lunes, enero 08, 2007

Metal is forever!!!

La última y nos vamos. Para el número doble, diciembre/enero de Marvin, escribí la que por algún tiempo será última nota de metal. Las colaboraciones sweguirán mes con mes, pero ya no siempre serán de metal. Por ahí alguno de los miembros del consejo editorial no son muy afines con el género, y me pidieron que tratar de escribir de blues. Como el blues es el papá del metal y es mi segunda música favorita, le entré al toro sin broncas. Eso quiere decir que mi primera nota de Marvin del 2007, en lugar de ser de metal, será de BB King y Lucille, su guitarra.

Pero en diciembre escribí de metal. El número es doble, y el tema de culto o a desarrollar era la dualidad Principio/Fin. Me dijeron textualmente "pero no se trata de lo que pasó y lo que vendrá, porque eso es muy obvio, búscale por otros rumbos, como la renovación de un ciclo, la serpiente que se come su propia cola, algo así"

Algo así, igual de confuso, es lo que salió. Este es el texto:

El metal es para siempre

El metal es para siempre

Círculos dentro de círculos, ahí está el poder. Eso pensaban los antiguos pobladores de Norteamérica. Una espiral es la aparente repetición de un mismo signo, de una sola forma y sin embargo no lo es. Porque el círculo empieza y termina, aunque nadie pueda determinar exactamente en donde. Y gira y se eleva y se entrelaza con otros y asciende al cielo, desciende al inframundo, confunde, revive, genera, destruye, enamora y distrae.

El metal es una enorme espiral que crece cada día, que cada vez que alguien inventa una nueva etiqueta o sub género, agrega un anillo más a su propia existencia. En el principio fue Black Sabbath, pero sería un tanto ingenuo determinar en esa entidad el origen absoluto de la entidad metalera. El cuarteto de Birmingham es para muchos el primer conjunto propiamente de heavy metal, y sin embargo es parte de otros círculos, de una espiral constante cuyos anillos se forjaron al mismo tiempo que el hombre nació. Y ciertamente no parece tener un final determinado.

El metal es la serpiente. Cada tanto le crecen escamas nuevas, diferentes colores y texturas. Algunas brillan más que otras. Y como toda víbora posee varias maneras de aniquilar a sus rivales. Ponzoñoso reptil desaliñado y provocador, así lo ven los políticos. Porque a ninguno le gusta que los cuestionen públicamente, que los señalen y los expongan ante la juventud. Y les molesta más cuando el mensaje es claro sólo ante los ojos de quienes se atreven a mirar a la serpiente en los ojos: “Caos D.C, el desorden se desata, comienza la quema, comienza el linchamiento. El silencio significa la muerte, no te dejes, el temor interior es tu peor enemigo. Niégate/Resiste”. Esa escama que se llama Sepultura no les agradaba nada.

Animal rastrero de lengua viperina que no se arrepiente de sus dichos. Promueve la unidad de sus aliados, cinco dedos hacen una mano, cinco dedos cerrados hacen un puño. Por eso desde los tiempos de la Biblia, la serpiente está maldita. Maldita sea ella que no camina, que no vuela, ella que enseñó al primer hombre a pensar. Y la religión lo castigó. La Iglesia quisiera que la serpiente se volviera sobre sí misma y se comiera la cola. Que el principio llegue al fin y se cierre el vicioso círculo del pensamiento autónomo: “Hoy interpretaré la parte contraria a los padres, no te inventaré cien reglas para que aprendas a conocerte mejor, no te mentiré ni te haré creer que hacer el amor, hacer amigos y conocer a Dios a tu manera es malo. Hacerlo a tu manera es la mejor manera. No te pueden enseñar a ver y sangrar, lo que logran en cambio es volvernos encabronadamente hostiles. Y estamos solos”. Pantera, una de las escamas brillantes de la serpiente en los 90 se sentía hostil en contra de los dogmas de la religión.

El metal es humo. Nace del arder de las llamas, se eleva en círculos incesantes, dibuja principios y finales, aunque en realidad nunca se pueda separar una humareda y decidir el origen y el destino. Es etéreo y místico, se envuelve a sí mismo en la neblina de los esotérico para buscar desde ahí un lugar dónde llegar. Navega el viento y se acomoda a sus designios, se esparce y se diluye, pero no desaparece.

Puede oler e incluso heder: “savia torácica eructada – suero, pus y despojos. Chancro transpirante y ulceroso – esparcido en tu pared. Lesiones necro celulares – el hedor de las costras apestosas se desata cuando los médicos las remueven y guardan en bolsas de plástico. La pus y la bilis explotan, la saliva abdominal se esparce, toses tus intestinos que se pegan a tu cara. Pústulas que derraman sanguasa, las entrañas se pudren y apestan. Luego de la autopsia te arman de nuevo y te meten en tu cajita de madera”. A Carcass no le molestaba explicar los procesos médicos más asquerosos.

El metal es dos caras, tres, cuatro, mil. Como la espiral de los antiguos, símbolo de creación sin origen, sin final, pero lleno de inicios y destinos. Ha sido vilipendiado como la serpiente, despreciado como el humo negro, desprestigiado como los anillos de poder en la tierra media, ocultado como los pensamientos no convencionales. Pero como todos ellos, permanece, evoluciona, resbala como las lágrimas, se convulsiona y renace. “Somos los amos del viento, demonios dejados a su suerte. Somos los guerreros invictos y escuchamos el llamado. Somos guardianes y líderes de la única cosa que amamos. Somos salvadores y protectores enviados desde arriba. En nuestro cielo no existen los límites, y no tenemos amos. El heavy metal es el único porque vivimos en el universo del heavy metal, con sonido de heavy metal, amos del trueno, te sacudiremos el interior”.

El metal es serpiente, humo y espiral. Dice Primal Fear que el metal es para siempre: “los librepensadores siempre tuvimos la opción, de tocar la múusica que nos gusta con pasión. Tú apoyas este ritmo y sonido, sostienes su futuro desde tu corazón. Se escuchan ritmos veloces mientras los fans gritan, el metal es para siempre, así de fácil. El metal es para siempre, que se unan las naciones en torno a él”. [Fin de la nota publicada]

Lo único que no puedo explicar, es por qué Blogger decidió meterle dos tipos de letra, tamaños y negritas a mi texto jajaja. Me cae que yo lo pegué desde word como cualquier otra vez, pero así sale. Ni hablar dijo el mudo.

Chico Migraña

5 comentarios:

cacabonita dijo...

esta interesante la nota

Anónimo dijo...

Hasta la piel de me enchino.

Que buen texto migraña creo que reflejaste el sentimiento de muchos te felicito.

Metal is forever!!!

Anónimo dijo...

"I am The Lizard King...I can do Anything!"

A propósito de serpientes y escaleras.

Interesante post, sólo que está muy corto.

AndreaLP dijo...

Oh, sí! Bastante interesante.

kabuto dijo...

excelente. no hay mas.