Café Iguana. In Memoriam

Ya no sabe uno ni que hacer ni que decir. Parece, porque no hay tanta información disponible, que un grupo armado fue al Iguana a matar a algúnos narcomenudistas. Abrieron fuego sin reparar en nada y mataron a cuatro personas, dos de ellas los legendarios elementos de seguirdad del lugar. Los regios, los que sienten el Café Iguana como su hogar, como su espacio único para ser sin necesidad de ser aceptados han mostrado unión y recuerdos gratos por ambos caídos. Más tarde, pocos minutos después, otro comando llegó al lugar y se llevó los tres cuerpos muertos mientras paramédicos daban atención a una persona, que tristemente murió ahí mismo momentos después.
Es una pena porque la guerra de narcos ya no respeta nada y a nadie. Con los dos señores de sguridad del Iguana mataron además un espacio cultural, uno de los pocos reductos rockeros que quedaban en Monterrey, en el norte del país.
Se siente impotencia, rabia. Y los gobiernos estatales, como si nada.
Descansen en paz, porque si bien no los conocí más allá de que las veces que fui al Iguana, ellos estaban en la entrada, insisto, con su muerte, con las balas clavadas en la pared del Café, el hecho de regresar y robarse los cadáveres el mensaje es claro: ya nunca más seremos los mismos.