miércoles, mayo 15, 2013

Hiding into flames reseña

Antes que nada, aclaro: si te desagrada/molesta/caga el metal hispanoamericano o mexicano en general y/o Voltax en particular, este es un buen punto para que dejes de leer. Si sigues leyendo corres el riesgo de enterarte de visiones positivas sobre eso que tanto odias y te molesta. Ya sabemos que crees que somos unos idiotas porque el metal en español es para nacos, o de bandas cuyo idioma origen es el español pero cantan en inglés es para posers. Digo, si te molesta, ¿qué necesidad, no?

Por fin salió a la venta Hiding Into Flames, el tercero en la cuenta de los discos larga duración de Voltax y, por ejemplo según Matt (guitarra), el primero que captura lo que Voltax es realmente a nivel sonoro. Yo por ejemplo en ese punto difiero, creo que Fugitive state of mind (el disco anterior) es bastante bueno, pero la idea en todo caso es que el disco ya salió y la banda está muy orgullosa de lo conseguido.

Creo que la forma en que haré esta reseña es mezclando mi percepción del disco con detalles de la presentación del sábado 11 de mayo en el Circo Volador.
Comenzaré diciendo que Hiding Into Flames es un disco que yo conocí desde que era embrión. Voltax me hizo el honor de invitarme a ser su manager en Enero, y en ese tiempo el disco ya estaba grabado, pero faltaba mezclar, añadir detalles y algunas cosas más. Fui entonces testigo de como algunos temas fueron tomando otra personalidad al cambiarle una parte del solo, o meterle un órgano que jamás es tipo Children of Bodom o bandas que usan el teclado como instrumento muy importante, aquí el órgano está presente en un par de rolas y es una camita de apoyo para la música. Eso fue lo primero que me hizo0 saber que el disco sería diferente. la verdad, esa camas suenan de lujo y le dan un sabor "old school" a un disco que de por sí tiene esa vibra y toda la intención vieja escuela.
Luego me tocó estar en juntas en las que se decidió si la mezcla de cada rola era satisfactoria para todos. Fue un ir y venir de envíos al dropbox con ajustes y detalles, hasta que todos estuvieron de acuerdo en el sonido. En esas juntas también se decidió la portada, misma que dibujó Karina Juárez en óleo dobre madera. La bronca era que todos estuvieron de acuerdo en esa com o portada, pero todos tenían también alguna otra que les gustaba mucho, así que ahí se decidió que las páginas interiores del booklet irían ilustradas con otros dibujos, un favorito por cada músico.

Fueron juntas también en las que se decidió la forma en que querían que se presentara el disco: con la contra portada negra y los nombres de las canciones en blanco con una tipografía germánica (muy difícil de localizar por cierto), sin nada más. Se decidió que el disco fuera en forma old school, plateado, con el logo arriba, las canciones del lado derecho, las leyendas de Copiright abajo y el logo de Sade Records en la izquierda. Y entonces fueron un sinfín de e mails con el encargado de Sade Records: el dibujo tal va en la hoja tal, las letras van en este orden y en esta hoja cada una, no queda bien el color de las letras, veamos si se le puede poner contraste, que la diseñadora puso un "fondo" sobre los dibujos para que las letras contrastaran, que no nos gusta como se ve ... y así mil detalles. Y todo eso mientras el disco estaba en Francia con Brett Caldas-Lima para la masterizada. Y entonces Caldas escribía y mandaba tres maquetas de una sola rola para ver cuál sonido nos gustaba más, y mientras todos lo escuchaban mandó un par de propuestas más, hasta que todos decidomos una sola. Y luego estaba listo, y había que mandarlo maquilar. Y ya maquilado, chin, nunca revisamos que el disco (el redondo pues) quedara efectivamente como estaba planeado en su diseño, y entonces salió blanco y con el logo viejo, jajajajaja. Bueno, ahora los primeros mil que se vendan serán de colección por ese error/detalle que al final del día en nada afecta.

Para eso yo había dejado de escuchar el master como 3 semanas, estuve escuchando muchos otros discos y regularmente el Fugitive, para que cuando Hiding estuviera disponible físicamente me volviera a sonar fresco. Y vaya que así fue. Se trata de un disco que debes escuchar varias veces. Tiene varios detalles (mucha gente por ejemplo en la primera oída de Rebellius, que fue el primer track que se subió a Bandcamp, no se dieron cuenta del teclado). Y lo escuchas y le encuentras cosillas, y descubres como las guitarras en muchos pasajes van en formato gemelo, pero en muchos otros momentos tocan cosas distintas, que sin embargo encajan entre sí.

Así, el sábado pasado la primera rola que tocaron fue Burst of pain. Varios ya la conocían porque la habían tocado en vivo antes. Hubo tres rolas que están en el disco que se tocaron en vivo antes de que el disco saliera. Ya habían tocado Split Heaven, quienes por cierto ofrecieron un conciertazo de 40 minutos, es una muy buena banda que cada día suena mejor y que creo que ha encontrado ya su sonido distintivo. Y luego tocó Envenomed. Sólo 30 minutos (porque así lo decidieron, igual tenían 40) y armaron un mosh pit de antología. Ya habían tocado ellos y a las 9:30 Voltax subió, como acostumbran, sin pretensiones ni preámbulos y empezaron a tocar Burst of Pain, la rola que además abre el disco. Rápida, contundente, con una gran melodía vocal y coros en momentos claves. Y en vivo, vaya, quedó clarísimo que Voltax es, efectivamente y a para pesar de algunos, una banda que tiene fans, y muy devotos por cierto. Heavy clásico muy en la vena del sonido Voltax con algunos momentos en la voz de esos que al escuchar inmediatamente sabes que es Jerry el que canta.
Los set lists se arman en función de varias cosas, entre ellas se piensa en que la gente se enganche, en que haya "ondas", picos, "descansos"... y claro, que la voz debe ir calentándose poco a poco. Así, la segunda rola de la noche fue Escape without return, que en el disco es la sexta. Mucha energía u ciertamente una probadita de como este disco viene con un sonido que sin dejar jamás de ser Voltax se advierte un poco distinto, más maduro, con algunos toques distintos como los solos más melódicos y menos del tipo "shred". Ya para entonces la gente estaba absolutamente metida en el show. Si bien a Split y a Envenomed les fue muy bien, se notaba que la gente estaba ansiosa por Voltax. Varios estaban alborde del escenario sacudiendo la cabeza, tratando de agarrar algo de alguno de los músicos. Y si a eso le sumamos que por ejemplo Diego (guitarra) tarda como un nanosegundo en entrar en onda y sacudir la cabeza como si en ello le fuera la vida, pues sencillamente contagia.

El primer "detalle" llegó con la tercera canción del set, que en el disco es la segunda. Muchos conocían ya Rebellious, varios se sabían incluso la letra con todo y que no se había hecho pública. Es un temazo, pero por esas cosas del destino, el multicontacto que soportaba la consola decidió dejar de existir a media canción. Ahora, esto abre la oportunidad de hacer un paréntesis. Alguna vez en la Batalla por ejemplo, una banda estaba tocando y se fue la luz. Dejaron de tocar y esperaron. Acá, y eso es algo que por lo menos yo entiendo como un gesto de banda que ya no está para el garage sino para cosas más importantes, Voltax siguió tocando hasta terminarla, a pesar de que no se escuchaba en la sala (el sonido del escenario se mantuvo). Y se dieron cuenta, jerry, que no se enoja ni porque le pasen mil cosas juntas, al terminar la rola hizo un gesto que en alguien más hubiera terminado en aventar el micrófono. Cuando el inge de sala se dio cuenta de que la falla era que se quemó el multicontacto (aquí hay que tomar en cuenta que de la nada se apaga la consola y todo lo que estaba en el llamado house y hay que revisar en chinga que es lo que pasa, pero incluso así pasan un par de minutos en lo que das con el problema) y me dijo lo que estaba pasando y que quizás tardarían un minuto más en arreglarlo le dije a Jerry que pusiera a cantar a la gente. Yo pensaba en el clásico Eo Eo o algo así, pero él, haciendo gala de tablas dijo que mientras se arreglaba el problema cantaría con la gente. "Si se la saben, canten" y empezó a capella Vida después de la muerte. El primer verso, el que dice:
Yo sé que un dia voy a morir
Pero en el tiempo he de existir
Enclaustrados en el mundo
Mil recuerdos quedarán
lo cantó él, pero la gente ya sabía qué rola era (es un cover de Megatón que viene en el Fugitive) y cuando llegó el segundo verso, todos coreaban, a capella también el Por siempre, sin prisas, Sentiré la eternidad. Mi cuerpo y mi alma, Nunca juntos estarán. La muerte no es muerte,
Sólo un viaje al más allá. La sombra del tiempo, Nunca cumple un año más.
Se arregló el audio y siguieron adelante ahora con Hiding Into Flames, cuarta rola del disco y de la noche, además de que es una de mis favoritas. La gente ya la conocía y una vez más, la cantaron a tope. Poco se puede decir, para mí cuando llega la parte en que Jerry canta en su clásico agudo el "Hiding into flames, welcome to hell on earth" y Diego y Ganso (en el disco, en vivo sólo Diego) apoyan con un grito de Hell, se me enchina la piel. Entra cada canción la gente gritaba y coreaba, y las sonrisas en los rostros no dejaban lugar a dudas, vale gorro si son cientos, miles o millones, cuando una banda conecta con la gente el sentimiento es inigualable.

Siguieron con Obssesion for the dark, la favorita de la Sra. Interesante que sencillamente me dejó ahí parado y se fue hasta el frente para sacudir la mata y cantar y cantar y cantar. Todo el disco es estelar, pero el inicio de esta rola es épico. Un riff de inicio de Boludo en la batería y luego el riff de las guitarras apoyadas por el inmenso, y creo que aquí hay que ponerlo en mayúsculas, INMENSO trabajo de Ganso en el bajo (y no en la rola sino en todo el disco) hacen de esta rola una verdadera joya. Y aunque un poco diferente a como algunos la habían escuchado en vivo, pues es otra de las que ya se conocían así que prendió aún más de lo que ya de por sí había prendido la banda con las rolas. En el disco, personalmente, me encanta escuchar el brillo que le dio caldas al doble bombo, y el riff a media rola te deja con ganas de subirte al escenario y aventarte hacia el público. tanto así que varios lo hicieron a lo largo de la noche, y claro, alguno que otro lo hicieron durante esa rola. Y luego el solo de Matt hacia el final... esa rola tiene todo para ser un clásico de Voltax en el futuro inmediato.

Siguieron con Magick, la séptima en el disco y sexta en el set de esa noche. Esa es quizás la rola que cambia entre el disco y el estudio.

Se me vino la tarde encima, como en aquellas series de los 80. Esta historia continuará...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey migraña no sabes si Paul Dianno va a ser fecha en el df en su gira de despedida?

Anónimo dijo...

Realmente quiero ir a Spiritual Beggars pero con el anuncio de Black Sabbath esta cañon, no regalaras boletos o algo para Spiritual??

Anónimo dijo...

No es mala onda, me gusta Voltax, pero no me ciega el fanatismo: simplemente en vivo no mejoran.

Ya me cansé de justificar malas actuaciones con el pretexto de que la culpa es de los ingenieros o de la instalación de luz o del chupacabras... Creo que le echan muchas ganas -se agradece- y nunca se han destacado por ser músicos virtuosos, pero no es posible que después de tres discos los solos no mejoren ni un ápice.

Anónimo dijo...

Yo en lo personal prefiero el primer disco de ahi como que han ido decayendo