miércoles, enero 25, 2012

Mátame con tu música, revíveme con tu poesía. Reseña My Dying Bride.







Lo siento mucho por los fans de Moonsorrow y Eluveitie, pero esta reseña es sólo de My Dying Bride. Y será así no por falta de talento de los demás en ese cartel, sino porque My Dying Bride es una fuerza sonora que aplasta todo lo que le ponen en frente. Sería injusto medio reseñar dos bandas cuando lo que realmente quiero hacer es tratar de sacar de mi alma lo que me dejó ver por fin a My Dying.
Los conocí con el disco Like Gods of the sun, y desde ese día quedé cautivado. Llevar el doom a esos valles medio góticos, medio death era algo que me parecía no sólo sobresaliente sino espectacular. Y ahí estábamos ahora, a las 10 de la noche de un sábado frío, el ambiente ideal para gozar ese tipo de música. Por esas cosas afortunadas en mi vida estaba junto al escenario, detrás de la cortina, mientras el staff Dilemma dejaba listo el escenario. Faltaba desmontar lel templete de la batería de Eluveitie, pero no se dejaba. Eran 10 en punto y una inquita manager, muy amable deecía "necesito que la banda esté en el escenario ya". Levantaron el templete, lo detuvieron unos segundos, suficientes para que My Dying Bride caminara de la oscuridad de ese mini pasillo a la luz de la gloria del escenario sin tropezar y dos minutos después de las 10, comezó a escribirse la historia.
Blanco y negro en sus ropas, pero eso sí, segundos antes de salir, en ese mismo costado con un migraña semi oculto, en silencio y sólo atestiguando, Aaron y Andy, los originales, cumplieron un mini ritual: saludaron de mano e hicieron un gesto con la cabeza (asintiendo) a cada uno de los demás músicos de su banda y le dieron un cariñoso y respetuoso beso a su bajista. Yo lo entendío como una especie de "suerte, que todo salga bien".



Y entonces Sear me. Y de ahí en adelante ya nada fue igual. Muy cercano a lo que se respiraba en el ambiente cuando vino Celtic Frost (sólo que con mucho más gente), la gente estaba como en shock. Y si no en shock sí estábamos todos espectantes. No se necesitó mucho tiempo para que quedara claro que ese tipo de música ha sido muy pocas veces vivida en el Circo. El doom no es lo más popular entre los heavies, aunque paradójicamente es de lo más pesado que hay.
Siguieron con Bring me victory. Muy callados al principio, muy elegantes en su vestimenta, muy teatrales en sus posturas. Inmediatamente queda claro que Aaron (voz) es quien llevará la batuta. Hamish en su guitarra parece mucho más técnico que Andrew, pero éste es el que crea y toca esos riffs que parecen pedazos de almas torturadas tomando vida en forma de notas musicales. Y mientras eso sucede, la bajista y el baterista proveen de una base tan pesada como las noches de insomnio de los que padecen el mal de amores, o quizás de aquellos que nacieron en contra de su voluntad y se ven obligadfos a vivir, cuando quisieran más bien descansar por siempre en la oscuridad de un abismo.



Luego fue From darkest skies, tétrica, hermosa, tan oscura como la pena del mal amor, o quizás, como la misma canción lo dice, perfecta para "un alma torturada". Luego fueron Catherine Blake y The whore, the cook and the mother. Y la noche caía encima de todos pero no era una velada común. Se puede decir que no había espacio para el headbanging de hélice, frenético y vertiginoso, aunque eso no quitó que muchos dejaran caer sus cabezas hacia adelante, como si les pesara mucho y ahí, en sincronía con los recuerdos dolorosos de cada quien, despacito, al copás de la batería desgarrada moverla un poco. No era entonces un concierto para dejar volar la mata sino para dejarla caer suavemente, como si nos asomaramos en un riachuelo calmo de aguas ennegrecidas por la falta de luz y quiséramos con la punta de los cabello0s lamer su desesperación. Y es que en esa manera de acercarse a lo depriemente también hay espacio para el cinismo, porque finalmente el mal de amores causa también rabia, y esa puede salir del pecho de maneras crudas:
"Mi semilla ha pasado para tí
ahora somos uno
es para tí, sólo te la daré a tí
(pero sólo si estás ahí)
Sólo tú. No hay nadie más para mí
(hasta que algo mejor llegue)
Sé mía, sé mía para siempre
(hasta que esté hasta la madre de tí)"
Yo hubiera querido que con la siguiente cerraran la noche, aunque ponberla a medio camino del show sirvió para saber que mi piel medio arrugada y m,anchada aún es capaz de volverse un caminito empedrado lleno de pequeños bultos que muestran que aún corre sangre por debajo. Fue la canción con la cual los conocí y hubiera querido escucharla acurrucado en el regazo de ella que hoy me ilumina, pero no estaba ahí. No impórtaba porque con el correr de los riffs y m,elodías de la rola, al cerrar los ojos, sentía la presencia. Porque My Dying Bride también es capaz de hablar de un amor tan profundo que rompe con el temor de la muerte, no todo es miseria y decadencia, hay veces que vivir es como caminar por un túnelo, y piuede y debe ser oscuro, húmedo y silencioso por momentos para que cuando se aparezca la luz, su brillo no sólo reconforte sino que también caliente los fríos huesos que se olvidaron del alma. Like Gods to the sun es una poesía tan sencilla que se convierte en intrincada y maravillosa, porque las líneas que expresan la historia se pueden convertir en ondas sobre el agua cuando entras en ella.
"Abre tuis brazos y abrázame con cercanía
no me dejes caer
Enredado en tí, me reconfortas
podría morir aquí.
Me llenas con oscuros pensamientos sobre tí
el Diablo me habla cuando me tocas
mi lujuria arde dentro de tí
Y ardemos como dioses del sol
el paraíso palidece comparado contigo
nunca más estaré solo
nuestro mundo no cambiará por nadie
y así mientras nuestras vidas se extinguen
nosotros yacemos juntos y escuchamos nada"



Siguieron con The prize of beauty y regresaron al Like Gods para ofrecer For you. Y para entonces Aaron había llevado sus manos al rostro como si le doliera la vida, se había tirado al piso y se había acurrucado en posición fetal como pidiendo amparo a los regidores de la no luz, se había hincado pidiendo perdón a la belleza y la noche, había clavado la mirada en un punto en medio de la nada, aunque no pudiera ser porque la nada nada es. Impresionante en su trabajo como hilo conductor de la increíble música que crean sus compañeros, era como ver en un concierto de rock al personaje de la Dragonlance Raistlin Majere, aquél mago túnica roja que se convierte en túnicanegra no por maldad sino9 por desafiar a loos dioses y convertirse en uno. Y como él, Aaron guarda en el fondo una increíble pasión y un gran romanticismo, pero de alguna manera parece que lo esconde de los ojos del mundo para que sólo algunos cuantos puedan entender lo que hay debajo de las capas de angustia y paranoia.
Siguió She is the dark, una épica en la que el personaje femenino de la canción podría ser una terrible enfermedad, o una guerra o la muerte o una mujer como tal, cargada con la desgracia de portar el desgarro de la mortalidad. Una belleza lírica y musical que quedaqba como gota de agua en una taza pintada con pasajes desolados; una hermosa melodía de muerte tocada en un sitio que por viejo y misterioso es justamente hermoso y mágico. Y se acercaba el final con Cry of mankind. Ya para entonces en elgún momento habían tendio algún problema técnico. Por lo menos eso dijo Aaron en el micrófono: "Tenemos un pequeño problema técnico. Y en este momento es cuando un buen frontman cuenta algún chiste, es sólo que yo no soy tan simpático". Hasta en el momento de romper el hielo asoma su visión envuelta en terciopelo negro de lo que debe ser lo normal. La verdad es que si hubo algún detalle técnico se enteraron sólo ellos, porque la pausa fue de unos 30 segundos nada más. Entre el público el sonido era impresionante, fuerte y claro. Se distinguió cada nota del violín, cada suspiro del cantante, cada detalle de las guitarras y la apabullante pesadez con que se sostenían el bajo y la batería. Fue un concierto perfecto, y más para quellos que esperaron lo que pareció una eternidad para finalmente verlos en vivo.
Y en ese contexto de eternidad, cuando regresaron para tocar el encore Aaron dijo que no pasaráqn 20 años más para que regresen. Ojalá.
Empezaron la marcha del adiós a la noche con Your river, y siguieron con My body a funeral:
Deep in the misery
Of my long arms, weeping
I cradle your tired head
This moment for the keeping
Her hand raised from the shadows in silence
Like a dying victim of a biblical plague
A strange mix of innocence and horror
Gushed from her red rimmed and swollen eyes
Resentment conquers sympathy and I turn my back
Her burning stare, like a minute blazing suns
Roars into the back of my head
And I simply move away.
Con The dreadful hours llegó el final. Hubiéramos querido que los sollozos existenciales de esta impresionante agrupación se extendieran por toda la ncohe, pero también en los caminos del rojo carmesí bañado con las gotas negras de la trsiteza debe haber un alto, un momento de sosiego, un final.
"Yo reclamo tu vida en esta noche
a la vista de tu propio Dios".
En la canción, el que va amorir no lo hará con serenidad, lo invade el miedo y lo aprisonan los recelos de no saber qué pasará. Para nostros que estuvimos ahí, esa muerte era el último trago de un whisky bien cargado que deja el vaso para meterse en la sangre e invitarnos a soñar.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Migraña,

Te vi en el concierto. Estabas en la parte derecha de las gradas y ya te veías medio pedón jaja

Manuel dijo...

Buena reseña, me perdí el toquin por no ser gran fan, pero se ve que estuvo excelente. Chido por la banda que asistió, se asegura que mas bandas de este calibre regresen a México. Chingon por apoyar la escenita...

ivan619 dijo...

excelente reseña para tan excelente concierto y tan perfecta banda.... que mas puedo decir sobre ese concierto .... solo los que estubimos ahi lo pudimos experimentar..... ahh por cierto fui el que te hablo en el lobby de el circo v antes de que tocara MDB xD haha cha ya andaba algo pedo... pero la pura banda migraña xD chido!!....

Tatthrone dijo...

Por poco no voy, afortunadamente puede hacerlo, chingonsisimo el concierto y poca madre la reseña, a mi también me recordó la vibra que se sintió con Celtic Frost.

Anónimo dijo...

excelente de verdad, me hiciste recordar cada momento!, ojala no pase tanto tiempo y vengas a mas lados del pais, porque para los del norte nos quedo muy lejos, aun asi valio la pena el viaje, Saludooms!