No Metal/Reseña kitsch de Café Tacuba y una sorpresita al final

Y pensar que la primera vez que los vi eran una banda semi punk, de aspecto extravagante que apenas empezaba a consolidar su nombre. Desde esos días remotos de las tocadas en la Pirámide y el Foro John Lennon tenían algo interesante. Me cuesta trabajo imaginar que fueran pocos los que alguna vez se han enamorado de una chica banda, de su negra piel.



Café Tacuba es un lugar en el centro en el que se come más o menos bien, el café y el pan son muy sabrosos y alguna vez se quemó. Es decir que cualquiera que camine por Tacuba, se meta al Café y sienta el particular ambiente que se vive dentro lo hará en un lugar remodelado. Pero todo se termina, como ese cuento de niños que sé, y ayer fue por lo menos interesante encontrar a la bandita curiosa de Satélite frente a 15 mil almas, todas entregadas a ellos, todas extasiadas. Se que los dos se entienden, que los dos se ríen de mi, crees que no me daba cuenta pero ayer fue evidente que sí. Ni siquiera me dan ganas de negarlo. Yo compré el Re de Café Tacuba y me parece un discazo. Mi primer trabajo formal recuerdo que fue como asistente de producción en la XEB, la B Grande de México. Como imagino que la mayoría no la conoce, dejémoslo en que es la primera estación de radio que hubo en México, así que la programación es de imaginarse. Como sea era chamba y un día mi ex jefa Olivia, una talentosa mujer de la que aprendí mucho me dijo “quieren hacer unas cápsulas ... bla bla bla, te toca producirlas”. Tenía que hacer entre otras cosas, unas breves cápsulas de 30 segundos que resumieran el perfil romántico de la estación. Las bauticé Musas y Canciones, y para producir los mini spots ofrecí usar la música de Tu Piel de La Castañeda, o Esa Noche de Café Tacuba. Finalmente se quedó la segunda.
Son realmente pocos los que dentro de nuestro rock han aprendido a manejar a las masas. Ya sabes, puede pasarnos todo, puede no pasar nada, no es más que otra tocada; sin embargo entre ellos está Rubén Albarrán. Se ha llamado de tantas manera que ya resulta cruel intentar recordarlas: Gallo Gas, Nru, Pinche Juan, Cosme, Masiosare, Sizu Yantra, Ixaya Mazatzin Tleyót y Cone Cahuitl entre muchos más. Llámese como se llame, tiene el control absoluto de la gente. Verlo en el escenaruio rindiendo a toda esa gente es fuerte. Se que a muchos les ha de molestar siquiera imaginar un concierto de Café Tacuba, pero yo aprendí hace muchos años a respetar el rock hecho en México, y esta banda es de las más destacadas que hay. Además, prefiero 4 millones de veces que Café Tacuba sea embajador musical de nuestro rock, en lugar de Maná por ejemplo. Y todavía yo me pregunto por qué camino se llega a ti, vivo muriendo muertes pequeñas y esta agonía no tiene final. Una característica importante de Café Tacuba han sido siempre sus letras. Tiene muchos años que no escucho el Re, y los que siguieron no los tuve nunca. Tons de repente no sabía que rolas sonaban, hasta que empezaba a cantarlas y recordaba que eran tal o cual, que las conozco y me gustan.
He sido muy afortunado en ciertos aspectos de la vida, como la amistad por ejemplo. Ayer tenía poco que hacer en cuanto a chamba así que tuve tiempo de estar con Ceci y Manú Marvin, vivir el concierto más o menos despreocupado, observar a la gente. Todos brincotean todo el tiempo, parecen afirmar que algún día seremos capaces de bailar por nuestra cuenta. Desde el inicio nos dijeron que empezaban a las 9 y tocaban 3 horas y media. Y será lo que sea, pero prácticamente ninguna banda internacional se anima, se atreve a tocar tanto. Curiosamente, las bandas que yo recuerdo que lo hacen son casi siempre mexicanas; El Tri, Jaguares, Café Tacuba. También lo han hecho The Cure y creo que Pearl Jam, pero sucede poco. A muchos les queda perfecto esa frase que dice No me hagas reír, termina la farsa, eres un mal actor; o ¿no te das cuenta que hasta para irte te falta valor?



He visto infinidad de presentaciones que aseveran serán las mejores del universo y que terminan por ser una más del montón. Sale uno de esas noches canturreando cosas como aquella de Eres una máquina, un trozo de hierro con alma de acero y corazón de plástico, estúpida máquina que sólo fabrica ilusiones de lata y amores de plástico. Sin embargo plástico es algo que no encaja en el mundo de Café Tacuba. No son virtuosos ni los más espectaculares, aunque tampoco les hace falta. Lo suyo es ser ellos mismo y retratar en su música infinidad de detalles autóctonos de nuestra cultura. El diseño de la producción estaba interesante. No eran tantas luces y sin embargo parecían miles. Creatividad y ausencia de temor al atrevimiento, como los cantantes de los ochenta que hablaban de cosas que hoy, ridícula y curiosamente, no se permiten tanto. Maquillaje a granel usa a diario, Y vendía la piel a precio caro. De las ocho a las diez en una esquina, era joven y fiel, era rosa y espina. También Tacuba tiene sus mujeres alegres en su música. O tiene sus desencantos, sus amantes, sus ingratas. “Cómo las maltratan chicas. Es parte de la música popular mexicana, la culpa es siempre de ustedes. Todo por ser políticamente correctas chingao”. Más o menos eso decía Rubén, el que brinca, gira, se encoge y se retuerce en escena, y contagia. Detrás de ellos tenían una enorme pantalla de leds. Había pasado más de una hora y apenas habían proyectado en ella un video. Parecía un exceso, pero más tarde quedó claro que si debes llenar tres horas y media de espectáculo, el uso de una pantalla puede esperar, o se puede dosificar sin que pase nada. Y con los Marvins a mi lado, los amigos reporteros en un palco y el trabajo en formato de relajación no me costó trabajo transformar el concierto en una noche de copas, una noche loca.
Tuvieron su momento acústico en medio de la pista del Palacio. Estaban “enjaulados” dentro de un dispositivo de luces colgantes del tipo plastificado en hileras que se usan en Navidad. Luego, Cone Cahuitl cantó alguna rola (no recuero cual fue) paradito en la primera fila de la sección C. Hicieron bailecitos, hicieron de todo. Se antojaban ya los tacos de moronga de suadero y nenepil, longaniza en papas y maciza. Pero nel. La noche era Tacuba. Me decía Ceci que a pesar de no ser los creadores de esa onda, eran los mejores representantes de que todo lo naco es chido. Y sí, puede ser.
Tocaron:
Seguir siendo/Tengo todo
Vámonos
E O
Cero y uno
La Locomotora
Las Flores
53100
Medio día
Trópico de Cáncer
Hombre impasible
24 horas
Esta vez
Cierto o falso
Outsider
Volver a comenzar
Una mañana
María
Muerte chiquita
El río/Polen
Ingrata
La Pinta
Chilanga banda
Fin de la infancia
Chica banda
Déjate caer
La 2/ La 6/ La 13
Eres
El baile y el salón
De acuerdo
El puñal y el corazón
El espacio
Esa noche
Quiero ver
Puntos cardinales
Como te extraño
Pinche Juan/ Y es que
Pinche Juan



Tres horas y media completitas. Terminamos yendo a cenar al kalimán, en la Condesa. Una de ellas no llegó, estaba dormida en el asiento trasero soñando con aquello de amanecí muy rara el día de hoy, me siento bien pero me siento mal. Otra vez a brindar con extraños, mmmm, nel, brindé con puros conocidos, por eso salí en calidad de ya merito. Por ahí alguno me decía no digas que no tienes vela en este entierro, que ya sábanas paquetes de hule, loco órale ese. Así son las cosas cuando estás en un concierto que te divierte, como finalmente deberían ser todos. Y agárrate mamá que buscan a papá su esposa y sus dos hijos, este es un blog de metal, aunque al principio, pal que sepa leer, se aclara que finalmente es un paseo por la mente del chico migraña. El cancerígeno ente corrupto que se hace llamar así.
Metidas en el texto hay frases de 15 canciones. Muy pocas tienen que ver con el rock, todas son en español y bien kitsch. El primero que me diga los 15 títulos y sus intérpretes se lleva un pase doble para Ozzy Osbourne. Tienen que ser las 15 rolas y tiene que ser a más tardar hoy a las 19:00 horas.

Chico Migraña retro