Myrkgand
– “Old mystical tales”
Sade Records, 2019.
Por
Luis Jasso “Chico Migraña”
Myrkgand
es un proyecto unipersonal del músico brasileño Dimitry Luna. Musicalmente
hablando es una mezcla de Folk/Death y Black y sus letras suelen ir en torno a
temas de fantasía, monstruos, magia, leyendas, orcos, elfos, brujas, filosofía
y más por el estilo. “Old mystical tales” es su segundo disco (el primero,
llamado simplemente Myrkgand, fue editado en 2017) y fue producido por Roland
Grapow, reconocido guitarrista con paso importante en bandas como Masterplan y
Helloween. La característica ha sido que Dimitry toca todos los instrumentos,
pero invita a músicos reconocidos de otras bandas para que pongan su granito de
arena con algo de voz o algún solo de guitarra. En este caso, los invitados
varían entre bandas como Blind Guardian, Cradle of Filth y November’s Doom
hasta Trollfest, Vulcano y At Vance, entre muchos más.
El
baterista en todo el disco es Kevin Kott (Masterplan, At Vance), y su trabajo
es sencillamente fenomenal. Cuando se requiere velocidad y blast beats cumple
sin problema, pero también lo logra sin mayor dificultad en cada quiebre y
pasaje más melódico del disco. “Old mystical tales” es un trabajo que tiene un
dejo de concepto, por lo menos en lo musical. Hay un riff que parece estar
presente a lo largo de casi todos los temas, por momentos con alguna variante,
pero distinguible, lo cual le da una sensación de atmósfera al disco, porque
además es bastante pegajoso, aunque es ciertamente tipo Black Metal Progresivo.
La producción en general es muy limpia, no se siente forzado ni sucio como
algunos discos extremos, al contrario, ofrece una sensación de modernidad con
toques de formato análogo.
Así,
lo primero que escuchamos es “Of the blue fire”, un track veloz en el cual un
destacado trabajo en el doble bombo marca el ritmo y que ofrece un buen solo de
Ashock, guitarrista de Cradle of Filth), seguido de “Black thunders of Zyr”,
tema que cuenta con la colaboración de Markus Siepen (Blind Guardian) en el solo
de guitarra y Luiz Carlos Louzada (Chemical Disaster, Vulcano) en la voz
gutural extra.
El
tercer tema es “Foreseeing the future”, rola con la participación de Danilo
Coimbra (Malefactor, Divine Pain) en el solo de guitarra. Una fiesta de blastbeats
que además ofrece la voz de Dimitry doblada, lo cual genera un buen efecto.
Lo
siguiente es “Aquariü”, una canción con varios pasajes que tiene a Vito
Marchese (November’s Doom) en el solo de guitarra y a Antonio Araujo (One Arm
Army) en el papel de voz limpia. El riff de inicio -porque esta rola tiene
varios- aquí es más lento, pero tiene esa suciedad en la distorsión típica del
Black. Tiene varios pasajes más melódicos que terminan por regresar a la velocidad
y el riff que lleva el hilo de todo el disco. “Ghostwoods” por su parte muestra
a Michael Meyer (Iron Angel) en el solo de guitarra. Es un tema en el que otra vez
se deja sentir la santísima trinidad entre el riff, el doble bombo y la voz que
sienta la base del sonido blacker, aunque en ciertas partes la tarola va un
poco más lento, lo que le da un toque interesante y una atmósfera distinta. El
resto de los riffs son más bien melódicos y ofrecen un interesante juego entre
unos y otros. Aquí nuevamente la voz de Dimitry está doblada en ciertas partes;
una es la clásica blacker, la otra es gutural.
En
“Dunkelelf” el solo corresponde a Simone Rendina (Mortuary Drape). Aquí, los teclados
le dan una atmósfera interesante a la canción, misma que tiene ese tono blacker,
aunque el riff es más como rock and roll. Esta es otra canción que varía de
ritmo y velocidad, aunque esta además ofrece un aroma sinfónico.
Sigue
“Summoning the cryptic Daemonium”, con Rodrigo Berne (Tray of Gift, Tuatha de
Danann) en el solo de guitarra y Renato Matos (Elizabethan Walpurga) en los
coros para dar pie a la frenética “No ímpeto de fúria”, con solo cortesía de Claydson
Melo de Pathologic Noise.
Para
“Trolls filthy madfeast” se hace presente la voz de Trollmannen (Trollfest), quien
aporta un excelente combo de voces crudas extra y el solo de guitarra de Dr
Leif Kjonnsfleis (Trollfest, Manhunter). Se trata de una rola con otro tipo de
melodía, más rocker que metalera, aunque por momentos los riffs suenan a banda
folk y la batería se mantiene en perfecto frenesí.
El
disco concluye con la épica “Chtonian Cyclops”, la más larga de las diez que lo
conforman con una duración cercana a los ocho minutos. Aquí, Liv Kristine
(Leave’s Eyes, Theatre of Tragedy) ofrece su enorme talento con la voz limpia,
mientras el solo corresponde a Roland Grapow (Masterplan, Helloween). Otra vez
el riff blacker lleva la batuta, pero con más de siete minutos hay tiempo para
algunos d4talles, como un solo bastante largo, mismo que va de menos a más y
que cuando culmina da píe a la entrada de Liv, quien para ese momento es
acompañada por una pequeña cama de teclados.
En
general se trata de un muy buen disco. La pléyade de músicos cumple perfecto
con la idea global de Dimitry, es un disco bien pensado y en el cual cada parte
de músico invitado suena real dentro del contexto de cada canción. Es decir, no
se trata de poner nombres y que salga lo que sea, más bien se nota un buen
trabajo de planeación.
Así, “Old mystical tales” es un muy buen disco, muy disfrutable, diverso y pesado.
El tono general es crudo y en la cara, son rolas largas pero trabajadas de
manera que casi nunca sientes el paso del tiempo, veloz y contindente, pero con
sus pasajes un poco más calmos. Probablemente sea un eficaz anti estresante
para esas horas pico en el tráfico o el transporte: lo pones, le subes al
volumen y más temprano que tarde te encontrarás a ti mismo sonriendo e
imaginando mundos fantásticos llenos de maldad y angustia, con momentos de luz
y calma.
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