Anuncio y rola. Esta es la fiesta de mi funeral...

Alguien me pedía una nota sobre Raxas, mientras el tiempo de escribirla llega, este anuncio.



Tal vez podríamos decir que el metal, en la parte "latina" del continente, tiene sus características bien marcadas. Brasil es tierra fértil para el thrash vieja escuela, Argentina es mucho más de power y speed con letras muy politizadas y de arraigo nacionalista, Chile es brutal por naturaleza y México es un país tirado a los sonidos extremos, sobre todo el death. Y España, bueno, ellos son muy buenos para el heavy clásico con letras, a veces fiesteras, a veces muy épicas.
Conocí a Warcry, probablemente, gracias al Mikkel. Había escuchado a Avalanch, sus primeros discos me encantan, luego supe que Víctor García, el cantante, había creado Warcry. Esa es una banda que mantuvo musicalmente el estilo del primer Avalanch: heavy clásico con enormes guiños al speeed, con letras de arraigo metalero, épicas y siempre más complejas de lo que aparecen a primera instancia.
Nana por ejemplo habla sobre una batalla, sangre, muerte y honor. Pero eso es apenas a la luz dee la superficie. Debajo se puede entender una forma de vida, un llanto rebelde de no dejarse, de no capitular ante la adversidad. El maná metalero pues (maná que es sinónimo de fuente de energía, de vida, nada que ver con el grupete nacional). Cambiándole el contexto, a mí me parece que podría ser así:

El enemigo se ha ido
pero pronto ha de volver
cuando suenen sus tambores
de seguro moriré.
(El enemio es cualquiera, no necesariamente alguien con armas. En mi caso, en este punto de mi vida puede ser el temor al cambio. Algunas cosas de mi vida laboral ya no me llenan, más bien me hartan. Los tambores podrían ser entonces las ganas de un cambio, y la muerte es el promotor más radical del mismo. Cada que suenan los tambores en mi cabeza sé que los fantasmas del "bien que mal me encanta lo que hago, llevo aquí muchos años, no sé si podría empezar de nuevo", regresan.

Han muerto todos los míos,
solo yo sigo en pie.
Todos eran mis amigos
pero pronto los veré.
(Y los muertos pueden ser los ideales con los que uno arranca alguna etapa de vida ¿no? Las cosas han cambiado muchísimo en mi mundo en, digamos, los últimos once años. El camino recorrido ha sido maravilloso pero obviamente me ha costado un precio, y a mí me parece a veces que ha sido alto. No sé si sólo yo sigo en pie con respecto a mis ideales, es más bien que mis ideales y yo ya no cabemos tan a gusto en el entorno que nos tocó vivir).

Pues yo también estoy herido
herido de gravedad
se ve al correr mi sangre
la vida de mi escapar...
(Cada vez que me piden un párrafo para anunciar algo, cuando matan esa chispita de creatividad que me alimentaba, la vida se me escapa. Y se siente re feo...)

De este cuerpo malherido
que nunca dudó en arriesgar
su vida de pos de un sueño
que ya no conseguirá.
(Bueno, la muerte como metáfora niega entonces este párrafo. Vuivo estoy y por lo tanto mis ideales viven en mí. Eso sí, hasta que físicamente desaparezca, no dejaré de luchar. Lo hago cada vez que escribo en este blog, MI blog, mi espacio, el rinconcito en el cual mi mente sale a pasear, y en el proceso se llevga entre las patas a más de un necio que no entiende que MÍ espacio significa justo eso, que es mío y de nadie más).

Me ataré a mi estandarte,
fiel símbolo de mi fe
si llega antes la Muerte
que ellos me encuentren en pie.
(Claro, mi estandarte, aunque suene mamón, y el de muchos glóbulos lectores es el metal. A é4l nos amarramos, a él nos atenemos, de él dependemos para sentir que vivimos un poco más allá de la existencia misma, del acto de respirar).

En pie y desafiante
como yo siempre viví:
que tengan claro en sus mentes
que yo jamás de rendí.
(Este párrafo me mata. La metáfora es hermosa. Desafiante no significa beligerante, significa auténtico. Ante muchísimas formas de autoritarismo, como los insultos a la gente que me rodea, las necedades de algunos jefes, del gobierno, la iglesia... siempre hay que mantener una postura desafiante. Siempre será mejor reconocer que uno se ha equivocado que morir sin saber a qué saben los errores, las victorias o las derrotas. Vivir significa intentar, y el intento puede hacerse a manera de desafío. Cualquiera que está en el metal lo entiende porque alguna vez habrá ya tenido que levantarse y defender alguna postura, algún ideal).

Estoy perdiendo el sentido,
ya casi no puedo ver...
Muerte, espera un momento
que pronto han de volver.

Veo venir una dama
sonriendo hacia mi.
Si esa dama es la Muerte...
¿Quién tiene miedo a morir?
(¿Quien tiene miedo a morir? Tal vez aquél que no vivió).

Viene cantando una nana
de mi tierra natal.
La cantaba mi madre...
nunca la podré olvidar...
(Impresionante rola. Épica a más no poder y sin embargo acústica, justo como debe ser para que cada palabra pese aún más, como pedazo de ropa empapada. Me encanta, rolota, y hoy... hoy significa aún más).