Deep Purple

Afortunadamente, a Deep Purple lo he visto ya en varias ocasiones. Nunca me tocó con Blackmore, lo cual es una especie de cuenta pendiente que parace ser jamás se saldará, pero así y todo, los he visto. Me ha tocado casi siempre en el Auditorio Nacional y una vez (la más reciente) en la Plaza México. Siempre han sido conciertos excelentes. Con ellos vi por segunda vez en México a Dio, por ejemplo (la primera fue con Black Sabbath). Con ellos vi por segunda vez (la primera fue con Page y Plant) en vivo y a todo color (sin cintas pre grabadas) a una banda de rock acompañada por una Orquesta Sinfónica.
Recuerdo bien que la primera vez que vinieron sin Jon Lord, la prensa mexicana, al invitarlos a entrevistar a Don Airey no tenía ni idea de por qué era importante hablar con él. Es decir, no les quedaba claro que NO vendría Jon Lord, fundador y guía de Purple ni mucho menos que Airey era un sustituto de super lujo. Cuando les decía que él escribió la intro de Mr. Crowley se quedaban igual. hasta que les decía que era el tecladista de Ozzy en varios discos, entendieron algo.
Una vez, en el Auditorio Nacional, hice algo que normalmente no hago. Cuando te dan un gafete de All Access, hay veces que en verdad tienes acceso casi total en los entarimados. Yo hasta ese día jamás había "usado" esa comodidad. Esa noche sin embargo sí mepasé por las cortinas laterales que "cierran" el escenario y me paré durante dos minutos a dos metros de Ian paice. Jutso empezaba Smoke on the water y pude ver el exquisito trabajo de pies que se requiere en la batería para tocarla. Ya se veía grande el señor, y sin embargo se veía fresco. Maravilloso momento.
También me tocó llevarlos una mañana al programa de Brozo. Pude platicar por unos minutos con Ian Gillan, que iba todo dormido. En los pasillos de Televisa le dije que Born Again de Black sabbath era de mis discos favoritos de todos los tiempos. Me miró con cara de incredulidad y me dijo: "bueno, la mezcla no es la mejor. Deberías escuchar la que yo tengo en mi casa, así era como debía sonar". Recuerdo a Don Airey (y hablamos de que eran apenas las 7 de la mañana) con sus lentes tipo Lennon, azules, con su estilo hippie de vestir, maravillado viendo a un payaso hablar mientras en los monitores pasaban imagenes de la Guerra en Irak.
Y finalmente recuerdo como en la Plaza México, cuando mi expectativa era realmente pobre por la edad de los músicos, dieron un conciertazo. ¡Como olvidar a 25 mil personas coreando en tono agudo el solo en Highway star! De esas cosas que hacen que uno realmente se sienta bendecido por la vida por trabajar en lo que más bien, es un hobby.
Pongan changuitos y en una de esas consigo pases de promoción para el chou. Mientras, aquí subo la info oficial que me hizo llegar el encargado de prensa del promotor del concierto, que por cierto NO es Ocesa:
Regresa el legendario y mítico
grupo Deep Purple a México

Miércoles 23 de Febrero en el Auditorio Nacional
Ofrecerán un extenso recorrido por sus grandes clásicos

Deep Purple es una de esas bandas de las cuales se ha dicho todo, excepto lo próximo en su historia. Por eso y porque un buen concierto siempre es como la lluvia en el desierto, el anuncio de que indica el miércoles 23 de febrero como el regreso del quinteto al Auditorio Nacional hace pensar en un gran y desorbitante show. Es así que, Ian Gillan, Roger Glover, Ian Paice, Steve Morse y Don Airey están en excelente forma y, como si hiciera falta, vienen dispuestos a demostrarlo. Una noche que estará plagada de sus inmortales clásicos.

Deep Purple existe desde 1968, año en que la ciudad de Hertford, Inglaterra vio nacer al quinteto Roundabout. Durante unos cuantos meses la banda fue contratada como apoyo para otros artistas en el estudio, pero esa situación los hartó, cambiaron al mágico nombre de Deep Purple y comenzaron una de las historias más prolíficas del rock. En 1970, justo antes de la grabación de Concerto for Group and Orchestra quedó lista la primera alineación clásica con Ian Gillan en la voz, Ritchie Blackmore en la guitarra, Jon Lord en los teclados, Ian Paice en el bajo y Roger Glover en el bajo.

En sus 35 años de historia han ocurrido innumerables cambios, algunos de los cuales han devenido en grandes situaciones. Por ejemplo, tras algunos años en que Gillan dejó la banda, David Coverdale tomó su lugar y al salir formó el clásico metalero-hardrockero Whitesnake. Blackmore salió para fundar Rainbow y dar a conocer a personalidades como Dio y Joe Lynn Turner. La trascendencia del grupo no se puede medir con números, pero basta decir que sin ese disco con la Real Orquesta Filarmónica de Londres, hoy los discos de bandas como Scorpions, Kiss o Metallica con arreglos sinfónicos tal vez no existirían. Basta pensar que sin Deep Purple, el término hard rock no tendría sentido.

Es una banda que ha grabado muchos discos, más de 40 entre producciones de estudio y en vivo oficiales. Ha vendido más de 100 millones de copias. Tiene tantos éxitos, que podría dedicarse con toda calma a hacer unos cuantos conciertos al año de sólo clásicos y llenar arenas, pero sus músicos son guerreros y lo han demostrado al paso de los años.

Los cambios de alineación han hecho que sus fans y los historiadores del rock los designen con el nombre Mark (marca) a cada era. El que vendrá en febrero es el Deep Purple Mark VIII. La sobriedad en la guitarra de Steve Morse, la impresionante e intacta voz de Ian Gillan, la precisión de Ian Paice y Roger Glover en batería y bajo respectivamente se suman al trascendente tecladista Don Airey. Este último, que es el miembro más reciente, tiene un currículum impresionante, absolutamente a la altura de esta excelsa banda.

Airey ha trabajado con Ozzy Osbourne, Whitesnake, Gary Moore, Rainbow, Electric Light Orchestra, Judas Priest y Tony Iommi, entre muchos otros. Él es el creador de la introducción al clásico Mr. Crowly, de Osbourne, por ejemplo. Es toda una leyenda en sí mismo y ahora forma parte de una banda que no tiene un lugar en la historia del rock, sino que este género musical tuvo que inventar una rama en su árbol genealógico con el Purple a la cabeza para que de ahí naciera toda una generación de nuevas formas y sonidos.

Es así que todo se encuentra listo para que Deep Purple regresa a la Ciudad de México, el próximo miércoles 23 de febrero y que mejor marco que en las instalaciones del Auditorio Nacional. Los boletos se encuentran disponibles en las taquillas del inmueble y a través del Sistema Ticketmaster.

El costo de los boletos es:
Preferente $1,300
Luneta $900
Balcón $750
Piso 1 $550
Piso 2 $300 [Fin del boletín de prensa]

Ahí está. Si ya los has visto, sabes que vale la pena repetir. Si no los has visto, es una cita casi obligada que cae derechito en el rubro "cultura general metalera".

Por cierto y por si alguien se interesa y no estaba enterado, ya se anunció también a Slash, 28 de marzo en el José Cuervo Salón.