Anthrax

El histórico último set list de aquella alineación, firmado por Vera, Bush y Caggiano, curiosamente

La banda que ya no existe (con Spitz y Belladonna)

Para valhallawarrior y demás lectores que han preguntado.

Bueno, estaba esperando el pretexto ideal para escribir sobre Anthrax y de paso explicar mi experiencia personal con ellos. El pretexto ideal ha llegado, y curiosamente, llegó como John Bush lo vaticinó ante un reportero mexicano, al cual yo no le creía mucho. La explicación de esa extraña línea viene más adelante.

Todo comienza con una carta que escribió Scott Ian (supongo que en días recientes) y que yo encontré hoy en Blabbermouth. Está larga, así que sólo pondré los párrafos importantes y que se relacionan de alguna manera con mi experiencia cuando vinieron al Circo Volador.

La carta de Ian (el mismo que compartió créditos con el patético, racista, belicoso, estúpido e intolerante “Tío” Ted Nugent en la serie de “reality tv” llamada mmm, no me acuerdo jajaja) comienza así:

“Finalmente regresamos a trabajar. Vamos rumbo a Chicago para rompernos la madre dándole a la chamba y escribir un nuevo disco. Estamos listos. Pero hay un problema...no tenemos cantante”.

Eso lo previó John Bush en México. Me voy a saltar los tiempos, y espero que al final de esta nota, se entienda todo. Aquella vez (8 de marzo del 2005) llegaron a México en medio de rumores de ruptura, mismos que Ian descartó una, otra y otra vez en internet y en cuanta revista, programa de radio y entrevista pudo. Aquél concierto era el último de la gira, antes estuvieron o intentaron estar en Chile, Brasil, Argentina y Perú, si no me equivoco.

Llegaron a México un día antes. Yo estaba en la oficina, aburrido, y de pronto me llama por teléfono el promotor: “oye, ¿te interesa pasear a los güeyes de Anthrax? Fulano (voy a omitir todos los nombres, aviso) quiere que alguien esté con ellos y se me ocurrió que te podría interesar” Jajajaja ¿interesar? Era Anthrax, por supuesto que me interesaba. Pero el resto de esa historia viene más adelante.

Lo primero que saltaba a la vista era que Bush no estaba con ellos. Yo me fuí de arriba a abajo con ellos, pero nunca pude platicar con él. Así las cosas, al día siguiente y previo al concierto, mi amigo el reportero me dijo “no güey, son mamadas, me platicó John Bush que hoy es la última vez que tocan juntos. Que se van a separar y que van a juntar a la alineación “clásica” (porque no es original). No le creí, estúpidamente pensé que si estuvieron conmigo toda la noche, pos nomás no. Sólo que se me pasó el detalle de que Bush no estuvo con ellos ni en la noche ni en la mañana siguiente. Le puse cara de no creerle, y me dijo “es en serio, me dijo que incluso va a salir al escenario con su hija y su esposa para que lo vean por última vez

Al frente de Anthrax. Es más, van a salir (se refería a Bush, Vera y Caggiano) con playeras con números atrás, cada número representa el número de años que llevan en la banda. Bush lleva 13, y la neta que lo corten son mamadas...”y bla bla bla. Y seguí sin creerle, hasta que Bush salió a tocar con el 13 en la espalda y más adelante, presentó a su mujer e hija en el escenario y se tomó una foto con el público del Circo a sus espaldas.

Y no le creía porque la noche anterior les pregunté en la camioneta “¿es cierto lo que se dice del futuro de la banda?” Ian fue tajante, y fue una de las dos veces en que me dirigió la palabra esa noche “NO, es mentira”.

Bueno, el resto es historia. La carta de Ian, en este 2007 continúa así:

“Nos ofrecieron el puesto de abridores en una gira muy importante en esta primavera, pero Joey (Belladonna, voz) no aceptó seguir adelante. La reunión ha terminado. Intentamos hacer que funcionara, pero igual ese es el problema, uno no puede ¿hacer? que las cosas funcionen. Debe ser natural”.

Luego alaba a esa alineación (con Belladonna y Spitz) pero deja bien claro, aunque sea entre líneas, que no tiene nada en contra de Bush y compañía, dice “a lo largo de 140 conciertos sonamos mejor que nunca antes en la etapa que vivimos de 1984 al 92”. Es decir, no le pega a Bush diciendo “sonamos mejor que nunca”, aclara que sonaron mejor que nunca con Belladonna y Spitz, nada más.

Luego alaba a los fans de la banda, recuerda momentos importantes de estos años de reunión y demás.

“Tal vez podríamos haber forzado las cosas, hacer un disco nuevo y sacar una lana, pero nosotros no trabajamos así. Mi realidad es que siento que dejamos algunas cuentas pendientes con la alineación del We’ve come for you all (Bush, Ian, Caggiano, Bello y Benante) y haré mi mejor esfuerzo para arreglarlas (las cuentas pendientes).”

¡¡¡Pos qué azules!!! Primero dejas a la banda y luego esperas que nada cambie y te estén esperando con los brazos abiertos, ajá. La última línea de su carta dice “Charlie, Frankie y yo estamos muy emocionados de hacer música nueva...” Eso significa entre líneas que no sólo se va de la banda Belladonna, sino que también está fuera Dan Spitz.

Bush le dijo al reportero “es una pena porque lo hacen por el dinero, porque las reuniones están de moda”. Dos años después queda manifestado que así era.

Entonces, aquél concierto en México fue histórico. Fue la última vez (hasta ahora) que cantó Bush y tocó Caggiano. Estaba Joey Vera en el bajo, pero de él sí, siempre se dijo que era temporal,mientras a Frank Bello se le pasaba un berrinche que hizo y por el cual se alejó de la banda.

Pero el ambiente entre ellos era absolutamente tenso. Cuando llegué al Hotel Dalí Holiday Inn (a una cuadra y media del Circo) iba más emocionado que nunca. ¡Iba a conocer a Anthrax, carajo! Lo primero fue encontrarme con la persona que traía la gira sudamericana. Me saludó muy bien y todo, pero nomás me presentó al Tour Manager y a Scott Ian, se fue. Esa noche tendríamos una firma de autógrafos en un bar de Coyoacán que se llama “El Erradero” (así, sin H). Era una firma pactada con mucha anterioridad. Yo le mandaba las propuestas a este personaje por mail, él se las consultaba a la banda, y ellos daban su visto bueno. O eso me hicieron creer.

Cuando me presentaron a Ian, se dio la vuelta y se alejó. Pero era Anthrax, me vale madre su desplante, ya se le pasará (al menos eso pensé). Cuando supo que la firma era en Coyoacán, a 35 minutos más o menos de ahí, explotó. Le gritó de cosas al tour manager, quien a su vez me dijo “no es aceptable lo de los autógrafos”. Discutimos un rato, y debo darle crédito porque él sí, siempre fue amable y tolerante conmigo y con todos. Para no hacer el cuento muy largo, le dije que yo tenía las confirmaciones del promotor de la gira latinoamericana por mail, y que en esos mails venía copiado el management de la banda. En pocas palabras, que no chingara y que todo esto estaba planeado y aceptado por ellos.

Volvió a discutir con Ian. Que en un bar no se puede, que nunca aceptaron hacer un convivio y demás. Les expliqué que no era convivio, que había entrada trasera y un segundo piso, que podíamos subir gente en grupos de cinco y que el contacto con sus fans sería mínimo. Aceptaron al fin.

Ya en la camioneta traté de sacarles plática, pero el silencio y las jetas eran memorables. Sólo Caggiano y Charlie Benante le entraban al cotorreo (hablamos de Kiss, de las giras y muchas irrelevancias). Es más, en el Hotel, Benante se me acercó y me dijo “están bien chidos tus tennis” (unos Vans de calavera). “Gracias”. Se ríe y me señala hacia abajo: él traía unos igualitos jajajaja.

En la camioneta les expliqué un poco la onda del barrio de Coyoacán, que ahí vivieron Frida Khalo y Diego Rivera y fue entonces que Ian se dignó hablarme: “¿Existe un Museo de Frida Kahlo?” “Sí”. Y eso fue todo.

Llegamos y claro, trataron a los fans de poca madre, sonrieron, se tomaron fotos y firmaron de todo. Pero en el camino me advirtió el manager “no más de 3 artículos por persona. La mesa debe estar frente a la pared porque nadie se puede pasar detrás de ellos. La gente debe entrar, saludar, que le firmen y le llegan”.

Ya era una pesadilla, y todavía el “dueño” de la gira latina me dice “quieren cenar en un lugar típico mexicano”. Pues va, los organizadores mexicanos tienen localizado un lugarcito para tal efecto. Pero, a alguien se le ocurrió informarle del lugar a otros amigos famosones, que también dejaré en el anonimato. Así, cuando por fin llegamos (porque pa’ acabarla de chingar, el chofer se perdió jajaja), estaba una mesa lista para nosotros, con 6 o 7 personas más ahí listas y dispuestas a que les firmaran algunas cositas extras. Creo que no hay palabras para definir con certeza la cara de Ian, pero bueno.

Nos sentamos a cenar y Caggiano pidió un cabrito a la no se qué, Ian pidió mole y los demás pidieron platillos más sin chiste. Cuando llevaron a la mesa el cabrito, era una mitad, cabeza incluida. La cabeza por supuesto traía sesos. Creo que esos momentos fueron los únicos en que la banda (sin Bush) se relajó y cotorreó más o menos a gusto. Scott incluso le tomó fotos al plato de Caggiano. Luego alguien pidió aguacate, pero no había. El dueño de la gira, como si nos hiciera falta más, hizo un mega drama. Le decía al capitán de meseros que era el colmo “venimos aquí porque es comida típica mexicana, y esperamos lo típico. Frijoles, tortillas y aguacate, la base de la comida mexicana”. Bueno, ahora sabemos por parte de un brasileiro que el aguacate es la base de la comida mexicana, ¿cierto?

Total que al final de la noche le dije al Caggiano “con todo lo que he visto, esos rumores de internet parecen cobrar vida”. “¿Conoces un bar de putas?” Sí. “Bueno, vamos al Hotel, me esperas 5 minutos y vamos a un bar de putas, ahí te platico todo, porque me tienen hasta la madre”.

Llegamos al Hotel, lo esperé una hora y no bajaba. Ví al Scott Ian en un sillón de la recepción, con su lap top, y como su maltrato no había sido suficiente, se me ocurrió decirle “oye, Rob me dijo que quiere ir a un bar bla bla bla, pero no baja, ¿será que lo espero otro rato?” Me volteó a ver con cara de ya llégale y me dijo “no sé, él es dueño de su tiempo. Qué te puedo decir” y se metió otra vez al mundo de su pc. Ya era mucho, así fuera Anthrax, y me fui. Al día siguiente me encontré a Caggiano en el backstage (nomás llegaron y nos corrieron a todos jajajaja), me vió y me dijo “te fuiste ojete” jajaja. ¡Y lo esperé una hora!

Bueno, llegó el chou y eso sí, hicieron olvidar cualquier diferencia. Se entregaron a tope y dieron una de las noches más memorables que me han tocado en el Circo Volador. Mi cuate el reportero al final tuvo razón. Después de ese concierto, se anunció la reunión, y hasta ahora, no han vuelto a tocar con Bush y Caggiano.

“Es una pena, porque lo hacen por el dinero” le dijo Bush al reportero, y el tiempo le dio la razón.

Sé que aquella gira les costó mucho trabajo, que llegaron a México hasta la madre de la mala organización (patrocinada por el dueño latinoamericano de la gira), y por eso entiendo que estuvieran de malas. Se las perdono, aunque yo no sea nadie para perdonarles nada jajaja. Pero sí me hicieron (sobre todo Scott Ian) pasar un mal rato. Porque uno se esfuerza por no parecer fan que sólo quiere preguntarles chismes o tonterías, y ellos te obstaculizan todo. Y mi trabajo era apoyarlos y resolverles problemas, pero una cosa es eso y otra es que se porten como si fueras menos, como si no existieras. Porque además, mi paga era conocerlos, y es un gesto que le agradezco hasta hoy al promotor mexicano. Hubiera preferido que mi experiencia con ellos fuera distinta. Sin embargo, al menos tengo toda esta anécdota para platicar jajajaja. Mejor eso que nada, ¿verdad?

Tons, a ver que pasa con Anthrax. A ver que dicen Bush y Caggiano al respecto, porque me queda clarísimo que Scott Ian y Charlie Benante los quieren de vuelta. Es como decir, “llégale de la banda en lo que hacemos lana con la reunión, pero no hay bronca, cuando se agote el mito, te llamamos de vuelta”. No creop que Bush regrese así como si nada. Estaba muy dolido, y eso era patente nomás leyendo entrevistas con él. Caggiano es más joven y Anthrax fue su primera gran banda, así que no lo veo negándose, pero Bush es más orgulloso y tiene vivo a Armored Saint. Ya veremos qué pasa.

El últimop párrafo del boletín de prensa de aquél concierto decía:

“Es Anthrax, una golosina adictiva e ineludible para cualquier persona con alma de niño metalero y rebelde, sin importar la edad. Son Scott Ian y Rob Caggiano en guitarras, Joey Vera en bajo, Charlie Benante en batería y John Bush en voz y parecen no envejecer, tocan hoy con la misma intensidad que los llevó a inventar un género, sudan cada nota tocada en vivo y no pierden la conexión con sus fans. Martes 8 de marzo en el Circo Volador, fecha histórica e ineludible. Boletos en taquilla y Ticketmaster”.

Todo fue cierto, la entrega, el nivel y la cuestión histórica.

Migraña anecdótico