


Para el Sautheron:
Ya se acercaba el final de la noche, el famoso frío regiomontano ya se dejaba sentir y francamente, ya todos estábamos cansados. La perspectiva de que todavía faltaban UDO y Blind Guardian ayudaba sin duda a que los ánimos no decayeran.
Por diversas razones que ya comenté antes, cuando Accept tocó en el Wacken 2005 yo no los pude ver. Lo más que logré fue escuchar tres o cuatro rolas mientras caminaba desde el campamento hacia la calle principal del pueblo. Era pues una especie de deuda pendiente. Poco antes de que empezara el show, estábamos por ahí el Mai y el Migraña platicando con el "Abuelito carnitas". Estábamos en el intercambio de opiniones del tipo "este cartel en el DF igual no jala tanto, aunque en Europa sería estelar" y demás, cuando anunciaron a UDO. Ya no recuerdo las palabras de introducción, pero sí recuerdo y bien claro que luego de verlo el viernes en la pre party, yo no creía que pudiera montar un concierto de 80 minutos y del tamaño de su legendario pasado. Estaba absolutamente equivocado.
Primero que nada, el volumen. Que me perdonen todos aquellos que se preocupan por la sanidad y demás, ´para mí, metalero vieja escuela, el volumen es básico. UDO le subió por lo menos al doble de lo que habían mostrado los demás. En mi interior lo que vivía era una batalla sangrienta contra las ganas de hacerme para atrás y "cuidar" mis oídos" Finalmente pensé que para eso sirve tener el pelo largo, me lo dejé caer sobre los costados para amortiguar un poco el golpe sonoro y a disfrutar. Y sí, sé que dije que mi expectativa era mínima, pero arrancó con 24 - 7, una joya de su carrera solista. Dos minutos después de que arrancó ya andaba sacudiendo mata y vértebras al grito de "tweeenty four seven, twenty four hours seven days a weeek, tweeenty four seveeen".
Ya tenía tiempo que no sacudía el cerebro tanto como esa noche. UDO salió con su pantalón camuflado gris, camiseta y camisola negras y llevaba unos lentes oscuros. Y su voz, que maldita voz!!! intacta. Acabó la rola y aventó los lentes. Lo más curioso es que la gente no se dio cuenta hasta que3 de plano los lentes le cayeron encima a un chavo.
No recuerdo bien los temas que tocó, y francamente algunos ni los conocía. Y buenamente, la gente de MMF nomás nunca nos consiguió los set lists (espero que no me veten por el comentario jajaja, con eso de que me odian y que soy culero por lo de Slayer). Ahí andaba, con una sonrisa del tamaño del MMF, con un gusto del tamaño de un hijo del metal que recibe sus palmaditas de amor en la espalda, viendo a una leyenda total. La banda, excelente. Pero lo mejor estaba por venir. Alguien me había dicho que en una mini rueda de prensa, UDO había comentado que sí tocaría muchos temas de Accept. pero la historia demostraba lo contrario, a UDO le gusta tocar material suyo y combinarlo con algunos clásicos de su pasado, pero nada más. Así, en Monterrey no fue distinto, tocó mucho material solista. En esa idea yo estaba seguro que no iba a escuchar mi tema favorito de Accept, y en eso andaba, resignado pero feliz de la potencia del concierto, de los solos de guitarra, del punch de la banda, cuando se arrancan con "Metal Heart". El éxtasis era insuperable. Si bien Cathedral como un todo, para mí se llevó la noche, el momento mágico, el instante de placer casi sexual llegó con "Metal heart". hasta me lastimé el cuello jajaja. Es un placer ser metalero y tener a cinco metyros de tí a una leyenda y más cuando esa leyenda te canta un tema de ese calibre y en medio de una neblina de placer, asumes que la mirada que acaba de dirigir hacia donde estás tú fue precisamente para tí, y que mientras UDO invita a que cantes el coro, en realidad la invitación es personal. Y uno le contesta con todo el aire de los pulmones, los cuernos metaleros en señal de complicidad y un nudo en la garganta. Así nomás.
"The scaring fact was even told
Total confusion
They found the same nightmare
Heartbeats -- timebombs
Metal heart -- metal heart
Unplugged they're dying
Metal heart -- metal heart
Unplugged they die"
Cuánta verdad, los corazones de metal, desenchufados, mueren. ¿Será por eso que UDO tocó con el volumen tan alto? Claro, cerró con "Balls to the wall", pero el momento mágico, para mí, había llegado antes. Bravo UDO, demostró que el metal es atemporal, que la edad es mito y que a pesar de beber Vodka como un niño bebe Coca Cola, su espectáculo es de altísima calidad.
Así pues, tras el fulminante viaje Doom de XCathedral y la explosión sonora de UDO, el cierre venía con Blind Guardian. Para mí era un excelente headliner, aunque la realidad terminó por ser un poco distinta.
Primero, mucha gente ya se había ido. Estábamos en Monterrey así que no puedo definir si se fueron porque les daba flojera quedarse, o porque se termina el trabnsporte público (eso sucede siempre en el DF, el metro cierra a las 12:30). El caso es que mucha gente se había ido. Ahora, eso no significa que se viera vacío, estaba de muy buen tamaño la audiencia, pero se notaba el cambio desde, digamos Edguy, hasta Blind Guardian.
Esa era otra banda que yo nunca había visto en vivo. Y apenas en la segunda rola ya me estaban sorprendiendo agradablemente. Nunca imaginé que tocaran "Born in a mourning hall", y sin embargo ahí estaba. Pero UDO dejó todo en niveles altos. Mis oídos zumbaban y si no era en voz alta o casi a gritos, no escuchaba lo que me decía la gente. Y llega Blind Guardian y le baja el volumen. Ese fue para mí el primer error. Bajar el volumen significa también bajarle el ánimo a la gente. Luego su actitud. Son demasiado tiesos. Incluso el Mai, mega fan de la banda me dijo "que no mamen, parecen cansados y la neta está mal, si los cansados somos nosotros, no ellos".
Ahora, que no se confunda, son una bandototota. Tocaron perfecto, pero les faltó algo, ese "algo" que distingue a un headliner de una bandototota. Hansi Kursch estaba platicador, pero cuando se dirigía al público se tomaba un brazo, como si fuera un niño al que están regañando, como si le faltara confianza. Y habíamos tenido a gente como UDO, Lee Dorrian, Tobías Sammet y Glen Benton en escena, entonces su actitud tímida sacaba un poco de onda..
Cuando tocaron "Valhalla" la gente se prendió impresionante. Tocaron además varios clásicos como "Lord of trhe rings", "The script for my requiem" y "Mirror mirror", pero en general, el sentimioento era que les faltó algo. Al final, una vez más en la buena compañía del "Gallo" Germán García (las fotos son cortesía suya) terminamos viviendo en carne propia una de las atracciones turísticas de Monterrey: los taxis. Son peor que bestias, mil veces peores que un pesero gandalla del DF, son unas lacras y realmente ponen tu vida en peligro. Pero son el único transporte fácil y disponible a la una y media de la mañana. Terminamos otra vez en la Macro Plaza, cenando...sí, Choco Lala y un Cuernito Tía Rosa.
Migraña rayado.





Me fui a ver a Sadus con una expectativa enorme. Y tal vez ese fue mi error. Todo lo que tocaron que sonó a old school estuvo excelente, pero los temas que anunciaban como parte de su nuevo disco Out for blood nomás no me cuadraron. Dejaron de lado el thrash brutal por intros y atmósferas sacadas del teclado. No sé, será que Steve DiGiorgio es una leyenda, pero las bandas (en este caso trío) que recargan toda su creación y concepto en el bajo, a mí, me aburren un poco. Les quedaban como cinco minutos y yo debía arreglar bien mi acceso de prensa, así que me retiré un poco antes. Eso significa que no vi cómo les cortaron el audio, aunque me dijeron que Darren Travis (guitarra y voz) aventó el micro del coraje. Y con razón, eso no se le hace a ninguna banda.
Luego tocó Leaves Eyes, pero a mí nomás no me gusta, y ver a Liv Kristine no justifica una hora de su música jajaja. Iba de salida para buscar un Oxxo, y en el escenario chico estaba Vainglory. Me quedé a verlos para saber si no me habían gustado la noche anterior por malos, o porque estoy idiota. Bueno, tras 20 minutos me quedó claro que idiota no soy, así que la culpa es de ellos jajaja. Tampoco terminaron su set completo, se quedaron a dos rolas de terminar, pero a ellos les dijeron que terminaran, no les cortaron el audio. Lo más entretenido fue que Kate French traía un top estilo corsé de piel, pero le quedaba grande del busto, así que de vez en vez se le salía un seño. Se dio cuenta hasta que el guitarrista le dijo.
Seguía Deicide, una banda que yo nunca había visto en vivo. Brutal. Excelente. Entregada.
Luego llegó el turno de Obituary. Otra gran golpiza de brutalidad sonora. Por derecho propio, Obituary era una de las bandas más esperadas en el MMF. Fueron los primeros en colgar una manta detrás de ellos, con la portada de Frozen in time. El viernes en la noche, cuando por fin llegamos al Hotel, el Germán sacó una playera de su mochila y me dijo, “un presente para tí”. Era una camiseta con esa misma imagen. Así que anduve en el MMF con una playera de Obituary, y cuando empezó el chou se la mostré al guitarrista que tenía frente a mí, y me dedicó un Yeahhh con cuernos metaleros de postre jajaja. Yo los había visto una vez, pero no recordaba lo excéntrico que es John Tardy como frontman. Se mueve de un lado a otro del escenario con cara de angustia, como león enjaulado. Se aerca al micrófono con cara de vómito y se aleja, mueve la cabeza como negando, mueve los brazos como si quisiera matara a alguien. Es pues uno de los mejores en la escena death. Y luego la música, que gloriosa brutalidad. Ese estilo lento de hacer death, la voz inconfundible que no es gruñido ni grito, sino la voz de Obituary y la batería feroz fueron una de las mejores descargas de metal de este año. La única queja es que a mitad del concierto empezó un audio de lluvia, que se prolongó por minuto y medio sin que nada más pasara. Es decir, ellos estaban atrás del escenario, esperando, mientras del PA salía el sonido de una tormenta. Nunca lo entendí. Tal vez sea parte de algo y algún enterado de Obituary lo pueda explicar. Fuera de eso y de que entre rola y rola dejaban pasar mucho tiempo, el concierto fue genial. Ahí sonaron “Slowly we rot”, “Cause of death”, “The end complete”, “Insane” y “Blindsided” entre otras. Durante su show, los Deicide andaban por ahí detrás de la batería y en medio el público. También estaba ahí Lee Dorrian y los Sadus.
Llegó la hora de Edguy. Fue sin duda el momento en que más gente había, parecían headliners. La banda muy en su papel, con coreografías en ciertas rolas, con el Sammet corriendo, brincando, tirando patadas voladoras por todas partes y arengando al público. Creo que en esta ocasión, el humor le falló. Primero leyó una carta medio boba que decía más o menos “Tobi, te espero en mi hotel para que me muertes tu enorme pistola” y bla bla bla ”firma Pedro”. Eso cayó bien, pero luego dijo que ahora entendía porque le decían que Monterrey era famosa por que tiene muchos gays. El silencio fue absoluto, y quedó bien claro que esa parte de la broma no era ben recibida. Quiso componerle diciendo que “bueno, la verdad es que a nosotros nos dicen putos también, si lees Blabbermouth verás que todo el tiempo nos llaman banda gay, pero es mentira, somos heterosexuales. Bueno, todos excepto el baterista”. Eso alivianó un poco el rollo, pero luego empezó a decir que “mañana (el domingo) estaremos en el DF (abucheo generalizado, jajaja) y vamos a tocar más canciones y tendremos un show más espectacular” ya la gente estaba con cara de incertidumbre, porque la neta el choro del sammet no venía al caso. Una vez más lo quiso componer y dijo “Monterrey, les digo esto porque cualquiera que vaya mañana al DF y lleve su boleto de hoy (sábado) tendrá un descuento especial”. Eso por supuesto no era cierto. Total que aparte de sus burradas, el concierto estuvo muy bueno. Tocaron entre otras “Babylon”, “Superheroes”, “Tears of a Mandrake”, “Mysteria” y “Avantasia”.
Siguió Cathedral, que, para mi humilde opinión, se llevó la noche. Y sé que muchos creen que el ganón fue UDO, pero Lee Dorrian, Garry Jennings, Leo Smee y Brian Dixon no tienen nombre. Lo suyo es doom maldito, pesado y directo al grano. Imagino que mucha gente los vió sin conocerlos, y muchos más aprovecharon su presentación para salir a comer. Pero eso no importaba, Cathedral es un monstruo, Lee Dorrian es un gran líder. Con su figura delgada, medio encorvada y con el pelo lacio te recuerda necesariamente a Ozzy.














