The Gathering

La Batalla de Metal 2011 tuvo sus momentos críticos. Una de las principales causas de conflicto suele ser el que las personas no hablan sus problemas con las personas involucradas, se involucran terceras partes y de vez en cuando se pierde el control. Eso pasó con The Arkitecht. Somos amigos, yo ando involucrado en la difusión de la banda de Dante, el vocal (War Kabinett) y como banda los admiro. Sin embargo, previo a ser los abridores de The Gathering fueron invitados a Tolerancia Zero, el programa de Circo Volador en Reactor. Ahí, Dante dijo que era una falta de respeto pára las bandas el pagar una inscripción y que el equipo del Circo fuera tan chafa. Dijo también que los patrocinadores no sirvieron de nada y dijo muchas cosas buenas también. Bueno, tomamos nota y trataremos de mejorar algunas cosas, aunque escucharlo me dejó bien claro que aún gente que está metida en el medio, como él, no siempre tiene clara la imagen ded lo que sucede tras bambalinas. Sí, hubo patrocinadores, pero ninguno puso dinero (por eso regalamos una guitarra por fecha y en la final regalamos tres guitarras y tres amplis). Sí, el equipo del Circo este año se puso rebelde, pero la verdad es que varias bandas sonaron muy bien, y todas tocaron con el mismo audio y a todos los equalizó el mismo ingeniero. Eso muestra que no todas las bandas tienen bien armado su numerito y que algunas no suenan bien porque no son tan buenas. Sí, se inscribieron muchas bandas pero también se generan muchos gastos. Es ahí donde la gente común e incluso algunos músicos y gente del medio no ven o no quieren ver las cosas, porque también es cierto que cada fecha cuesta, y que los días de provincia por ejemplo, que pusimos los boletos a 25 pesos y sin cobro a las chavas, perdimos muchísimo dinero.

Y sin embargo lo hablamos en persona él y yo, luego Genaro (el creador del concepto The Arkitecht) y yo y quedamos bien, como siempre había sido, como siempre debería ser. Y estuvieron ahí como habíamos pactado con The Gathering, y tuvieron a su disposición el audio y las luces que pone Dilemma en un show de Lobby. Y claro, sonaron bastante bien porque son muy buenos. Pero también sonaron de lujo en la final. Donde no fueron tan prolijos fue en las eliminatorias, llegaron a la final en décimo lugar y apenas un puntito arriba de la banda que quedó en décimo primero. ¿Qué quiere decir todo esto? que ya estamos en una etapa en la que se puede hablar abiertamente de estas situaciones sin hacer grandes dramas. A lo que voy es que la crítica constructiva siempre es bienvenida. Las anónimos y gente que se inventa sobrenombres para poder comentar y tirar mierda a lo loco y sin fundamento sigue estorbando, pero cada vez son menos y cada vez son más los que hablan, levantan la voz, se exprtesan y se quejan cuando lo creen necesario, pero con respeto y con elementos para su crítica. Así, bienvenida siempre.

Y les fue bien ese viernes lluvioso porque, insisto, son una muy buena banda. Agauntaron vara en la Batalla porque varios trolls los agarraron a ellos como blanco para insultos y estupideces, y se subieron al escenario y ahí demostraron que el proyecto es realmente sólido y bien hecho. Los 700 que estaban ahí, muy probablemente no los conocían, y al final de su actuación de 33 minutos les aplaudieron. No hubo abucheos, ni gritos insultantes para bajarlos. Como ha sucedido, creo yo, en el 100% de los casos desde que instauramos con Dilemma el poner abridores en sus conciertos que hayan salido de la familia de la Batalla, la gente los escuchó sin tanto prejuicio y al final admitió la calidad con aplausos y vítores. Que así sea entonces, porque con Therion por lo pronto habrá también bandas de la batalla.


Y claro, la gente estaba ahí por The Gathering. La cantidad de gente que vino a verlos esta vez fue dolorosamente menor a la que se dio cita la última vez que vino el combo holandés, y sin embargo estaban muchísimo más entregados que cuando eran el doble. Así lo comentaba Frank el tecladista con un miembro del staff al final del show, estaba extasiado por la respuesta del público y preguntaba si era sólo su apreciación o si era compartida: "nunca se habían antregado así a nosotros en México".
Ciertamente la noche tuvo su encanto. Personalmente mi mayor inquietud era escuchar en vivo a Silje Wergeland. Lo suyo como cantante de Octavia Sperati era bastante interesante, pero suplir a Anneke no sería fácil. Y no tanto por la cuestión física, que es bastante subjetiva, sino por la capacidad vocal. Anneke es grande entre las grandes a la hora de cantar, y por tanto el reto era enorme. Cuando publiqué la entrevista con René Rutten, lo que no puse fue parte de la charla informal que tuvimos antes de colgar el teléfono. Y un dato era que le pregunté si cantarían Strange Machines. me dijo que no sabía aún, preguntó si sería buena idea y aclaró que no era parte de lo que habían ensayado, pero que quien sabe. Al final no la tocaron. para mí hubiera sido la verdadera cereza en un delicioso pastel que regaló la banda esa noche. Y es que, yo soy fan de The Gathering en vivo. No me gustan tanto sus discos, me distraigo luego de un rato porque siento que falta un riff rompe costillas de vez en cuando, pero en vivo, cuando sabes que por 90 minutos los tendrás enfrente, en ese contexto me parece una banda impresionante.



Arrancaron puntuales a las 9 de la noche con Herbal movement. Silje toda de blanco (botas negras), igual que como dijo Rutten en la entrevista, se mostraba serena y con tablas. No será lo mismo cantar con una banda doom más bien subterránea como Octavia que hacerlo con The Gathering, pero ciertamente ayuda. Musicalmente, como siempre, la banda es una maquinita bien engrasada. Desde esa primera rola, viejona y clásica, dejaron ver que la noche sería como se esperaba, llena de grandes temas y mucha calidad musical. Siguieron con saturnine, y alguno por ahí, como mi querido amigo el gallo Ibérico decían que Silje imitaba a Anneke, que se movía como ella. Bueno, quizás, pero lo que es totalmente suyo es la voz, y ya para entonces había establecido que la tiene, en gran forma y que no se intimidaría con el nombre de su antecesora. Significa todo esto que canta re bien, y que de inmediato quedó claro.
Siguieron Shot to pieces y Rusty hands. Quizás en ese tiempo me encontré al querido Capitán Howdy, que me dijo, palabras más palabras menos "yo era de los que estaba renuente a venir, pero ya me está cerrando el ojo. ¡Qué buena voz tiene, qué bien canta!". En mi mundo su opinión es muy valiosa, es el tipo de fan que va mucho más allá con las bandas que le gustan, que se detiene en los detalles, que conoce sobre elementos que el fan más casual jamás se entera. Por eso, al saludarnos y dercubrir que ambos sentíamos más o menos lo mismo me hizo sentir que no estaba solo en esto. porque además, la gente cantaba todas las canciones, y ella sólo atinaba a sonreír, atónita, como no creyendo el coro de 700 que acompañaba su voz. Y esto lo menciono porque cuando el público todo se entrega así, es fácil perder la perspectiva sobre la banda en sí.




Leaves, A constant run, Great ocean road y Broken Glass. Para entonces, en elgún momento la gente había coreado el nombre de la cantante. Ella casi no habló, sólo sonreía, pero cuando corearon su nombre se conmovió notoriamente, y fue entonces que Marjolein salió al quite con un oportuno "canta muy bien ¿verdad?"



Inmediatamente después tocaron la rola más reciente que han grabado, Heroes for ghosts. Siguieron con In motion y Eléanor, y la gente seguía entregada al máximo. Sí daba la sensación de que era demasiada banda para apenas el lobby, pero lo9s tiempos cambian y así tuvo que ser. Por ahí alguien puso en los comentarios que es una banda de hueva, y es muy respetable su opinión, pero la verdad es que en vivo son deliciosos. Aunque no sea ya más metal y parezca más una banda experimental que hace rock con tintes de psaicodelia, de metal, de hard rock, de progre y que lo envuelve todo en atmósferas. No one spoke y All you are dieron fin a la noche, previo al encore. regresaron unos minutos más tarde ondeando tres banderas de México: dos enormes y una un poco más chica. Sonrientes y visiblemente conmovidos tocaron On most surfaces (inuït) y Travel y dieron por terminada la noche. Me costaría mucho trabajo creer que alguien saliera decepcionado de ahí. Fue una de esas noches en las que no importó la cantidad sino la cantidad. Estuvimos los que debíamos estar y ya, no importa si se llena un lobby o un Foro Sol, esa fue una de esas noches en las que al final del concierto lo que quieres es el abrazo cachondo de tu pareja nomás para que todo sea perfecto, porque a nivel musical, esa hora y media fue de diez.