Verano bizarro

No he tenido tiempo de mucho. Están pendientes la nota de Megadeth y la ONU, una entrevista muy entretenida que tuve con Jerry Only de los Misfits y otras cositas. Pero no serán hoy, así que mientras, dejo esta que es la nota que está publicada en Marvin verano (julio/agosto). Ya escribí y publiqué aquí de Celtic Frost y reverend Bizarre, pero esta nota es distinta. Ojalá sirva de entretenimiento de aquí al lunes. El martes me voy al Wacken, así que trataré de escribir algo ya estando allá.
Voy a entrevistasr a Bobby "Blitz" Ellsworth de Over Kill el sábado que viene. habrá también una congferencia con Tobbias Samett sobre Avantasia. En fin, habrá de que hablar.


Verano bizarro, verano escarchado

El verano es caluroso y húmedo, como la intimidad de una mujer. Caluroso y húmedo, propicio para las pasiones desbordadas, para mitigar la sed de éxtasis en sorbos de lujuria. Caluroso y húmedo, resbaloso y dulce. El verano es mojado y violento, y cuando la lluvia sede al sol, se vuelve vaporoso y seductor.
El verano traerá con su extravagante ritmo la noticia de dos bandas tan distintas que comparten muchas cosas en común. Una muere dando vida, la otra vive sobre un escenario mexicano por primera vez en su historia. La una fue decadente y mísera, pero determinada y real. La otra es tétrica y oscura, legendaria por su trascendencia subterránea. La una es Reverend Bizarre y tocó doom metal como nadie más en la historia. La otra es Celtic Frost y toca un tipo de metal que en todo caso es así como el nombre, una escarcha celta.
El reverendo bizarro era un trío finlandés que tuvo un plan de vida, inconcluso al final del día. Nacieron con la vehemente inquietud de que las masas conocieran la majestuosidad del doom metal, ese sub género del metal que navega en botes de desesperanza, que se baña en las aguas de la desolación, que se rinde ante la existencia y la miseria del vivir. Lo hizo por más contradictorio y reducido que el término doom metal puede ser al manifestarlo como algo dedicado al consumo de las masas.
Cuando sacaron su disco debut, un EP llamado Slice of doom lo hicieron acompañándolo de un manifiesto: "¡Escuchen! Reverend Bizarre es la primer y única banda del auténtico doom tradicional de la vieja escuela. A la ciudad de Turku (pequeña, industriosa y sureña ciudad finlandesa) parece importarle poco saber de buenas bandas del viejo estilo doom de los 70 y 80, así que nosotros estamos buscando la manera de hacer que su música sea escuchada masivamente en la escena metalera. Una manera de hacerlo es promocionando nuestro nuevo CD (que más bien era un demo), Slice of Doom, que se está enviando a compañias de discos con la esperanza de lograr un contrato. También es necesario contactar a todos aquellos que sepan hayan sobrevivido a la oscuridad en que se encuentra el doom. Reverend Bizarre trata de viajar en la vena del autentico metal sabbatthesco como lo hacen Saint Vitus, Pentagram, Witchfinder General, The Obssessed y otros. ¡Pureza es la clave! El principio que nos rige es que las reglas exactas te dan un espacio musical en el cual desarrollar tu propia expresión. El corazón de esas reglas es la Ley: ¡Doom, hágase tu voluntad!". Anunciaron también que grabarían cinco discos y desaparecerían. El 8 de agosto de este año, en pleno verano, saldrá a la venta So long suckers, tercero en su historia, último en su vida. No habrá gira, no habrá nada, sólo oscuridad y tristeza por perder a una de las grandes glorias de lo extremo, de lo desahuciado. Nunca más la música lenta y dolida enmarcará letras como “juegas con cosas malvadas, pretendes ser un mago, pero no conoces nada sobre el mal, apenas eres un pobre idiota. Te diré esto, yo he visto al príncipe de la oscuridad y no es algo con lo que quieras jugar, es mucho más fuerte de lo que nunca creíste. Algún día lo entenderás, aunque ya es tarde porque él tiene tu alma, y no hay marcha atrás”
Dos días más tarde, génesis. Tener la oportunidad de atestiguar a Celtic Frost en vivo es una de las experiencias más sobrecogedoras que existen. La banda hace música tan auténticamente despreocupada, tan alejada de normas y clichés, tan descaradamente ofensiva para el buen gusto colectivo que es fantástica.
Con ese concierto cierran el ciclo vital de Monotheist, un disco que dividió tantas opiniones que se convirtió en clásico instantáneo. Es una banda que obtuvo el permiso y la aceptación del artista plástico H.R Giger para usar parte de sus obras como conceptos de portada de sus discos. Esa unión simboliza un poco lo que Celtic Frost representa, una banda que no se atiene a ningún convencionalismo, que no teme explorar y mucho menos no ser entendida. Celtic Frost vive porque el mundo es contradictorio y desgarrado, y dentro de esos desgarres hay vida, arte y pasión. Celtic Frost vive aún y mostrará su impresionante despliegue musical en México, asiento pagano de grandes culturas.
Celtic Frost vive, y viene con Amon Amarth. Noche de metal vikingo por parte de Amon y de metal sacado de la entraña, del existencialismo, de la pus, del cuestionamiento vital por parte del Frost.
“Todo está frío y congelado, congelado el mar, congelado el cielo. Congelada es la muerte, pero yo no puedo morir. No puedo morir., como las cascadas, para cubrirlo todo, y todo es frío, y frío es todo. Todo es frío y frío es todo. Frío. Congelado. Congelado está el cielo y congelado está el infierno. Y yo estoy muriendo dentro de esta concha humana viviente. Soy un dios moribundo, vuelto carne humana. Soy un dios moribundo. Congelado mi corazón. Congelada mi alma. Congelado mi amor. Soy un dios moribundo, vuleto carne humana”.
Que descanse en paz el reverendo bizarro, una vez completada su misión de rescatar al doom de la modernidad mortuoria. Larga vida a Celtic Frost, atestigüemos la coronación de los malditos en el Circo Volador. 10 de agosto. [Fin de la nota publicada].

Migraña a las carreras