viernes, enero 18, 2008

No metal. Janis

Mañana sería el cumpleaños 65 de Janis Joplin (gracias por el dato Ziggy). ¿Será posible que hubiera vivido hasta esa edad? Por paradójico, cruel y patético que parezca, lo que la estaba matando era el alcohol. Esa inyección de heroína extremadamente pura que le costó la vida fue un mero accidente. Llevaba casi un año de sobriedad relativa a las drogas, pero la tensión de las sesiones de grabación de Pearl (el disco que preparaba en ese tiempo), la reciente cadena de conciertos con poca audiencia (atribuible sobre todo y en la mayoría de los casos a una precaria promoción) y ciertas coincidencias (la estancia en el mismo hotel de una adicta que tiempo atrás fue su amiga, que en ese tiempo seguía en las drogas y estaba bien conectada) llevaron finalmente la aguja a su brazo,. Una vez más. Todo parece indicar que las dos o tres semanas previas a su muerte, Janis se inyectó heroína una vez cada dos o tres días. Casi nadie lo sabía y quienes estaban enterados, no hicieron nada por ayudarla (casi todos eran adictos). Janis sabía que la heroína podría matarla, en el pasado había sufrido seis casos de sobredosis, y cinco de ellos fueron por la misma droga. Muy en el fondo creía que la mala racha no podría acabar con dos estrellas en el mismo año. Jimi Hendrix había muerto apenas tres semanas antes que ella, y dos estrellas de rock en un mismo periodo de tiempo no podrían morir.




Hermosa foto con filtro azul, el mejor color para entender a Janis

Esa inyección, de acuerdo a los reportes forenses no fue fatal de inmediato (como sucede regularmente con la heroína). Janis se inyectó, tuvo tiempo de tirar lo que le quedaba de droga en el escusado (esta es la parte más dramática, porque ella sabía que la droga la podría matar, la había dejado una vez y todo parece indicar que esas tres semanas fueron de uso consciente para dormir los sentidos, de haber vivido, la hubiera dejado de nuevo), bajó a la recepción por cigarros, regresó al cuarto, cerró la puerta y cayó fulminada.
Sui hígado mostraba ya estragos por el abuso de alcohol. Hacia el final de su vida había desarrollado una rutina para no estar totalmente ebria en vivo. Se emborrachaba desde que amanecía, se desmayaba, despertaba a media tarde (justo antes de las pruebas de sonido) y empezaba otra vez. Así, aunque no en sus cinco, subía a cantar consciente. Esa decisión la tomó luego de que dos conciertos seguidos, a pesar de que las reseñas eran magníficas, ella no recordaba nada.
Su alcoholismo era la muestra más evidente de su disgusto con s propia persona. Las extremas aventiuras sexuales (alguna vez dijo “he tenido miles de amantes masculinos y algunos cientos femeninos”), aunque sustentadas en la realidad, eran fantasías que en el fondo reflejaban eso que nunca logró, sentirse amada por alguien. Los estudios de su personalidad tienden a explicar que tener a alguien en la cama le daba la sensación de proximidad. El sexo pues era su manera de sentirse querida. Y no siempre fue bueno, existe una famosa pelea a golpes con Jim Morrison, y aunque las teorías conspiratorias ofrecen muchas versiones, la más confiable parece ser que ella estaba muy molesta por lo patético de Morrison en la cama jajaja.
Nunca he poido entender o explicar del todo bien mi fascinación por Janis. Su música es ciertamente un motor importante, pero siempre he sentido un vínculo con ella más allá. Ni alcohólico ni pacheco, calculo que la fuerza de su persona, su soledad, su rabia y su pasión han sido en momentos de mi vida guías, lo que me atrajo a ella.
Normalmente no escribo en el blog, o mejor dicho, no subo al blog notas que voy a publicar, pero pienso que igual los que compran la revista fulana lo hacen por muchas razones menos por mí. Creo sin embargo que los lectores del blog se entretienen y les gusta lo que ven, así que no le hago daño a nadie jajaja. El siguiente es el artículo que saldrá en Marvin de Abril, que será dedicado a los 60 por cierto, con Elvis Cocho jaja Elvis Presley en portada.


Una figura importantísima en la vida de Janis fue Albert Grossman. Es más famoso por manejar a Dylan, pero manejó a Janis y fue él quien la convenció de no salir al escenario con la botella de Southern Comfort en mano. Desde entonces, Janis bebía de un vaso.

Janis

Cuando alguien arranca una flor de un prado, por más que la siembre en su propio jardín, aunque se bañe en rayos de sol y gotas de agua, aunque se le hable con ternura y se le procure, esa flor nunca de estar fuera de contexto. Así fue la vida de ella, la mujer que en la universidad en Texas votaron como “el hombre más feo”.
Cuesta trabajo entender un alma que brilla tanto que su mismo reflejo la aturde. Tuvo tanto talento que en apenas un lustro marcó al mundo de forma irremediable. Admiró a Bessie Smith, otra gran artista que vivió en el dolor toda su vida. Se entregó a su arte como nunca pudio hacer que algún ser humano se entregara a ella. Su voz, su presencia, sus provocaciones sexuales, su angustia, su desolación, sus adicciones... Janis Joplin.


Las plumas en el cabello eran parte de su estilo, no eran moda sino parte de su persona diaria. Otra gran foto que refleja a una Janis casual.

Cierto, aquella última vez que se inyectó heroína lo hizo dentro de un periodo de tiempo que rompía silenciosa y cautelosamente con varios meses, casi un año de haberla dejado. Janis murió sola en un hotel de Hollywood cuando planeaba su boda, cuando tenía en la mira el descanso aunque fuera paulatino de su exhaustiva rutina de súper estrella, pensando que se inyectaría para aliviar por última vez la angustia y la presión del estudio. Ya había dejado la heroína una vez, volvería a hacerlo. Cruel, el destino quiso que aquella inyección fuera la última de su vida.
Muchos hablan de los años 60 con una nostalgia que por momentos parece ridícula. Y si ella fue víctima de una de las drogas más destructivas que ha inventado el ser humano, sabía que su adicción no era motivo de orgullo. Nunca fue hippie, pasó de largo frente a todas las ridiculeces que marcaron en buena medida esos años; no fumaba marihuana, no se metía ácidos, no usaba flores en el cabello para mandar mensajes cósmicos de paz al mundo...


Ni BMW ni Audi, el Migraña siempre quiso un Porsche. Éste es el de Janis, un 356 Cabriolet modelo 1965. El diseño de la pintura es de Dave Richards, un roadie de Big Brother and the Holding Company (la primera banda de Janis) y amigo de ella. En este coche viajaba todos los días. Hoy se exhibe en el Salon de la Fama del Rock and Roll.

Tal vez Janis fue víctima de sí misma, de una incurable e inexplicable ansia por ser amada, que nunca logró saciar. Pocos, muy pocos fueron al final sus verdaderos amigos. Ella misma creó el entorno que al final se convirtió en el aura de la gran estrella del rock. Su vida sin embargo nunca fue fácil. Tenía tanta determinación en sentirse miserable, sola, fea, utilizada, despojada de talento e inservible como la tuvo para crear con su voz un universo en el que ningún título nobiliario será más grande que su reinado, porque Janis fue, es y será la reina.
¿Cuántas veces en la historia se encontrarán ejemplos de una mujer que se refiere a Dios como “cariño”?: Ayúdame señor, úsame señor/ vamos cariño, no me abandones/ me siento tan insignificante aquí abajo/ no logro encontrar a alguien que me ame/ y vaya que he buscado/ he buscado en todos lados/ y no encuentro a nadie para amar/ para que sienta mi amor”. No sólo le decía cariño sino que lograba lágrimas entre su audiencia. Existe un video en el cual la cantante Mama Cass Elliot escucha el tema “Ball and Chain” en voz de una más o menos desconocida Janis Joplin y, literalmente, queda boquiabierta. Janis sobre un escenario explotaba como un cúmulo de orgasmos y lágrimas contenidos en una sola persona al mismo tiempo, extraña visión que sólo es posible imaginar con los ojos cerrados y su voz de fondo.


Triste, aunque el retrato es realmente fiel a los sentimientos que siempre embargaron a Janis.

Janis fue una reina muy a pesar de sí misma. Se autodestruyó diariamente con los rigores de la botella. Es cierto, la heroína terminó con su vida, pero la mezcla de whiskey, naranja, vainilla, azúcar y canela que da cuerpo al licor Southern Comfort, trago a trago, botella tras botella lo que le impidió sacar adelante cualquier intento por ser feliz. A diferencia de la idea colectiva en los años 60, ella supo siempre que su alcoholismo y sus otras adicciones eran un camino seguro a la autodestrucción. Janis vivió a tope y fue siempre una mujer de enormes contradicciones que en el fondo, sólo quería sentirse amada y aceptada. Por cada trago, por cada una de sus largas borracheras derramó lágrimas sinceras en busca de ayuda y liberación. Nunca lo consiguió.
Aunque no siempre, sólo en el escenario fue feliz. Sólo ahí sintió la adrenalina, la pasión, la sinceridad del amor. Aunque parte de su espectáculo era planeado, la tremenda capacidad seductora, dolorosa, sexual e hipnótica de sus conciertos no ha sido ni remotamente igualada por alguien.


Eso es amor. Una espalda tatuada con la reina, la Bruja Cósmica.

Varios dicen que con ella, Hendrix y Morrison murieron los 60. Falso. Con ella murió un espíritu indomable aunque confundido, una artista que desafió su tiempo; culta, brillante y especial. Janis nunca se dejó llevar por el amanecer de la era de acuario; nunca buscó en el ácido los colores de su existencia, no trató de cambiar al mundo cambiando flores por armas. Janis era mucho más inteligente que eso, simplemente fue incapaz de llevar su inteligencia al plano emocional.
“Todos los días trato de avanzar/ pero hay algo que me detiene/ cariño, hay algo que no me deja avanzar/ que me mantiene pegada a mi forma de vida/ Así que te pido que no me olvides Señor/ bueno, tampoco pienso que yo soy alguien tan especial/ no soy tan ingenua/ pero no creo que puedas encontrar a alguien/ a nadie que te pueda decir que se esfuerce tanto como yo/ lo peor que podrás decir de mí/ es que nunca estoy satisfecha”. Y murió sin conocer esa satisfacción, la del amor pleno y sin condiciones. Murió Janis, la Reina, muy a pesar de los 60. [Fin de la nota].

Feliz cumpleaños, Janis.

Chico Migraña

8 comentarios:

Tsunami dijo...

Extraordinario texto como siempre mi amigo... yo tmb admiro a Janis sabes??? aquella gran frase q dice "oh Lord, won`t you buy me a Mercedes Benz" jajaja muy buena, junto con toda su obra musical... ya aparte, pasale por mi blog, acabo de diseñar mi guitarra "signature", ahi me dices q opinas, va???

J.C. dijo...

Esi simple y sencillamente imposible no quedar asombrado, hechizado, o no se extaciado al escuchar su voz, y sentir la pasión que irradiaba con el microfono en la mano.

won´t you buy me a color tv, jeje esa janis jaja.

cry cry baby.

migraña, mil gracias por estas lineas, no pudo ser mejor.

YAYAmaiden dijo...

no lo puedo leer todo, solo los primeros parrafos, y la neta a mi también me encanta janis

su voz y jajaj sus letras era única está mujer jejeje, y pues lástima que se nos adelantó, ni pedo

cry babyyyyyyyyy

saludos migraña , luego leo todo jejej

y gracias a zombie, por el dato que te dio de cómo subir el logo, ejjeje yo también lo segui ejjeje

Anónimo dijo...

Janis Joplin me late, tengo todos sus discos (si, aunque me guste también Moderatto, también tengo mi lado oscuro!), el Cheap Trills es buenísimo, y el Pearl. Mucha gente dice que cantaba feo, pero, ojo!, jamás nadie ha dicho que cantaba bien, mas bien tenía una voz única, muy bluesera y negroide que en la actualidad ya nadie posee. Es como el caso de Bob Dylan, él canta como borrego en gripe, pero es Bob Dylan!!!, así lo presente Sergio Mayer o Tatiana!.


Saludos desde el Averno, lleno de Cerezas, Chantilly y en compañía de la bruja cósmica.

Zombie dijo...

No hay de queso, nomás de papa :) Yayamaiden, pasa el link de tu blog.

Anónimo dijo...

Que onda Migraña:
Como va lo del Wacken, quisiera saber lo del itinerario.

Ya mande mis datos...

Te dejo mi correo por si hay algo, charlesmspbs@yahoo.com.mx

Saludos

Anónimo dijo...

Hola mi estimado Luis, no he opinado hace mucho pero siempre leo tu pagina, mis respetos de verdad, sabes hacer tu trabajo, tal vez me salga un poco de contexto y sonare "lambizcon" para algunos, pero yo si compré la revista donde escribes unicamente para ver tu trabajo plasmado en papel y mis respetos! me gusto mucho el formato, la presentacion y lo bien que esta hecha, creeme que con tu contribucion se me hizo aun mejor revista jajaja un abrazo y saludo! feliz año, tarde pero mas vale tarde que nunca no crees? suerte! y nos estaremos viendo!

Anónimo dijo...

Tsssss... ni hablar, no todo está dicho, pero fue muy bien dicho maese migraña. Y como dicen, no era la mejor cantante,m pero cantaba con las entrañas y eso no cualquiera, o más bien casi casi nadie.