martes, septiembre 24, 2019

Myrkgand, reseña del disco "Old Mystical Tales"


Myrkgand – “Old mystical tales”
Sade Records, 2019.
Por Luis Jasso “Chico Migraña”


Myrkgand es un proyecto unipersonal del músico brasileño Dimitry Luna. Musicalmente hablando es una mezcla de Folk/Death y Black y sus letras suelen ir en torno a temas de fantasía, monstruos, magia, leyendas, orcos, elfos, brujas, filosofía y más por el estilo. “Old mystical tales” es su segundo disco (el primero, llamado simplemente Myrkgand, fue editado en 2017) y fue producido por Roland Grapow, reconocido guitarrista con paso importante en bandas como Masterplan y Helloween. La característica ha sido que Dimitry toca todos los instrumentos, pero invita a músicos reconocidos de otras bandas para que pongan su granito de arena con algo de voz o algún solo de guitarra. En este caso, los invitados varían entre bandas como Blind Guardian, Cradle of Filth y November’s Doom hasta Trollfest, Vulcano y At Vance, entre muchos más.
El baterista en todo el disco es Kevin Kott (Masterplan, At Vance), y su trabajo es sencillamente fenomenal. Cuando se requiere velocidad y blast beats cumple sin problema, pero también lo logra sin mayor dificultad en cada quiebre y pasaje más melódico del disco. “Old mystical tales” es un trabajo que tiene un dejo de concepto, por lo menos en lo musical. Hay un riff que parece estar presente a lo largo de casi todos los temas, por momentos con alguna variante, pero distinguible, lo cual le da una sensación de atmósfera al disco, porque además es bastante pegajoso, aunque es ciertamente tipo Black Metal Progresivo. La producción en general es muy limpia, no se siente forzado ni sucio como algunos discos extremos, al contrario, ofrece una sensación de modernidad con toques de formato análogo.
Así, lo primero que escuchamos es “Of the blue fire”, un track veloz en el cual un destacado trabajo en el doble bombo marca el ritmo y que ofrece un buen solo de Ashock, guitarrista de Cradle of Filth), seguido de “Black thunders of Zyr”, tema que cuenta con la colaboración de Markus Siepen (Blind Guardian) en el solo de guitarra y Luiz Carlos Louzada (Chemical Disaster, Vulcano) en la voz gutural extra.


El tercer tema es “Foreseeing the future”, rola con la participación de Danilo Coimbra (Malefactor, Divine Pain) en el solo de guitarra. Una fiesta de blastbeats que además ofrece la voz de Dimitry doblada, lo cual genera un buen efecto.
Lo siguiente es “Aquariü”, una canción con varios pasajes que tiene a Vito Marchese (November’s Doom) en el solo de guitarra y a Antonio Araujo (One Arm Army) en el papel de voz limpia. El riff de inicio -porque esta rola tiene varios- aquí es más lento, pero tiene esa suciedad en la distorsión típica del Black. Tiene varios pasajes más melódicos que terminan por regresar a la velocidad y el riff que lleva el hilo de todo el disco. “Ghostwoods” por su parte muestra a Michael Meyer (Iron Angel) en el solo de guitarra. Es un tema en el que otra vez se deja sentir la santísima trinidad entre el riff, el doble bombo y la voz que sienta la base del sonido blacker, aunque en ciertas partes la tarola va un poco más lento, lo que le da un toque interesante y una atmósfera distinta. El resto de los riffs son más bien melódicos y ofrecen un interesante juego entre unos y otros. Aquí nuevamente la voz de Dimitry está doblada en ciertas partes; una es la clásica blacker, la otra es gutural.


En “Dunkelelf” el solo corresponde a Simone Rendina (Mortuary Drape). Aquí, los teclados le dan una atmósfera interesante a la canción, misma que tiene ese tono blacker, aunque el riff es más como rock and roll. Esta es otra canción que varía de ritmo y velocidad, aunque esta además ofrece un aroma sinfónico.
Sigue “Summoning the cryptic Daemonium”, con Rodrigo Berne (Tray of Gift, Tuatha de Danann) en el solo de guitarra y Renato Matos (Elizabethan Walpurga) en los coros para dar pie a la frenética “No ímpeto de fúria”, con solo cortesía de Claydson Melo de Pathologic Noise.
Para “Trolls filthy madfeast” se hace presente la voz de Trollmannen (Trollfest), quien aporta un excelente combo de voces crudas extra y el solo de guitarra de Dr Leif Kjonnsfleis (Trollfest, Manhunter). Se trata de una rola con otro tipo de melodía, más rocker que metalera, aunque por momentos los riffs suenan a banda folk y la batería se mantiene en perfecto frenesí.


El disco concluye con la épica “Chtonian Cyclops”, la más larga de las diez que lo conforman con una duración cercana a los ocho minutos. Aquí, Liv Kristine (Leave’s Eyes, Theatre of Tragedy) ofrece su enorme talento con la voz limpia, mientras el solo corresponde a Roland Grapow (Masterplan, Helloween). Otra vez el riff blacker lleva la batuta, pero con más de siete minutos hay tiempo para algunos d4talles, como un solo bastante largo, mismo que va de menos a más y que cuando culmina da píe a la entrada de Liv, quien para ese momento es acompañada por una pequeña cama de teclados.
En general se trata de un muy buen disco. La pléyade de músicos cumple perfecto con la idea global de Dimitry, es un disco bien pensado y en el cual cada parte de músico invitado suena real dentro del contexto de cada canción. Es decir, no se trata de poner nombres y que salga lo que sea, más bien se nota un buen trabajo de planeación.


Así, “Old mystical tales” es un muy buen disco, muy disfrutable, diverso y pesado. El tono general es crudo y en la cara, son rolas largas pero trabajadas de manera que casi nunca sientes el paso del tiempo, veloz y contindente, pero con sus pasajes un poco más calmos. Probablemente sea un eficaz anti estresante para esas horas pico en el tráfico o el transporte: lo pones, le subes al volumen y más temprano que tarde te encontrarás a ti mismo sonriendo e imaginando mundos fantásticos llenos de maldad y angustia, con momentos de luz y calma.


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