Monstruo, mi querido monstruo...

La idea del título es cantarlo con la melodía de la rola aquella de Viejo mi querido viejo, ahora ya caminas lento.
La idea también es que, una vez más, si no te gusta Kiss, no sigas leyendo. ¿Para qué sufres, te enojas y luego lo escribes?
Sí, Monstruo es la traducción del título del nuevo disco de Kiss, Monster. Si no contamos los discos recopilatorios, es el vigésimo cuarto en estudio. Si contamos (y yo creo que deben contarse) Double Platinum, Killers y Smashes, Thrashes and Hits que traían rolas nuevas o versiones nuevas de temas clásicos (Double Platinum es ejemplo de esto último) sería entonces el vigésimo séptimo. Lo siento por Wipipedia que saca del rubro Kiss los cuatro solistas del 78, esos para los Kisseros son discos de la banda, por algo van firmados con el nombre del integrante del lado izquierdo y el nombre de la banda del lado derecho.
26 discos antes de esta maravilla. Y lo voy a escribir una vez más, despacito, para que cale y para que quede claro lo que opino: m a r a v i l l a. Incluso en un foro kissero en el cual estoy hace años la palabra le pareció excesiva a algunos. Y está bien, el debate siempre es sano, y entre kisseros que se respetan se pone muy divertido. Obviamente llegué a calificarlo como "maravilloso" después de varias escuchas. Lo pensé bien antes de decirlo y sobre todo antes de escribirlo en el blog. Al final del día, con 41 años de edad a cuestas, cientos de discusiones, miles de mentadas e insultos, este espacio jamás ha dejado de ser "un paseo por la mente de Chico Migraña", y seguirá siendo así. Y lo que está en mi mente hace algunas semanas es que Monster es un disco maravilloso.
¿Por qué?

Después de la reunión con Ace Frehley y Peter Criss, lo que nos quedó además del recuerdo de por fin haberlos visto en vivo, juntos, maquillados y cargados con esa magia que sólo ellos tienen, fue Psycho Circus. En su momento me gustó mucho. Me sigue gustando. Cuando salió y escuché por primera vez You wanted the best, lloré de la emoción. Los cuatro cantaban, resumían su historia de amor y odio en 4 minutos gloriosos y parecía que el re encuentro entre los 4 sería ya definitivo. Bueno, la historia demostró que no sería así.
Psycho Circus salió en 1998. No voy a escribir la historia de Kiss, es bastante conocida. El caso es que cuando se separaron y regresaron a Eric Singer a la banda e incluyeron a Tommy Thayer, luego de un tiempito, la mayoría de los fans queríamos más música nueva. Y Paul y Gene le dieron vueltas durante ¡11 años! Que la industria de la música había cambiado, que la gente no quería música nueva de Kiss, que el momento no había llegado, que esto que lo otro y ¡salud! Y de pronto, de la nada, en el 2009 llegó Sonic Boom. Y fue un buen disco, una muestra de que Eric y Tommy encajan perfecto en la banda. Y con el disco llegó la promesa de más giras y eventualmente más discos. Hasta que llegó este 2012 y con él, Monster.
Todas las bandas de rock del mundo hacen discos porque quieren que se vendan. Los blackers más aferrados y la banda más pop, todos, sin excepción, aunque digan lo contrario. Hacen disco porque quieren que alguien más lo escuche. Pero después de eso, hay muchos colores para definir cada disco de cada banda.
Kiss venía entonces de hacer Sonic Boom. Buen disco, ciertamente sólido y tras 11 años de silencio, sonaba a gloria. 3 años después aún suena relevante, sólido pero se queda en bueno disco, nada más. Y sin embargo sentó las bases: cero baladas, todos escriben, todos cantan, produce Paul Stanley (nadie conoce mejor a Kiss que él), absolutamente ninguna colaboración externa... un disco de Kiss hecho por Kiss, pensado en los fans y valiendo madre qué sello lo saque. El que le quiera entrar, bienvenido.
Supongo que la analogía que queda en este caso es sacar de la cochera tu bicicleta que tiene años ahí guardada, la limpias, les acudes y le quitas el óxido, le inflas las llantas, la ajustas y la sacas de nuevo. Y la primera vez que lo haces y sientes de nuevo la brisa en la cara sientes que el mundo te queda chiquito.
Así sentí cuando escuché por primera vez Monster. Y no soy de los que le entra a descargar música tiempo antes y escuchar una rola pirateada por aquí y otra por allá. Me esperé a que salió y luego tuve que esperar tres días más porque los brillantes cerebros en Mix Up no tenían ni idea que Kiss sacaría disco nuevo. Y una vez que lo compré lo puse en el estéreo del coche. Traté de evitar reseñas de mis amigos del foro pero sí tenía ciertas ideas de lo que ellos pensaban. Así escuché tres vueltas del disco. Y escuchaba una rola y me acordaba que a fulanito o fulanita le gustó, y aquella otra no les gustó a la mayoría... pero en la cuarta vuelta lo escuché yo, solito, sin que mio mente me jugara la mala broma de referenciar lo que otros decían, y no porque no los respete (lo hago, y mucho) sino porque ese proceso, el de "digerir" un disco debe ser personal.

Y entonces lo escuché una y otra vez. Y de vez en vez ponía algo más para despejarme, pero más temprano que tarde regresaba al Monster. Y empezaba en mi cabeza a flotar la palabra "maravilloso". Peleaba contra ella, pero pudo más mi amada banda y me rendí.¿por qué negarlo? Me parecía un disco maravilloso y cuando dejé de pelear contra el término, lo disfruté aún más. Porque Hell or hallelujah tiene todo lo que se necesita para ser un clásico en el ámbito Kissero. No creo que el disco lograra el impacto que logra si no abriera con esa rola. Nada del Kiss de los 80 que hizo disco divergentes como Unamsked o Crazy Nights, o algunos muy "de la época" como Asylum y Crazy Nights. Con esta rola el sentimiento primario es que Kiss es hard rock puro.
Y podría irme de rola en rola, en orden, pero sería faltarle el respeto al sentimiento que me genera este disco. No quiero tampoco decir que suena a mezcla de Creatures con Revenge pero con ese saborcito setentero tipo Love Gun. Porque es eso y es más, es un coro por ahí que suena a los Rolling Stones, es un riff por allá que saluda a Zeppelin, es la maravillosa intro de Eat your heart out que suena a rock sureño. Es un todo, y antes de lanzarlo al mercado Paul Stanley dijo que estaban muy orgullosos de Sonic Boom pero que esto era mucho mejor que cualquier cosa que hubieran hecho en muchos años. Y lo dicen todos los músicos cuando sacan disco nuevos, sólo que en esta ocasión en particular Paul puso las acciones en donde puso sus palabras. Es un disco sin desperdicio.
Back to the stone age es absolutamente Gene Simmons. A mí me vale lo que digan los demás, es rock cavernícola por el que hubiera sido su Dios si hubiera vivido esa época. El bajo suena con las cuerdas más sueltas en lo que para mí es un clarísimo "jódanse" a todos los que critican la falta de talento de la banda. La forma en que suena es sencillamente corrupta, sucia, como debe ser el rock and roll.
Y además es un disco equilibrado: 5 rolas cantadas por Paul, 5 por Gene, una por Eric y una más por Tommy. Es un disco lleno de solos sentidos y al punto. Nada que ver con los 80 y aquellos solos de abeja encabronada que decía Gene (grandes discos, pero los solos eran muy al estilo excesivo de aquella época)., aquí son cortos pero concretos, como en los 70, sólo que sin sonar a copias de lo que haría Ace, estos son solos de Tommy, con su estilo, con su feeling.
Eat your heart out, ah, que maravilla. Nada más el coro de entrada, a capella, entre Gene y Eric vale la rola. Jamás lo habían hecho, pero este es su disco 27, ¿a quién chingados le importa si alguien cree que es un exceso? Y lo mejor es que de exceso no tiene nada, es una rola totalmente sabrosa, mágica, corrientota, sucia y con la deliciosa voz de Eric en los coros detrás de Gene y con la banda entera en algunos Yeah yeahs por acá y por allá. Es algo que nunca hicieron y ahora, 40 años después, sencillamente me pareció genial.
También está la letra tipo Crazy nights u All hells breaking lose en la forma de Freak. Paul siempre ha sido muy bueno para hacer que el alienado tenga un hogar, y Freak es su expresión en Monster:

All those streaks in my hair
People point at me and stare
If they ask me I'll say, "yeah!"
I'm a freak
And I love the clothes I wear
Where their life goes I don't care
It's my price I'm proud to pay
I'm a freak
Ah, aire puro, la esencia de lo que es y ha sido siempre ser Kissero, y claro, Paul es quien mejor lo entiende y expresa. Y luego está por ejemplo All for the love of rock and roll, otra letra/declaración que terminas por creerle a Eric, que además tiene una gran voz. Y su trabajo en la batería es de diez. No luce, no hace redobles mil ocho mil veces por canción, lo que hace es ponerle el latido al corazón de la música de Kiss. Ha trabajado con Lita Ford, con Alice Cooper, con Black Sabbath... no es ningún improvisado, pero no tiene ese gran ego que lleva a algunos a querer brillar tanto, que se opacan. El brilla por su sencillez, porque su trabajo hace que cada rola suene sólida y contundente. Porque ojo, es un disco de hard rock sin miramientos, no hay coritos hair metaleros ni agudos ñoños en canciones de amor: aquí en Monster lo que hay es rock and roll, punto.
Siempre ha sido un orgullo ser kissero, y siempre lo he gritado. Pero ahora, con Monster, si nunca me ha importado lo que piensen los demás, ahora menos. Este es el mejor disco que podrían haber hecho hoy. Para mí está ahí con grandes clásicos como Creatures, Revenge, Rock and roll over y Love Gun. Quizás el hecho de que es más "pesado" que Sonic Boom por ejemplo hace que me guste aún más. Y pesado no es que suene a Slayer, es que suena a Kiss cuando se olvidaban de pegar en la radio o salir en la tele. Este disco suena a calle, a barba sin rasurar, a garage. Un garage de 40 años de historia, pero que se niega a morir sobre pétalos de rosa.
Es un disco maravilloso porque lo hicieron por gusto, no por cumplir un contrato. lo hicieron porque a eso se dedican y ya están en un punto en el que complacer a alguien más suena a reverenda estupidez. Y si tratan de satisfacerse a sí mismo, eventualmente encontrarán el ama de Kiss, y al hacerlo, necesariamente, le llegarán al alma a sus fans.
Es maravilloso porque no oculta sus influencias, al contrario, las muestra con orgullo aunque siempre poniendo por delante el sonido Kiss.
es maravilloso porque se dejaron de mamadas, le quitaron los tonos pastel a su música y nos escupieron en la cara un disco que está hecho para disfrutarse antes y venderse después.
Es maravilloso porque lo escribieron, ensayaron, grabaron y editaron ellos. Sin productores externos, sin tener que hacerle caso a gente de corbata que de música no entiende nada, sin preocuparse porque Eddie Trunk ponga su sencillo en la radio... sin preocuparse de nada. Parece que por fin les cayó el veinte de que son Kiss y que en verdad vale gorro lo que el mundo opine. O lo que opine Steven Tyler o cualquier pobre diablo que recurre a hablar de ellos para hacerse promoción. Monster es un disco maravilloso porque no se me da la gana sacarlo del coche. Lo escucho mínimo dos o tres veces por semana y no me he cansado
Es un disco maravilloso para mí. Si fuera yo el único que lo siente así, por lo menos sé y he aprendido escuchando a Kiss hace más de 30 años que eso es lo único que importa. Es maravilloso para mí, así que lo diré una y otra vez.
Monstruo, mi querido monstruo...