jueves, marzo 22, 2012

Iced Earth, reseña

¿Vieron ya la película de Liam Neeson, Un día para sobrevivir?
El lunes pasado queda como uno de los mejores conciertos de los últimos tiempos, sobre todo si te gusta el metal más tipo heavy, power con tintes thrash. Duro y a la cabeza. Iced Earth se traduce como Tierra helada, como todo lo que rodea a Liam Neeson mientras él y sus compañeros de tragedia tratan de sobrevivir en un bosque helado rodeados y acechados por una manada de lobos. Así se sintió por momentos el concierto de Iced Earth.
Pero vamos por partes.
El dato curioso es que llegué ahí a eso de las 3 de la tarde, afuera estaban los Disgrace y Edgar "Blass" Aguilar que les hizo el sonido. Estábamos platicando cuando vimos salir a parte de los Iced Earth. Lo curioso no fue tanto que se detuvieran en cada puesto a ver la merca, sino que nadie reconoció a Jon Schafer. O quizás sí y no se le acercaron por alguna razón. Ya desde ese momento quedaba claro por ejemplo que los inexpresivos (fuera del escenario) Disgrace estaban tranquilos.
Llegó la noche, parecía que sería una de esas noches de no tanta gente, había poco movimiento, y sin embargo, en cuanto empezó a sonar música, de pronto, se veía bastante más personal del que aparentaba.
Lo primero que vale la pena destacar es por supuesto a los hidrocálidos de Disgrace. Se subieron al escenario (como todas las bandas abridoras) sin nada que perder y con mucho que ganar. El secreto está en no ponerse demasiado nervioso, pero también es cierto que si el público está de buen ánimo, eso ayuda. Supongo que eso fue porque en ningún momento de los 30 minutos que tocaron se escucharomn cánticos pidiendo a Iced Earth, demandando que se bajara la banda o cualquiera de las situaciones típicas que viven los abridores. Y claro, tener un nivel cercano a la excelencia ayuda. Yo estoy seguro que el 90% o más de la gente que los vio, no los conocía. Estoy seguro también que serán muy pocos los que después de verlos y escucharlos no dirán que lo disfrutaron. Por algo será que el año pasado quedaron en segundo lugar de la Batalla. Grandes, un orgullo haberlos visto ahí. Su set consistió de Chaos and violence, Mental disorder, Heaven's hate, G.S.S.D (God and Satan Suck my Dick), War harassment y Nation of decay. Cumplieron cabalmente con el propósito básico de las bandas abridoras: calentar a la gente, meterlos en el ánimo de un concierto de metal, tenerlos a punto para el estelar.



Y el estelar venía, en mi caso por lo menos, con algunos signos de interrogación. Debo aceptar que no soy el más fan de Iced Earth, que por eso mismo cuando Barlow se fue la primera vez y vino Ripper, yo no me sentí traicionado. Al contrario, creo que The Glorious Burden es sencillamente un discazo y eso es en gran medida por el trabajo y capacidad de Ripper. Barlow no hubiera podido con algunas de las notas de ese disco. Pero esta vez ni Barlow ni Ripper, venían con un cantante de death que realmente se conocía poco, Stu Block. A mí me daba curiosidad verlo y escucharlo y terminé impresionado de su impresionante trabajo. pero de eso, poco a poco.
Empezaron con Dystopia, como era de suponerse. Desde el instante en que tomaron el escenario quedaron claras dos cosas: los astros estaban alineados y el público estaría toda la noche como en la fiesta de sus vidas, y el audio estaba increíblemente fuerte. Lo primero que quedaba bien claro era que es una banda de escuela gringa: todos vestidos con cierto toque individualista pero a la vez todos en armonía con un concepto. Todos llevaban mezclilla clara en los jeans por ejemplo, todos llevaban un chaleco que detrás traía algún parche de Iced Earth, todos iban sin mangas. Visualmente hay concordancia, y además a lo largo del concierto ofrecieron dos o tres detallitos tipo coreografía que son absolutamente ensayados, y que además quedaron perfectos.




Siguieron con Angel´s holocaust y Slave to the dark. El público cantaba todas y cada una de las frases, y era notorio que Stu no tenía mucha experiencia con un público tan entregado. Y aclaro que no significa que se viera nervioso, se veía sorprendido, la palabra quizás sea conmovido. Apenas iban tres rolas y su voz ya había declarado sin decirlo "aquí tienen cabrones, un cantante de verdad". Riffs básicos, pasajes muy de "crunch", de esos riffs muy básicos que se pueden repetir y que a los pocos segundos crean una atmósfera, una pared de sonido. El audio estaba fortísimo, y al mismo tiempo estaba muy bien ecualizado. Se escuchaba cada toque de platillo, cada nota del bajo y cada riff rompe costillas con perfecta precisión. Esta es una de esas bandas que viajan con varias personas de staff, pero es también una de esas bandas que lo de verdad lo aprovechan porque su staff trabaja. El ingeniero de luces hizo un trabajo espectacular.
Sif¿guieron con V, Stand alone y When the night falls. Entre cada rola Stu hablaba. Habló mucho, dijo varias veces y en diversas formas que la energía que se sentía esa noche era especial. Habló de política también, algo que yo disfruto mucho de las bandas, porque puede no estar uno de acuerdo con lo que se dice, pero en mi libro hacen falta más bandas que se comprometan con algo, ya estuvo bueno de adicciones a la heroína y sexo fugaz para cantar en el metal. Con The Hunter, que por cierto viene en el set list escrita a mano en sustitución de Dark city, el Circo se caía a pedazos. La energía nunca decayó, en todo caso por momentos, (como en esa rola) crecía insospechadamente. Y luego "algo más oscuro, más malvado, no s atánico pero sí más malvado", Damien. Impresionante trabajo de luces, antes de iniciarla las luces robóticas pintaron de azul el escenario y formaron una especie de estrella de cinco picos. Bello de verdad, además de lo cabrona que es esa rolota. Ya para entonces el único pero grande era lo fuerte del audio. Y no es que uno chille, es un concierto de metal y se supone que esté fuerte, pero acá por momentos lastimaba, sobre todo cuando a Stu se le olvidaba separar el micro de su cara cuando hacía sus enormes agudos.
Anthem y luego uno de los momentos que yo más esperaba, Declaration day. El trabajo de Ripper, y conste que lo ví en vivo haciéndolo es casi de otro planeta. Es una canción increíblemente difícil por el rango de voz que se requierey porque no sólo es una parte en un tono altísimo, sino que hay que cantar en ese tono. No es pues un grito aislado, es una serie de oraciones completas que deben cantarse con una voz súper aguda. Stu ya había mostrado su enorme talento, pero este era el verdadero reto. Cuando vi a Iced Earth con Barlow, esa canción en concreto nomás no le quedaba bien. Bueno, Stu no llegó al nivel de Ripper, pero estuvo a un pelito, realmente casi ni se notó. Un verdadero grande el nuevo cantante de Iced Earth, si lo cuidan, la banda va a tener un segundo aire que puede durarles muchos años. Y claro, para mí esa es LA rola de Iced Earth jajajaja, así que yo estaba en total éxtasis.







Siguieron con Days of rage y Watching over me, otra que en la noche fue coreada con mayor intensidad, con todo y que, como ya dije, la intensidad de la gente estuvo ahí desde el segundo uno. En medio de todo esto hubo varios momentos emotivos. La banda traía una manta de buen tamaño con el logo impreso en blanco sobre fondo negro. En algún momento Schaffer estaba hablando, dijo algo que dio en el clavo (la verdad habló mucho y no recuerdo exactamente qué dijo) pero la gente se prendió y empezó a corear su nombre. Él, en un gesto atípico de su persona (tiene fama de engreído) calló a todos, se volvió hacia el logo y dijo "no no no, no coreen mi nombre por favor. ¿Ven eso de allá? es el nombre de la banda, coreen eso si quieren", y claro, la gente coreó el clásico "oeeee oe oe oeeee, Iced Earth, Iced Earth". Delirante en verdad. También sucedió algo parecido con Stu. Como toda la noche la gente coreó el oe oe, los riffs, las melodías y las letras, en algún moemtno en medio de un Iced Earth cantadito él dijo "¿qué les parece si mejor coreamos otra cosa? ¿qué tal Freedom (libertad)? y 1, 300 personas (según mi cálculo, no es cifra oficial) lo corearon. Por eso empecé escribiendo que quizás los astros estaban alineados ese lunes de asueto. Todo salió bien, tanto así que el encore, que sólo estaba planeado con dos rolas, contó con cinco.






La primera fue Dante's ingerno, otra joya de trabajo del inge de luces que pintó de rojo infernal toda la canción en un bello ir y venir de tonos sangrientos tocaditos con algún verde y algún azul aquí y allá. Seguía Iced Earth, pero la gente pedía y pedía a gritos más, así que hicieron una mini reunión sobre el escenario en la que supongo decidieron en caliente qué tocarían, y alargaron la noche con Burning times, Pure evil y My own saviour. La gente pidió Drácula hasta el cansancio y me parece que si no la tocaron fue porque no la tendrían bien ensayada con Stu, porque una noche de tanta entrega no y termina sin un clásico nomás por mala leche, y menos cuando agregan tres rolas al set. Lástima por quienes se quedaron con las ganas, hubiera sido la locura eso. Cerrraon con "Iced Mother fucking Earth" como la presentó Stu y cuando salieron del escenario lo hicieron agotados y ciertamente felices. Bueno, agotados a medias porque se dieron tiempo de mandar a su staff a escoger algunas chavas para darles pases de backstage jajajaja..
Una noche redonda, una gran banda y un gran público. Según yo no faltó nada, hasta la última gota en la botella de energía de esa noche, tanto por parte de Iced Earth como de su público, fue agotada. Y si de algo sirve para medir, el merchandise oficial se agotó completito, no quedó nada. Una noche mágica de esas que no suceden en cada concierto, y justo por eso se vuelven memorables.






4 comentarios:

David Romero dijo...

Buena reseña Migraña!
Yo no pude estar ahí (sigo frustrado) pero me da mucho gusto que haya estado tan chingón el concierto. Espero que el buen Rodrigo haya grabado el show para por lo menos tener el bootleg, ya que no asistí.
Y en el caso de Declaration Day, a mí en lo personal me gusta mucho más con Matt que con Tim. De hecho si checas el DVD Festivals of the Wicked te darás cuenta que Ripper no le da batería a la rola completa en vivo, y Matt sí.

El hombre de hielo dijo...

Ahi anduve, todo lo que comentas en cuanto a la calidad de la banda es indiscutible, la verdad pocas bandas en vivo como ellos. El detalle es que en lo personal el exagerado volumen me jodio la noche, y no es que sea delicado, hubo momentos en que de plano mis oidos no daban para mas y sentia algo asi como cuando "cartonea" una bocina pero en los oidos, trate con mucha pena en mi alma de alejarme un poco, me fui a las gradas y seguia sonando ya para ese momento insoportable, escuche casi todo el concierto con los dedos tapandome parcialmente los oidos.

Me sigue quedando la espinita de disfrutar un concierto de ellos al 100%, la vez pasada con Barlow en el Bulldog el set list fue espectacular, el audio espectacular, la actuacion de la banda espectacular, pero el lugar no dio el ancho, habia un sobrecupo muy cabron, era como estar en una fiesta donde todo el desmadre esta en la sala de la casa, y tu tratas de ver algo desde una recamara, un baño, un patio o lo que sea.

Anónimo dijo...

Simplemente uno de los mejores conciertos a los que ido, soy super fan de la banda y no me decepcionaron al contrario, superaron con creces mis expectativas. Y Stu, como dices Migraña, simplemente uno de los grandes, ojalá John no termine fastidiandolo o botandolo. Cierto el sonido estaba alto, pero, al menos para mi, fue un toque extra para terminar extasiado una de las mejores noches de metal que he vivido.

Job666

Venus and Mars dijo...

Bastante malo el sonido, ni un solo se escucho, por muchas ocasiones solo se escuchaba la bataca y a lo lejos los riffs, la voz terminaba por estar super atascada en muchisimas ocasiones, la iluminacion fue la de todas las bandas, el escenario lo mismo de siempre, perdon pero por 500 varos cada concierto y tener todos esos errores creo que no quedan ganas de ir nunca, que los organizadores pongan mas atencion a esos detalles por que saben que la gente o el publico por llamarlo asi, es fiel a las bandas y auqnue los pusieras en la calle o en el metro a tocar irias, pero tampoco que se comvierta en un abuso