Ozzy

Maestro.
Aunque Sharon, MTv y él mismo se empeñen en negarlo o esconderlo. Ozzy es una de las figuras más relevantes de la historia del metal, y detrás de la locura de sus andanzas, de lo quijotesco de su anecdotario yace un ser inteligente y sensible.
Una de las formas más precisas de conocer a una persona es a través de lo que escribe. Y fuera de Black Sabbath, Ozzy ha escrito con su puño y letra la autobiografía de un icono cultural. Es cuestión de saber leer, o en su defecto de investigar, leer y sacar conclusiones. ¿Dónde se lee a Ozzy? en sus letras.

Ahí es donde ha quedado claro lo que pasa por su mente. Ahí, no en la patética imagen manipulada del abuelito temblorino y balbuceante que él aceptó vender en la televisión "real". Detrás de sus gritos de ¡Sharoooon!, detrás de toda la letanía de insultos y malas palabras que reparte a diestra y siniestra, Ozzy es una persona que ha vivido el infierno en varias presentaciones, y lo ha platicado con sus canciones.

Alcoholico reconocido, en tres de sus discos se encuentran mismo número de canciones que ofrecen un vistazo muy íntimo al alma de un enfermo por el abuso dionisiaco. No importa que la leyenda del murciélago sea más grande que él mismo; no importa la anécdota que lo muestra arrancando la cabeza de una paloma viva ante ejecutivos de un sello discográfico; tampoco aquella que platica Tommy Lee de Ozzy defecando en la alfombra de un hotel y luego embarrando su chiste en las paredes con las manos; o aquella en que para demostrar que era más reventado que Mötley, Ozzy "esnifó" una linea entera de hormigas. También resulta irrelevante o por lo menos secundaria la historia de él orinando en el Álamo, vestido de mujer; o aqella vez que harto de las preguntas en una conferencia de prensa se desvistió y se colgó de un candelabro. Ese fue Ozzy por muchos años. Un niñote que padeció un desorden llamado Déficit de Atención, que estuvo preso por robo antes de fundar Black Sabbath y que era el ídolo reventado de los Def Leppards. Cuenta Joe Elliot que bebían hasta ver quien tiraba a Ozzy, y nunca lo lograban. Incluso una vez en un elevador iban todos borrachos, pero Ozzy los venció una vez más porque decidió que si tenía necesidad de orinar, un elevador lleno de gente no lo iba a detener.

No es motivo de orgullo haber hecho toda esa clase de atropellos contra su persona y contra quienes lo han rodeado, y él mismo lo ha dicho. Pero es parte de lo que hoy lo hace una leyenda viviente. Y buena parte de sus locuras han pasado por culpa de su adicciòn al alcohol.

Ozzy ha analizado la vida del enfermo alcohòlico con una crudeza y sinceridad realmente admirables. Se ha quitado la piel y ha ofrecido dolorosos recuentos de su adicciòn. Ozzy es un verdadero poeta de lo oscuro y lo melancòlico. En Sabbath las letras las escribìa Geezer Butler, pero cuando Ozzy fue despedido aprendiò a llevar al plano de la expresiòn literaria sus angustias, deseos y sinsabores existenciales. El siguiente es un anàlisis absolutamente subjetivo de còmo ha llevado Ozzy su problema con el alcohol y de como a travès de sus propias letras se ha tratado de exorcizar. El texto original aparece en el nùmero 5 de Playboy Mèxico, en una ediciòn que tiene ya como 3 años. Està firmado igual por mì como Chico Migraña, pero està editado, y mal editado que es lo peor. La idea entonces era que Ozzy demostrara por sì mismo que The Osbournes era un paso idiota que sin embargo no debìa manchar el talento que tiene como artista. Si encuentro la revista, subirè el texto tal cual se publicò.

El primer ejemplo del Ozzy brillante y sensible, capaz de llevar al escucha al interior de su pena y su dolor llegò en 1980 con el tema "Suicide solution" del disco Diary of a madman:

"El vino es buena opciòn pero el whiskey es màs ràpido
el suicidio con alcohol es màs lento
toma una botella y ahoga tus penas
y veràs como se lleva todas tus mañanas

Malos pensamientos y malas acciones
estàs frìo y solo, hecho una ruina
creìste que podrìas escapar a la parca
pero no puedes huìr del guardiàn maestro

Porque sientes que la vida es irreal
y que vives una mentira
y luego preguntas desde tu ataùd si hubo vida despuès de nacer
lo que tu has visto podrìa ser el infierno en la tierra
el infierno en esta tierra

Ahora vives dentro de una botella
la parca avanza a todo galope
està alcanzàndote pero no lo ves
la parca eres tù, la parca soy yo

Rompes leyes y golpeas varias puertas
pero nunca hay nadie en casa
hiciste tu cama y te acostaste a descansar
pero estàs ahì quejàndote
¿dònde te podràs esconder? el suicidio es la ùnica salida
¿acaso no sabes de que se trata en realidad?

El vino es bueno pero el whiskey es màs ràpido...."

Por ese tema lo llevaron a juicio, acusado de causar el suicidio de un joven. La acusaciòn era estùpida y endeble y por lògica no pasò nada. La canciòn muestra a Ozzy màs angustiado por su condiciòn de alcohòlico que como un borracho irreverente y desobligado. Es desde mi perspectiva un canto a la vida, una palmada en la espalda o inclsuo un consejo de viva voz para detener el carro antes de llegar al precipicio.

Entiendo que para alguien la canción puede parecer paternalista. Creo que Ozzy siempre ha sido muy consciente de su estado de líder de opinión, y lo aprovechó para aconsejar aunque fuera de manera velada.

El segundo paso en esta trilogìa llegò en 1986 con The ultimate sin. El disco no es tan memorable en su conjunto aunque algunas de sus piezas son de lo mejor que ha hecho Ozzy solista. ¿Contradictorio? por supuesto, se trata de Ozzy!. La rola era "Secret loser":

"Atrapado en un cuerpo solitario
estoy perdiendo el control
no puedo expresar mis emociones
estoy perdiendo mi alma
¿Serà posible que estè obsesionado
con alimentar mi enfermedad?
no podìa hacer del dominio pùblico
las cosas ocultas que nadie ve

Perdedor, soy un perdedor en secreto...

Lucho en una pelea perdida
pretendiendo que gano
me arrepiento ante sagrados desconocidos
pretendiendo ser un pecador
lo ùnico que hago es esconder las heridas
donde la sangre no coagula
Nunca se pudieron llevar mi alma
porque simplemente no està ahì

Perdedor, soy un perdedor secreto....

Y aunque yo sea el perdedor
aquì nadie gana
no hay nada màs que alcanzar
las razones ocultas, ahora hechas pùblicas
se perdieron en el pecado
asì que escucha mi advertencia
el tiempo se agota
y te darè un buen tip
la verdad yace ante tì,
debajo de la superficie, no existo

Perdedor, soy un perdedor secreto...

Ver no significa creer
en realidad no significa nada
aunque parezca que es al revès
el perdedor se vuelve Rey
y puedo entender que lo que ves parece real
pero debajo de la superficie hay una herida que no logra sanar

Perdedor, soy un perdedor secreto...."

El alcohòlico da un paso adelante y se asume como tal. Pero Ozzy va màs profundo y le habla a sus fans casi en susurros individuales. Advierte sobre lo equivocado que puede ser poner en un altar a un enfermo, se desnuda con la verdad por delante y le grita al mundo que es un perdedor. ¿Todavìa parece el abuelito idiota de MTv?

En 1989 grabò No rest for the wicked. Ahì està "Demon alcohol", la joya màs grande en la corona del Ozzy adicto:

"Ya estoy harto de tus excusas
sè que no aguantas màs la vida
Yo te darè razones para continuar
mientras tu yaces en el suelo vomitando
Lavarè todas tus mentiras
y te mantendrè hipnotizado
hoy no habrà compromisos
compartirè tu vida de deshonra
creo que conoces mi nombre
y si no dèjame presentarme,
soy el demonio alcohol....
y te atraparè

Si pudieras lidiar con tu reflejo
seguro podrìas mirar a travès de mis ojos
no habrà necesidad de resucitar
bebamos a la salud de la gente que miente
Aunque una ya es mucho
sabes que diez no son suficientes
hoy no habrà compromisos con nadie
te verè perder el control
consumirè tu alma
y me presentarè contigo de una vez

Soy el demonio alcohol...

Estoy cansado y harto de tus salidas
me has abandonado una y otra vez
no me hables de soluciones suicidas
tomaste mi mano y aquì me quedarè
esta vez se trata de tì o de mì
pero yo nunca te dejarè salir
hoy no habrà compromiso con nadie
asì que satisfaz tu ansia
demasiado no es suficiente
dejame presentarme otra vez

Soy el demonio alcohol...."

En un acto de absoluta brillantez, Ozzy le da la palabra a la botella. Deja que sea ella quien exprese este sentimiento de horror ante la incapacidad de salir adelante. Coloca al alcohol en el nivel divino de los demonios y una vez más se deja caer sin resitir. Hoy sabemos que la lucha contra la adicción va en favor del padrino del metal, pero la historia no por eso es menos conmovedora.

La botella no se deja intimidar, sacude al adicto y lo humilla, lo hace ver su suerte y lo hunde en el vómito de su desesperación. Gran disco que además narra las historias de Charles Manson (Bloodbath in paradise), de Jimmy Swagart, un evangelista televisivo que terminó en el bote por fraude (Miracle Man), entre otras.

Después, Ozzy no se ha vuelto a referir de manera directa a este tema (el alcoholismo) en los discos subsecuentes. Sin embargo dejó bien claro que detrás del señor con cara de idiota que pelea con el horno de microondas existe una mente brillante que ha recorrido lugares de la podredumbre espiritual que muchos ni siquiera alcanzamos a imaginar.

Y no importa que Sharon ensucie ese legado con claras y yemas de huevo, tampoco importa que seudo estrellas del rock que no habían nacido cuando Ozzy andaba inventando el metal con Black Sabbath se sientan con autoridad para criticarlo. No importa que acepte aparecer en el homenaje a la Reina de Inglaterra, que se ría descaradamente cuando platica la anécdota de George Bush que lo mencionó en un discurso oficial diciendo "está todo mundo aquí, hasta Ozzy Osbourne". No, definitivamente no importa que lleve varios años sin sacar un disco nuevo, sin cambiar el set list de Black Sabbath y sin arrojar televisiones por la ventana de algún hotel. Y no importa porque Ozzy es una figura que está en el corazón de millones de habitantes del pueblo del metal. Y cuando alguien está ahí, nadie, ni el Salón de la Fama gringo, ni MTv, ni Bruce Dickinson pueden quitarlo. Ozzy es un patrimonio cultural del metal y como tal se le debe respeto y admiración. Por lo menos en mi caso, así es. ¡Viva el rey!

Chico Migraña