders, Aces High, Powerslave, Revelations, Alexander the Great… después, bueno, después ya major ni hablar.
Con el paso de los años vas descuv¡bierndo muchísimas bandas más y en mi caso encontraba que me seguía fascinando encontrar conocimiento en las letras de las bandas que descubría. Al no ser una persona religiosa no me importaba encontrar temas como To Mega Therion, de Therion y quedar con toda la inquietud de saber qué significaban tantas cosas en esa letra y que luego entendí mejor con el magnífico Reinkaos de Dissection.
Ah, la religión, sobre todo la anti. Es maravilloso internarse en las diversas formas de entenderla, vivirla, despreciarla… Ya no era sólo Disturbing the priest de Sabbath, ya era leer y conocer sobre muchísimas cosas que yo desconocía absolutamente y que fui conociendo gracias a las bandas de metal.
Y es que la clave de una vida plena, por lo menos en cuanto a la experiencia de la conciencia, es la curiosidad:
“This is the realm of Azerate, eleven as one
Destroyer of cosmic order, extinguisher of the sun
In this place so sinister I shall find my dreams
Illuminated by the blackest flame
To transcend with dragon wings”
Ni siquiera se trata de ser anti porque sí, sino de investigar, de conocer. No todos los dragones en el metal son como los que combatió Dio, si lees cosas que desconoces y tienes una herramienta como internet, la única limitante para no conocer algo más es que no quieras hacerlo. No tienes que estar de acuerdo, pero es mejor saber que no hacerlo. Antes de tener la oportunidad de viajar solía decir (y de verdad lo pensaba) que si el dinero me limitaba, conocer más y más bandas de metal me ayudaba a conocer el mundo, sus historias, sus leyendas, la forma de pensar de otros pueblos, y eso para mí equivalía a tomar un avión y salir. Claro, una vez que logras viajar de verdad es muy diferente, pero pintarte una imagen del mundo entrelazando en tu cabeza lo que vas absorbiendo de las canciones que escuchas es algo que no cambiaría jamás. En la escuela puedes aprender sobre las leyendas de los pueblos originarios de lo que hoy es México, y en el rock puedes conocer historias de otras culturas y encontrar fantasías que jamás imaginarías, como crear un instrumento musical con el cráneo de un pez gigante y pelos de una enorme nutria que sólo un Dios podría tocar. En My Kantele, Amorphis habla del instrumento de manera poética, como referencia a la depresión y soledad, pero si no fuera por la canción yo jamás me hubiera enterado de que existía algo llamado Kantele, aunque sea meramente una referencia mitológica:
“Talk utter nonsense
Who say that music reckon that the kantele
Was fashioned by a god
Out of a great pike's shoulders
From a water-dog's hooked bones
It was made from the grief”.
Siempre me ha gustado escribir así que leer letras de todo tipo de bandas es también una manera de conseguir inspiración. Muchas veces lo que se lee se explica solo, muchas más uno entiende una cosa y alguien más entiende algo totalmente distinto, esa literatura es la que me gusta más. Cuando yo escribo sé exactamente lo que significan mis palabras, pero luego leo algún texto años después y encuentro que probablemente significaba otra cosa. A veces estás triste y deprimido y entiendes un texto como que te habla en primera persona, a veces estás bien y ese mismo texto parece tener relación con algo más y a veces, la letra de una canción tiene muchos significados de acuerdo a diversos factores, sobre todo cuando su nombre conjura imágenes tan poderosas y disímbolas como Born in a mourning hall (Nacido en un velatorio). Supongo que es un buen ejemplo de la frase “la verdad yace en el ojo del espectador”:
“Born in a mourning hall
Pale clouds feared the unborn child
Then it grew up with growing plans
Of suicide
Born in a mourning hall
Shadows left the fear inside
That Peter Pan will never reach
The other side”

Yo aún no descubro si mi Peter Pan llegó al otro lado. En fin, supongo que si escribiera este mismo post 35 veces usaría siempre ejemplos distintos porque hay cientos de canciones cuyas letras han marcado algo en mi vida, para bien y para mal.

Si llegaste hasta aquí, gracias.

**Todas las canciones van con legtras, los que no son lyric videos las tienen debajo, picándole donde dice Mostrar más.