jueves, octubre 18, 2012

Le sobran o le faltan, Chilango

Ando en friega pero ya no quiero maltaratar al blog sin publicar cosas. Como alguien sugirió que subiera la nota de Le sobran o le faltan que está publicada este mes en Chilango, pues ahí va.
Este es el texto que yo mandé. Ya el publicado cambió un poco porque los editores de la revista le meten mano, le ajustan algunas cosillas, le agregan y quitan otras... en fin, el mundo editorial.
***
Es un monstruo de muchas cabezas, algunas son más importantes que otras y manejan sin preocupación a las demás. No es un mal necesario, pero se ha convertido en un mal que muchos solapan e incluso provocan. La reventa en la capital mexicana ha sido denominada por comunicadores y legisladores como “un cáncer”, y en ese contexto podríamos decir que es uno que ya ha hecho metástasis en varios puntos del organismo que sería el Distrito Federal. Significa esto que a pesar de que por momentos se han hecho intentos por detener la enfermedad, ésta siempre reaparece y en ocasiones cobra más fuerza.
El enfoque en este texto será en torno a los espectáculos deportivos y musicales de carácter masivo, que de alguna manera son los más visibles. Porque primero debemos ent6ender que “reventa” es un término que aplica para diversas circunstancias y no siempre es moral, ética o legalmente incorrecto. Por ejemplo, si uno compra una computadora, no se siente a gusto con el sistema operativo y la revende, explicando que es semi nueva y al ofrecerla lo hace en un precio razonable, quizás menor o igual al precio en la que fue adquirida en primer lugar, moral, ética y legalmente el proceso es correcto. Ahora bien, si uno consigue una cantidad determinada de boletos para un concierto, infla su valor en porcentajes que en ocasiones son no sólo exagerados sino insultantes y los vende con la mera finalidad de generarse un beneficio a costa de la necesidad de un tercero, eso es ética, moral y legalmente incorrecto.
Para iniciar un breve análisis se antoja importante revisar la legislación vigente y ofrecer algunos ejemplos aplicados a cada enunciado. Por ejemplo, la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos local establece en su artículo 33 que, “Queda prohibida la venta de boletos en la vía pública y alterar el precio en el que se ofrezcan en la taquilla. De igual manera queda prohibida la reventa. Los Titulares serán responsables de vigilar el respeto a lo ordenado en el párrafo anterior, especialmente en las zonas contiguas al local en que se desarrolle el Espectáculo público de que se trate y, de notificar de inmediato a la Delegación cuando se presenten conductas contrarias a dicha disposición, a fin de que ésta proceda conforme a sus atribuciones en la materia”. Esto significa para el lector común, para el ciudadano que no tiene conocimientos profundos de la redacción de asuntos legales (es decir, la enorme mayoría de nosotros, los espectadores) que los llamados Titulares (de acuerdo a la misma Ley, son TitularesLas personas físicas o morales que obtengan permiso de las Delegaciones y las que presenten avisos de celebración de Espectáculos públicos en los términos de dicha Ley, así como aquellas que con el carácter de dependiente, encargado, gerente, administrador, representante u otro similar, sean responsables de la celebración de algún Espectáculo público) son quienes deberían vigilar que la reventa no suceda. Para ponerlo más claro: si uno asiste a un concierto, partido de futbol, obra de teatro, corrida de toros o cualquier espectáculo público y encuentra que la única manera de acceder a un boleto es por medio de la reventa, la queja primaria debe hacerse con alguna persona relativa a la organización de dicho evento. Una desgracia total pues, porque normalmente la respuesta de los taquilleros, encargados, gerentes o personal de seguridad en los espectáculos mencionados suele ser que no pueden hacer nada al respecto. Mienten por supuesto, pero el espectador común no lo sabe.
Otro problema muy común es el que nos atañe a todos como espectadores y tiene su raíz en la idiosincrasia de nuestro pueblo: siempre es más fácil buscar medidas alternas para obtener un beneficio que hacer las cosas en orden y a tiempo. Es decir, la gente siempre deja todo para el último momento, y entonces suele ser muy tarde. Bajo esa mirada entra como anillo al dedo el trabajo del revendedor. La circunstancia más común, que además se ha documentado, es que la preventa suele ser un negocio familiar. ¿Cómo? El líder lleva consigo a sus hermanos, hijos, primos, papás, abuelos, suegros y amigos. En el sistema Ticketmaster por ejemplo sólo se permite la venta de hasta 8 boletos por persona. Si una familia de 10 personas hace cola en una taquilla, al final del día tendrá en su poder 80 boletos. Y si a eso se le suma la variante de que los revendedores suelen ofrecer “un tostón” (50 pesos) a chavos y personas que andan por ahí sin hacer nada para que se formen y compren 8 boletos, pues la cantidad de accesos logrados crece de manera exponencial. Esa es la forma más común, y es atractiva porque las sanciones por ser capturado son mínimas. Por ejemplo, La Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal establece en su Artículo 25, fracción XI, que se considera una infracción contra la seguridad ciudadana “Ofrecer o propiciar la venta de boletos de espectáculos públicos, con precios superiores a los autorizados y establece como sanción de 25 a 36 horas de arresto inconmutables con multa económica. Esto en el caso de los adultos, porque si el detenido por revender es menor de edad, la mayor sanción que se le impondrá será una amonestación de palabra: “no lo vuelvas a hacer ¿ok?”.
La misma ley ofrece en su artículo 55 las obligaciones de los policías en cuanto a estos delitos. Están obligados a detener a cualquier persona que revenda boletos. No lo hacen porque no se les da la gana o porque el mando inmediato superior (su jefe directo, pues) les indica que no lo hagan, porque algún porcentaje recibe de la totalidad de dinero recaudado. Corrupción, uno de los grandes flagelos del país.
Así pues, los revendedores por lo menos hacen su labor de investigación, saben cuando hay espectáculos que potencialmente son atractivos para el público, se levantan temprano para hacer cola (o “muerden” a los taquilleros para que no sea necesario formarse) y se arman de un contingente de personal suficiente para acceder a una buena cantidad de boletos.
En otros casos, como la reventa en partidos de futbol de la liga local son los clubes quienes tienen la mayor parte de culpa. Los equipos sueltan cantidades variables de boletos a los líderes de las porras con la intención de que ellos los repartan entre los seguidores del equipo, que supuestamente están censados por el mismo club. La realidad sin embargo es otra, estos líderes efectivamente reparten algunos boletos entre los porristas pero usan una buena cantidad de los mismos para revenderlos y generarse un ingreso
Cuando alguien con posibilidades de hacerlo tiene una verdadera intención de luchar contra la reventa, puede hacerlo. En fechas recientes el club deportivo Guadalajara montó un operativo con el cual detectó a una persona que, dentro de la organización de Chivas, surtía de boletos a los revendedores. Esto sucedió por el escándalo de reventa que se suscitó para el partido entre Chivas y América de abril de este año, lo cual es muy lamentable porque tuvo que ser un escándalo reportado en varios medios el que activó las alarmas y obligó al club a actuar en consecuencia, aunque también es una clara muestra de que el famoso dicho “el que busca, encuentra”, está perfectamente vigente. Y eso lleva ineludiblemente a pensar en el gran monstruo del boletaje en México, Ticketmaster.
Es obvio, y se lo comentaron a quien esto escribe tres revendedores distintos, que desde adentro del sistema hay gente coludida con los dedicados a la reventa. Al ser un tema delicado nadie se anima a dar nombres (además por obvias razones no les conviene), por lo tanto las siguientes oraciones se ceñirán más en el ámbito de los supuestos que en el de las comprobaciones. Pero existe otro dicho que en este contexto cobra relevancia y validez: “piensa mal y acertarás”.
Manipular el sistema no es imposible, y de hecho sucede frecuentemente. Es práctica común porque además, en el caso concreto de Ocesa, se trata de una empresa tan grande que cuesta mucho trabajo tener ojos en todos lados. Falta saber también que tanta intención de frenar la reventa existe. Como ya se explicó, no se trata de un delito grave y por esa razón no se toma como prioridad para atacar. Es un hecho que taquilleros de Ticketmaster se coluden con los revendedores; no suele hacerse público pero de vez en cuando se hacen investigaciones internas, casi siempre provocadas por denuncias de particulares que suelen terminar en el despido de algunos gerentes de taquilla. Para trabajar como taquillero de Ticketmaster es necesario aprender a usar el sistema, y una vez logrado dicho objetivo, manipularlo para obtener beneficios ilícitos es un detalle menor. Es por esa razón que se aplican ciertos criterios, en ocasiones ridículos, que afectan al público en general. Por ejemplo, la nefasta práctica de no dejar salir del inmueble en el que se desarrolle un espectáculo a ninguna persona es, de origen, un intento por evitar la reventa. Lo que sucedía antes es que la gente compraba un boleto, entraba al recinto pactado, salía con cualquier pretexto y revendía su entrada. De esa manera accedían a un mismo espectáculo una buena cantidad de personas que no cuadraban con la contabilidad de boletos. Se inventó entonces la modalidad del código de barras: una vez que un boleto ha sido escaneado, ya no podrá usarse para reingresar al inmueble. La reacción de los revendedores fue un poco más agresiva y bastante más criminal: comenzó la falsificación de entradas. Es un delito más grave y una práctica contra la cual, Ocesa por ejemplo, tiene una política más agresiva. Hace algunos años, cuando no existía el código de barras en boletos para espectáculos, tampoco existían o por lo menos no abundaban los letreros que avisaban al público que estaba mal comprar en reventa. Ahora sin embargo abundan las mantas que anuncian “No compres boletos en reventa, son falsos”. ¿Por qué el cambio de actitud? Porque un boleto revendido a la empresa le genera igual un ingreso. Para revenderlo, quien lo haga primero debe comprarlo “por la derecha” y en ese instante la empresa ya se hizo de una cantidad por la via legal: ellos no saben (en teoría) que el boleto fue vendido a una persona que hará mal uso del mismo. Pero cuando son boletos falsos, la empresa pierde dinero.
“El que no tranza no avanza” y “con dinero baila el perro”. Esos son otros dos dichos que caben perfectamente bien en la mirada hacia la reventa. ¿Por qué un taquillero o un jefe de taquilla le entra a la reventa? Porque saca el doble o el triple o incluso más de lo que puede obtener via su salario normal. Porque no todo en el mundo de la reventa es comprar boletos y ofrecerlos luego mucho más caros: hay otras maneras. Una de las dolencias más grandes para las empresas que se dedican a hacer espectáculos masivos son las empresas de seguridad privada que contratan. Un revendedor típico tendrá acceso a una determinada cantidad de boletos, pero siempre hay maneras alternas de burlar la ley. Los grupos de seguridad privada también son parte del engranaje de la reventa. Sobre todo cuando hay espectáculos que no se venden en su totalidad, o en aquellos en los que hay acceso general (es decir sin asientos numerados). Una pequeña cadenita de tres personas coludidas puede ser la diferencia entre no tener acceso a un espectáculo y tenerlo en secciones preferenciales. Total, ¿qué tanto es tantito?
El problema entonces radica en la falta de interés de las grandes productoras y promotoras de espectáculos (insisto, deportivos, musicales, teatrales…) por detener la reventa, y la nula intención de los ciudadanos afectados en hacer algo al respecto. La culpa es también del público ya que paga a los revendedores. Hay mucha gente que nio siquiera llega a las taquillas para verificar si efectivamente no hay boletos disponibles cuando un revendedor lo aborda en la calle. La más fácil es regatearle y evitarse la pena de atestiguar si en verdad está todo agotado, o no. La mayoría de la gente se queja de estas situaciones cuando las padece, y sobre todo, cuando siente que le quieren ver la cara. La idea generalizada entre los asistentes a espectáculos es que la reventa es inevitable y hasta cómoda porque evita las grandes colas. El problema se suscita cuando aquél que se acerca a un revendedore encuentra que los boletos están mucho más caros de lo que imaginaba. La gente en general está dispuesta a pagar un monto extra por sus boletos, 15 o quizás hasta 20% más, en ocasiones incluso porcentajes más altos, pero cuando el boleto es ofrecido al triple de su valor, es entonces cuando se molestan y exigen acción en contra de los revendedores. Además en la reventa aplica también el termómetro de la demanda: un concierto que agota localidades en unas cuantas horas, o un clásico en el futbol, o la presentación de alguna gloria del toreo es más atractiva para el revendedor que un espectáculo de menor demanda. En función de esa variable es también que se incrementan los precios, o no.
La pelota debería estar en la cancha de quienes ofrecen los espectáculos; desafortunadamente no les interesa beneficiar a la gente porque ven su negocio desde una perspectiva simplista en la que un boleto vendido deja de ser su responsabilidad en el momento en que, justamente, es vendido. ¿Quién lo compró y qué piensa hacer con el mismo? Eso no les interesa. Y luego la ley tiene sus vacíos, o por lo menos ante la mirada de un espectador casual (que es la gran mayoría). No queda claro si es el que ofrece el espectáculo o el espectador mismo quien debe denunciar la reventa ante los policías.
La reventa es entonces un problema serio que se debe combatir, pero como sucede en diversas situaciones que atañen a México, primero debemos tomar conciencia de que comprar en reventa es un error que fomenta agravios y excesos siempre, y no esperar a que un revendedor “se manche” con nosotros para entonces sí, buscar el apoyo de la autoridad.
Tampoco sobra el apoyarse en los medios de comunicación para presionar a las empresas y que mejoren sus servicios de venta de boletos. Las empresas no sienten ningún respeto por la gente, los ven como cifras nada más, pero cuando se genera una serie de notas que exhiben al empresario, 10 de cada 10 veces hará algo para demostrar que busca beneficiar a su público. Lo mismo sucede con la autoridad, sólo cuando se ven realmente presionados hacen algo. Lo primero entonces sería organizarnos como sociedad y no permitir que empresarios y autoridades nos miren con indiferencia. Lo segundo sería quizás promover algún tipo de amparo generalizado contra las pre ventas exclusivas que son caldo fértil de cultivo para la reventa y la tranza, aunque esa es ya otra discusión.
Decir no a la reventa puede ser difícil, es como hacer una dieta, implicará ciertos sacrificios y privaciones, pero al final del día ofrecerá un beneficio real, en este caso, a nuestra economía. Mientras, las familias de siempre seguirán en su labor de comprar y revender, porque como me lo comentó uno de los revendedores entrevistados, ellos tienen que buscar también la manera de mantener a sus familias, y por cada persona que se queja de ellos y su labor, hay 10 o más que los buscan hasta con desesperación para no quedarse fuera de algún espectáculo. Así como la gente tiene sus puesteros favoritos en el mercado, muchos tienen a su revendedor de confianza, y mientras no sea un delito más grave o mientras la gente no deje de verdad de comprar en la reventa, esporádicamente habrá quien se queje, se harán algunas notas e investigaciones, se remitirá al separo por algunas horas a alguien y luego todo volverá a suceder sin mayores complicaciones. [Fin del texto]

Ya nomás para acabar insisto que este es el texto primario, no el definitivo. Y a ustedes ¿cómo los ha tratado la reventa?


22 comentarios:

Zayfren dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Zayfren dijo...

Yo me niego a comprar en reventa, no sólo por los precios que llegan a ser muy exagerados en un momento y el peligro de que sean falsos, también porque mucha gente se está perdiendo el evento por culpa de ellos.

Lo peor es con la famosa preventa Banamex, ahí luego se agotan una gran parte de los boletos en los eventos "grandes" es seguro que los de reventa hicieron una compra considerable, dejando con poca posibilidad de conseguir el boleto deseado en la taquilla.

LIV dijo...

En Puebla existe una empresa que se llama Quanax y que tiene muchas quejas en profeco porque tiene la práctica de ofrecer boletos de conciertos anunciandolos con anticipación y dando la "facilidad" de comprarlos con preventa.

Cuando haces este pago para reservar tu boleto, regresas tiempo despuès y te dicen que ya se acabaron en preventa, que si quieres te pueden echar la mano y comprarlo en reventa, pero te sale al doble, dependiendo del artista.

Por supuesto la gente se queja, pero les espantan porque tienen una claúsula de cancelación, cuestión que no existe porque no hay contraprestación de servicio, pero hay muchos que caen en el juego y les compran, también el dueño de esta compañía se sabe vender y les ha salido de maravilla.

La gente dice "..total, no tengo tarjeta y de todos modos afuera del concierto voy a la reventa...".

Estoy seguro que esto sucede no sólo en Puebla. Fraudes hay en todos lados.

Chido por tu blog.

Anónimo dijo...

Excelente, gracias por publicar el articulo!

Anónimo dijo...

A mi si me trató mal la reventa, hace 5 años estuvo el Juanga en el auditorio iba a ir mi esposa su mamá y amigas hasta arriba, pero los vendimos porque mi suegra se puso muy mala y pues a sacar dinero de donde fuera, así que llegamos al auditorio y le decimos a la gente que los vendemos al precio porque no vamos a poder asistir una pareja dice va que chido porque en taquilla ya no hay, en eso un poli se nos acerca y nos dice que pss que onda que nosotros no somos de los revendedores de siempre y pues le dije como estaba el pedo de porque los vendiamos y nos pidió 500 varos y lo mandé a la verga y e eso el muy cabrón manda a llamar a los revendedores y ya casi nos linchan, me acorralaron juanto a mi mujer pero pss no nos esculcaron y ya no teníamos más boletos, porque los otros se los dí a mi hermano por cualquier cosa. Después de las amenazas nos fuimos con mi hermano y el y yo nos volvimos a poner a vender otros dos boletos y en chinga los vendimos y a correr al metro para escaparnos ya que sólo estaban los revebdedores al pedo para darnos en la madre.

Después me acuedo que a los meses fue el de Judas con Testament en el palacio y me topo a los mismos pinches revendedores que nos amenazaron y decían qie ya no había en taquilla y les grité que si había en taquilla y pss como la entrada estaba a dos pasos corri y se la pelaron.

Yo prefiero quedarme sin boleto que darles mi dinero a esos pendejos y también pinches policias coludidos, no soy el primero que quiere vender sus boletos al precio por alguna puta razón, en lugar de proteger nos quieren romper la madre.

Anónimo dijo...

La mafia alrededor de la preventa es increíble. Los revendedores no sólo consiguen los boletos con mayor facilidad, sino que a veces los consiguen a menor precio. Esto lo sé porque al menos en dos conciertos afuera del Vive Cuervo Salón me tocó ver que los revendedores ofrecían boletos a precios menores que los de taquilla (obviamente la entrada era más bien mala en ambos). Y creo que los peores casos que he escuchado fueron los de una amiga en una función de teatro y el de otro amigo en un concierto. A ellos les pasó que en taquilla les dijeron que ya no había boletos, y entonces se les acercó un revendedor. Aceptaron comprarle a él, y vaya sorpresa que se llevaron cuando vieron que el revendedor tomaba el dinero e iba a la taquilla directamente por los boletos.

V.

Anónimo dijo...

Nupdarlo de la preventa es una mentira, por que antes de que uno pueda comprar los boletos , estos les llega a la gent de banamex, un ejemplo fue que para el ultimo concierto de rammstein yo esperaba la reventa para comprar mi boleto, faltaba un dia cuando un compa del trabajo me dice yo ya tengo mi boleto, entoces le pregunto como le hizo, su respuesta , "mi hermana trabaja en el centro banamex" y ellos tienen acceso a los boletos primero que nadie, entonces desde ahi te pones a pensar si la hermana de un cuate puede hacer eso con un par de boletos, los demas encargados cuantos boletos no daran para su reventa y asi como esta historia me han pasado minimo un par mas, hay dependencias de gobierno donde
tambien se les dan boletos para los eventos y que es lo que hace la mayoria obvio revende, hay quienes los dan al precio total lo caido caido, pero hay quienes se pasan de veras y los dan al doble, finalmente yo creo que un concierto o evento sea cual sea, no es un articulo de prmera necesidad, pero las grandes empresas saben bien como manipular la ilusion (por asi decirlo) de la gente por ver a su artista, deportista o equipo favorito en persona y estas mismas empresas junto con los revendedores son unos ogetes de primera.

ZAEJ

Anónimo dijo...

Yo creo que el hecho de que los revendedores tengan que trabajar para mantener a sus familias es un argumento que pasa a segundo término. Lo mismo puedes decir de un narcotraficante, un tratante de blancas o de un asesino a sueldo, y eso no hace que su trabajo sea honesto. Es una forma bastante huevona de ganarse el pan. ¿Cuántas veces al año tendrán que hacer que su familia se levante temprano para comprar boletos? ¿cuánta gente conocemos que se levanta diario de madrugada porque se avienta más de dos horas de trayecto de su casa al trabajo?

La verdad es que a mí sí me alegró ver que hace algunos años varios aficionados de Pumas anduvieron correteando revendedores para quitarles los boletos de Liguilla afuera del Olímpico.

Anónimo dijo...

Triste realidad....Las nefastas preventas..ejemplo caso Metallica..la pagina se satura, las líneas se saturan, asi evitan q la gente se forme en taquillas, y se de cuenta o arme un desmadre, y magicamente en menos de 30 minutos, no hay boletos.

Contra el anuncio de que son falsos en reventa, está la modalidad del revendedor que te dice "adentro me lo pagas"...¿cuantas veces entra y sale el tipo del recinto?....

Antes de que existieran las preventas, era muy dado q los fans acérrimos, se quedaban una noche antes o mas, afuera de la taquilla...y habia cuates que eran los sextos de la fila, y ya no encontraban boletos de las primeras 5 filas....
Me pasó que para "Maiden Fest" fui a Mix Up de Plaza Universida, y no había boletos de general A...caminé a Centro Coyoacán, cosa de 15 minutos, y en ese Mix Up, había 2 para general A...
Y ahora resulta que con las preventas, hay publico que compra los 8 boletos, utiliza 2 o 3, y revende los demas, en la chamba o la escuela, y asi recupera lo de sus tickets, y sale hasta pa las chelas de ese dia. Made in Mexico.

Ricardo H.

Anónimo dijo...

Para empezar el fenomeno de la reventa tiene un trasfondo de oferta y demanda, es decir, si un concierto se vende a 100 pesos por boleto y se acaban rapido significa que el promotor pudo obtener un beneficio economico mayor y calculo mal el precio que la gente esta dipuesto a pagar, pasa lo mismo a la inversa, si no se acaban los boletos es por que o los precios o la demanda no eran suficientemente bajos para que al gente asistiera.
La reventa ajusta este precio a un valor mas parecido a su valor real.

Ahora la otra opcion y es la que se hace en muchos paises es la de regular la reventa, por ejemplo en EUA esta Ticketexchange (de ticketmaster) donde uno puede conseguir boletos principalmente para eventos deportivos de gente que los compro con anticipacion o son season holders (compran boletos para todo el año). PAgan impuesto y la gente puede ver todos los boletos disponible y decidir cual cree le parece que tiene el precio mas justo.

Por lo menos si van a hacer algo que muchos consideran no etico (yo lo considero parte de la ley de la oferta y la demanda) por lo menos tenga algo de regulacion.

Nate Howlett dijo...

Yo jamás he comprando en reventa. He tenido la oportunidad, pero ciertamente he preferido quedarme sin ver al artista en cuestión, que vender mi dignidad o pagar precios desorbitantes, aunque sé de un par de personas, que supuestamente compraron los boletos ya cuando el concierto estaba empezado y que por eso mismo, no les salieron taaaan caros, poquito más del precio orginal y nada más, no sé qué tan cierto sea eso.
Sin embargo, vivimos en un mundo digital y el internet está a la orden del día. Siempre, SIEMPRE, va a existir gente que no pueda ir a fin de cuentas, y en muchos casos se ponen a (re)vender sus boletos y muchas veces es al precio original. Es nada más cuestión de buscar en foros, en los eventos de FB, etc. Yo he ido a un par de conciertos así, si bien es reventa, no es el tipo de reventa "maligna", sino una persona que simplemente no puede asistir y prefiere que alguien más lo haga.

the shadow hunter dijo...

Tiene razón el buen Symphoniker, en las redes sociales siempre hay gente re-vendiendo boletos al precio de taquilla e incluso más baratos.
salud (os)!

Anónimo dijo...

Migraña eres un chingon nada mas postea minimo una vez al dia asi todo felices va te desaeamos lo mejor q satanas te bendiga lucifer belial leviathan

Chico Migraña dijo...

Otro anónimo patético.

Bettino dijo...

Migraña si te refieres al anonimo de la oferta y la demanda pues es mio y me mantengo en lo que digo, el valor de cualquier producto o servicio es el que la gente este dipuesto a pagar por el. Si la gente lo paga es por que le parece justo.

Hay que regularlo. Eso no lo niego. En EUA es legal siempre y cuando no se haga afueras del lugar del evento y sucede en deportes conciertos broadway y hasta premieres de cine.

Lo no etico es cuando se coluden con los taquilleros, pero comprar un producto o servicio y revenderlo es lo que hacemos todos los dias un concierto no tiene por que ser diferente.

Iron Fist dijo...

Nunca he comprado en reventa, prefiero quedarme sin ver a mi artista o banda, antes que soltarle mi dinero a esos cabrones. Y como dijeron más arriba, eso de que "tienen que mantener a su familia" se me hace un argumento de lo más patético; eso es huevonada por no querer salir adelante de otra manera más digna!!!! Bonito ejemplo le ponen a sus hijos: hacerse pendeja al resto de la gente.

La reventa nunca se acabará porque por todos lados hay corrupción, hay intereses de por medio y a nadie le conviene que termine; es su minita de oro. Sin voluntad, eso nunca pasará. Nosotros tenemos gran parte de esa culpa, el fanatismo nos gana y mucha gente sería capaz de vender hasta su alma con tal de entrar al espectáculo. Es más importante mi dignidad.

Dynamo dijo...

"Ahora bien, si uno consigue una cantidad determinada de boletos para un concierto, infla su valor en porcentajes que en ocasiones son no sólo exagerados sino insultantes y los vende con la mera finalidad de generarse un beneficio a costa de la necesidad de un tercero, eso es ética, moral y legalmente incorrecto."

No estoy de acuerdo, estas implicando dos cosas falsas:

Una, que esta mal generar ganancia basado en la necesidad de otros. Esto es claramente incorrecto pues es la base de la economia.

Dos, que un boleto de un concierto es una necesidad, y pues no lo es. Por lo tanto calificarlo de "etica y moralmente incorrecto" pues no me dice nada, por que suena muy feo lo de etica y moral, pero no veo por donde.

Estoy de acuerdo en que es legalmente incorrecto, pero eso es problema de la legislatura arcaica que no permite la reventa. El no permitir la reventa legalmente es una mecanismo agresivo de la ley en contra del consumidor (pues convierte tu dinero en algo que no puede ser intercambiado o vendido, legalmente) y debe ser eliminado. Es por eso que no les conviene a las productoras detener la reventa.

Anónimo dijo...

O sea, ¿la reventa está bien si es de gente que los vende "al precio"? Ese argumento se me hace muy incoherente.

the shadow hunter dijo...

Si un boleto lo re-venden al precio no es que esté bien, si no que al menos no se está viendo beneficiado económicamente. Si tu compras un boleto para un evento y no puedes ir, que harías?, guardarlo como recuerdo, no lo creo.

El que toma café frío dijo...

Aunque este no es el caso y antes de que el autor del blog ejerza su derecho al bloque por spam (que no lo es) reitero algo que dije hace poco en otra entrada del blog: A todos los amigos mexicanos, otro concierto que les recomiendo es el de la banda argentina La Renga, es una banda del más puro hard rock que les hará pasar un muy buen rato, busquen videos en youtube, tocan el 17 de noviembre en el José Cuervo Salón.

Iron Fist dijo...

¡La Renga! buena banda, espero pueda ir a verlos.

Anónimo dijo...

4 Familias controlan la reventa en el DF

http://www.reforma.com/libre/online07/preacceso/articulos/default.aspx?plazaconsulta=reforma&url=http://www.reforma.com/justicia/articulo/677/1352295/&urlredirect=http://www.reforma.com/justicia/articulo/677/1352295/?grcidorigen=1