Ozzy reseñita

Nombre: Chico Migraña
Edad: 36 años
Profesión: Periodista
Situación: Sufrió un F-Ch* que resultó en fractura de glenoides y luxación glenohumeral izquierda
Pronóstico: Lo reconstruiremos
Procedimiento: Osteosintesis de glenoides izquierdo mediante RAFI con tornillos 2.0, plastía tipo Putti Plat y reparación capsular, reinserción de labrum de glenoides.

Yeaaahhh, ya tengo mi propia cicatriz del rock. Lo mejor es la qactitud positiva, además no me queda de otra. La tarde había empezado más o menos normal. Desde mi trincherita de Palacio de los Deportes vi pasar a varios conocidos, saludé a varios glóbulos y escuché muy por encimita y de lejos al BLS. De haberse podido hubiera querido verlos, pero perderlos tampoco me quitaba el sueño. Más tarde estábamos ahí el Doyman y el Ponchito escuchando como Korn masacraba a Queen, esperando al Mai Sharona. Llegó, tomamos el puente de Churubusco y bajamos al Foro Sol. La banda del maíz todavía tocó como tres rolas más, pero para mí, esa era la noche de Ozy, lo demás era lo de menos.
Como media hora antes de lo anunciado originalmente, empezó el chou. Primero y como ya es costumbre, una serie de videos que muestran que The Osbournes fue un accidente y que Ozzy es perfectamente capaz de burlarse de si mismo. Minutos más tarde, I don´t want to stop. El primer super clásico llegó jubto con la segunda canción: “listen in awe and you’ll here him, bark at the moonn” con todo y coro de aullido de casi 22 mil personas. Esas dos y hasta la tercera rola las viví desde la valla de fotógrafos, a escaso metro de Ozzy. Se quitó una banda que traía en el cabello y la aventó, pero no llegó hasta el público, cayó justo en las manos del fotógrafo del Reforma. Los gandallas de seguridad se la querían quitar hasta que me dijo, “va, no es para mí pero tampoco para ellos” y la aventò al público. Quiero pensar que algún afortunado la tomó y supo qué era.
Siguieron espalda con espalda Suicide solution y Mr. Crowley. Vaya arranque. El resto del concierto me lo pasé junto a Ziggy Moondust, la que al final resultaría ser un ángel.
I’m not going away, otra rola del Black Rain que suena tristemente nu metal. Luego War Pigs. Cómo explicarlo: nunca he visto y creo que nunca veré a Sabbath con Ozzy, pero por mucho que Dio tiene una vocezota y la cantó en el 92, escucharla con Ozzy es sencillamente impresionante. Y la canta como es él, desafinado, lleno de gallos pero con toda la vocación de vocalista primigenio del metal en cada silaba. Los músicos le agregan un poco de lo suyo, y sin embargo War Pigs es un clásico tan imprescindible que alguna que otra variante no le afectan gran cosa. La constante entre mis contemporáneos hasta ese momento era la sonrisa. Estábamos ahí, frente a un Ozzy que de balbuceante y estúpido no tiene nada, energético, mal cantante, vivaz, mojando a todos y contento; cuarenta años después.
Oda al existencialismo, Road to nowhere es de las que nunca faltan desde que fue escrita. En el set list dice que siguió Fire in the sky, pero creo que no la tocaron. Luego un clásico más: “i’m going off the rails on a crazy train”. El solo de Zakk Wylde fue para muchos un exceso, para mí que soy vieja escuela fue sencillamente fenomenal. Más en una noche como esa, el solo tan largo era una especie de reafirmación: metal sin solos es como tequila sin agave, se puede hacer pero no sabe igual. Ligada al solo Iron Man. Ni siquiera trataré de ponerlo en palabras.
Debió seguir No more tears, pero esa también se la saltaron, aunque sólo `para dar pie a uno de mis temas favoritos de Ozzy solista: I don´t know. Ya para entonces había sacudido tanto las vértebras que mi cabello parecía sopa maruchan, y lo mejor estaba por llegar. Traía puesta mi playetra de Ozzy pidiendo aventón al infierno que me había regalado el tiernito Ramón y mis Dr Marten, poca madres pero incómodas. Estaba a dieta así que no podía beber chela, aunque ya me habían pichado un whiskey en las rocas. El audio estuvo bien casi todo el concierto, mucho más fuerte y claro que con Maiden (lo que una vez más prueba que un ingeniero de audio, por bueno que sea, si no tiene ganas de chambear o está borracho, hará sonar mal a cualquiera.El audio poara Ozzy era exactamente el mismo que usó la doncella) y el ambiente a tope. Si no me equivoco siguió Here for you. Era como la hora de las baladas, mismas en las que curiosamente Ozzy no sonaba tan desentonado así que se siguió con I don’t wanna change the world.
Regresó para cantar la dedicada a Sharon, Mama i’m coming home y cerrar con Paranoid. Y sí, como dice el Diablo Guardián, era una versión baja en calorías de Paranoid, pero cantada por Ozzy. Hace muchos años, unos vecinos de la calle de atrás de casa de mis papás hicieron una fiesta de patio. Tocaron toda la noche, es más, la banda se llamaba Enlatados. No me dejaron dormir pero todavía recuerdo a Fernando, cantante y guitarrista decir como a las 4 de la mañana: “por séptima ocasión, Paranoid. Y seguro la tocaremos más adelante, es Paranoid carajo”.
El resto es historia, y duele.

Quiero agradecer por sus visitas, mensajes, mails y/o llamadas a Ziggy Moondust (ella me llevó al hospital) y sin ningún orden particular, Shandi, Bucanerito Labastida, Mai Sharona, Mikkel, Gallo Ibérico, Abuelito Eyescream, Sabina, Canibal, Martín, Ceci Marvin, Alejandra, Gaby Zombie, Arthur Alan Gore, La niña grosera, Rox, Lily, Ricardo Rock Thursdays, Choby, Babas, Agüitas, Conejo, Almazanrock, Chelico, Zamudio, Tania NRM, Fede, Aboga 666, Sercho, Rafa, Marco, PP y todos los que pudiera olvidar en este momento. Gracias también a todos los queridos glóbulos que han dejado algún mensaje en este blog. Gracias al anónimo que cuando me caí me protegió en una especie de postura de oso, evitaste que me pisaran. Gracias a mi familia.

*Un F-CH es un fuerte chingadazo

The Six Million Dollar Migraine Kid