lunes, mayo 08, 2006
¡¡¡Slaaaayyyyeeeerrrr!!!!
Slayer. O como te gritan indistintamente durante los tres días del Wacken Open Air: ¡¡¡Slaaaayyyyeeeeerrrrr! Otra banda con la que tuve una relación difícil.
Como cualquier ser humano (y sobre todo como cualquier papá), cuando yo estaba en la pre adolescencia, el mío tenía varios prejuicios en contra de la música que me gustaba. No bajaba a los metaleros de "greñudos que o son maricones o son drogadictos". Eso me impulsó desde muy temprana edad a demostrarle que eso de que El Rock es Cultura era más que un dicho pretensioso para colocar una etiqueta en los discos. La forma en que yo quería informarlo sobre su percepción equivocada era saber de que demonios hablaban las bandas que yo escuchaba. Luego quise saberlo porque me enamoré de la diversidad y contundencia de las letras de varias bandas, el propósito ya no era que mi papá entendiera (finalmente el metal era música que debíamos entender mi generación y yo, no la de él) sino incrementar mi cultura musical.
Aprendí entonces que eso de "nadie experimenta en cabeza ajena" es relativo. Yo pude conocer el mundo, diversas culturas, distintas formas de ver temas espinozos gracias a las letras de las bandas que escuchaba.
Y llegó la secundaria, y el tiempo de conocer a Slayer. Boom, el contacto auditivo con ellos era brutal. Era toda la ira encapsulada que mis amigos y yo sentíamos, pero enmarcada en riffs de guitarra brutales y una batería que sonaba tan extrema que nos dejaba boquiabiertos.
El problema era lo que decían. Eso de mutilar niños, violar cadaveres, masticar muertos y demás linduras rompía de tajo el cuadrado dentro del cual yo entendía el metal. Claro, andaba por los 13 años de edad, así que según yo, es comprensible.
Pero esa actitud se mantuvo en mí por muchos años. Recuerdo vívidamente cuando compré un libro tipo Quién es quién en el Rock editado por la Rolling Stone. La referencia a Stryper (banda de metal cristiano que tuvo sus 15 minutos de fama en los 80, entre otras cosas por regalar Biblias en sus conciertos) decía: "Francamente alabar a Dios y Jesús en el contexto metalero parece ridículo, pero al menos ofrece la reflexión de que, líricamente, no es necesario llevar el género a los extremos brutales que lo lleva Slayer".
Y entonces mi pensamiento era "tengo razón". No estoy loco, hay gente que piensa que lo de Slayer se pasa de la raya, y eso que no soy católico.
Años más tarde quise superarlo y compré el disco Divine Intervention. La música, que no estaba en su mejor momento todavía era soberbia. Es la agresión, la violencia y el encabronamiento llevados al estado de arte metalero. Y sus primeros discos eran mil veces mejores. Pero llegué al tema 9, "213" se llama:
"La excitación de la disección es dulce
mi piel se eriza con velocidad orgásmica
un objeto sin vida para mi sujeción
una obsesión más allá de tu imaginación
Instinto primitivo, pasión por la carne
alimento primario en las multitudes de los muertos
actos sadistas, un amor tan verdadero
absorto mientras mastico una parte de tí...
otro verso dice:
"La muerte ama un abrazo final
tu helada ternura
los recuerdos mantienen al amor vivo
los recuerdos nunca morirán
necesito un amigo
por favor sé mi compañía
no quiero estar sólo con mi salud mental
[lead: Hannemann]
Sensaciones eróticas recorren mi espina
un cuerpo sin vida yace junto a mí
labios suaves y negros
comienzo a salivar mientras nos besamos
dulce muerta serás mía por siempre
no puedo olvidar tus dulces exhalaciones
jadeando excitadamente con mis manos alrededor de tu cuello...."
Bueno, la descripción de la Rolling Stone no estaba tan errada entonces. Pero la vida siguió y como ya expliqué antes empecé a disfrutar en verdad de bandas "monstruo", escuchar a Cannibal Corpse ya no parecía tan descabellado y por consecuencia, una vez que mi cerebro aceptó que lo de Slayer, igual que lo de Cannibal y otras es como llevar a la música el cine gore, logré disfrutarla enormemente.
Eso sucedió (lo de aceptar por fin a Slayer) hace relativamente poco tiempo. Y se conjugó con un hecho curioso. A principio de este año me invitaron a colaborar en una revista de nombre Marvin.
No es de metal y su formato es poco convencional. Se denomina Revista de Culto. Cada mes se escoge un tema central y sobre él deberán girar todos los artículos (se incluye normalmente cine, arte y música de varios géneros). Mi debút fue en abril y el tema era Flower Power. ¿Metal y flower power? no me daba la cabeza para escribir al respecto y entonces recordé a Slayer. La antítesis del hippismo (según yo).
Así, mi debut en Marvin (el link lo subo más tarde) fue con Slayer. Éste es el artículo, tal como se publicó:
Slayer: la brutalidad opuesta al Flower Power
Flower Power, amor y paz, conciencia y entendimiento, libertad y compasión. Bueno, al paso de los años ha quedado claro que aquello era una utopía pacheca, misma que, se debe reconocer, fungió como semillero de algunas grandas bandas de rock.
Pero el sueño botánico de lo hippies de la segunda mitad de los sesenta murió, o fue herido de muerte por diversos factores. El sueño de Martin Luther King y las visiones de John Fitzgerald Kennedy se apagaron a balazos; el sueño libertario de Woodstock fue apuñalado en Altamont y años más tarde Jerry García, el último bastión de la psicodelia sesentera murió por complicaciones de una añeja adicción a la heroína.
Pero el Flower Power se mantuvo más o menos vigente también durante los setenta. Y su contraparte musical –indirecta por supuesto- siempre fue el metal. Ozzy Osbourne decía que “en el radio sonaba una desagradable canción que pedía que cuando fueras a San Francisco usaras una flor en el cabello. Y yo pensaba ‘donde demonios es San Francisco, por qué usar flores en el cabello si yo no tengo siquiera zapatos en los pies’”.
Y surgió Black Sabbath, una banda enojada contra el mundo, lejos de los campos verdes y la brisa californiana, hijos de la industriosa, sucia y demolida Birmingham.
Todavía en 1979, el cine tuvo su último gran gesto redentor hacia la época del Flower Power con la cinta musical –adaptada del montaje de Broadway- Hair. Hoy todavía es famosa y reconocible la canción Aquarius: “Cuando la luna se encuentre en la séptima casa, y Jupiter se alinee con Marte, entonces la paz guiará los planetas y el amor guiará las estrellas. Estamos en el amanecer de la era de Acuario, la era de Acuario...”
A principios de los 80 surgió Slayer, también en la zona de San Francisco. Ya para entonces el metal había dejado claro su descontento y desapego por el Flower Power y sus implicaciones, pero el mundo no constató de cerca y como puñetazo certero este desvío hasta que Slayer inundó de odio, guerra, mutilaciones y satanismo el entorno rockero.
“Mentes sadistas retrasan la muerte de la torcida vida en este malicioso mundo, la juventud mutilada trata con desdén de sabotear el cadáver de la Tierra, toda forma de vida debe desaparecer, la existencia es fútil. Aliento decrépito, vil en su hedor, el mundo está en decadencia, el trasgresor es uno solo...”
Cualquiera que califique a Slayer de excesivo en sus descripciones sobre el lado oscuro de la humanidad, tiene razón. Pero el metal y el flower power siempre fueron agua y aceite. La carrera del cuarteto californiano ha estado plagada de problemas legales: desde acusaciones por promover sentimientos anti semitas (Auschwitz, el sinónimo de dolor, el porqué de mi deseo de que padezcas una muerte lenta, en regaderas que te quitan la vida), de promover el suicidio (emboscado por un spray de plomo, cuentas los hoyos de bala en tu cabeza, los niños son enviados a llorar, viviendo un suicidio obligatorio), de generar pensamiento anti cristiano (Vas a la iglesia y besas la cruz, obtendrás tu salvación a cualquier costo, tienes tu propia realidad, el Cristianismo; pasas la vida lamiendo botas, característica que crece con el tiempo, crees que el mundo terminará hoy y alabas al señor, es todo lo que sabes hacer).
Pero la realidad es otra, Slayer utiliza un lenguaje brutal y sin concesiones para criticar elementos característicos de la sociedad moderna. Es difícil catalogar de anti semita a una banda con un latino en sus filas, lo del suicidio habla de la guerra y cómo los que mueren en ella son los más jóvenes y la referencia anti cristiana habla de los evangelizadores televisivos.
La era de Acuario no fue lo que se esperaba, el Flower Power fue una utopía y Slayer fue de los primeros ejemplos de que la sociedad perfecta está muy lejos de suceder.
“Si vas a San Francisco, usa una flor en el cabello...”
Slayer es el rumor favorito de la comunidad metalera, año con año. 2006 no es la excepción, aunque parece que esta vez, el rumor lleva mucho más de cierto. Ojalá se nos haga, por lo pronto habrá que esperar ansiosos, pues la segunda mitad del año se va a poner realmente metalosa.
Chico Migraña
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9 comentarios:
APLAUSOS
MUY BUEN ARTICULO CHICO MIGRAñA
ME GUSTA SLAYER Y PUES CUANDO FUERON AL DF NO FUI BUAAAAAAA, DE HECHO COMO MENCIONAS HOY EL RUMOR YA ES CASI CIERTO NOMAS Q SE RUMORA Q UNA SOLA CIUDAD SERA LA AFORTUNADA Q TENDRA ESTA BANDA , MONTERREY O EL DF????
OJALA Y NOSOTROS EJJEJEJJE AL CABO UDS YA LOS TUVIERON
SALUDOS Y CHIDO TU BLOG
buen artículo, como tambien los anteriores, y concido contigo, en el tierno despertar, jaja, al metal, en la adolescencia, mi familia cristina, por fuerza cala en tus ideas, y buscaba bandas que no ofendieran el arquetipo moral de mi educación,y me encontraba con King Daimond, Venom, incluso tambien Motely Crue o Motorhead o Black sabbath,en fin, que desisti de buscar algo asi y acepté que aqui no se consderaba a dios sino para denostarlo. Y claro, tambien creo que las letras de slayer son ficciones que manifiestan estados de animo sublimados en la violencia, emociones reprimidas o reveladas, incluso aspiraciones esteticas creativas, y no necesariamente formas concretas de actuar o vivir. Tambien conincido que los ultimos años no han sido el mejor tiempo de Slayer, y es que Reign in Blood es una obra capital, corona y climax de la gloria musical del grupo. Eso no obsta para que con expectacion infantil esperes que se concrete la presentacion delgrupo, incluso el rumor el añopasado que podria venir a SLP... Bueno, ya me manche, pues si este blog es del Chico Migraña, y no mio, jajaja, saludos y chido
Uffffffffffff! muy interesante el articulo migraña, como siempre excelente redaccion, creo que no hay mucho que decir ya que tu escrito no deja duda alguna.
Solo un favor, se que no tienes el tiempo como el mai para poner mamadas (jaja), pero escribe mas articulos de esta indole.
Un abrazo
saludos, excelente lo de slayer, para mi no existe una banda mejor (personal) su obra maestra reing in blood, es un orgasmo cerebral, una cosa majestuosa, y lo que me encanta delos 80´s es que fué para mi gusto la epoca donde todos estaban adelantados a su tiempo, y por son tan geniales, chido el blog! nos estamos divisando!
slayeeeeeeeeeer! donde pisen suelo mexicano, ahí estare! fan from heeeeell!
Chido el blog !!!
Hi! Just want to say what a nice site. Bye, see you soon.
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I say briefly: Best! Useful information. Good job guys.
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Igual. Muy muy buen artículo. La forma perfecta de hablar sobre el flower power, je.
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