Bella durmiente bajo un hechizo de luna

Su nombre es femenino, representa a una diosa/monstruo primitivo perteneciente a la mitología babilónica, las referencias a su quehacer se encuentran en el poema épico Enûma Elish. Ella es el principio femenino, el mar, representación de las potencialidades del caos prístino. Monstruo hembra, maléfico en las leyendas babilónicas, el agua salada que en unión con Apsu (el principio masculino, el agua dulce) dieron nacimiento a dioses, y animales empezando con Lahmu y Lahamu (los manglares), pero al poco tiempo de crearlos, estos los molestaron con su ruido. Así, Ea, el dios de la magia, logró someter a Apsu, dejándolo en un largo sopor (por eso es que el agua dulce está quieta), aunque no pudo hacer nada contra Ella, quien muy enfurecida con la muerte de su esposo creó una legión de demonios liderados por Kingu, que era su amante y uno de sus hijos.
Los dioses decidieron entonces darle todos sus poderes a Marduk,
-hijo de Enki. Éste venció a Kingu, quien se quedó paralizado de miedo al verlo llegar. Más tarde la derrotó a ella. Le hizo dejar la boca abierta con un vendaval y lanzó una flecha dentro de su estómago. De la sangre de Kingu nacieron los humanos. A partir del cuerpo de Ella –cuerpo que Marduk encadenó en los pozos del abismo y partió por la mitad- se creó, de su mitad superior el cielo y de su mitad inferior la tierra firme. Sus lágrimas se convirtieron en las nacientes del Tigris y el Éufrates.

“Eres una bestia, querida malvada. Sobre tu cabeza yace una estrella. En tu corazón está enterrada la joya de una serpiente que deseaba morir, tu larga y roja lengua lleva su veneno, mismo que esparcirás al procrear en un sueño transilvano único. Concebirás la raza de razas”

“Me siento solo y me pregunto por qué. Tú sueñas sobre el amor, y lo mismo hago yo, pero en tu sueño no alcanzas a ver este dolor que siempre me acecha. Lo que necesito nunca lo sentiré, este mundo me parece irreal. Por esa razón brindo por la oscuridad con una vela encendida y me siento yo solo durante toda la noche…”

Ella se llama Tiamat, y caerá rendida ante un hechizo de luna que engendró a la vampiresa. Sí, las canciones ya lo dijeron, Vampiria y The sleeping beauty. Juntos otra vez.

“La bella durmiente detiene el sangrado, detiene el sangrado de mi alma. Ella es aire fresco en este apestoso mundo.
Mientras más bebo más claro veo que el suicidio podría ser la clave para esde lugar que llaman paraíso. Ahí es donde el dolor no existe, ni el odio ni las mentiras. Pero si trato de ver más allá de esto puedo ver algo que seguro pasaría por alto, porque en mis sueños yo soy el dueño de mi vida, y la bella durmiente es mi esposa. La bella durmiente detiene el sangrado…”

“Vampiresa, vuela vampiresa. En tu mirada arden todos aquellos que desafiaron y que duermen en silencio en una ciudad llamada alguna vez deseo, soñando con la amada enterrada.
La dama ha caído en un capullo y fue alejada por vientos indeseables, fue a dar con mujeres conspirando en la niebla, escondiendo tus perlas de los cerdos.
Así pues abre tus brazos, que fueron moldeados como alas, como una serenata de venganza dibujada en tus labios. La sombría montaña en que te quedas está ahora definida y tu estrella ha comenzado a brillar.
Vete ahora sobre tus brillantes alas que el mundo envidia. Los cielos siempre te han seducido, Reina querida y tu sabes que el tiempo ha llegado de volar lejos, conmigo, tan lejos…”

Yo conozco también a una vampiresa a la que pedirle me lleve lejos con sus alas. Tan lejos como el Circo Volador en domingo nocturno y malvado lo permitan. Tan lejos como un 8 de noviembre y su frío y su paz otoñal nos dejen.













P.D. por si no quedó claro: Tiamat y Moonspell vienen el 8 de noviembre al Circo Volador