No Metal: La Barranca

Diría Luzbel en el fantástico Pasaporte al infierno: "Somos los hijos del metal". Y es verdad, me considero un hijo del metal. Pero también, desde hace unos 15 años, ferviente apoyador del rock nacional. Metal o no metal, el rock hecho en México ha tenido grandes exponentes, y de algunos puedo presumir "cierta" amistad.

Yo era super malinche. Hoy no me da vergüenza ni admitirlo ni platicar mi historia. Tenía un amigo que jodía mucho con que era muy malinchista. Me decía que por lo menos debería escuchar a ciertas bandas y luego quejarme. Y me puso a Luzbel, Obús, Ángeles del Infierno (en cuanto a Metal) El Tri y Botellita de Jerez. Y caí redondito. Botellita es una gloria total. Luego, conocí a unos amigos que hacían tocadas de rock nacional. La primera vez que me invitaron fue a ver a La Cuca en la Casa de la Cultura La Pirámide, ahí en Periférico y Eje 5. Eso fue 1992 y de ahí pal real. Con ellos viví miles de anécdotas de todo tipo. Me toco ver el crecimiento brutal de Café Tacuba por ejemplo, que en aquellos días empezaba y hoy llena Palacios de los Deportes y cuanto inmueble le ponen en frente, en todo el mundo. Eran los años en que bandas como santa Sabina y La Casta (entonces era La Castañeda) comenzaban a tener cierto éxito. Y la verdad algunas me empezaron a gustar bastante. Así fue que conocí a Raxas, Gasolina Pesada, Tierra Ácida y varias más del metal de entonces, de las que ya no recuerdo el nombre. Fueron buenos años porque nunca salía lana, pero nunca te aburrías. Eran los tiempos de las giras "torta o chela". De pronto ya conocía a todas las bandas nacionales (buenas, regulares, malas y pésimas) y tenía buena relación con varios.

Tal es el caso de La Barranca. Entre las cosas que hago con mi vida, tengo con una socia una empresa de Prensa y Difusión que se llama Clandestinos. Uno de nuestros clientes es Dilemma por ejemplo, de ahí que de pronto me han visto perder el estilo en los foros de discusión de Mariscal Bisteces. Los conozco bien y aunque algunas veces la gente tiene razón en ciertas quejas, muchas veces no la tienen. En fin.

Clandestinos lleva la prensa de la última presentación de La Barranca en el 2006, será un concierto el viernes 29 de septiembre en el Lunario del Auditorio Nacional. Entonces, en el número de septiembre de Marvin que tenía como tema La Independencia, escribí mi nota acostumbrada de metal (es de Megadeth y el Gigantour, y está chida jaja) y una extra sobre La Barranca. El caso es que por la razón que sea, la nota de la Barranca no entró en la edición final. Así pues, porque me imagino que no soy el único metalero que además gusta de ciertas bandas de rock nacional (y si lo fuera, pues asumo las consecuencias jajaja), aquí dejo lo que debió aparecer en Marvin:

El fluir total de La Barranca

“Lo curioso es que el movimiento independiente creció tanto que ya hasta tiene nombre. Ahora le llaman indie rock, se volvió moda, lo etiquetaron” Así se refiere el legendario guitarrista mexicano José Manuel Aguilera al movimiento independiente. Lo suyo es de tomarse en cuenta, no es cualquier músico con voz, es uno de los pilares del rock nacional que comenzó una variada y exitosa carrera en 1987 con la agrupación Sangre Azteka. Tocó con Jaime López, formó parte de los Jaguares cuando debutaron con aquél rocanrolero disco El Equilibrio y fundó en 1995 lo que hoy conocemos como una de las bandas más exquisitas y admiradas de México, La Barranca.
La charla fue a propósito de su próxima presentación en el Lunario del Auditorio Nacional, un concierto que llevara el nombre de Fluir Total “porque el formato es diferente. El disco se llama El Fluir, y lo hemos presentado en conciertos eléctricos y acústicos, pero en esa noche no habrá división, será un concepto más global; estarán ahí las rolas en versiones eléctricas tanto como las acústicas. Descubrimos que el formato acústico nos permitía regresar a ciertos temas que normalmente no tocamos, lados B, rarezas” comenta Alonso Arreola, “y además estarán las canciones que todos los fans conocen y esperan.
No es fácil ser independiente. “Bueno, para nosotros el término independiente se refiere en esencia a hacer tu música fuera o al margen de la industria formal, de las casas discográficas transnacionales. En ese contexto La Barranca fue la primera. Es muy bueno ver que muchas bandas han seguido ese camino, La Maldita, La Casta, Santa Sabina, pero antes no era así, todas empezaron en sellos grandes. Ahora todo mundo ondea esa bandera y está bien, pero es importante que la gente sepa que no se trata de algo que comenzó hace tres meses”, aclara Aguilera.
La Barranca son cuatro individuos, y el hecho de que Chema Arreola y Alex Otaola participen poco de la charla no implica que sean menos importantes, asentir en silencio pesa tanto como las palabras. Alonso interviene nuevamente y aclara que “estamos conscientes a pleno de lo que hicieron otros antes de nosotros, como Rockdrigo González que distribuía sus cassetes por ejemplo. No nos referimos a ese tipo de independencia sino a la que te permite plantearte objetivos y cumplirlos a tu ritmo y dentro de tu posibilidad”. Abunda en el comentario José Manuel: “claro, no se trata de grabar tres copias de un disco y regalar dos a tus tías y vender una en el chopo. Creemos en la independencia pero al mismo tiempo debemos crear alianzas con distribuidores, con medios de difusión e incluso con sellos discográficos independientes. El concepto para nosotros tiene más que ver con el control creativo absoluto. Es decir, todo lo que involucra la creación de un disco. No sólo queremos el control de la música sino de la forma en que la vamos a presentar. Independencia significa decidir cómo vas a mostrar el producto desde el punto de vista artístico, qué vas a hacer con la portada, cómo y dónde lo vas a comercializar pero ejemplo. La Barranca es una banda que tiene voz y voto en el precio de sus discos. Claro, no es algo arbitrario, eso se logra con base en estudios, pero tenemos control sobre ese tipo de elementos, algo que muy pocas bandas han logrado.
Concluye Alonso que es obvio que hay ciertos niveles comerciales incluso dentro de la independencia, “estamos insertos en cierta maquinaria, y queremos vender discos. La diferencia radica en la forma de hacer las cosas.
La Barranca no está peleada entonces con la radio y la promoción por canales comunes. “Simplemente somos cuidadosos, si para entrar a la radio tenemos que ir a desayunar con el programador y hacerle la barba, comprar su criterio, pues no.
Otra característica de La Barranca es que suele acompañarse de bandas nuevas. “Hemos tratado de ser congruentes con nuestra ideología. De pronto puede ser incómodo compartir el escenario con otra banda porque debes cambiar de set por ejemplo. Pero invitar a bandas talentosas o que nosotros consideramos que pueden crecer es una manera de apoyar la escena. En la actualidad, si no es un festival con 50 bandas distintas, ya no ves que entre ellos se apoyen y compartan las tablas.El whiskey, la cena y las anécdotas que compartimos durante el reto de la noche indicaban que hemos escogido bien nuestros caminos. Cada quien en su tribuna, todos con visiones diferentes pero un propósito común: vivir como niños, divertirnos como adolescentes y tratar de ver las nubes negras como adultos. La Barranca es un lujo que debemos conservar y mantener para que nos dure muchos años más. Fluir total en el Lunario es la sugerencia, 29 de septiembre la fecha para volar. [Fin de la nota no publicada].

Nomás para cerrar el comentario me gustaría expresar el placer que me dio ver que son tipos super amables. Yo ya conocía desde antes a Alex Otaola (afortunadamente llevo muy buena relación con Santa Sabina) y a Alonso Arreola (además de músico, es periodista, y bueno). Y conocía de vista a Chema y José Manuel Aguilera, pero esedía, en la sala de Alonso, cenando y bebiendo me hicieron sentir muy cómod. Como pocas veces sucede (algún día les cuento la PESADILLA que fue tratar con Scott Ian por ejemplo). La mujer de Alonso es chef, y nos preparó varios platillos. Uno de ellos era una especie de sanwichitos en pan árabe rellenos de espinacas y queso. Formidables. Ojalá alguna vez la vuelva a ver y me cae que le pido la receta.

Por cierto, los chicos Arreola son nietos de uno de mis héroes literarios, el maestro Juan José Arreola (Q.E.P.D.) ¿Alguien recuerda sus participaciones en los mundiales y olimpiadas, en Televisa? Era un genio. Y luego, alguna vez me regalaron un libro que se llama Así hablan los que escriben, y la parte de Arreola es de lo más divertido, exquisito e ilustrador que he leído.

Por cierto, firmo esta nota porque este blog es "un paseo por la mente del Chico Migraña". Y en ese paseo de pronto hay más que metal.

Ch. Migraña