lunes, abril 23, 2007

Chac Mool.

Se muere abril.
Marvin cumplió la publicación consecutiva de 50 números. A mí me dieron la opoertunidad hace como 12 o 13 números. felicidades a ellos, a Ceci por el enorme esfuerzo.
Pero aquella sentencia de que a uno de los editores de música no le late elñ metal "porque no es para el público de Marvin" sigue dando vueltas en mi cabeza. Para mayo sale un texto de metal, para junio, pues yo creo que también. Se supone (hasta no escuchar no creer) que el viernes voy a entrevistar a alguien de Samael, y a alguien de Gotthard. De ser cierto, lo leerán en el blog y seguro en Marvin (para Playboy no estoy seguro, pero puede ser. Quería entrevistar a Steve Gaines, de Anger as Art, se la debo).
Pero mientras ese tiempo llega, el número de abril fue otro en el que el texto no fue metaloso. esta vez fue progresivo, nacional.
Cuando vean esta portada, compren el disco.

Yo conocí a Chac Mool hace muchos años en casa de un tío. El disco no era suyo sino de su cuñado "por eso no te lo regalo, porque un día se acuerda y me lo pide. pero cada vez que quieras, escúchalo". Era el disco Nadie en especial. Una joya.
Le debo esa reseña a Arritmia, espero que en estos días se pueda.
El texto está en dos partes. El que sigue es como se publicó, pero el archivo lo guardé sin darme cuenta que al final, una hoja más tarde, había guardado los primeros párrafos de lo que según yo, sería el inicio del artículo. Suelo no arrepentirme de lo quie escribo, pero en ocasiones raras como esta, cuando me veo confrontado con dos inicios diferentes, me surge la duda sobre lo publicado: ¿hubiera quedado mejor si...? Quién sabe. Ahí va:

San Chac Mool

Dice el dicho que “Santo que no es visto, no es adorado”. Esa frase tiene varias connotaciones, aunque en esencia es cierta. Para que algo o alguien sea recordado, debe estar presente, aunque sea en un rinconcito del subconsciente. Pero toda regla tiene su excepción. En la música, particularmente en el rock nacional, y puntualmente en el rock progresivo que lleva etiqueta de Hecho en México, Chac Mool es el mejor ejemplo.

Exótica, aventurera, llena de calidad y con todo un sistema represivo en contra, la banda nació por ahí de 1979. Inmediatamente causó sensación, aunque fuera en el contexto del rock mexicano, un concepto etéreo que para ese tiempo era tan difícil de comprobar como los milagros de los santitos. Claro, ese pequeño detalle, sumado al escozor que causaba el mero título de rockero en las buenas conciencias, a la casi nula intención de los sellos discográficos por apoyar bandas nacidas a la sombra del nopal y una proyección a futuro tan vaga como las apariciones de la virgen en cucharas y sartenes, impedían pronosticar la trascendencia de Chac Mool.

Pero una vez más, toda regla tiene su topecito, su curva que evita el choque de frente con una pared de negativas y malos augurios. En 1980, Chac Mool grabó Nadie en especial, su primer disco. En ese tiempo fue recibido con gran entusiasmo. Era la primera vez que una agrupación mexicana lograba un estilo tan propio. Claro, las influencias del King Crimson y Jethro Tull eran evidentes, sin embargo la construcción de un sonido particular, también. A ese disco le siguieron Sueños de metal (1981), Cintas en directo (1982) y Caricia digital (1984). Todos tuvieron su encanto, su magia y su aspecto innovador (Caricia digital por ejemplo tiene en la portada la única imagen a color que se conoce de “Toro salvaje”, cinta que se filmó en blanco y negro).

Los tres últimos son importantes, pero Nadie en especial es el que debería estar en el santoral rocanrolero. Es un disco casi perfecto, tiene todos los elementos que hicieron de Chac Mool un grupo insignia: excelente sonido, gran capacidad instrumental que nunca se transforma en carrera de virtuosos, cohesión, instrumentos atípicos del rock (flauta y cello por ejemplo) y un cúmulo de letras que hoy se pueden considerar fotografías del México de hace 27 años.

1980 fue el primer año de una década de transición. Eran tiempos en que la guerra fría estaba en su apogeo, en que una batalla nuclear era el temor de todos, en que la televisión se establecía como medio idiotizante por excelencia. Si El Tri es la banda cronista de situaciones y detalles particulares en diferentes épocas, Chac Mool era la banda que alcanzaba a ver el gran escenario. Ninguna de sus canciones apocalípticas o existencialistas son respuestas a alguna situación en particular, son en todo caso exploraciones crudas del sentimiento desolado y angustioso que permeaba a nivel mundial.

Desde la portada se sabía que era un trabajo diferente. Es difícil saber si la figura verde que adorna esa tapa es producto de la imaginación de alguien, o si de plano es la pesadilla surgida en un viaje con hongos. En su momento, ese disco rompió muchos mitos. Fue de los primeros creados en México que tuvo presentación tipo europea; se abría en dos partes, traía las letras impresas, mostraba una foto a color de la banda con el Anillo Periférico de fondo y el acetato era transparente. Todo un logro.

Pero el impacto de Chac Mool no se detuvo ahí. Contra viento, marea, prejuicios y prohibiciones, hizo de la Carpa Geodésica el lugar en donde era factible admirarlos en vivo. Porque la maravilla de su sonido y su sentimiento en disco podría ser, como en muchos otros casos, un mero espejismo. Afortunadamente para la historia, Chac Mool sonaba igual en directo que en estudio. Fue de las primeras bandas que de verdad se preocupaba por sonorizar de manera correcta sus presentaciones. Tal vez ese enfoque detallista, el hambre de hacer bien las cosas fueron los elementos que ayudaron a que el quinteto adquiriera estatus santificado.

Luego, el ocaso los alcanzó. Vinieron años de oscuridad. El Rock en tu idioma era una catarata de banditas sin chiste que normalmente venían de Argentina y España. El rock mexicano fue relegado al hoyo en el que había vivido tantos años, y Chac Mool desapareció del mapa, de la memoria y de los recuentos históricos. O eso se supuso.

Como buen santo pagano y subterráneo, el mítico Chac se mantuvo como la humedad, apareciendo en grietas y rincones, en las colecciones de los más “clavados”, en el recuerdo de los que lo conocieron. Así estuvo hasta hace algunos meses, cuando una caja recopilatoria de 25 aniversario juntó los cuatro discos originales, los transformó en réplicas en cd de los larga duración, con fundas de papel para guardar el disco y el arte original en cada acetato. Además los ofreció remasterizados. Y fue así que Chac Mool dejo de ser mártir y se convirtió en santo. La caja se empezó a vender como si todo mundo los conociera y recordara, como si un cuarto de siglo después, San Chac se mantuviera como la excepción a la regla, muestra de que santo que no es visto, si tuvo sustento en su beatificación, puede ser adorado. [Fin de la nota publicada en Marvin 50', con david Bowie en portada]

Luego me encontré esta introducción:

“Yo soy un alfa verde, y no estoy radioactivo, mi madre es la probeta, mi padre el matraz. En el mundo donde vivo, no hay hambre ni pobreza, y nuestro enemigo, es la pereza”. Más adelante dice “Cuando yo me siento triste y deprimido, yo prendo la tele y todo está bien, lo más importante es no pensar, me tomo una mandy y me pongo a dormir. Un mundo feliz”. Chac Mool era una banda que en ese tiempo exploraba lo que podría ser el futuro. Hoy sabemos e incluso condescendemos con la idea de que la televisión es más un distractor que un medio de comunicación. “Un mundo feliz” llamaba la atención sobre ese fenómeno, la tv, la indiferencia, la tecnología y la modernidad amenazaban con convertir a la gente en meros robots sin libre albedrío.

En “Bienvenidos al fin del mundo” ponían por delante el miedo generalizado a una guerra entre la entonces Unión Soviética y los Estados Unidos: “El destino de la humanidad, está en manos de algunos locos, que en su afán de odiar y destruir, el botón rojo apretarán. Las bombas de neutrón explotarán, nadie más vivirá, y en la soledad del infinito [Fin de la inconclusa intro]

Según recuerdo, esta intro no trascendió porque no recordaba bien las letras, y no traía la caja conmigo. Supuse que al día siguiente lo retomaría, pero por lo visto, al día siguiente empecé de cero. En fin.

Migraña Mool

Por cierto, hoy SANGRE DE METAL RADIO en www.rockconexion.com.mx

6 comentarios:

CHAD dijo...

Definitivamente me gusto mas la parte que incluyo en la revista. Fue mas con el sello caracteristico con el que nos tiene acotumbrados. Gran post.

Yo alguna vez vi en el 22 o en el 11 un programa especial de Chac Mool y, por los pocos segmentos que pasaban de sus canciones, me gusto bastante.

Despues me uni al ampa por un instante y le "tome prestado" un casette que tenia un amigo de mi papa. La cinta (original, por cierto) fue "Caricia Digital" y mis canciones favoritas fueron/son "Maquinas de Lujuria" y "Piel de Hielo."

Que ambientes generaban y que sentimientos despojaban. Me hubiera gustado estar en algun toquin de ellos para vivir esa gran experiencia.

Ahora solo quedan su mejro legado: sus grabaciones.

Gracias migraña por revivir este excelente recuerdo de mi "no-juventud" jejeje.

Saluches.

P.D. Tiempo despues juro que regrese la cinta.

Monsieur Ramon dijo...

Oye que buena onda! yo sinceramente no conocia a la banda pero dan ganas de hacerlo!! saludos mi querido Migraña y grazie mille una vez mas por los tickets!! todo salio a pedir de boca jajaja te debo unas chelas eh? no creas que se me olvida! un abrazo!!

NP.- "Shit shower" - Tenderness

doyman dijo...

Chale, yo esa caja recopilatoria la vi hace algún tiempo en un mix up y pendejamente no la compré. Sabes si aún la puedo conseguir??

N.P. Black diamond - Stratovarius

ValhallaWarrior dijo...

Desde los diez años yo me anduve escapando a "toquines" cercanos a mi lugar de residencia, Tlatelolco.

Era una búsqueda por ver a grupos "ya formados" y tratar de aprender de su camino andado.

Durante esos viajes sólo encontré a una bola de escuincles deseosos de subirse a un escenario y tocar "air-guitar" para sentirse aplaudidos y soñados, sucedía que generalmente lo que tocaban no se parecía al disco original en caso de ser un cover o las canciones originales eran una reverenda mamada.

En una de esas tantas escapadas y de buscar bandas que tocaran "decentemente" me topé con los primeros intentos del progresivo mexicano: Iconoclasta, Nobilis Factum y Chac Mool.

No recuerdo a quien vi primero, pero recuerdo que a Nobilis Factum los vi en el finado Foro Tecolote en Súlivan y a Chac Mool en la geodésica.

Qué bueno que podamos volver a escucharlos.

Saludos

Anónimo dijo...

Oye migraña, me puse a investigar sobre esta banda. Y tengo una pregunta sobre la caja que estan vendiendo. Oi que lo que venden son replicas, mi pregunta es si esas replicas son cds que se pueden escuchar en cualquier reproductor de musica???, porque oi que eran un poco mas grande que comparandolos con un cd de tamaño normal

R. L. dijo...

Hola, yo tenía como 10 años cuando salió "Caricia Digital" (qué nombre tan súper visionario), y desde la primera vez que escuché las líneas " ... rumbo a Cuernavaca van, después de insurgentear..." quedé hipnotizado por varias razones. Una, primordialmente por la música que acompañaba tan geniales letras; otra, por la voz del cantante (no es Jorge Reyes el que canta en el disco, ¿o sí? Perdón por mi profana ignorancia), y otra, por la imagen que generaba la descripción, por lo menos en mi cabeza. Yo nací y crecí en un pueblito en Puebla, valga la redundancia, y llegué a ir algunas pocas veces a la Cd. de México de chico, y luego, de adolescente, conocí a fresitas locales que iban seguido al DF y al regresar, trataban de emular lo que estaba de moda entonces. La imagen mental de tales fresitas (o sus equivalentes chilangos) pretenciosos "insurgenteando" en potentes motos, medio prepotentes, con nena fresita en la espalda, y después decidiendo ir a Cuernavaca, ya que los ánimos habían sido caldeados al sentir la potencia del metal entre las piernas, y el encuentro sexual con la nena (o nene bien) en turno se avecinaba en la infaltable casa fresita en Cuernavaca. Quizá todo esto pasaba más en mi cabeza que en la letra, porque hasta donde se, la letra variaba (en YouTube hay una versión con un cantante que lleva un casco, que definitivamente no es el mismo que canta en el disco, y que dice "... rumbo a la autopista van... ", que no me satisface tanto; por cierto, ese video en YouTube es una verdadera joya). Bueno, en fin, ahora vivo en EU y me volvería loco si pudiera tener el mp3 de la versión del álbum... ¿podrías tú, Migraña, o alguien más, ayudar a un esperanzado fanático? Saludos desde Austin, Texas.