miércoles, mayo 18, 2022

Epica en CCU de la BUAP, reseña.




No, no es el primer concierto post pandemia al que fui. Durante la pandemia me tocó organizar, junto con ElPacto Producciones, la última eliminatoria de Metal Battle México en el Bar Berlín en noviembre de 2021, aunque como suele suceder no tuve tiempo de disfrutar casi nada. También hicimos la final de esa misma Metal Battle México en abril de este año en el Circo Volador. Ahí van dos conciertos ya aunque poco se puede disfrutar porque hay que estar pendientes de diversos asuntos.

 

Este de Epica en el Centro Cultural Universitario de la BUAP fue entonces el primero internacional y el primero al que fui propiamente a ver a la banda. La historia en breve es que llevo ya algún tiempo haciendo la prensa de Nuclear Blast para México y Omega, el disco más reciente de los neerlandeses fue de los primeros que me tocó trabajar y no solo eso, me tocó todo el proceso del lanzamiento, luego del lanzamiento del Omega Live y ahora la larga gira de nueve fechas por México. Y entonces, ¿por qué verlos en Puebla y no aquí en la CDMX? Porque desde enero de 2020, es decir, unos cuántos meses antes del inicio de la pandemia en México, trabajo en ADN40 (Tv Azteca). Mi horario es jueves y viernes de 5 a 10 pm y sábados y domingos de 8 am a 10 pm. Es una chamba “formal” y si bien los horarios no son para nada espectaculares, y peor aún, se interponen directamente con la vida metalera, ha sido un ingreso fijo que abarcó de entrada dos años en los que mucha gente perdió no solo su trabajo, sino su vida. ¿Hay motivos para quejarse? Seguro, pero es más importante tener trabajo.


Eso quiere decir que en ese viernes 13 de Emperor y Epica en la ciudad en dos recintos distintos, yo no podría ir a ninguno y que en el caso de Epica, si quería verlos, mi única opción era Puebla por ser martes y estar cerca de CDMX. Y sí, los he visto antes y no, no soy el fan más clavado de ellos, pero el disco, Omega, está realmente muy bueno y que no sea el fan más clavado no significa que no me gusten. Y si trabajas tantos meses en la promo de algo, le agarras cariño. Fueron en general tres procesos. El primero fue de mandar información a la prensa sobre los diversos lanzamientos relativos a Omega, el disco, el en vivo, el concierto digital, la cerveza y por supuesto, la gira de nueve fechas en México. Eso implicó una serie de ventanas en las que tocó organizar entrevistas. Cuando son acá todo es más fácil, pero cuando tienes que buscarlas en provincia, todo cambia. Y para no hacer el choro enorme (más), el punto es que queda claro por qué los medios digitales desbancan sin piedad a los tradicionales, vaya pesadilla que son, sobre todo, los diarios de provincia, y hablo en general, por supuesto hay excepciones como el espectacular Óscar “Lolo” Reyes de el Sol de Irapuato que colocó la entrevista con Simone en seis o siete diarios del bajío, la gente de El Diario y El Heraldo de Chihuahua, Julián de AM Querétaro, pero fuera de eso es una pesadilla burocrática tipo “manda un correo a esta dirección” que nunca te responden, tratos indiferentes por teléfono y el más común, la nula respuesta por medio de los conmutadores confirmados porque en cada llamada, a la hora que sea, te contesta una grabadora que confirma que estás llamando al diario que buscas. En fin, benditos medios digitales especializados que sí entienden el trabajo periodístico y si bien no siempre tienen el mismo alcance que un diario, son mucho más dedicados y profesionales.

 

Ahora, Puebla. No conocía el Complejo Cultural Universitario de la BUAP. Bellísimo lugar. Y su auditorio, espectacular. El espacio entre filas de butacas es muy reducido pero es espectacular. Luego de comer unas cemitas de carnitas y unas chalupitas de pollo, cerdo y res en un lugar llamado El Comal y del semi encontronazo entre Kelpy Interesante y un inepto cuidador en la Catedral nos fuimos al show. Aquí es importante destacar algunos detalles: de algunos años para acá Puebla, tristemente, no es precisamente un referente de ciudad rockera o una buena plaza para el rock, pero ayer había entre mil y mil 200 personas en el recinto, y para ser un martes realmente no estuvo nada mal. Al auditorio abierto en toda su capacidad le caben de 3 mil 639 personas, pero el segundo piso y los balcones no estaban abiertos al público. Digamos entonces que de que los 2 mil 400 lugares disponibles (aprox) la entrada fue de más o menos la mitad, lo cual insisto, tomando en cuenta que fue martes, estuvo bien.


El mayor tache es que si bien la cerveza y bebidas alcohólicas en general estaban a precios muy accesibles (100 pesos el vaso con el líquido de dos chelas de botella de 355 ml), el pago era solo en efectivo. Nada de terminales para pago con tarjetas de crédito o débito. Y lo mismo me pasó en al menos tres lugares en el centro al querer comprar dulces típicos. Ni hablar.


El show comenzó a las 9:15. Abrieron con “Abyss of Time – Countdown to Singularity”, el primer sencillo del Omega y una de mis rolas favoritas del álbum. Como suele suceder fue la canción en la que el inge ajustó y acomodó todo ya con público, pero sonó bastante bien.


Al haber parado por dos años y tener un disco sólido entre manos, el concierto tuvo su base en él, cinco de 13 rolas fueron nuevas, y eso marcó un poco la intensidad del público. Y no es cosa de Puebla, es normal que las canciones nuevas no sean tan coreadas. Las otras cuatro de Omega fueron “The Skeleton Key”, “Kingom of Heaven Part 3 – The Antediluvian Universe”, “Code Of Life” y “Omega – Sovereign of the Sun Spheres”. Lo curioso aquí, por parte de la banda, es que antes de aterrizar en México para esta gira habían lanzado cuatro sencillos, pero de esos solo tocaron dos. Excepto Obsessive y Skeleton que las tocaron juntas, las otras tres las colocaron rodeadas de clásicos como “Cry for the Moon” (una de las más celebradas) y “Unchain Utopia”, por ejemplo. A título personal, me hubiera encantado escuchar los dos sencillos desaparecidos, (“Rivers” y “Freedom – The Wolves Within”) pero claro, cada cabeza es un mundo. Eso sí, en cada show han hecho algunos cambios en el set list, así que Querétaro, San Luis Potosí y León seguro tendrán alguna diferencia en relación a Puebla.


En cuanto a la banda, la madurez de ellos como músicos y entretenedores se nota. Tienen algunas partes coreografiadas, excepto obviamente Simone y Ariën el baterista, los otros cuatro se bajaron del escenario en un momento y recorrieron los pasillos del Auditorio sin mayor incidente, pero la cara de felicidad de varios en el púbico era más que evidente. Luego claro no pusieron regresar tan rápido, incluso Simone dijo en el micrófono “se solicita la presencia en el escenario de Mark, Coen, Isaac y Rob por favor”. Y en el escenario cada uno de ellos hace lo suficiente para entretener, muy profesional y atractivo su concepto.

 

Simone por supuesto capta la mayoría de las miradas. Se le veía contenta, suelta, con su voz en estado impecable, comunicándose con la audiencia. En un momento de esos tipo Chavo del Ocho en el salón de clases, todo el auditorio se quedó en silencio porque se acercó al micrófono y alguien le gritó: “I love you”. La perfecta acústica del lugar hizo que todos escucháramos la declaración de amor, incluso ella, que sin dudarlo respondió “I love you too” y arranco una gran respuesta sonora de la gente. Detalles, pero son esos los que hacen el recuerdo de cada noche.

El otro detalle fuera de protocolo (por llamarlo de algún modo) fue que era el cumpleaños 42 del ex God Dethroned Ariën van Weesenbeek, y la banda se lo celebró en el escenario con la sorpresiva aparición de una piñata que representaba una lata de cerveza Modelo. El baterista requirió de varios golpes (al menos diez) para romperla y finalmente no lo logró del todo, terminó jalándola para que salieran los dulces. Simone comentó que había sido muy divertido verlo y se disculpó con la gente del auditorio que tendría que limpiar. Muy propia siempre, mientras Coen Janssen por ejemplo tomó del suelo lo que sería algún tipo de paleta y se lo llevó a la boca como niño que gana en la piñata.

Detalles. Como que cada uno de ellos que tomó el micrófono pronunció como debe ser México y Puebla, que Ariën se aprendió algunas frases más completas en nuestro idioma (algo tipo “quiero agradecer a mis amigos por la sorpresa”), Simone que dijo “buenas noches señores y señoritas… ¿Yo soy señor o señorita?” y luego agregó en inglés que esa parte del idioma la confunde un poco. Otro detalle curioso fue que Coen andaba muy apapachador con una persona de seguridad que estuvo parado estoicamente frente a las bocinas de pie que estaban sobre en el escenario. Y digo estoico porque además del volumen (aunque uses tapones de oídos si estás recargado contra las bocinas es MUY fuerte) son las vibraciones de las bocinas que te golpean la espalda. Pero Coen lo abrazó un par de veces e incluso le regaló un dulce de la piñata.

 

Por supuesto en el momento cumpleañero hicieron que la gente cantara el “Happy Birthday”, pero también en dos intentos y sin mediación de la banda que probablemente no conoce la tradición, uno un poco fallido y otro con casi todos conectados se le cantaron “Las Mañanitas” a Ariën.

 

Después, bueno. Tenía tempo de no ir a Puebla con sus edificios extravagantes, su contaminación (eso no me lo esperaba), su modernidad y lo fácil que es moverse por la ciudad. Hay poco tráfico, las calles se ven limpias, parece un lugar tranquilo y cómodo. La última vez que estuve ahí fui con Voltax y Luzbel y el pulque jugó una parte importante de las anécdotas, pero esa es otra historia.

 

Si llegaste hasta aquí, ¡muchas gracias!

En esta liga aparece un video de la piñata, filmado por Pamela Ortega y compartido en el Facebook Epica México.

En esta otra liga puedes ver el set list de la banda.

**Todas las fotos de Epica son tomadas de su página de Facebook y el crédito es Jens de Vos, ninguna es de Sangre de Metal ni pretendo que así parezca.

**La foto del CCU BUAP la tomé de la página oficial del recinto y pertenece a la BUAP, no tengo el crédito del fotógrafo.