Las malditas religiones/Celtic Frost

La estupidez humana es legendaria. Y es contradictorio, porque la estupidez humana solo es importante para los humanos, jaja. De las cosas que el homo sapiens más se debe arrepentir es la religión. La que sea. Es un cúmulo de mentiras, una pila de tonterías que desde la historia de la humanidad simplemente ha servido para aturdir a las personas, para que un puñado de éstas tengan cierto poder y para que sus principales postulados sean las más tremendas contradicciones. Todas las religiones profesan en algún momento el “amor y paz”. Lo envuelven en diferentes términos y contextos, pero al final a eso es a lo que quieren llegar.
Dios es bueno y omnipresente. O es malo, con mayúsculas. Y el ser humano en general ha sido lo suficientemente ingenuo para creerlo. Nadie, nunca ha visto a Dios, al que sea. Nadie nunca ha regresado de la muerte para demostrar con hecho que Dios existe. Nadie nunca lo ha hecho, y nadie nunca lo hará.
Sacerdotes pederastas, Papas imbéciles que agreden a otras religiones y creencias. Fanáticos enceguecidos por sus dogmas que matan a todo el que no crea en su propio Dios, estúpidos y ciegos suicidas que creen contradictoriamente en el asesinato como camino para llevar paz y luz al mundo.
Las religiones modernas pudrieron al mundo, porque hasta eso que las antiguas eran menos usurpadoras. En la antigüedad los dioses servían para explicar lo inexplicable. Hoy sirven como pretextos para la violencia, la esclavitud mental y el acceso al poder. El famoso “libre albedrío” es una contradicción, porque cuando te declaras ateo (sin dios) entonces eres hereje. Los evangelistas de cualquier religión te agarran de pretexto para difundir la palabra de su Dios y te hacen la vida imposible. Entonces ¿cuál libre albedrío? Eres libre para creer en Dios, si no lo haces, eres un idiota.
En su actual gira estadunidense, Celtic Frost tiene para algunas fechas una especie de promoción que se llama “Roadie por un día”. Lo que sigue es el comentario más reciente en el blog de Tom Fischer:
“El agente encargado de la gira de Celtic Frost en Estados Unidos tuvo la idea de que, en algunas ciudades, una persona del público podría ser ‘roadie por un día’, es decir, trabajaría con la banda y el equipo técnico desde el momento en que la banda llega al inmueble hasta que el show termina y la banda se retira. El ganador tiene acceso total en todas las áreas, cena con la banda y el equipo técnico y se puede llevar a casa tanta merchandise como quiera o pueda.
Aparentemente Emperor lo había hecho antes con mucho éxito. Y a pesar de que una idea así es radicalmente opuesta a lo que a mi entender Celtic Frost representa, asumí que dicha oportunidad sería algo muy interesante para el fan ganador y una buena distracción para nosotros ante ante la ambiciosa agenda de gira que nos impusimos.
Y el concepto funcionó de maravilla la primera vez que lo aplicamos cuando el incomparable Eric Massicotte se nos unió, el 16 de septiembre en Montreal. Todos estábamos realmente tristes de despedirnos de él cuando el día concluyó.
Esto hace los sucesos de ayer (el post es del viernes 6 de octubre) aún más escalofriantes. Un segundo ‘roadie por un día’ que casualmente también se llamaba Eric fue escogido para nuestro concierto en San Diego. Se le veía razonablemente excitado y amable, aunque tanto nosotros en la banda como el equipo técnico sentíamos una especie de vibra extraña. Qué poquito sabíamos entonces sobre lo acertados que estábamos. Justo en el instante que bajaba del escenario tras 90 minutos de asalto de Celtic Frost, antes incluso de llegar al camerino, Eric literalmente me enjaretó un cd quemado y me dijo algo como ‘Tom, escucha esto, te puede ayudar’. Yo estaba empapado en sudor, lleno de la adrenalina del concierto, traía una toalla amarrada al cuello, como bufanda y acababa de cantar ‘Synagoga Satanae’, la rola de cierre del concierto.
Eric había transformado la apriencia que mantuvo todo el día. Había cambiado su camiseta blanca por una de Jesús, y el cd que quiso enjaretarme traía escrito a mano el título Quién es Jesucristo y por qué me debe interesar saberlo. No podíamos creerlo. El pendejo estaba tratando de convertirnos. A nosotros, a Celtic Frost, de todas las bandas que existen. Lo único que acaparó fue desprecio. Por lo tanto, su estancia con nosotros terminó bastante abruptamente”.
Y vaya que Fischer tiene razón en mostrarse molesto. Tiene una vida entera siendo librepensador, cuestionando las religiones y manteniendo una banda real, con compromiso y con esencia, ¿y llega un loco a quererlo evangelizar?
Patético.

Chico Migraña