viernes, abril 26, 2024

Megdaeth en vivo Arena CDMX, reseña.

“Los invasores llegaron en barcos fantasma

Navegaron por el Mar Negro hacia Sicilia

Los enfermos, los moribundos y los muertos

Todo lo que quedaba de esta maldita enfermedad”.

Megadeth, no iba a empezar un concierto con una canción de amor, aunque no es que tengan muchas. “The sick,the dying… and the dead!” fue una excelente manera de arrancar el show. Como es la primera y la emoción está a florr de piel no da tiempo para que la gente se queje (por lo menos no de manera instantánea) o baje la intensidad. Se apagaron las luces y 22 mil personas explotaron en júbilo. Cuando iniciaron las primeras notas la reacción fue, no diría que sorpresiva, más bien alentadora. Ese disco más reciente de Megadeth The sick, the dying... and the dead!, al igual que el anterior (Dystopia 2016), los volvieron a poner en la cima, y la manera de entenderlo en México es verlos ante la mayor audiencia que han tenido en cualquier concierto que hayan hecho solos.

 

Me tocó ir solo. Años en el mundo de las relaciones públicas y la prensa me enseñron que a veces así debe ser y no porque se te de la gana, sino por necesidad. No importa, a estas alturas de mi vida puedo decidir a qué conciertos ir y a cuáles no, aunque sea solo. Pero acá estamos hablando de Megadeth, no era algo para pensarse dos veces, y más que en situaciones festivaleras recientes no los vi. Siempre quiero ir pero hay veces que las circunstancias no lo permiten. Bueno, acá tenía el permiso de faltar a la chamba, la motivación del discazo que se refinaron con The Sick y a pesar de que hice casi dos horas de camino y llegué literalmente 3 minutos antes del cierre de acreditaciones, pude verlos. Fue una noche brutal y algo que pocas veces ha sucedido con ellos en México, en un inmueble donde se escucha perfecto estés donde estés.

 


Siguieron de inmediato con “Dread and thefugituve mind” y después, sorpresiva y agradablemente, al menos para mí, “Skin o´my teeth”. Según algunos archivos que encontré la tocaron en 2015 en el Knotfest, solo que no fui a ese festival y antes de eso habría que remontarse hasta 2012 cuando trajeron al Pepsi Center la gira de aniversario de Countdown to extinction. Eso quiere decir que del primer cañonazo de tres rolas hubo una nueva y una que yo no escuchaba en vivo desde hacía 12 años, nada mal.

 

La siguiente triada de temas fue “Hangar18”, que no se cuántos años tiene que la venían tocando como abridora de set, detalle que siempre me ha molestado, “Angry again” y “She Wolf”. ¿Por qué la molestia de abrir con lo que para mí es un mega clásico? Porque la primera rola suele ser la que el ingeniero de sala usa para ajustar todo. Sí, para eso son las pruebas de sonido pero esas siempre se hacen con el inmueble vacío. A la hora del show hay miles de personas que absorben el audio y eso implica que habrá que ajustar sobre la marcha, eso significaba que una de las canciones que más marcó mi adolescencia siempre la he escuchado con detalles de ajustes de audio. Anoche (escribo esto el 26 de abril, al día siguiente del concierto en CDMX) sonó perfecta, magistral y cualquier adjetivo de glorificación que exista. En algún momento de esa terna de rolas, Mustaine se dirigió a la audiencia con algo así como “buenas noches” jaja, nada más. Y aquí vale la pena hacer un comentario extra.

 


Dave nunca ha sido el más parlanchín, por lo menos no en México. Ha habido conciertos donde habla un poco más, otros donde habla un poco menos, y recuerdo que cuando es menos siempre hubo quejas de que en tal o cual país hablaba y aquí no, que era mamonería de él y demás. Lo dudo y me hace pensar en junio del 2000 cuando tuve chance de convivir unas horas antes y después de su concierto en el Hard Rock Live con Dee Dee Ramone. Por ahí tengo guardado el set list de aquella noche pero recuerdo que fueron como 18-20 canciones en 45 minutos. El guitarrista estaba encabronadísimo y Dee Dee, sentado en un sillón del Hard Rock me decía que pinches chamacos no entienden la esencia del Punk Rock. Mustaine tiene un alto porcentaje de punk rocker en la sangre, nunca no la ha negado e incluso en la edición japonesa de The sick, the dying… and the dead! viene como bonus track “Police truck”, un cover de The Dead Kennedys. Bueno, este concierto en la Arena CDMX, para mí, fue una versión punk de Megadeth. Las rolas eran como balas de ametralladora, una tras otra y Mustaine se acercó al micrófono solo otras dos veces (según recuerdo): para presentar “una canción que habla del clima ("Tornado of souls") y para decir en español “gracias chicos” ante las constantes ovaciones. Y no hace falta más, no con Megadeth.

 

La chela en los conciertos suele ser cara, Afortunadamente un par de amigos y colegas me regalaron una y con eso me hicieron el día, porque eso sí es una excelente cualidad de la Arena, siempre están bien frías. Ahora, lo malo en todo esto es que significa que tarde o temprano debes ir al baño. Para mi ese momento llegó cuando tocaron “Sweating bullets”. No me prende tanto y después me quedó claro que ese fue el único momento en el que podría haber salido de la arena y no , porque es la única rola que tocaron que me no disfruto tanto. Por suerte estaba en general, casi contra la pared, así que fui y regresé en un par de minutos. Inmediatamente después otra agradable sorpresa con “This was mylife”. Ya para ese punto había disfrutado prácticamente todo lo que había pasado. No soy de los que se ofenden porque no tocan tal o cual rola (aunque reconozco que nunca siento que sobre "In my darkest hour", y no la tocaron), soy de los que se emocionan cuando suena algo que no esperas (tampoco me pongo a ver y aprenderme de memoria lo que vienen tocando en fechas previas, ¿para qué?). Después sonó también “Trust” y antes tocaron “Angry again”. Curioso título porque enfrente de mi había un grupo de unas 5-6 personas que estaban por lo menos dos metros adelante de mi. Luego pasan los riffs y las chelas y empezaron a recortar esos dos metros. Dos veces di un paso largo hacia atrás para que ellos tuvieran espacio de moverse como dueños del lugar pero justo en Angry decidí ya no moverme más y cuando uno de ellos se me vino encima, le puse la mano en la espalda para detenerlo, que supiera que por esas cosas raras de la vida en los conciertos, había alguien detrás. No fue nada agresivo, nada más puse la mano para detenr su marcha porque si no me atropellaba. No pasó nada más, sólo es anécdota, pero fue curioso que esto sucediera jastamente mientras Mustaine cantaba “Enfurecida, mi mente empieza a echar humo, me viene una sobrecarga mental, estoy enojado otra vez”.

 


Siguieron “Tornado fo souls”, “A tout lemonde” y “We’ll be back”. En Tornado, además de presentarla, Mustaine hizo algo que no recuerdo haber visto antes con Megadeth: dejó que la gente cantara el coro. No dijo nada antes, tampoco durante la rola como lo hacen los cantantes tradicionales que apuntan el micro a la audiencia (él no puede porque está tocando la guitarra), nada, pero no hizo falta. Se ve que sabe que es una de las rolas favoritas en nuestro país y dejó que esas 22 mil gargantas (la mayoría al menos) cantaran “But now I’m safe in the eye of the tornado. I can’t replace the lies, that let a 1000 days go. No more living trapped inside, in her way I’ll surely die, In the eye of the tornado, blow me away” con todo y “huh” al final. Cada quien tendrá sus momentos memorables, en mi caso, este fue uno de ellos. Y del disco nuevo, bueno, “We’lll be back” era para mi un sí o sí y afortunadamente me tocó escucharla en vivo. Es una gran rola y vaya que queda como anillo al dedo en un entorno de concierto.

 Tornado of souls

Después fueron “Symphony of destruction”, “Mechanix” que sé que le hizo la noche a muchos y “Peace sells… but who’s buying”. Creo, y seguramente es una percepción equivocada pero creo que en este show en particular los vieja escuela éramos un poquito más que las generaciones más jóvenes, y eso se notó particularmente en Symphony. Sí, el ya inevitable “aguante (o a huevo en algunos casos) Megadeth” estuvo presente pero se escuchó muchísimo menos que en otras visitas. Y no tengo nada en contra del cántico, pero eso es algo surgido en Argentina que significa mucho a ellos, pero escucharlo fuera de ese contexto me parece un poco bobo. No entiendo ni me gusta ni aliento el pleito constante en redes sociales de México vs Argentina, mi comentario no viene desde ese lugar, viene en sentido “bien por ellos, le dieron eso al mundo” pero insisto, fuera de ese país en particular y tal vez Sudamérica en general, no tiene mucho sentido. En “Peace sells” salió Vic Rattlehead y aquí se abre la oportunidad de otro comentario extra: parte de lo que me encantó del concierto fue la vibra vieja escuela. Lo que veías era una manta con la portada del disco más reciente, el brutal juego de luces para lo cual ayuda mucho la tecnología robótica que hace que unas decenas de lámparas parezcan cientos de ellas y claro, la banda. Y soy fan de Kiss antes que otra cosa así que este comentario tampoco es pedrada a otras bandas que se apoyan en elementos escenográficos o pantallas u otras cosas, es meramente que Megadeth es de las pocas bandas, llamémosle de grandes ligas, que puede pararse en el escenario sin mayor cosa que cuatro músicos, una manta y luces y dar un conciertazo memorable. El Vic es u toque muy emocionante pero es eso, un toquecito. A Megadeth vas a escucharlo más que a verlo, y si vas con eso en mente, te rompen la madre con lo brutal que suenan, lo amarrados que están y lo bien que traducen al escenario lo que hacen en el estudio.

Mechanix

 Cierre con broche de oro con “Holy wars…the punishment due”.

 

Cuando ves el set te das cuenta de todo lo que ha hecho la banda, todos los rincones metaleros que ha pisado y puede dejar claro por qué unos amamos a Megadeth, y otros nomás no la toleran. La del 25 de abril de 2024 fue una gran noche, cortita porque tocaron como 80 minutos nada más pero siendo honestos, si Mustaine se detuviera a platicar un poco cada dos o tres canciones y trajeran escenografías y detalles visuales extrahubiera sido un concierto de 95 minutos tal vez, con la misma cantidad de canciones: 16. Esta vez Megadeth vino a tocar y romper madres, no a platicar, y yo no le veo nada de malo.

 


Ah sí, la otra anécdota es que alguien decidió aventar su chela cerca del final del show, y parte de ella me cayó encima. Afortunadamente era cerveza, y eso quedó claro porque estaba fría y porque después salí oliendo a chela. Ni hablar.

 *Los videos son tomados del Facebook Megadeth México, con permiso del autor de ambos, Joeldeth.

**Las fotos que están intercaladas en el texto son obra de Arturo Lara "El Flama" y Revista Marvin

***Después de publicar la reseña me llegaron varias fotos cortesía de la Arena CDMX, las comparto en formato galería a continuación.












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