miércoles, mayo 31, 2006

Chico Migraña Mind Devastation Tour

La nota de moda es la victoria del grupo finlandés Lordi en el concurso musical Eurovisión. Y es noticia porque la banda que ganó es de metal. Se llama Lordi y usa disfraces de monstruo para llevar a cabo su cometido musical.
Lordi es también el apellido del cantante y líder, quien se desempeña en su país como presidente de la Kiss Army. Pero lo curioso no es tanto que hayan ganado el concurso, sino las reacciones que esto ha generado. En su regreso a Helsinki organizaron un concierto en una plaza pública y llegaron para festejar 90 mil personas!
En las diversas imágenes que circulan en la red se ve la majestuosidad del festejo. Pero no todos los 90 mil finlandeses son fans de Lordi, ni siquiera son metaleros. Se nota por sus atuendos. Lo que los motivó a juntarse en la calle fue el orgullo de ganar. Nada más.
Y la pregunta obligada es ¿algún día en México recibiremos así, como campeones, a alguna banda de rock que logre algo trascendente? Y no me refiero a alguna banda de metal, esas en nuestro país a lo más que llegan es a grabar un puñado de discos y abrir algunos conciertos. Lo cual es por cierto una pena. Pero acá siempre gana el malinchismo, la necedad y la envidia.
Cuando El Tri llena una noche la plaza de toros más grande del Perú, acá los tachan de ridículos y viejos y se les exige que desaparezcan. Bandas como Los de Abajo, Panteón Rococó y La Maldita Vecindad giran por Europa por lo menos una vez al año, y acá nadie se entera.
Ahora, si entramos al terreno metalero, la situación es de pena ajena. La mitad de los metaleros odian a las bandas mexicanas porque cantan en español. Algunos de esos radicales incluso se sienten vikingos y tratan de aprender noruego, sueco o suommi para sentirse bien paganos. Si tan solo abrieran la mente, los ojos y los oídos cuando les enseñan historia de México tendrían más paganismo que todas las culturas nórdicas juntas!
Cada vez que una banda nacional le abre a una extranjera, la mitad del público se queja. Que tocan horrible, que la neta a nadie le importan las bandas nacionales, que es un abuso que pongan un horario y en ese horario salgan bandas nacionales, que esto y que lo otro.
Muchos sueñan con ir al Wacken por ejemplo. Pero allá no importa que la mitad o más de las bandas sean locales (alemanas), total, no son mexicanas o sea que deben ser buenas.
Eso sí, cuando llega el 2 de octubre, ese que ya nadie sabe ni que conmemora pero que todos recuerdan que no se olvida, todo mundo sale a la calle y se siente revolucionario. Tan revolucionarios que atracan vinaterías y camiones, pintarrajean (porque eso no es grafitear) todo lo que se les cruza enfrente y luego lloran ante las cámaras cuando llega la noche y la nota es “35 detenidos por vandalismo”.
De las primeras veces que vino Rata Blanca a México, cuando supieron que alternarían con Luzbel en la Carpa Astros de Tlalpan no daban crédito. El manager en ese tiempo, Mundi Epifanio me dijo que los Rata estaban incrédulos porque el nombre de Luzbel era reverenciado. Bueno, fuera de México, porque acá nadie los pela, nadie los reconoce.
Cada banda nacional tiene ante los ojos del “metalero” mexicano muchos más defectos que cualidades. Cada banda nacional debe aguantar todo tipo de humillaciones porque los headbangers mexicas son tan cabrones que sólo van a las tocadas para aventarles piedras y bajarlos del escenario. Lo viví en Puebla, con una banda que se llamaba El Caballo de la Virgen. Nomás hablaron un poquito en contra de Dios y se convirtieron en tiro al blanco. Claro, los mismos salvajes que los lapidaron escuchan a Rotten Christ y son bien malignos. Total, como cantan en inglés, pueden insultar cuanta figura religiosa se les ocurra que aquí lo más que se van a llevar son aplausos.
Al metalero que hace conciertos lo llaman poser. Al organizador de conciertos que nunca tocó lo llaman imbécil, al que lo haga bien y haya sido metalero, lo llamarán advenedizo. Total que en este país nadie está a gusto. Si Marduk toca en el lobby del Circo, debió haberlo hecho adentro. Si viene Evergrey y sólo llegan 500 personas, la pregunta es para que traen a esas bandas que nadie conoce. Si viene Lacrimosa y llena, qué vergüenza; si viene Helloween y llena; por qué no traen bandas nuevas; si viene cualquiera y abre Damn Shark, Agora, Zamak o cualquier otra, qué flojera, deberían abrir otras. Si son Transmetal, Next o Leprosy, chale, a quien se le ocurre si son malísimos. Se organizan conciertos de pura banda nacional y llegan 60 personas. Total que nunca se le da gusto a nadie. Y esa actitud permea en otros ámbitos: si un puñado de amigos y metaleros decidimos hacer un espacio en la red para reseñar discos y tocadas, (Arritmia, en la sección de Links) entonces se quejan porque somos engreídos y sabelotodos. Pero si no existe ese espacio, entonces se quejan porque nadie toma la iniciativa.
Afortunadamente existe la otra mitad en ese universo metalero. La mitad que apoya, que junta su lana para tratar de ir a varios conciertos y que cuando falta a alguno es porque no pudo ir, no porque en realidad el metal es sólo una etapa de su vida. La mitad que ha logrado que los conciertos se sigan haciendo gracias al buen comportamiento y la civilidad. La que apoya a las bandas nacionales: total, si no te gustan, pues te vas a la barra y te tomas una chela, no hay necesidad de agredir. Y eso es un apoyo vital.
Esa mitad que puede discutir y tener puntos de vista encontrados sobre bandas, conceptos y demás, pero lo hace de manera pacífica y constructiva. Y es que nada mejor que un puñado de metaleros reunidos con el estéreo de fondo, las chelas de pretexto y la discusión como vehículo del desvelo.
Existe esa mitad que acepta los puntos de vista de los demás, que cree que una reseña es una posibilidad de confrontar los propios puntos de vista o en su defecto, de acceder a bandas que no conocía.
Esa mitad que tal vez no consume metal mexicano pero que lo respeta, lo apoya al no agredirlo. Esa mitad de librepensadores que dejan sus comentarios en espacios como Sangre de Metal porque se quieren expresar, aunque las ideas no coincidan. Esa mitad que saldría a la calle si algún día una banda mexicana de metal ganara el Viña del Mar, por ejemplo.¿Y tú lector de Sangre de Metal, en que mitad estás?

martes, mayo 30, 2006

King Diamond

Éste es el artículo que salió en Marvin durante el mes de abril. King Diamond, una de las cuentas pendientes que tengo, pues nunca lo he visto en vivo. Alguna vez (no recuerdo bien el año) vino con Mercyful Fate. Era un show de Dilemma y lo hicieron en el Cine Ópera. Fuí con unos amigos con los que comenzaba a organizar conciertos de bandas nacionales (por lo que calculo que aquél concierto habrá sido por el 93 tal vez) y fuimos a buscar a los organizadores. Yo no compré boleto porque me dijeron "y pa que gastas, orita que nos den chance". Pero llegamos y ya estaba lleno, no hubo chance de pasar y me tuve que quedar con las ganas. Éramos como cinco amigos y sólo podían pasar dos.
Uno de ellos, según él para consolarme se pasó 5 minutos "para ver como estaba el inmueble" y cuando salió me dijo "no te pierdes de mucho, hay un chingo de gente, una banda de metal con un cantante vestido de vampiro y cantando como vieja" jajaja.

Antes de escuchar The Puppet Master me encantaba Abigail, era (bueno, sigue siendo) un discazo. Lo compré en una tienda que se llamaba Discos Ser (que por cierto al que atendía le decían El Mike), y que luego fue bautizada como Rock and Roll Circus (atendida por una leyenda del tatuaje y piercing, Danny Yerna), en la planta baja de lo que alguno seguro recuerda como el bar LUCC: La Última Carcajada de la Cumbancha. Era importado y venía en funda de papel, con las letras impresas.

Y me encantaba la capacidad de King para inventarse esas historias macabras. Sólo que cuando escuché Puppet, Abigail, The Cosnpiracy y cualquier otro se quedaron cortitos.
En la nota me refiero a un extravagante método de escucha. Es cierto. El disco lo escuché completito en los audífonos, con la luz de una vela iluminando el librillo con las letras. Y la experiencia fue realmente sobrecogedora. Cualquiera que no lo haya escuchado todavía pero planee hacerlo, le recomiendo escucharlo de corrido y sin interrupciones. Y sobre todo, primero escucharlo y luego ver el DVD. Ahí, King narra la historia del titiritero -maquillado y todo-
pero pierde todo el encanto. Lo mágico en ese disco es ir descubriendo cada personaje y cada crimen maléfico al ritmo genial de Andy LaRoque, narrado por las voces de King y su novia.

Las fantasías malditas de King Diamond

Medianoche. Es la Budapest del Siglo XVIII, la víspera de navidad. En la calle, el frío y la niebla; en el teatro, un espectáculo de marionetas. Y comienza la historia y el terror crece en la mente como los aullidos de desesperanza en las pesadillas de los mortales. El disco ofrece una advertencia: “No puedes hacer marionetas con los cuerpos de los muertos y luego imbuirlos de vida. Y aunque pudieras, NO LO INTENTES!!! La siguiente historia está basada en las pesadillas de un niño enfermo. Un chico confundido que no ha podido encontrar la luz. Yo”.
Es King Diamond, el rey de los discos conceptuales, de las fantasías épicas del terror. Toda su carrera solista ha sido una constante lucha por establecerse como un enviado del mal, y para tal fin ha creado varios discos con una historia hilada tema a tema.
El clásico, el que todo mundo en el metal conoce (y si no, que pena) es Abigail. La historia torcida, enferma, fenomenal y escalofriante de la familia Lafey que narra los sucesos dentro de una macabra mansión entre 1777 y 1845. Hay un fantasma, una posesión diabólica, un triángulo amoroso, asesinato, venganza...Y luego vino Abigail II, ella y el amante no murieron en la primera parte y la estupefacción oscura revive. Es un dueto de discos conceptuales lleno de una fantasía aliada del abismo y la terrible realidad del lado oscuro de la vida. Se deben contar además, Fatal Portrait, Them, Conspiracy, The Eye, The Spider’s Lullaby, Voodoo y The House of God, todos discos conceptuales, elegías mortuorias, fantasías épicas de aquel que advierte sobre las marionetas, el danés maldito, King Diamond.
El disco en cuestión es The Puppet Master. Una portada negra que ofrece el logo de la banda, una cruz en el suelo sobre unos hilos, junto a un bisturí y gotas salpicadas de sangre. Es una escena macabra, una invitación ineludible a perderse una vez más en una historia sórdida que además de excelente y desquiciada, arrebata el sueño con deliciosa malicia.
Los de King Diamond son discos para prestar atención. No son recomendables como fondo para seducir a la novia o como acompañamiento durante las horas de trabajo. Es perfecto para escucharse en la quietud de la medianoche, con audífonos, una vela iluminando el cuadernillo para seguir a detalle la intrincada historia. Una copa de vino tinto (la sangre puede ser un poco más difícil de conseguir), concentración, valentía y listo, que comience la aventura.
Detallar la historia sería tan grave como platicar el final de una película de suspenso. Baste decir que King cumplió su promesa cuando advirtió que The Puppet Master sería la obra más descarnada, macabra y genial de su carrera solista. El disco obliga a mantener los ojos bien abiertos, a sentir pena por la pareja de enamorados; odio por Emerencia y su marido, el titiritero; pesar por las víctimas:
“En lo profundo de la noche a través de los pasillos más angostos, sigo cada paso que ella da. Hay una luz que mana detrás de una puerta al fondo. ¿A dónde se fue? Oh no, lo que veo es un espectáculo de horror...luego el golpe...”
La primera vez. Ese es el gran concepto detrás de la música de King Diamond. La excitación, los brotes de adrenalina mezclada con miedo; la liberación de los demonios propios y las corretizas de sensaciones apenas debajo de la piel; eso sólo es posible cuando la música del Rey Diamante brota en todo su esplendoroso desazón de cada bocina. La primera vez que uno se mete en las historias suele ser una experiencia física y mentalmente aterradora pero vigorizante a la vez.
“Escucho la voz del titiritero, palabras mágicas de tiempos ancestrales. Me siento raro por dentro, como si algo dominara mi mente. Pánico, pateo el estante...con todos los jarrones. Uno de ellos cae al piso. Rojo!!, oh, tan rojo, es sangre!! ‘Cómo te atreves a perturbar mi trabajo’”
La historia involucra a King; Laszlo, el titiritero; Emerencia y Victoria, la novia del protagonista. Para mejor efecto (y vaya que lo logra con maestría) Diamond cuenta con el apoyo de Livia Zita en las voces femeninas.
Queda claro que no todas las fantasías del metal involucran dragones, princesas, batallas épicas y héroes. Lo macabro también es fantástico, y para eso, King Diamond es, efectivamente, el rey.
“Hay un rumor por ahí, se dice que el titiritero construirá un nuevo teatro en el corazón de Londres, será para niños y lo administrarán su hijo y su hija. Oh, será un baño de sangre...”

*Todos los discos mencionados, excepto The Puppet Master, son editados en México por CDI [Fin de la nota publicada]

El eterno molino de los rumores indica que este año, hacia el último tercio, King Diamond podría venir a México. Ojalá, porque es una de las glorias del metal escenificado. Por cierto, además de que es chaparrito y muy amable, el malvado King es vegetariano.
Toda una cajita de sorpresas.

Chico Migraña

sábado, mayo 27, 2006

¿No Metal?: Buddy Guy/Revisited

Claro, no es metal. Buddy Guy es el llamado Rey del Blues de Chicago. Pero para mí el blues es el papá del metal, finalmente, Black Sabbath antes de inventar, detallar, definir o establecer el metal era una banda de blues que giraba bajo el nombre de Earth.

Ayer viernes Buddy Guy se presentó en el Teatro Metropólitan. Y opacó cualquier rastro de divismo que pudieron tener en el pasado algunas "estrellas" de la música que han visitado México (o que viven aquí, en su defecto). Se trata de un viejito (y calculo después de verlo en vivo que el término no le debe molestar) que se sube al escenario y derrumba cualquier barrera con el público, con el mito del artista engreído o la estúpida salida de los pseudo metaleros actuales tipo Korn que no tocan solos de guitarra.

Pero la noche fue mágica de cabo a rabo. De abridor estuvo la legendaria agrupación nacional Real de Catorce. Y suele presentarse una vez por año en el mismo inmueble y lo llena cada vez. Pero ayer el pouserismo clásico de nuestro circuito rocanrolero se hizo evidente. Llegó Alejandro Lora (para mi gusto, gran maestro) y buena parte del público que pudo estar adentro disfrutando de la mejor banda de blues de México se quedó afuera con él (y calculo que no entró porque no se lo permitieron), para decir luego que son cuates. Y otros tantos fumaban y decían que era el colmo que a un tipo del renombre de Buddy Guy le pusieran a esa banda decadente de abridora. Vaya, como tenemos tantos exponentes de calidad del blues en México...

José Cruz y su banda hicieron lo que mejor saben: ofrecer un excelente cóctel de poesía y angustia lírica repartidos entre bocanadas de sonidos del blues clásico, del blues rupestre del Real y de la psicodélica interpretación del ritmo de los esclavos negros que logra Cruz. Los azotes existenciales en la armónica, remarcados y rematados por solos dolidos y largos de guitarra dieron comienzo a una noche que se transformaría en mágica.

En cuanto acabó la banda, todo el mundo tenía prisa por entrar a buscar su lugar, aunque otros tenían prisa por entrar al baño. ¿Cuántos habrán entrado o salido de ahí totalmnte ebrios? Muchísimos, que pena.

Buddy comenzó de manera que en lo particular era una fantasía sin realizar. Salieron sus cuatro músicos de acompañamiento, establecieron un sabroso ritmo y la voz de su pianista irrumpió gloriosa: "ladies and gentleman, from Chicago Illinois, Mr Buddy Guuuyyyy" jajajaja, excelente. Él, vestido con una camisa de bolitas blancas sobre fondo negro (¿o sería al revés?) que combinaba perfecto con su guitarra negra de puntos blancos. Y lo demás fue cátedra de su dominio sobre el instrumento, el escenario y el blues.

Sonreía en todo momento mientras sus manos de octogenario realizaban solos que se mostraron escuela de gente como Eddie Van Halen. No pondré el set list porque no hubo, todo fue improvisación, pero de altísimo nivel. Y de pronto, a medio concierto, lo inesperado. Yo estaba en el vestíbulo cuando de pronto se abrió la puerta del interior del inmueble y se escuchó una enorme algarabía. Al primer segundo pensé que había un incendio o algo porque salieron varios tipos de traje corriendo, sólo que después de ellos venía Buddy. Su guitarra inalámbrica le permitió bajarse del escenario, subir las escaleras de las zonas preferenciales del Teatro, caminar entre la gente, salir al vestíbulo, subir dos pisos de escaleras (escoltado por varios eufóricos fans) llegar a la zona comúnmente llamada "gayola" y tocar un enorme, larguísimo y muy amplificado solo (cabe destacar que en todo momento tocó la lira, caminando, subiendo...). Y lo hizo sonriente y ahí, en la escalera del segundo piso, viendo desde lo alto a sus músicos que mantenían un ritmo base para que el se luciera, literalmente, en todo lo alto.

Y cinco minutos después bajó las escaleras en el mismo recorrido sólo que inverso. Y se detuvo por lo menos en cinco ocasiones para que señoras, señores, prensa y jovenes se tomaran una foto con él desde el celular o con las novedosas y completísimas mini cámaras digitales. Y en todo momento siguió tocando. Regresó al escenario y sonrío, y se llevó al público hasta el fondo de su bolsillo. ¿Cuántas "bandas" mexicanas e internacionales se pueden dar el lujo de interactuar tan íntimamente con el público? O lo que es peor, ¿cuántas bandas o personalidades se atreverían o estarían dispuestos a hacerlo? Sólo alguien como Buddy Guy que estuvo ahí palomeando con Hendrix, que es ídolo de Clapton, sólo alguien de su estatura se siente lo suficientemente cómodo consigo mismo como para hacer algo así.

"Cuando tenía 5 años alguien me dijo, 'chico, vas a ser grande' y hoy que tengo 80 sigo sin creer que lo logré" cantaba. Su dominio del arte del blues es tan vasto que no sólo es gigante con su instrumento; también con la voz. Susurra, grita, canturrea, explica, matiza. "Sólo te puedo decir esto nena, llevo el blues desde la cabeza hasta la punta de los pies" ofrecía mientras sonreía. Y luego callaba a la audiencia: "ssshhhhhh. Escuchen." Y tocó parte de "Purple Haze" de Hendrix mientras lo imitaba. Y tocó con los dientes e hizo tapping también.

"Ssssshhhhhh. Miren, así es Eric Clapton". Tocó algunas notas de "Strange brew" mientras hacía los ademanes del llamado Slowhand, y sonreía y el público también. "Esto era Marvin Gaye" o "Qué tal un poco del maestro John Lee Hooker" y "cómo quiero a BB King, que toca así". Si quisiera, podría tocar metal también y ser uno de los grandes del shred.

Hizo varios intercambios improvisados con el pianista, se emocionó de los aplausos rítmicos espontáneos del público, jugueteó con nostros en algunos coros, firmó autógrafos mientras el concierto estaba en pleno, regaló plumillas y discos, aventó besos, se dejó abrazar, agradeció piropos (aunque no los entendía) y decía "thanks ma'am" cuando alguna dama gritaba algo. Estuve buena parte del show muy cerca del buen Poncho de Santa Sabina y me dió placer doble el ver a un músico de talla gritar, aplaudir, cantar y ser uno más dentro del público. Sin poses y sin ridículas actitudes de diva se comportó como los fans lo han hecho mil veces cuando él está en el escenario. Y Alejandro Lora también.

Y así, de pronto, terminó. "Gracias Mexico, gracias". Y se fue.





Chico Migraña

viernes, mayo 26, 2006

Sentenced

Así apareció mi nota en Playboy de abril:

“Querida asamblea,
nos hemos reunido aquí, con pesadumbre en nuestros corazones para dejar que Sentenced descanse en paz”.
El suicida anuncia se partida del mundo, mata su esperanza y sepulta en el acto su historia. Así fue la vida y obra de Sentenced, la banda finlandesa que muchos catalogan como death metal, aunque en vida fue pionera del metal suicida.
Las causas ya no importan, Sentenced había anunciado el año pasado que se desintegraría. Realizó un último disco (el noveno de su carrera) y dejó para la posteridad un delicado, tétrico y mórbido legado de cómo funciona la mente en los inviernos eternos, del sol de medianoche y la blancura grisácea y dolida de los bosques finlandeses.
Ya en franca agonía visitó por primera y única vez México. En el hard rock dejó constancia de su inigualable calidad musical, de su concepto: “en los altares de nuestras vidas compartimos sangre y lágrimas, sangre y lágrimas que no cesarán hasta la dulce liberación de la muerte; las horas se hacen días, las semanas se sienten como años, décadas de lágrimas, y sin embargo...
Perderemos las cosas por las que hemos peleado, cada ascenso es seguido de una caída, perderemos a quienes amamos, a quienes debemos adorar, y sin embargo seguimos, seguimos”
Y la banda se deshizo. Su último disco se llamó The Funeral Album y su última canción fue “End of the Road”. El concierto póstumo fue en Octubre de 2005 en su natal Oulu, y cargaron un ataúd, y el público lloró.
Pero Sentenced se suicidó para acceder a una nueva vida, y por lo pronto, aquella placa definitiva, aquél Funeral Album, en febrero de este año resucitó al quinteto. Tres nominaciones, tres premios. En los Finnish Metal Awards, Sentenced ganó las distinciones de Banda del Año, Mejor Álbum del Año y Mejor Portada del Año.,
Sentenced cumplió y se suicidó, y aunque vivirá por siempre en los corazones aturdidos por la melancolía de su legión mundial de seguidores, no deja de ser curioso que recibiera un homenaje académico, hasta después de muerta. [Fin de la nota publicada]

Ésta no tiene edición, así la pensé. Sólo falta agregar lo apoteótico que resultó su concierto en el Hard Rock Live. No son falta de ganas de vivir, pero cuando los escuchas y sientes la depresión de donde viene su música y te clavas en su concepto suicida/mortuorio, me cae que la muerte se ve diferente.

En Wacken 2005 no los pude ver, tocaron a las 2:00 am después de Samael. Pero caminar todo el día con botas en el lodo es más de lo que mi condición física resiste. Y no los ví pero los escuché. había dejado de llover un rato pero apenas empezó Sentenced, el cielo lloró de pena al igual que los miles de fans. Yo estaba entumido dentro de mi mojada tienda de campaña, y aún así me dieron escalofríos al escuchar las notas de sus grandes clásicos como "The suicider".

Se sentía que no era un adiós a lo Kiss o Motley Crue, es decir un adiós parcial, con probabilidades de re encuentro. Sentenced se fue, pero dejó el monumental Funeral Album como carta de despedida.

Y una vez más uno se pregunta: ¿de plano la difusión de conciertos en México es tan mala que nadie se entera? ¿Acaso somos los mismos 500 de siempre los que tenemos un gusto amplio que nos permite disfrutar a Evergrey, WASP y Sentenced por igual? ¿Qué demonios pasa que estos monstruos de la calidad metalera no jalan gente?

Es una pena porque fue uno de los mejores conciertos del años pasado. Es una pena porque Sentenced era una banda muy autóctona, una especie de retrato fiel, sombrío y sonoro de lo que es la sociedad finlandesa. Es una pena porque ya no están entre nostros.

"Cómo te va, que tengas una bonita tarde! Bueno, chinga tu madre! 'buena noche es la que escojo para tí! Me voy a matar: esparciré mi cerebro por la pared! te veré en el infierno, ya no aguanto esto ni un minuto más!" Excuse me while i kill myself, del The cold white light

Buenas y oscuras noches.

Chico Migraña

jueves, mayo 25, 2006

Exodus, Iced Earth y el compromiso lírico

La siguiente es una nota que se publicó en el diario La Crónica, en el 2004. Es corta y relativa a dos discos excelentes de aquella época: el Glorious burden de Iced Earth y Tempo of the damned de Exodus. Por cierto, glorious burden es un término que usó si no me equivoco (y si me equivoco que alguien me corrija por favor) el presidente Roosevelt. Decía "la presidencia de los Estados Unidos es una carga gloriosa".

Siempre me han interesado las letras de las canciones, para mí son parte vital de la vida, muerte y trascendencia de las bandas. Estos dos discos son post 11 de septiembre y ambos ofrecen dos visiones totalmente opuestas de lo que significa ser estadunidense. Primero la nota y luego comentarios:

El himno de Estados Unidos revive las letras polémicas en el metal

Star spangled banner significa La bandera de las barras y las estrellas. En el rock es una canción que ha acompañado muchas presentaciones de diversas bandas. En este 2004, es el centro de una polémica que parece revivirá por fin la antigua tradición metalera de escribir canciones polémicas, comprometidas y sin pelos en la lengua.
Iced Earth ofrece The Glorious Burden, recuento histórico de grandes batallas estadunidenses y que ofrece su propia versión del “Star Spangled Banner”. Por otra parte está el regreso de Exodus, pieza clave en el metal extremo que ofrece Tempo of The Damned, del cual destaca inmediatamente su “Scar Spangled Banner” (La bandera de las barras y las cicatrices). El disco de Iced Earth es sumamente patriota y está inspirado en los sucesos del 11 de septiembre de 2001, el himno es una especie de culminación, pero en el caso de Exodus es una clara burla que, según ellos, trata de mostrar a los americanos como se les ve desde fuera.
Cuando nació el heavy metal, una de las constantes en las canciones era el compromiso lírico. Con la llegada de los ochenta y el thrash metal, los temas de contenido se convirtieron en práctica común de diversas bandas. Junto con la sangre, muerte y destrucción que abundaban en las letras venían implícitos y explícitos los modos de pensar en cuanto a política, religión y sociedad de los músicos.
Con la llegada de Mtv todo cambió. Fue la época de las bandas que competían por parecer más femeninas, las grandes cabelleras estilizadas, los colores pasteles y la típica trilogía sexo, drogas y rocanrol en las letras. Los 90 trajeron el grunge; depresión, adicciones, dadaísmo lírico y poca sustancia. Pero el metal es cíclico y este parece ser un año en el que muchas cosas van a cambiar. Por lo pronto el arranque es supersónico y con temas para el análisis, como hace muchos años no sucedía. [Fin de la nota]

De entonces a la fecha pasaron muchas cosas. Exodus tuvo un resurgimiento, la brutalidad lírica y musical del excelente disco retorno los colocó nuevamente en la boca de miles de metaleros. Giraron por Europa y Norteamerica e incluso vinieron a México. Tocaron en el Hard Rock Live, para variar ante una entrada más bien regular. Para variar también fue un conciertazo, Steve "Zetro" Souza no llegó y en su lugar, de emergencia, cantó Matt Harvey, de Exhumed (la banda californiana, no la sueca). El boot se encuentra en el Chopo y es todo un clásico porque fue la primera fecha sin Zetro, y fue tan repentino que por poco y se cancela. Luego vinieron más cambios y ya sólo queda Gary Holt (¿hace falta más?). Lo cierto es que además de los grandes clásicos como "Bonded by blood", "Pirahna" o "Lesson in violence", Exodus se refinó varias de las rolitas de Tempo, y no hubo mucho escupitajo político porque Harvey ensayó apenas ese mismo día un par de horas antes y estaba más preocupado por no olvidar las letras que en decir cosas. Pero estuvieron ahí temas como "Scar Spangled Banner" que dice entre otras cosas: "América - la violenta, la indiferente, la mierda de Dios es gracia para mí; América - la arrogante, la que vivirá en la infamia; somos nostros, el pueblo pero estamos en contra del mismo, Aseguremos las bendiciones de la tragedia; haz o deslíndate, hemos establecido la Bandera de las barras y las cicatrices...
Juramos lealtad hacia ningún Dios, sólo hacia la sangre, la libertad no es más que un sueño cuando mueres en el lodo, ésta es la tierra de los engañados, hogar de los depravados. Las bombas caen como hojas en otoño, y mientras la mortífera bandera no deja de ondear".

En aquellos días y previo a su presentación en México hubo una oportunidad de hablar con Holt por teléfono. Le preguntaron entre otras cosas cuánto había sufrido por escribir este tipo de canciones, sobre todo con lo sensible que andaba su sociedad tras los ataques terroristas de Nueva York, y dijo que lo tachaban de antipatriota, pero desde su punto de vista era todo lo contrario, "digo estas cosas para tratar de que algunos abran los ojos, la música de Exodus me ha llevado a muchos países del mundo y me queda claro que no nos quieren, que así como se pinta a Estados Unidos en mis canciones es como nos ven".
Tipo inteligente Holt, no por nada es líder de una banda que aunque sea en el ámbito del culto, es legendaria.

Por su parte, Iced Earth también se subió al carrito del sentimentalismo y psicosis post terrorismo, y escribió un discazo, una verdadera joya del power metal americano titulado The Glorious Burden. El problema fue la actitud de Jon Schaffer. Patriotero hasta la médula (es dueño de una tienda de memorabilia militar impresionante, en E.U) historiador y boca floja, Schaffer escribió una verdadera obra maestra de riffs y cambios de ritmo. Escribió el disco perfecto para que Tim "Ripper" Owens mostrara toda su enorme capacidad vocal lejos de Judas Priest. Y contó con Ralph Santolla en la guitarra líder, (hoy ex Sebastian Bach); James McDonough en el bajo (estuvo hasta hace muy poco con Megadeth). Mostró su gusto y conocimiento por la historia y ofreció temazos como "Attila", "Red Baron/Blue Max" y "Waterloo". Pero el disco tiene dos momentos realmente bochornosos y ampliamente criticados. Abre con la versión de banda de guerra del himno nacional estadunidense, y ofrece en versión eléctrica y acústica el tema "When the Eagle Cries": "era un día más y de pronto se convirtió en espectáculo de horror, ¿Cómo pudieron? ¿Por qué harían algo así? Los inocentes sufrieron un terror infernal, fue un acto estúpido que no será olvidado ¿Cómo pudieron? pagarán su atrevimiento. Cuando el águila llora, la sangre fluye; Cuando el águila llora por la lucha libertaria, cuando el águila llora, la amamos tanto, cuando el águila llora, nostros nos sacrificamos. De las cenizas nació una tentadora venganza, pero estamos concentrados y lo que buscamos es redención, somos libres y seguiremos libres. Lo que han logrado es fortalecernos, el gigante dormido se ha despertado, y si fuese necesario, moriremos por la libertad....."

Tal vez habrá quien crea que Schaffer tiene derecho de escribir lo que sea, y tendrá razón. El problema es que el mundo, aunque solidario con Estados Unidos, estaba consciente de que un evento como el de las Torres Gemelas iba a suceder tarde o temprano. Y esa actitud de policías del mundo es lo que más se le repudia al pueblo gringo.
Así pues, la canción (que viene dos veces en el disco), se sumaba a la provocadora letra de otra en el mismo disco, "The reckoning day" (el día de pensar las cosas) que dice: "Con este horrible crimen esta vez fuiste muy lejos, ahora conocerás la derrota y rogarás de rodillas, uno a uno todos ustedes caerán, con la espalda contra la pared. No habrá hacia donde correr, y todos van a arder. El destino nos llama, es el día de pensar las consecuencias de tus actos, ahora es el tiempo de la sangre, así que no me amenaces".
Y a esto se debe sumar una campaña mediática en la que Schaffer agredió con todo a los franceses por ejemplo, llamándolos hipócritas y traidores. Sobra decir que en Europa la animadversión contra el abanderado de las causas justas del mundo fue rotunda. Cuando estuve en Wacken 2004 conocí al francés dueño de la discográfica de metal extremo The Seasons of Mist. Una persona muy articulada, muy inteligente y que sustenta sus comentarios con varias fuentes. Habló largo y tendido sobre Schaffer y su "propaganda sin sustancia y patriotera", sobre los errores de la administración Bush en cuanto a política exterior, sobre la falla brutal del mismo gobierno en temas de seguridad social y muchos temas más. Y me platicó una anécdota que ilustraba magistralmente lo que pasaba entre Iced Earth, otrora una banda amada en Europa, y su público: "Schaffer se sube al escenario y cada que puede toma el micro y habla gloria sobre su país y la libertad; habla mierda sobre Francia y Alemania y agrede al público que le silba. Es muy estúpido porque no se da cuenta de que a pesar de estar en terreno amigo, está rodeado de gente pensante que no se traga esa mierda de la policía del mundo. Y para colmo carga siempre una chamarra que trae en la manga una bandera de su país y le pintó con plumón 'a ver, trata de pisotearla'. Digo, es un provocador y eso le costó que muy poca gente fuera a sus conciertos".
El resto de aquella gira se canceló con el pretexto de dolencias en la espalda de Schaffer. Y aunque fue cierto e incluso fue operado por lo msimo, su imagen quedó muy dañada en todo el mundo.

Con todo, fue espectacular y refrescante que ciertas bandas regresaran a crear polémica con sus canciones. Luego vinieron discos como The System has Failed, de Megadeth, con enorme carga lírica. Pero éstos dos en particular pusieron al metal en la mirada atenta de conservadores y espantados que se sentían cómodos con letras como "Santa furia alrededor de mi cuello, échala por el escusado, échala por el escusado", de Metallica.

Hoy, Exodus está de vuelta con el brutal Shovel headed kill machine. Iced Earth está en el estudio preparando lo que Schaffer llama "el mejor disco en la historia de Iced Earth" y del cual anunció ya, como no queriendo la cosa que regresará a la temática clásica de cintas de horror y monstruos y concluirá con la saga iniciada con Something wicked this way comes.

Sólo el tiempo dirá. Por lo pronto, brindo por el atrevimiento de llevar los temas espinosos y comprometer puntos de vista a través de sus canciones, en el caso de ambas bandas.b Y el que no tenga los discos, de verdad que se los pierde.

Chico Migraña

martes, mayo 23, 2006

Un extraño artículo sobre Celtic Frost

La revista Marvin de este mes (mayo) tiene una portada rosada, con Morrisey en la portada. El tema es "Perversos" y mi artículo es sobre Gorgoroth y el black metal.
Pero antes de que eso sucediera, el tema a tratar era "Terciopelo". Mi idea entonces era escribir sobre Celtic Frost, tener un artículo que avale mi acreditación en Wacken y de paso divertirme. Pero el tema del terciopelo cambió y el artículo (una parte de él) se quedó en el limbo.
Lo retomé y el resultado está en la Playboy de éste mes. La revista ya está en Alemania, así que pongan changuitos para que me acrediten por tercer año. De cualquier manera el número de junio de Marvin traerá un artículo sobre Wacken, así que espero no tener problemas.
Éste es el borrador de aquella nota para Marvin que nunca saldrá a la luz. Por ser borrador no tenía título:

Terciopelo: tela velluda y tupida formada por dos urdimbres y una trama. Urdimbre: conjunto de hilos que se colocan en el telar de forma paralela para formar una tela. Trama: conjunto de hilos que entrelazados con la urdimbre forman una tela. Celtic Frost: trío suizo-americano que definió el término Avant Garde Metal, musicalmente muerto en los 90, resucitado en este 2006. En el principio, tres músicos, una idea, enorme tradición que cuando se entrelaza es capaz de hacer el metal más extraño, pesado y glorioso que la sima del desespero puede ofrecer.
Celtic Frost nació de la oscuridad y el frío en Suiza. La banda previa a su concepción, o el origen del trío se puede rastrear en Hellhammer, una banda que la crítica llegó a considerar la peor de la historia del metal. Tom “Warrior” Fischer y Martin Eric Ain empezaron ahí una historia que los ha llevado a ser el prototipo de las llamadas bandas de culto. Nunca han vendido millones, nunca lo harán. Y sin embargo, cuando las páginas del metal se escriban es mucho más probable encontrar el nombre de Celtic Frost como referencia, mito y estandarte que el de muchas otras que venden a raudales, y sin embargo nunca trascienden.
El hecho de ser llamados la peor banda de metal, más que un obstáculo fungió como una etiqueta de autenticidad. Celtic Frost ha sido sinónimo de muchas cosas en su carrera, todas extremas y controvertidas. Nunca complaciente, su legado está salpicado de todo tipo de historias curiosas y extravagantes, tanto que un par de sus portadas recrearon trabajos del legendario artista HR Giger, previa autorización. Así, los discos dos y tres en la carrera de la banda (To Mega Therion e Into the Pandemonium) cuentan con las pinturas Satan I y Victory como trofeos de una colaboración única en el metal, que por sí misma resume lo ecléctico del universo de Celtic Frost.
Ya es historia común hablar del metal europeo como una entidad totalmente distintiva. Es moneda corriente escuchar de bandas que mezclan la brutalidad con la música clásica o por lo menos con los instrumentos típicos de una orquesta sinfónica. Es también recurrente la imagen de los músicos con su “maquillaje de cadaver” listo, como estandarte de guerra. Pero no es fácil encontrar que todo esto se le atribuya, aunque sea en una medida compartida, a Celtic Frost.
Los 80 apenas amanecían cuando ellos ya experimentaban con los sonidos del thrash, las voces del death, las letras maniáticas y una insistente dosis de violines, trompetas, cellos y demás instrumentos. Y no lo hacían de manera complaciente, baste recordar las notas tan extravagantes y aparentemente disonantes de “Rex Irae” por ejemplo para entender que en aquellos días, lo que Tom Fischer y Martin Ain (la eterna base de la banda) pretendían era absolutamente descabellado. Lograron una leal y dedicada base de fans, pero debieron pasar 20 años para que el mundo entendiera y viera de cerca cuán importante fue aquella vorágine experimental proveniente del país de los banqueros, los relojes cucú y los chocolates.

Acá termina, seguía una liga con Wacken y lo importante que será ver a los suizos en el escenario de metal más importante del mundo. Pero con el cambio de planes, ahí quedó todo. Entonces lo retomé para Playboy, y como ya está a la venta desde hace tres semanas y los fans de Diana Golden ya lo deben haber comprado, a continuación pongo el texto como quedó. Se parece bastante pero tiene sus cositas que lo hacen único:

Celtic Frost en Wacken, la coronación de los malditos

Alemania, muy al norte, aproximadamente a una hora de Hamburgo. La gente vive de la ganadería. Abundan las casitas de madera con grandes y verdes jardines al frente. Es Wacken, punto minúsculo en el mapa germano que durante el primer fin de semana de agosto, desde hace 17 años, se convierte en la aldea global del rock pesado, catedral de los fieles hijos del paganismo, refugio de los amantes de los decibeles y las guitarras distorsionadas. .
“Nos vemos en el verano, con sol o con lluvia”. Ese es el lema del Wacken Open Air, y es fiel reflejo de lo que se puede uno encontrar. Sol martirizante y litros de cerveza, antídoto obligado; lluvia agónica, tiendas de campaña inundadas y el sugerente lodo.
Las formas de entretenimiento son todo un clásico, y la que más destaca es de noche. Cuando ya no hay bandas que toquen (2 am), el mortecino silencio es roto por un grito de agonía. De otro punto del campamento viene la respuesta, y así durante toda la noche. El único sonido que rompe la armonía de los agonizantes suele ser el clásico Slaaayyyeeerrr!!!
Diecisiete años son muchos para enumerar las bandas que han estado ahí. El 2006 contará entre muchísimos otros con Scorpions, MSG, Nevermore, Gamma Ray, Uli Jon Roth, Children of Bodom, Motorhead y Opeth. Pero este año es un sólo nombre el que se lleva los signos de admiración, el que provoca escalofríos en la piel: Celtic Frost.
El trío, originario de Suiza definió el término Avant Garde Metal. Se declaró musicalmente muerto en los 90, pero ha resucitado en el nuevo milenio. En el principio, tres músicos, una idea, enorme tradición que cuando se entrelaza es capaz de crear el metal más extraño, pesado y glorioso que la sima del desespero puede ofrecer.
Celtic Frost nació de la oscuridad y el frío. Desde hace dos décadas es el prototipo de las llamadas bandas de culto. Nunca ha vendido millones, nunca lo hará. Y sin embargo, es mucho más probable encontrar su nombre como referencia, mito y estandarte que el de muchas otras bandas que venden a raudales, y sin embargo nunca trascienden.
El trío ha sido sinónimo de muchas cosas en su carrera, todas extremas y controvertidas. Nunca complaciente, su legado está salpicado de historias curiosas y extravagantes, tanto que un par de sus portadas (To Mega Therion e Into the Pandemonium) recrearon trabajos del legendario artista HR Giger.
Los 80 apenas amanecían cuando ellos ya experimentaban con los sonidos del thrash, las voces del death, letras maniáticas y una insistente dosis de instrumentos sinfónicos. Y no lo hacían de manera complaciente, baste recordar las notas de “Rex Irae” por ejemplo para entender que en aquellos días, lo que Tom Fischer y Martin Ain (la eterna base de la banda) pretendían era absolutamente descabellado. Lograron una leal y dedicada base de fans, pero debieron pasar 20 años para que el mundo entendiera y viera de cerca cuán importante fue aquella vorágine experimental proveniente del país de los banqueros, los relojes cucú y los chocolates. Por eso, Wacken será su coronación maldita.

Por Chico Migraña

lunes, mayo 22, 2006

Oh my Lemmy!! (God)

Sí.
Vino, y tocó rocanrol viejito.
Lució su sonrisa de siempre, su sombrero con la insignia pirata y su verruga.
Cantó con el micrófono en posición Motorhead, más arriba de su boca y apuntando hacia abajo.

Head Cat es una banda anunciada como Rockabilly, que en realiodad toca rocanrol original (de Chuck Berry, Elvis y demás). Se presentó ayer en el hard Rock Live (excelente decisión por cierto) y está formada por Ian "Lemmy" Kilmister, bajista, cantante, gurú, líder, imagen, leyenda y creador de Motorhead; Slim Jim Phantom, batersita y parte integral de la imagen de los Stray Cats y Danny B. Harvey, guitarrista de los Rockats y 13 Cats entre otros. El cuarteto se cierra con un contrabajista del cual no tengo el nombre.
La noche pintaba para ser extraña, ecléctica y seguramente inolvidable. El Hard Rock Live recibió a la fauna más exótica que se haya visto desfilar por ahí en años. Estábamos los metaleros que íbamos a ver a Lemmy, los copetudos que no olvidan a los Stray Cats, los punks que entienden el rockabilly como extensión de su género y los típcos antreros que no saben ni a que van, pero con tal de darle un extra a sus chavas se meten al lugar equivocado, vestidos con la facha equivocada.
Abrieron Los Gatos, exquisito combo nacional que toca verdadero rockabilly: vestidos con playeras de rayas horizontales, con trompeta y muchísimo sabor. Realmente son buenos en lo suyo y a lo largo de una hora pusieron el ambiente en el punto exacto para lo que vendría después.
Antes de que tocara The Head cat pude subir al camerino y asomarme una vez más a ver a Lemmy. Antes lo hice cuando tocó Motorhead ahí mismo. En aquella ocasión, Lemmy estaba tumbado literalmente en un sofá respirando a través de un tanque de oxígeno: "el pobre la pasó muy dura con la altura de tu ciudad" me dijo un sonriente Micky Dee.
Esta vez lo ví antes del show, sereno, leyendo un periódico mientras se bebía lo que probalemente fuera una cuba (dudo que fuera refresco solo) y el sentimiento de verlo ahí me erizó los cabellos del cuello. No suelo acercarme a los artistas a menos que tenga algo que decirles; no suelo darles nada a firmar, preferí mirarlo desde dos metros atrás, casi como una sombra silenciosa para que al no notar mi presencia, no rompiera su rutina. Sonreía mientras leía. Le dijeron "we are set". Dobló su periódico, se colocó su sombrero, se levantó y se dirigió al lado contrario a donde yo estaba, hacia la escalinata que baja del camerino a la parte trasera del escenario. Todo de negro, exceptro por unos enormes zapatos blancos. Si Herman Munster hubiera usado zapatos blancos, segruo hubieran sido lo que traía Lemmy!
Sobre el escenario, extrañísima formación. Los cuatro músicos se colocan en línea recta (lo típico es tres al frente y la batería atrás). Y la batería, vaya, Phantom sólo requeire tarola, bombo y dos platillos. Ni siquiera banquito, toca todo el show de pie! A su izquierda lemmy, pero como guitarra de acompañamiento. Junto a él Danny, absolutamente vieja escuela, y con eso me refiero a su traje gris con bordes negros, camisa blanca y zapatos de charol. Además toca todos sus solos con los dedos, sin plumilla. Cerraba la alineación un contrabajista de buena técnica que sin embargo pasó más bien desapercibido.
"Buenas noches México City, it's good to be back" fue lo primero que dijo Lemmy para arrancar la noche. Y se arrancaron con "Peter Gun". Fue realmente divertido, al final del día estaba escuchando la música, el tipo de rock and roll que escuchaban mis papás, sólo que con Lemmy al frente. Y cuando todos sonreían a tope, el regalo. El sábado me preguntaba el querido Mai en el Chopo que me faltaba por ver. "Black Sabbath original, The Who" fueron mis respuestas. Pero la fantasía suele ser superada por la realidad bizarra: la noche del domingo Lemmy cantó blues en la forma de Miss Anne, de Little Richard. Blues negro y sentido tocado por Lemmy en una preciosa guitarra en forma de llama (y no estaba pintada de llama, estaba construída de manera tal que la parte final del cuerpo de la misma parecía una flama encendida). Inolvidable.
Buen tequila, buenos amigos, un lugar cómodo y de perfecta acústica coronados por una buena banda tocando rock and roll. Eso fue la noche de Head Cat.
Aquí dejo el set list (las letras junto a cada tema representan en inglés la nota en que se tocan: Mi, La etcétera):

jueves, mayo 18, 2006

Old School Metal Records, con agregado de tiendas en México pa comprar CD´s

Old School Metal records es un proyecto en el cual también estoy involucrado. La siguiente es la traducción de la carta de presentación que se encuentra en www.osmrecords.net, página de la cual hay un link en este blog:

Nace Old School Metal Records

Hubo un tiempo en que el metal dominaba el mundo. Un día en el que casi todas las bandas tenían un sonido original y brutal. Hoy, esa época se conoce como La Vieja Escuela del Metal (Old School Metal).

Pero Vieja Escuela no es sinónimo de que ya no exista, y ese es el punto central para Old School Metal Records. Somos un sello discográfico nuevo determinado a encontrar y promover a aquella bandas con el talento y habilidad para crear grandes temas, que dependen de su capacidad y no de la tecnología y los grandes efectos.

Estamos en busca de esas bandas que tienen actitud, que viven, usan, respiran y sudan metal, no tras aquellos que son mera pose. Recordamos y extrañamos los tiempos en que el cuello dolía de tanto sacudir la cabeza, cuando nuestras mentes volaban miles de kilómetros luego de escuchar letras inteligentes, valientes y con determinación. Extrañamos los días en que lo importante para las bandas era crecer como músicos día con día en lugar de estar pendientes de sus cuentas bancarias.

En la actualidad el metal ha sido diluido, y por eso necesitamos probar la nueva sangre, particularmente en este mundo que cada vez se vuelve más hipócrita y seguidor de tendencias. Hoy en día el Metal de la Vieja Escuela parece estar en peligro de extinción, lo que podría provocar su desaparición definitiva. Y es por eso que estamos aquí, para regresarle al mundo el furioso y vibrante encono del metal verdadero, para revitalizar aquel sentimiento que sin ayuda de nadie ayudó a dar forma a un sonido y una mística que aún guía nuestro diario acontecer. Estamos aquí porque si no fueramos metaleros no sabemos que sería de nuestras vidas

Vamos en busca de esa agresión cruda y no prefabricada que radicaba simplemente en las guitarras, bajo y batería que dieron forma al alma y esencia de millones de personas. Creemos en el metal, por eso, nace Old School Metal Records.

Old School Metal Records es un Nuevo sello discográfico con base en California, Estados Unidos. Representamos un esfuerzo multirracial, multicultural e independiente con la mission primordial de traer de vuelta eso que tanto extrañamos y que creemos todavía tiene un lugar en este mundo.

OSM Records se encuentra en el proceso de firmar algunas bandas con verdadero talento, tenemos ojos y oídos en cada esquina del mundo y estamos determinados a lograr nuestra consolidación. Este es un llamado de armas a todas las bandas que no están firmadas pero que tienen las agallas para enfrentar el engañoso mundo corporativo del rock actual.

A todas las bandas interesadas les pedimos que manden sus demos a

OSM Records
P.O. Box 4822
Antioch, CA 94531-4822

Estamos en línea en www.osmrecords.net

Ok. A continuación una lista de las bandas que manejamos:

Anger as Art (Thrash Metal, Estados Unidos). Proyecto de Steve Gaines (ex Abbatoir, Bloodlust entre otras). Tenemos para distribución el homónimo, debut y próximamente, tal vez en septiembre de este año el que será segundo CD, Callous and furor.

Kryptos (Thrash melódico, India). Banda formada en 1998. Empiezan a grabar su segundo disco en septiembre. Su debút, Spiral Ascent se puede conseguir con OSM via The End Records.

Nerlich (Death Metal, Finlandia). Banda formada en el 2003, de excelente manufactura. Su disco debút se llama Defabricated Process y se espera que esté en tiendas en diciembre de éste 2006.

Jumalation (Thrash Metal, Finlandia). Formada hacia finales de los 90. Entrarán al estudio en el verano para que su disco debut salga a la venta tentativamente el 6 de diciembre.

Ruffians (Metal Clásico, Estados Unidos). Tuvieron su momento de gloria en los 80, se desintegraron y regresaron en el nuevo milenio. Su participación en el bang Your Head festival fue memorable. Tenemos el disco doble de regreso There and Back.

Además tenemos algunos tratos de distribución con diversas compañías, lo que hace factible que por OSM se consigan algunas joyas como el 12" Picture Disc de los suizos Excruciation; el Communist crusher 7" Picture EP de Victimizer; el Better live than dead de Exciter y There shall be no answer de Azrael.

Tenemos distribución mundial con CM Distribution (Century Media), distribución por correo gracias a The End Records, distribución en Escandinavia gracias a Poison Arrow Records y en Asia, gracias a Trinity Records Hong Kong. ¡Sólo nos falta distribución oficial en Latinoamerica! ¿Alguien se apunta.

Ayer se me pasó poner el dato de las tiendas y/o contactos mexicanos donde se pueden pedir discos de OSM. Aquí la lista:

Daniel Sainz mlnd, Culiacan , Sinaloa, Plaza Fiesta Loc. 8A Los Pinos 80128 tel: 66 77 14 9131

PM-Mix Guad, Centro Magno#2056, Delegacion Tlalpan, Mexico Calvario 106 Colonia Tlalpan 14000

Miguel Acevedo Bosques De Austrai #59 Fracc. Bosques De Aragon 57170 tel: 57 96 30 82

Musica Compacta Digital Juan Escutia #87 P.B Col.Condesa tel: 52 11 10 63

Dread House San Ysidro tel: 526646858178
En todos los casos las tiendas están inscritas en Super D One-Stop (www.sdcd.com).

Más info en la página oficial de la compañía. Igual, si alguien se quiere sumar al mailing list, se puede hacer en oldschool-subscribe@osmrecords.net

Chico Migraña

miércoles, mayo 17, 2006

W.O.A

Las siglas representan Wacken Open Air. La mecca, la cima, la culminación del paseo de un metalero por este mundo. El lugar, el concierto, la fiesta, el suceso que todos deberíamos vivir por lo menos una vez en la vida, como si fuera una manda religiosa.
Yo he estado ahí dos veces (2004 y 2005) y no tiene rival. Todo, desde que llegas al aeropuerto de Hamburgo (el más cercano) y ves a cientos de greñudos enfundados en todo tipo de uniformes metaleros: chalecos viejos con infinidad de parches para thrasheros y clásicos; terciopelo negro, maquillaje blaco y púrpura para los más góticos; impresionantes cinturones y brazaletes de clavos en el caso de los blacks; camisetas sangrantes, pantalón camuflaje o bermudas y colguijes para los death...y así.
Viajas en tren hasta Itzahoe. En Alemania la cosa es más relajada y la banda va en los vagones bebiendo, cantando y divirtiéndose. Llegas a Itzahoe y te espera un camión tipo Metro Bus que va y viene muchas veces al día. En ese camión conocí a una de las mujeres más hermosas que he visto. Se llama Angel, es de Israel. Trigueña, de pelo pintado negro mate, ojos azules, facciones finas. llevaba puesto un top (un brassiere más bien) de cuero negro, una larga cadena coronada con calacas y una cruz invertida, piercing en el ombligo, short de cuero, mallas, botas negras hasta las rodillas, uñas negras y varios anillos de gárgolas.
Decía que era periodista, pero Markus Grosspof de Masterplan me dijo que era groupie. Claro, Markus, mi amigo jajaja. Resulta que la carpa de prensa en Wacken es también VIP. Conviven periodistas de todo el mundo y músicos de cuanta banda se te ocurra. Y nadie se ofende porque algún reportero sea fan, aunque también es cierto que los reporteros europeos son menos latososo que los latinos. Puedes estar bebiendo en algún momento en la misma mesa que Udo por ejemplo!!!!
Y como Angel hay muchas. Y de todos los rincones del planeta. Por cierto, ella resultó ser muy amiga de Kobi, el cantante de Orphaned Land, a quien pude conocer bien cuando vinieron a México. Es un mundo pequeño.
Los dos años he ido acreditado por La Jornada. Los dos años he escrito un artículo previo y una reseña. En 2004 la reseña fue por días, (tres en total) pero el año pasado ya no alcanzó a entrar a tiempo y de lo que mandé, sólo cupo la mitad. Así pues, a continuación el artículo/reseña de Wacken 2005, completo, como debió salir en La Jornada:

Los dioses del panteón metalero despiertan en Wacken

El dios de la lluvia estuvo de gran humor el fin de semana del festival Wacken, pues saludo a los poco mas de 35 mil fanáticos del metal reunidos en el pequeño pueblo alemán con tres días de lluvia casi ininterrumpida. Desde la tarde del jueves 4 hasta la madrugada del domingo 7, las bandas y los aguaceros se sucedieron con estridente alegría. Todo comenzó el 4 de agosto, que como ya es tradición cuando toca a Wacken, fue el primer jueves del mes de agosto. El sol brillaba con una intensidad digna del verano alemán, pero bastó que las primeras y melancólicas notas de Tristania ensombrecieran los ánimos para que el cielo hiciera lo propio y soltara sus propias lagrimas.Esa noche fue extraña cuando menos. Abrieron los mencionados noruegos, pero una de las mas grandes atracciones de todo el festival llegó en segundo lugar. Los recién reunificados suecos de Candlemass tomaron las riendas del metal llevado a los extremos mas depresivos y oscuros. Poco a poco el publico fue llenando el espacio, absorto en las lentas y decadentes notas del mejor doom metal de los tiempos modernos. Lo suyo no es melancolía, es existencialismo casi suicida. El escenario estaba adornado con enormes cruces blancas que le daban un sentido todavía mas oscuro a la legendaria decadencia lírica del quinteto. Messiah Marcolin, el vocalista, enfundado en su tradicional hábito de monje demostró que la demencia bien cabe en el seno del metal.Pero la noche tenia un giro de 360 grados para cerrar. Los finlandeses de Nightwish eran anunciados como los estelares del primer día. La expectación era grande, se trata de una banda que en México ha crecido enormemente, pero faltaba ver si Europa también se había rendido a los pies de Tarja Turunen y compañía, o si los metaleros aztecas se queman con los primeros rayos de sol que ven. La respuesta fue impresionante. 30 mil cabezas de sonaja (por aquello de sacudir la cabeza como tal) de todo el mundo dieron muestra de que Nightwish ha dejado de ser una buena banda del subterráneo para transformarse en una de las fuerzas motoras del metal del nuevo milenio.El viernes comenzó desde muy temprano. Al medio día ya comenzaba a sentirse la artillería pesada. Morgana Lefay tomó el escenario True Metal y sacudió a los desmañanados con su potente metal con sabor a vieja escuela. Después, en el Black Metal Stage, Naglfar mostró que es perfectamente capaz de llevar al terreno de las presentaciones en vivo su violentísimo black metal, tan puro y y pagano como lo hace sonar en sus ce dés. El baterista es una máquina que sin perder el aliento pasa de bruscos ataques de doble bombo a gran velocidad a golpes precisos y macizos que obligaban al público a sacudirse el agua al más puro estilo canino.En el escenario pequeño, la magna leyenda del punk Marky Ramone hizo de las suyas. Lo bueno fue verlo ahí, ante un publico mayoritariamente metalero que sin embargo le rindió tributo en la forma de una mas que aceptable concurrencia que osciló entre los 5 y 6 mil. Lo malo fue que los tres músicos que lo acompañan son tan jóvenes que parecen gusanos en capullo, esperando el día en que puedan madurar. Poca actitud que no obstante fue reparada con creces con el baterista, quien a pesar de tener siempre el eco de lo que pasaba en el lejano Black Stage (Obituary), se entregó como siempre.La lluvia siguió, insistente. Chubascos y aguaceros hicieron de la pradera un oscuro y pesado lodazal. Con todo, el tiempo llegó para otra de las grandes leyendas de esta 16ª edición de Wacken Open Air. Metal Church se subió al escenario sin nada que perder, con su enorme pasado como único soporte y salió de ahí como torero que corta orejas y rabo y es sacado del ruedo en hombros y por la puerta grande. Excepcional demostración de Heavy Metal, así, sin mayores adornos, con excelentes solos, una potentísima voz y temas como Watch the children pray coreados a tope.La noche trajo consigo a Apocalyptica, otra de las agrupaciones que debían ser vistas en un escenario como el de Wacken para medir su real trascendencia. El resultado fue apoteótico. Si bien la concurrencia no era mayor a los 20 mil, la cifra se vuelve espectacular al recordar que lo suyo es hacer metal con tres violoncelos y una batería! Además, los temas viejos de Metallica, que forman buena parte del set de los finlandeses siempre son bienvenidos en el contexto del rock duro.El cierre fue menos contundente tras un fallido intento de Corvus Coprax por encender los empapados ánimos con su versión en gaitas y orquesta de Carmina Burana.Finalmente llego el sábado. La madrugada de ese día fue la mas difícil en cuanto al clima. Tremenda tormenta inundó cientos de casas de campaña, lo que lejos de desanimar obligo a que surgieran extrañas formas de entretenimiento. De las más curiosas, algunas personas gritaban algún lamento a todo pulmón, a lo cual seguían dos o tres segundos de mortal silencio para luego recibir respuesta de alguien más en otro punto distante del campamento. En esas horas (entre la 1 y las 3 de la madrugada) tocaron los suizos Samael y los finlandeses Sentenced, quienes ofrecieron con todo el frio y lluvia una exquisita presentación. La banda que este domingo tocará en México y luego cierra su vida musical el 1o de octubre en Finlandia dio cátedra de como manejar los estados de ánimo del publico, logrando arrancar incluso algunas lágrimas. El quinteto será sumamente extrañado en el ámbito metalero.Ya con la luz del día, los rugidos de Zyklon por un lado y la virulencia lírica de Suffocation por el otro dieron el banderazo de salida. El campo ya era una masa lodosa donde las botas se hundían hasta varios centímetros. El festival cuenta con regaderas públicas, pero el sentir general era que resultaba innecesario tomar un baño, pues sólo de caminar de regreso al campamento, a la zona de comida o al área de los conciertos, lo quitado por el jabón regresaba con singular alegría al cuerpo.Over Kill era una de las cartas mas esperadas hacia las 4 de la tarde. Fue la única banda que tocó un set completo sin lluvia. Excelente muestra de thrash neoyorquino de la vieja escuela. Pero el sábado fue el día de las bandas alemanas. Desde Edguy (que demostró ser verdadero profeta en su tierra) y Kreator hasta la nostalgia viva con Accept, quedó claro que es en ese país donde actualmente se produce la mayor cantidad de decibeles.Wacken es el concierto que todo metalero debe vivir aunque sea una vez. La recomendación es viajar ligero pero preparado para todo, pues como su slogan lo manifiesta: Nos vemos en el verano, con sol o con lluvia.

Chico Mighraña

Más fotos de Brujería

Pa su disfrute:







martes, mayo 16, 2006

A 20 años del Master of Puppets

Metallica.
Decía Dave Mustaine en alguna entrevista que "es realmente difícil competir con ello, digo, ¿cómo superar a una banda que lleva el metal desde el nombre?". Pero eso fue hace muchos años. Megadeth sigue en la brega metalera y Metallica lucha desesperadamente en contra de su propia incapacidad por trascender en donde impoirta, en el corazón de sus fans.
Mi primera colaboración en la revista Marvin fue en febrero de este año. El tema a desarrollar era Agridulce. En mi caso, la intención era rescatar alguna banda de metal de la que me sintiera cómodo escribiendo de ella. Era el primer artículo y tenía que quedar bien. Pero al escribir suelo colgarme, tenía un espacio de 4 mil caracteres para desarrollar y al terminar la nota medía más de 5, 500.
Así, la nota en la revista apareció sin la intro referente a Black Sabbath y sin algún otro párrafo por ahí. Ésta es la nota completa, sin edición sobre Master of Puppets y su agridulce legado, 20 años después:
(Nota: cualquiera que guste debatir sobre el origen del metal, bienvenido, aunque este artículo no abunda mucho en el tema, me encanta.)

Master of Puppets, su agridulce legado 20 años después

Veinticuatro horas antes del día de San Valentín de 1970, el primer disco de metal de la historia salió a la luz. Black Sabbath ofreció un álbum homónimo y cambió la historia del rock para siempre. Hay quienes insisten todavía en que éste género lo inventaron los Beatles con “Helter Skelter”, otros se rasgan las vestiduras porque para ellos Led Zeppelin es el inicio y otros tantos aplican el clásico “Iron Butterfly inventó el metal con ‘In a gadda da vida”. Pero el resto, la inmensa mayoría de los metaleros – y sobre todo los músicos que hacen y han hecho metal – aceptan que Black Sabbath fue quien demostró en su examen de ADN que es el padre del rock pesado.

“Black Sabbath”, “Behind the walls of sleep” y “N.I.B” (que por cierto, un nib es la punta de un bolígrafo, y como Bill Ward tenía la barba puntiaguda, así le apodaban; eso de que significaba Nativity In Black es mito) sonaban absolutamente diferentes a cualquier cosa que se hubiera hecho antes. Fue entonces, en el primer año de la década de los setenta que una banda combinó tonos graves; riffs lentos, repetitivos y brutales, una batería enloquecida y letras místicas, directas, contundentes y carentes de la psicodélica ambigüedad de los hippies estadunidenses. Fue entonces que el bastardo del rock and roll respiró por primera vez.

Y poco después llegaron Judas Priest e Iron Maiden, y más tarde Saxon, Diamond Head y muchos más, pero fue hasta el 21 de febrero de 1986 que el metal tuvo su disco más representativo; uno de los más trascendentes, brutales, exquisitos y perfectos compilados de fiereza lírica y musical de la historia: Master of Puppets. Y se dice fácil, pero se debe recordar que ese mismo año salieron otros clásicos imprescindibles del metal como Peace sells...but who´s buying de Megadeth; Reign in blood de Slayer y Pleasure to kill de Kreator.

Master of Puppets tiene todos los elementos necesarios para llamarlo leyenda. La portada resume buena parte del contenido con un camposanto estilo militar, un cielo nublado y tétrico en el cual un par de manos dominan los hilos de las cruces sin nombre que adornan la historia de los Estados Unidos. Una de esas cruces tiene colgado un casco y una medalla de identificación de soldado.
Y adentro, “Battery” lidia con el abuso intrafamiliar, “Master of Puppets” con las adicciones, “The Thing That Should Not Be” es una adaptación al cuento de H.P. Lovecraft Shadow over Innsmouth, “Welcome Home (Sanitarium)” con la salud mental, “Dispossable Heroes” con la guerra, “Lepper Messiah” con la religión y “Damage, Inc.” trata de la violencia sin sentido y la actitud de la banda ante la vida. Y es precisamente en ésa última canción que Metallica deja claro su compromiso ante el mundo cuando dice “lidiamos con la agonía que nos rodea, vamos con todo y ninguno se rendirá, puedes vivir de rodillas, conformarte; o morir de pie buscando la honestidad; consanguíneos, nuestros cuerpos funcionan como uno sólo, sangriento, pero nunca lloramos en sumisión, seguimos nuestros instintos y no una moda, vamos contra corriente hasta el final”.

Eso era Metallica en sus letras y en la realidad. Cuatro tipos dedicados al metal que estaban a punto de conquistar el mundo. Ozzy Osbourne los llevó de gira y el fenómeno era más que claro, el público iba a los conciertos por Metallica, no por Ozzy. Pero esa es la parte dulce de la historia, lo amargo llegó el 27 de septiembre de ese mismo 1986 cuando en un accidente en la carretera, en algún lugar de Suecia, el camión que llevaba a la banda volteó y rodó por encima del bajista Cliff Burton. Con él murió también gran parte de la inspiración del grupo y el corazón más metalero del cuarteto.

20 años después la historia no tiene nada de dulce, Metallica es apenas un triste recuerdo de lo que alguna vez fue la banda de metal más importante. 20 años después su discografía incluye ...And justice for all (el último disco que su base original de fans aceptó de buena gana), el disco negro, Load, Reload y St. Anger (además de un disco doble de covers y otro de temas con orquesta sinfónica). También quedan para el recuerdo varias declaraciones desafortunadas como “nosotros no somos los cruzados del metal” y la infame “no queremos que nos llamen metal, llámennos Metallica”.

Ahora, luego de varios años de dar tumbos, de recurrir a un terapeuta para que les arregle la vida, de tratar de poner en ridículo a Dave Mustaine (guitarrista de Megadeth, guitarrista original de Metallica) en su documental, de perder a Jason Newstead (el reemplazo de Cliff Burton), de aceptar y aparentemente gozar a personas como Avril Lavigne haciendo covers de sus temas, de salir de gira con bandas no metaleras como Linkin Park y participar en festivales alternativos como Lollapalooza, de haberse hecho acreedores a un odio inaudito por parte del público en general por su pleito contra Napster y de haber desaparecido del mapa del rock duro, Metallica quiere volver por sus fueros.

Hoy, las últimas declaraciones apuntan hacia un retorno a las raíces thrash que los encumbraron con Master of Puppets, anuncian con bombo y platillo que regresarán los solos de guitarra y la actitud que tanto los distinguió en sus mejores días.

Es difícil imaginar como lo van a hacer, especialmente luego de mostrar lo triste y patético de su situación en el documental Some kind of Monster (Joe Berlinger y Bruce Sinofsky, Enero 2004). Ahí quedó claro que el productor Bob Rock no pertenece al mundo de Metallica, que el dinero les nubló las ideas y que el metal simplemente ya no corre por sus venas.

Hoy, 20 años después cabe recordar Master of Puppets. Y más porque ningún disco de metal a partir de entonces ha sido tan querido y vanagloriado. Casi todas las bandas contemporáneas a Metallica tomaron el ejemplo del legado de aquella placa y siguieron por el camino del metal, fieles a su tradición y a su público. Metallica en cambio dejó de ser una banda de rock y se convirtió en un negocio fuera de control en el que, paradójicamente, ejecutivos, productores, medios y demás ejercían dominio y poder.

No importa que Metallica haya vendido 100 millones de copias, porque en ese proceso perdió toda la credibilidad que forjó un amor irrestricto en sus fans originales. No importa que la banda dejara de tocar solos, de construir temas intrincados con cambios de ritmo, variedad de riffs, letras inteligentes y una actitud admirable de entereza ante la adversidad. No importa que hagan covers de Bob Seger y Lynrd Skynrd. No importa que Metallica haga discos como Load, Re-Load y St. Anger porque alguna vez, en un febrero de 1986 nos ofreció Master of Puppets.

Por Chico Migraña
[Fin de la nota publicada]

Yo soy de los aferrados que todavía guarda una ligera esperanza de que Metallica algún día vuelva a ofrecer un disco de metal como lo saben hacer. Es una banda que me tiene deprimido desde las épocas de Load, pero la tristeza y el coraje que sentí cuando compré St Anger todavía no las he podido superar.
Escuché el tema de promoción en Radioctivo y no lo podía creer. Efectivamente sonaba duro y macizo, pero le faltaba ángel, le faltaban solos carajo! Aún así, a pesar de que el sencillo sonaba como si Lars hubiera agarrado las ollas de la cocina de su mamá en lugar de una batería; a pesar de que James gritaba a los cuatro vientos sobre su santo encabronamiento (St Anger) con una voz que más bien sonaba a santa agonía; aún así, fuí de los primeros 40 aferrados que comraron el disco. Gané una promoción en Radioactivo (imaginénse mi grado de angustia por Metallica que incluso me soplé Radioactivo y su concepto lelo con tal de acceder rápido al disco), me dieron una pulsera y me formé en Mix Up Zona Rosa, en la lluvia. Y ese día, más bien esa noche escuché el disco completo tres veces. Y luego de eso, nunca más.
En ese tiempo escribía en La Crónica, diario que me permitió expresar extravagancias metaleras por cerca de seis meses. Los siguientes links son de dos notas relativas a St Anger que se publicaron ahí, en el 2003. La primera la escribí previo al lanzamiento del disco, con un optimismo irreal y más bien auto impuesto tras haber escuchado "St Anger" la canción, y el segundo es una dizque reseña. Me dio tanta pena lo que escuché en esas tres vueltas continuas al disco en el estéreo, que preferí tomar la vía fácil y no explicar mi total decepción. Mejor le pegué su rasponcito a Korn y sus hijitos antes que decir que Metallica perdió totalmente la brújula y el respeto por su legado.
Hoy lo digo ya sin ningún problema interno: St Anger es patético, espantoso, desangelado, chafa, aburrido y reflejo de cómo Metallica está al borde de la extinción creativa. Ojalá me equivoque.

http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=65355
http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=68708

Chico Migraña
guerejojasso71@gmail.com

lunes, mayo 15, 2006

Brujería Vive Latino



Primero que nada quiero mostrar mi inconformidad con aquellos que hacen un gran drama porque Brujo y compañía escogieron el Vive Latino para tocar por primera vez en México. Con todo respeto me pregunto: ¿y qué?
Segundo, quiero expresar mi indignación por aquellos que se cuelgan de un concierto de metal extremo para hacer desmanes y estupideces. Porque durante la presentación de Brujería hubo un par de pleitos encaminados a mostrar que algún gandalla era más gandalla que otro. Francamente de pena ajena, aunque la mayoría de la gente ni se enteró.
En fin, Brujería se sacó la espina con el público capitalino.
Excelente presentación. A título personal debo decir que las primeras dos o tres rolas nomás no encajaban. Se escuchaba mal, saturado y desganado. Y así fue la respuesta de la gente al principio. Pero eso fue lo mejor, porque Pinche Peach se enojó, comenzó a decir "que mala actitud DF" y pareció que desde ese momento, la banda se puso las pilas, los ingenieros de audio encontraron el justo medio en la ecualización y la gente respondió con efusividad y entrega.
Tocaron en el escenario principal, que entre otras cosas es mucho más grande que los otros dos que se montan en el Vive Latino y sin embargo, no les quedó chico. Sorprendió en verdad que una guitarra, un bajo y una batería sonaran tan duro y brutal. Claro, no son músicos cualquiera, los tres son por derecho propio leyendas con enorme trayectoria, y así lo dejaron sentir a los cerca de 8 mil metaleros que estábamos por ahí (cálculo personal, no existe cifra oficial).
Quiero destacar también como patética, la forma desidiosa, estúpida y desinformada en que presentaron a la banda. Ahí sí me sumo al reclamo generalizado en torno a Vive Latino (aunque este detalle en particular no depende de nadie en el Vive, sino de la incapacidad y falta de cultura musical de la presentadora/conductora de Reactor, si no me equivoco). A todas las bandas, incluso a las más insignificantes o desconocidas las presentaron con gritos, aplausos y fanfarrias. A Brujería se limitaron a decir "¿Están listos para la misa negra? Con ustedes Brujería" Digo, pésele a quien le pese y ofenda a quien ofenda, Brujería es una banda con muchísimo más trayectoria que el 80% de las otras bandas presentadas por los merolicos radiales como salvadoras del mundo del rock actual.
El discurso de Brujería, aunque un poco anacrónico, todavía es altamente contestatario y controversial. Manifestaron, en su español un poco pocho y corto de palabras que están en contra del racismo estadunidense contra los latinos; rescataron el orgullo de ser greñudo mugroso en algo que parecía redención: no recuerdo las palabras exactas (el fin de semana checo el bootleg, que ya existe) pero decían algo en el sentido de que no importa que te vean mal, porque los greñudos son gente de bien (aunque para Peach gente de bien incluye ser pachecote, jaja).
La nota curiosa la dio un niñito que no pasaba de los 3 años. Andaba como loco en la parte externa de la audiencia (peligrosamente cerca de las dos broncas que hubo) y se notaba que se divirtió mucho más que un par de aguafiestas que andaban por ahí. Fue curioso ver también como poco a poco los curiosos se alejaron y dejaron el espacio listo para los verdaderos fans de la banda. Porque al principio de su presentación, Brujería tenía frente a sí un poco más de 10 mil almas (sólo que 2 o 3 mil se dieron a la fuga al minuto de empezado el concierto, jajajaja).
Así, el público capitalino tuvo por fin su probadota de Brujería (22 canciones de acuerdo al set list) y el Vive Latino tuvo otro gran acierto al hacerse todavía más incluyente. El detalle fue quizás que previo a Brujería tocó Resorte, que nada tiene que ver. Aunque si se analiza fríamente, cualquier banda que estuviera antes hubiera desentonado, a menos que fuera Sepultura por ejemplo (lo cual por cierto se consideró en algún momento).
En términos generales creo que Brujería satisfizo totalmente a la audiencia. No he escuchado a nadie que se queje porque no le haya gustado, ví a varios cabeza de sonaja conocidos y a todos los ví rompiéndose las vértebras, como debe ser.
De regalo para aquellos que no pudieron ir, acá dejo una foto de Juan Brujo y el set list (original, con todo y faltas de ortografía).






Chico Migraña

viernes, mayo 12, 2006

Una historia inédita sobre Luzbel

La siguiente es la historia de algo que nunca sucedió, pero estuvo a punto.
Por ahí del año 2001, en los Teatros Telmex (antes Alameda, encima del metro Cuauhtemoc) estaba el montaje de Jesucristo Superestrella. Para ser totalmente honesto debo admitir que me encantaba. Por cuestiones laborales estuve muy cerca de varios montajes de teatro musical, El Fantasma de la Ópera, Chicago, Los Miserables...Pero la única que siempre me encantó fue Jesucristo Superestrella. Y no sólo era su visión medio rebelde y anti oficialista de la historia de los últimos días de Jesús de Nazareth lo que me atrajo; era también la música (de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber) y sobre todo el ofrecimiento escénico creado por Hanzel Cereza.
¿Quién es él? Es miembro fundador y creativo de la compañía La Fura dels Baus, agrupación española que lleva el performance a extremos realmente elogiables.
Si alguien la vio sabrá de que hablo, si no, aquí una brevísima descripción:
El escenario estaba casi desnudo, la mayor parte del chiste se encontraba en el diseño de iluminación y en una torre al centro, dentro de la cual estaban los músicos y que al final servía de soporte para la cruz. Las actuaciones eran realmente buenas. Si se sacude uno de encima lo que los nombres de Lolita Cortés y Eric Rubín significan, ella era la María Magdalena perfecta y él era un Judas muy fuerte. Varias escenas clásicas se hicieron distintas (María Magdalena acaricia a Jesús con una mezcla de cachondería y dulzura mientras canta "No sé como debo amarlo", la cruz era de hierro y cuerpos humanos, los latigazos que ordena Pilatos eran flashes de luz, entre otras cosas).
Pero la gente no fue tanto al teatro, la realidad es que cada función estaba de medio llena para abajo.
Un día propuse la idea: Luzbel visita a Jesucristo.
¿Qué significaba? Fácil, invitar al Luzbel de Arturo Huizar a tocar un palomazo al final de una función de fin de semana. Se invita prensa y se hace ruido. Si funciona, que chido, si no, no pasa nada. Pero aquella idea en apariencia estúpida comenzó a tener buena recepción. Al final, el productor de la obra,algunos directivos y los actores estaban entusiasmados. Sólo faltaba una opinión, la de una mujer que trabajaba de "asesora musical" en Altavista Films (la que produjo Amores Perros) y cuya decisión tendría mucho peso. Y ahí se cayó el numerito. Ella dijo textualmente "pensemos que El Tri es por ejemplo una banda de menos cinco puntos en cuanto a lo corriente. Pues Luzbel es como menos 7. Y además es para metaleros mugrosos que no entienden que el metal ya fue. Yo no lo recomiendo ni por un segundo"
Y se acabó el sueño.
Huizar y su banda habían asistido al teatro, vieron la obra y ya estaban planeando algunas locuras. Huizar quería salir vestido de monje y comenzar la noche con "Por Piedad", y algunas cosas más. Pero nunca sucedió.
El siguiente es un esbozo de boletín de prensa que nunca se envió a los medios. La segunda parte es lo que se iba a manejar como un segundo boletín, ya después de que Huizar vio la obra.
Ésta historia es conocida por muy pocos, así que ahí está, a la luz pública por primera vez:

Luzbel visita a Jesucristo Superestrella
· Luzbel tocará un palomazo en el Telmex Uno

El sábado 25 de agosto será histórico. Será la fecha en que la noche atestigüe el encuentro entre Jesucristo Superestrella y Luzbel. La mítica banda pionera del metal en México tomará asiento en el Telmex Uno para después, una vez concluida la función, tocar un miniconcierto desde el escenario en que crucifican a Jesús. Arturo Huizar en la voz, Guillermo Jácome y Paco Rock en las guitarras, David Chirino en el bajo y Vic “Pig Sick” en la batería convivirán con el elenco de Jesucristo Superestrella.

Ese día se ofrecerá la función completa, como cualquier otra, con los mismos músicos y el elenco que salga sorteado para dicha ocasión. Una vez concluido el espectáculo Luzbel tomará el escenario para interpretar algunos temas clásicos de su historia. Será en realidad una tarde-noche de dos conciertos de rock al precio de uno. La intención primaria es darle un plus a los jóvenes que han demostrado con aplausos su gusto por el rocanrolero montaje, con una banda en cuyas canciones se pueden encontrar, a su manera, referencias a la misma historia que se narra en escena.

Es así como el ángel que desató la ira de Dios expondrá por medio de sus canciones los motivos para hacer del Todopoderoso un ente rocanroleable. De igual manera lo hicieron Tim Rice y Andrew Lloyd Webber cuando crearon el disco que finalmente se transformaría en montaje escénico. La historia de Jesucristo Superestrella cuenta entre sus filas con intérpretes del calibre de Ian Gillan, Alice Cooper o Murray Head. Por esta razón, el hecho de que los cinco músicos que conforman actualmente Luzbel se planten en el escenario es más un homenaje rockero a la obra que cualquier otra interpretación.

Luzbel se encuentra en un momento importante. Estuvo en Quito, Ecuador y Lima Perú, lugares que lo arroparon como la leyenda metalera que es. “Desgraciadamente nadie es profeta en su tierra. En Estados Unidos contamos con una base muy importante de seguidores, somos como banda de culto. De la experiencia en Sudamérica surge la idea de hacer algo más extenso que hoy ya tomó forma en el Tormentour 2001”.

La gira llevará a Luzbel el 6 de octubre a Guatemala, 7 de octubre El Salvador, 12 de octubre Costa Rica, 14 Panamá, 22 caracas, 28 Bolivia, del 1 al 4 de noviembre estará en Ecuador, del 8 al 11 visitará las ciudades colombianas Cali, Medellín y Bogotá y finalmente del 15 de noviembre al 16 de diciembre rolará por Estados Unidos y Canadá.

Además, Luzbel prepara la primera ópera heavymetalera de México, Apocalipsis. “Se trata de un análisis bizarro y valiente de los cristianos y su terror al fin del mundo. Todo esto enmarcado en el concepto de que la católica es una religión de odio y terror, en lugar de buscar la alegría y la plenitud. Apocalipsis representa para nosotros una descarga emocional, independientemente de que será la primera vez que se musicalice el Libro de las revelaciones”.

Al final de aquella noche, en la que también estuvo presente el vocalista de Anarchus, la reconciliación se había logrado. Luzbel estuvo sentado ante las puertas del Jerusalén escénico. La obra mereció aplausos de pie como en cada función y Huizar, como siempre con una enorme sonrisa preguntaba cuál era la mejor cantina para seguir discutiendo la obra.

Éste es el esbozo de boletín de la parte 2, la visita de Luzbel a Jesucristo:

La noche parecía ser una más de viernes reventado y capitalino. La lluvia amenazaba como siempre en verano y el tráfico desconsolaba las ansias libertarias de fin de semana. Era la noche en que Arturo Huizar y Luzbel visitaban los dominios de Jesucristo Superestrella. Fue la noche en que el ángel que desató la ira de Dios tomaba asiento en el Centro Cultural Telmex para atestiguar la representación de los últimos siete días en la vida del hijo del creador.

A las 20:30 en punto el cielo desataba su furia con una tormenta pocas veces vista en la gran tenochtitlán. Rayos y relámpagos iluminaban la oscura bóveda celeste. Era la hora pactada para arrancar la función, para culminar con el encuentro titánico. Finalmente, casi media hora después el llanto celestial cesaba y la función podía comenzar. “Luzbel era un ángel con deseos de superación” apunta un Arturo Huizar vestido completamente de negro. “Quiso ser como Dios y eso le costó la expulsión del paraíso. Con esto queda claro que no todos los ángeles están en el cielo”.

“Este montaje me parece una verdadera alabanza divina, me reconcilia en lo personal con el teatro. Además es una obra que tiene historia para mí, yo la monté hace algunos años con mis alumnos de la UNAM en un concepto que se llama fonomímica, por lo tanto me da enorme placer descubrirla bajo este concepto escénico”. Quizás la característica más distintiva de este montaje es precisamente la propuesta escénica, la multimedia, las telas y la torre que alberga a los músicos.

“La verdad es que esta versión de Jesucristo Superestrella para mí representa un revelación artística de México para el mundo”. Existe ya una propuesta formal para llevar este concepto a una gira por Estados Unidos, también han mostrado interés algunos promotores europeos. De cualquier modo, así como se ve en México podrá disfrutarse en Argentina, Brasil y España, dentro del circuito que maneja Grupo CIE.

Para el Pontífice del metal mexicano la obra “muestra la diferencia entre hacer teatro y hacerlo con infraestructura y recursos. Pero también deja claro que con talento se puede llegar lejos. Hay muchos proyectos de entretenimiento que cuentan con recursos y dejan mucho que desear. Este Jesucristo es un espectáculo del primer mundo, lo que como espectador se agradece sinceramente”.

Luzbel se encuentra en un momento importante. Estuvo en Quito, Ecuador y Lima Perú, lugares que lo arroparon como la leyenda metalera que es. “Desgraciadamente nadie es profeta en su tierra. En Estados Unidos contamos con una base muy importante de seguidores, somos como banda de culto. De la experiencia en Sudamérica surge la idea de hacer algo más extenso que hoy ya tomó forma en el Tormentour 2001”.

La gira llevará a Luzbel el 6 de octubre a Guatemala, 7 de octubre El Salvador, 12 de octubre Costa Rica, 14 Panamá, 22 caracas, 28 Bolivia, del 1 al 4 de noviembre estará en Ecuador, del 8 al 11 visitará las ciudades colombianas Cali, Medellín y Bogotá y finalmente del 15 de noviembre al 16 de diciembre rolará por Estados Unidos y Canadá.

Además, Luzbel prepara la primera ópera heavymetalera de México, Apocalipsis. “Se trata de un análisis bizarro y valiente de los cristianos y su terror al fin del mundo. Todo esto enmarcado en el concepto de que la católica es una religión de odio y terror, en lugar de buscar la alegría y la plenitud. Apocalipsis representa para nosotros una descarga emocional, independientemente de que será la primera vez que se musicalice el Libro de las revelaciones”.

Al final de aquella noche, en la que también estuvo presente el vocalista de Anarchus, la reconciliación se había logrado. Luzbel estuvo sentado ante las puertas del Jerusalén escénico. La obra mereció aplausos de pie como en cada función y Huizar, como siempre con una enorme sonrisa preguntaba cuál era la mejor cantina para seguir discutiendo la obra.

Y la historia tiene una colita todavía, y tiene que ver con Judas Priest. Pero eso será en otra ocasión.

Chico Migraña

miércoles, mayo 10, 2006

Arch Enemy revisited

Gran concierto. Así, sin preambulos, las cosas como son.
Ayer quedó clarísima la diferencia entre Nu Metal y metal moderno. La banda dejó constancia de su lugar en el panteón del rock duro en el siglo XXI. Además quiero aprovechar para felicitar de todo corazón a los promotores: Eyescream Productions y Dilemma, ayer quedó claro que apostar por las bandas modernas puede ser una buena opción. 2, 200 personas así lo manifiestan. Y súmenle The Gathering, Helloween...viene bien.
Llegué tarde. Intentar estacionarse fue una verdadera locura así que dejé el coche a varias cuadras y caminé. Eso significó que no pude ver a Zamak, por lo tanto no tengo nada que decir.
Entré por fin a las 9:00 pm, justo cuando estaba la intro para presentar a la banda. Y un minuto después la descarga.
Con respecto a Arch Enemy debo decir que soy un enterado, más no un conocedor. Tengo por ahí el disco Wages of sin pero nada más. Sin embargo mi expectativa era alta, y cuando entré al Circo Volador y lo ví casi lleno me dio mucho gusto.
La música, brutal. Tal vez se podría describir como una banda que fusiona la vieja escuela (solos, cambios de ritmo, mucha velocidad y melodía) con elementos modernos (sonido más endurecido y grave, la voz gutural y de gritos de Angela). Cada canción era una invitación a dislocar las vertebras del cuello, una a una. Y cuando más clavado andaba uno en el headbanging, llegaban los momentos de calma. Dejabas en paz tu cuello y otra vez, riffs endemoniados y veloces al más puro estilo thrash. Ese cambio de ritmos dentro de una misma canción lo hacía con maestría el Metallica verdadero, y aunque Arch Enemy no está en ese nivel, se acerca.
Nos llevaron del speed al thrash, del death al casi doom.
Destaca por supuesto Angela. No es la típica frontwoman europea elegante y femenina que cautiva al público con sutilezas. Cuando Tarja Turunen o Floor Janssen hacen un ocasional giro de cuello para mover la mata y sonríen al público, Angela es una bestia; enfundada en pantalón de cuero negro, botas, camiseta tipo ombliguera negra, cadenas a la cintura y cinturón metalero sacude la cabeza con tanto ímpetu que dejó sin aliento a más de uno. Domina bien el escenario, lo recorre todo el tiempo y adopta poses de metalhead a cada momento. Su única falla es el inglés, pues de vez en cuando al tratar de comunicarse con el público, su acento europeo era tal que de plano no se le entendía.
A medio concierto vinieron un solo de batería (debo confesar que hasta ese momento el baterista Daniel Erlandsson me parecía promedio, lo que cambió luego del solo) y un duelo exquisito de solos de guitarra entre Mike Ammott y Fredrik Akesson. Fue ahí cuando el pensamiento era inevitable: el que dijo que los solos de guitarra estaban pasados de moda, seguro estaba borracho (hey Lars, me estás oyendo inútil!!!). Soberbio. Dejaron bien claro y punta de brutales descargas de riffs que el metal moderno también rescata la idea primigenia del género: no cualquiera toca buen metal, se debe saber y saber bien sobre el instrumento que se maneja. Si no eres virtuoso, debes estar cerca.
Los únicos puntos en contra fueron el sonido y el tiempo. Y era buen equipo, pero los técnicos de Arch Enemy lo pusieron a todo volumen y muy sucio (abigarrado, encimado), así que de vez en cuando no se distinguía con claridad lo que los ojos alcanzaban a vislumbrar como verdadera fiesta de shredding. Y el tiempo, 80 minutos, 15 rolas (dos de ellas en tipo popurrí).
El comentario al final era unánime: qué buena banda. Ojalá vengan más de ese calibre y de esa nueva escuela, aunque eso no significa que ya no deban venir las clásicas más veteranas. Arch Enemy realmente cimbró el Circo Volador, y por la expresión en sus caras me atrevo a decir que se fueron satisfechos.
El dato curioso es que debido a la altitud de smogtitlán tenían un tanque de oxígeno guardadito detrás de las cortinas laterales. Cuando alguno de ellos no se veía en el escenario, andaba respirando oxígeno puro. De ahí en parte la explicación de la orden de no permitir el acceso con cigarros.
Acá dejo el set list (el último que se entregó por cierto):


Chico Migraña

martes, mayo 09, 2006

No Metal - Jugando a vivir

Esto es por llamarlo de alguna manera la sección No Metal. Es la primera entrada en la que voy a exponer algo de lo que he escrito a lo largo de los años. Voy a dejar abierto el espacio de comentarios, arriesgándome a lo que puede implicar.
En este blog estarán mi mente y mi vida, mi pasión por el metal y por la escritura. Sin más...


Jugando a vivir 15/Mayo/98

Nacida en un mundo dividido con laca
creció rodeada del dolor, la mugre y el ruido
tuvo conciencia plena de no saber quien era
apenas alñ descubrir que existiendo deja huella

Dejándose llevar por mil supuestos y anécdotas
consagró su imagen a la vanidad del anonimato
se mudó de entre los palos a una fría coladera
y desde ahí empezó a vivir una nueva elegía

Disolvió en activo materia gris y problemas
dominó con su cuerpo puberto el hambre y el frío
nunca perdió el sentido del buen y el mal camino
pues quien de la oscuridad participa de la luz no necesita

De otros varios desposeídos se decía familia
todo el que afuera no encaja es bienvendio en la cloaca
crearon su propio código de reglas anárquicas
caminando una ciudad que no conocen más que sus entrañas

Y sin embargo la familia crece y con ella la necesidad
como un segundo parto deben brotar en la superficie
aprender a vivir bajo el estigma de un mal virus
sortear el código de supervivencia que los marginó en principio

El hambre aprieta pero con solvente se ahuyenta
el cuerpo duele pero a la venta reditúa
el alma se adelgaza pero no queda opción
el ritual de vivir espanta y el ansia de a poco mata

Sobre una parada del camión hay nueva morada
del arte de robar son distinguidos expertos
de día el cobijo viene del sol, de noche lo que caiga
y girando en sus mentes cada vez son menos conceptos

Como perros sin dueño viven de migajas y patadas
vomitan el hedor del mundo que los rodea
odian sin saber a quien y culpan a quien se deje
no pueden seguir solos, un alma maldita los acoge

Miente, llora o hace cualquier cosa que compadezca
la miseria que recibe a cuentagotas ya no es suya
el pan de ahora es mera caridad disfrazada
alguien la controla dándole la espalda y por fin la puñalada

No más robos por necesidad pues el vicio agobia
destruye cada vez más lo poco que por dentro encuentra
pero calma la incesante pena de existir
y el darse cuenta de que en vida se está muerto

Cierto día el que barre las calles, en un callejón
con semblante de paz a una joven encontró
el sol de mediodía no engañaba al viejo zorro
la piel tan fría sólo significaba el final de una agonía

Seguro hay un lugar especial para ella
en vida carnal no conoció nada que valiera
ojalá en su nueva casa despierte a un nuevo amanecer
en la tierra su débil huella ha dejado de ser

Chico Migraña (expression mode)

lunes, mayo 08, 2006

¡¡¡Slaaaayyyyeeeerrrr!!!!


Slayer. O como te gritan indistintamente durante los tres días del Wacken Open Air: ¡¡¡Slaaaayyyyeeeeerrrrr! Otra banda con la que tuve una relación difícil.
Como cualquier ser humano (y sobre todo como cualquier papá), cuando yo estaba en la pre adolescencia, el mío tenía varios prejuicios en contra de la música que me gustaba. No bajaba a los metaleros de "greñudos que o son maricones o son drogadictos". Eso me impulsó desde muy temprana edad a demostrarle que eso de que El Rock es Cultura era más que un dicho pretensioso para colocar una etiqueta en los discos. La forma en que yo quería informarlo sobre su percepción equivocada era saber de que demonios hablaban las bandas que yo escuchaba. Luego quise saberlo porque me enamoré de la diversidad y contundencia de las letras de varias bandas, el propósito ya no era que mi papá entendiera (finalmente el metal era música que debíamos entender mi generación y yo, no la de él) sino incrementar mi cultura musical.
Aprendí entonces que eso de "nadie experimenta en cabeza ajena" es relativo. Yo pude conocer el mundo, diversas culturas, distintas formas de ver temas espinozos gracias a las letras de las bandas que escuchaba.
Y llegó la secundaria, y el tiempo de conocer a Slayer. Boom, el contacto auditivo con ellos era brutal. Era toda la ira encapsulada que mis amigos y yo sentíamos, pero enmarcada en riffs de guitarra brutales y una batería que sonaba tan extrema que nos dejaba boquiabiertos.
El problema era lo que decían. Eso de mutilar niños, violar cadaveres, masticar muertos y demás linduras rompía de tajo el cuadrado dentro del cual yo entendía el metal. Claro, andaba por los 13 años de edad, así que según yo, es comprensible.
Pero esa actitud se mantuvo en mí por muchos años. Recuerdo vívidamente cuando compré un libro tipo Quién es quién en el Rock editado por la Rolling Stone. La referencia a Stryper (banda de metal cristiano que tuvo sus 15 minutos de fama en los 80, entre otras cosas por regalar Biblias en sus conciertos) decía: "Francamente alabar a Dios y Jesús en el contexto metalero parece ridículo, pero al menos ofrece la reflexión de que, líricamente, no es necesario llevar el género a los extremos brutales que lo lleva Slayer".
Y entonces mi pensamiento era "tengo razón". No estoy loco, hay gente que piensa que lo de Slayer se pasa de la raya, y eso que no soy católico.
Años más tarde quise superarlo y compré el disco Divine Intervention. La música, que no estaba en su mejor momento todavía era soberbia. Es la agresión, la violencia y el encabronamiento llevados al estado de arte metalero. Y sus primeros discos eran mil veces mejores. Pero llegué al tema 9, "213" se llama:

"La excitación de la disección es dulce
mi piel se eriza con velocidad orgásmica
un objeto sin vida para mi sujeción
una obsesión más allá de tu imaginación
Instinto primitivo, pasión por la carne
alimento primario en las multitudes de los muertos
actos sadistas, un amor tan verdadero
absorto mientras mastico una parte de tí...

otro verso dice:

"La muerte ama un abrazo final
tu helada ternura
los recuerdos mantienen al amor vivo
los recuerdos nunca morirán
necesito un amigo
por favor sé mi compañía
no quiero estar sólo con mi salud mental
[lead: Hannemann]
Sensaciones eróticas recorren mi espina
un cuerpo sin vida yace junto a mí
labios suaves y negros
comienzo a salivar mientras nos besamos
dulce muerta serás mía por siempre
no puedo olvidar tus dulces exhalaciones
jadeando excitadamente con mis manos alrededor de tu cuello...."

Bueno, la descripción de la Rolling Stone no estaba tan errada entonces. Pero la vida siguió y como ya expliqué antes empecé a disfrutar en verdad de bandas "monstruo", escuchar a Cannibal Corpse ya no parecía tan descabellado y por consecuencia, una vez que mi cerebro aceptó que lo de Slayer, igual que lo de Cannibal y otras es como llevar a la música el cine gore, logré disfrutarla enormemente.
Eso sucedió (lo de aceptar por fin a Slayer) hace relativamente poco tiempo. Y se conjugó con un hecho curioso. A principio de este año me invitaron a colaborar en una revista de nombre Marvin.
No es de metal y su formato es poco convencional. Se denomina Revista de Culto. Cada mes se escoge un tema central y sobre él deberán girar todos los artículos (se incluye normalmente cine, arte y música de varios géneros). Mi debút fue en abril y el tema era Flower Power. ¿Metal y flower power? no me daba la cabeza para escribir al respecto y entonces recordé a Slayer. La antítesis del hippismo (según yo).
Así, mi debut en Marvin (el link lo subo más tarde) fue con Slayer. Éste es el artículo, tal como se publicó:

Slayer: la brutalidad opuesta al Flower Power

Flower Power, amor y paz, conciencia y entendimiento, libertad y compasión. Bueno, al paso de los años ha quedado claro que aquello era una utopía pacheca, misma que, se debe reconocer, fungió como semillero de algunas grandas bandas de rock.
Pero el sueño botánico de lo hippies de la segunda mitad de los sesenta murió, o fue herido de muerte por diversos factores. El sueño de Martin Luther King y las visiones de John Fitzgerald Kennedy se apagaron a balazos; el sueño libertario de Woodstock fue apuñalado en Altamont y años más tarde Jerry García, el último bastión de la psicodelia sesentera murió por complicaciones de una añeja adicción a la heroína.
Pero el Flower Power se mantuvo más o menos vigente también durante los setenta. Y su contraparte musical –indirecta por supuesto- siempre fue el metal. Ozzy Osbourne decía que “en el radio sonaba una desagradable canción que pedía que cuando fueras a San Francisco usaras una flor en el cabello. Y yo pensaba ‘donde demonios es San Francisco, por qué usar flores en el cabello si yo no tengo siquiera zapatos en los pies’”.
Y surgió Black Sabbath, una banda enojada contra el mundo, lejos de los campos verdes y la brisa californiana, hijos de la industriosa, sucia y demolida Birmingham.
Todavía en 1979, el cine tuvo su último gran gesto redentor hacia la época del Flower Power con la cinta musical –adaptada del montaje de Broadway- Hair. Hoy todavía es famosa y reconocible la canción Aquarius: “Cuando la luna se encuentre en la séptima casa, y Jupiter se alinee con Marte, entonces la paz guiará los planetas y el amor guiará las estrellas. Estamos en el amanecer de la era de Acuario, la era de Acuario...”
A principios de los 80 surgió Slayer, también en la zona de San Francisco. Ya para entonces el metal había dejado claro su descontento y desapego por el Flower Power y sus implicaciones, pero el mundo no constató de cerca y como puñetazo certero este desvío hasta que Slayer inundó de odio, guerra, mutilaciones y satanismo el entorno rockero.
“Mentes sadistas retrasan la muerte de la torcida vida en este malicioso mundo, la juventud mutilada trata con desdén de sabotear el cadáver de la Tierra, toda forma de vida debe desaparecer, la existencia es fútil. Aliento decrépito, vil en su hedor, el mundo está en decadencia, el trasgresor es uno solo...”
Cualquiera que califique a Slayer de excesivo en sus descripciones sobre el lado oscuro de la humanidad, tiene razón. Pero el metal y el flower power siempre fueron agua y aceite. La carrera del cuarteto californiano ha estado plagada de problemas legales: desde acusaciones por promover sentimientos anti semitas (Auschwitz, el sinónimo de dolor, el porqué de mi deseo de que padezcas una muerte lenta, en regaderas que te quitan la vida), de promover el suicidio (emboscado por un spray de plomo, cuentas los hoyos de bala en tu cabeza, los niños son enviados a llorar, viviendo un suicidio obligatorio), de generar pensamiento anti cristiano (Vas a la iglesia y besas la cruz, obtendrás tu salvación a cualquier costo, tienes tu propia realidad, el Cristianismo; pasas la vida lamiendo botas, característica que crece con el tiempo, crees que el mundo terminará hoy y alabas al señor, es todo lo que sabes hacer).
Pero la realidad es otra, Slayer utiliza un lenguaje brutal y sin concesiones para criticar elementos característicos de la sociedad moderna. Es difícil catalogar de anti semita a una banda con un latino en sus filas, lo del suicidio habla de la guerra y cómo los que mueren en ella son los más jóvenes y la referencia anti cristiana habla de los evangelizadores televisivos.
La era de Acuario no fue lo que se esperaba, el Flower Power fue una utopía y Slayer fue de los primeros ejemplos de que la sociedad perfecta está muy lejos de suceder.
“Si vas a San Francisco, usa una flor en el cabello...”

Slayer es el rumor favorito de la comunidad metalera, año con año. 2006 no es la excepción, aunque parece que esta vez, el rumor lleva mucho más de cierto. Ojalá se nos haga, por lo pronto habrá que esperar ansiosos, pues la segunda mitad del año se va a poner realmente metalosa.

Chico Migraña