miércoles, noviembre 21, 2007

Mictlán metalero, Kittie

Marvin noviembre está dedicada al color naranja. Mi nota, mmm, también:

El mictlán del metal

Mictlán, recinto sagrado en el noveno piso del inframundo. Lugar de descanso para quienes murieron por causas comunes, porque el descanso de los muertos en guerra o en el parto estaba contemplado en el Tonatiuhichan; aquellos muertos por causa del agua descansaban en el Tlalocan. Mictlán es la casa custodiada por Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl, la pareja que tenía como labor divina custodiar los huesos de los muertos comunes. Los que descansaban ahí esperaban los tiempos de bonanza, los tiempos en que podrían acceder al Tlalocan. Mientras tanto, cuando morían eran enterrados envueltos en un petate y se les acompañaba con itacate, viandas y comida que los ayudarían a transitar por el Chignahuapan o camino de los nueve ríos. Por eso cuando alguien moría se hacía una gran fiesta, para que el espíritu tuviera fuerzas en su nuevo tránsito. Por eso también, a principios de noviembre, cuando pasaban las fechas de escasez y las cosechas volvían a ser productivas, los antiguos mexicanos festejaban en grande e invitaban incluso a los muertos.


Si existieran y pudiera uno escoger, entre el cielo, el infierno y Mictlán, yo me iba a éste último.

Cempoalxóchitl, nombre sagrado. Cempasúchil, la forma más común de llamarle. Esa era la flor de los muertos, la que brotaba junto con el regreso de las cosechas y que los indios que vivieron antes que todos en esta tierra usaban como señal para guiar a las almas en su camino de regreso con los vivos. Su color amarillo en ocasiones, naranja en otras era como un lazarillo que marcaba los rumbos. Era un mundo menos hipócrita que el nuestro en el que la muerte y la sangre eran parte de lo cotidiano. Nadie se espantaba, no existía la censura. Si el metal hubiera existido como forma de arte musical en los tiempos de la gran Tenochtitlan, el death metal hubiera sido el ritmo de los festejos.
Los aztecas se concebían como soldados del sol, sus ritos contribuían a fortalecerlo (al Sol) en su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la humanidad la luz del día y la lluvia.


Nezahualcoyotl, Coyote hambriento. Rey Poeta.

Un poema mortuorio de Nezahualcóyotl decía que “Somos mortales, todos habremos de irnos, todos habremos de morir en la tierra... Como una pintura, todos nos iremos borrando. Como una flor, nos iremos secando, aquí sobre la tierra... Meditadlo señores águilas y tigres, aunque fuerais de jade, aunque fuerais de oro, también allá iréis, al lugar de los descansos. Tendremos que despertar, nadie habrá de quedar”.
Qué bellos tiempos aquellos de nuestros antepasados, cuando se podía hablar de la muerte sin que un gobierno dijera que daña la salud mental, sin mujeres ociosas que lo prohíban, sin medios llenos de gente inculta que la esconda bajo la alfombra de la moral y las buenas costumbres. Si Nezahualcóyotl hubiera sido metalero y no poeta, tal vez hubiera tocado death metal, como Possessed:
“Ahora tomamos el control y gobernamos por orden del death metal, disfruta nuestro largamente esperado reino. Estamos en busca de sangre y no nos detendremos hasta que te volvamos loco. Atacando a los jóvenes y matando a los viejos, sangrando con cada latido del corazón. La oscuridad ha caído y tu alma ha sido vendida, nuestras garras cavarán en tu carne cuando el sol ya no salga más, y el día se haga como la noche. Entérate que tu vida llegó al final, estás derrotado así que grita angustiado, el death metal llegó con el viento. Death metal, death metal”.


Aunque esta imagen nada tenga que ver con Death Metal, la rola, vale la pena recordarla.

Seguro los hijos del sol lo hubieran entendido como arte y no como una peste infecciosa que se debe erradicar. Seguro regarían el camino con los naranjas pétalos de Cempoalxóchitl, para que las almas rockeras regresaran y volvieran a comer, beber y rocnarolear con los ritmos de la muerte. Quizás, aunque puede ser que no lo sepa, el entrañable Chuck Schouldiner, el músico y cerebro detrás de Death, la banda que miles aclaman como madre del género death metal, está en el Mictlán escribiendo los temas que estrenará cuando llegue al Tonatiuhichan. Tal vez ya en contacto con los antiguos mexicanos se vuelva más extremo, aunque esa palabra nació con su banda:
“Cabeza decapitada que lame tu coño, chupando la sangre que escurre de la estaca, las entrañas intestinales se derraman, dejándote muerto, tieso y frío. Controlando la mente de los muertos con sed de sangre, un espasmo maligno sacude tu cabeza, ¿quien sobrevivirá? sólo el tiempo dirá. De tu boca escurre un olor rancio mientras un cadáver lobotomizado desgarra tu carne, haciendo de tu cuerpo un desmadre. Grita: sangriento gore”


Según el libro "Choosing death, an improbable history of death metal and grindcore", Chuck Schuldiner decidió hacer death mwetal luego de escuchar el demo de Possessed

El death metal parece excesivo, pero es apenas la manifestación musical del cine gore por ejemplo. Es el cempasúchil del rock, la celebración, excesiva tal vez, de la muerte. Es el campo anaranjado donde la muerte huele a flor dulce, donde los excesos líricos son fantasía y donde la fantasía, como el pan de muerto, se debe tomar con chocolatito. [Fin de la nota publicada].

Luego, en La Crónica del domingo, Kittie:

Kittie: belleza, rudeza, metal

La historia muestra que han sido pocas las mujeres del metal. Algunas dejaron huellas profundas. Estaría incompleto cualquier recuento histórico del género sin la demoledora Lita Ford, las bellas y reventadas Vixen, la conejita Samantha Fox, la teutona de acero Doro Pesch y algunas más. Sin embargo llegó un momento en el que la producción de bandas femeninas o por lo menos lideradas por ellas se detuvo. Hoy esta aseveración parece ridícula al pensar en Arch Enemy, Nightwish, Within Temptation, Epica, Sirenia y varias más. Claro, esa es la actualidad, pero hace apenas 10 años, una de las pocas bandas de mujeres que salió de la oscuridad y comenzó a hacer ruido fue Kittie, el hoy cuarteto que nació en la escondida localidad de London, Ontario, en Canadá.


¡Hola cabrones!

Comenzaron muy jovencitas, tanto que en sus primeras visitas a México eran acompañadas por un señor afable, de expresión tipo abuelito joven que las dejaba ser, aunque siempre atento a sus pasos. Era el papá de Mercedes y Morgan, las hermanas Lander, baterista y guitarrista-cantante, respectivamente. Tenían actitud: desafiantes, de carácter fuerte. También eran adolescentes con cara de niñas. Hoy son mujeres que crecieron en lo personal igual que en lo artístico. Sobrevivieron a varios cambios de alineación, a la nula capacidad promotora de su antiguo sello discográfico, al advenimiento de la nueva estirpe de bandas metaleras lideradas por mujeres, esas con tintes sinfónicos en que las chicas lucen sus dotes operísticas. Kittie se mantuvo fiel a su estilo duro, corrosivo, con letras fuertes que muestran desencanto, desamor y sentimientos de rebeldía. Replantearon su carrera, se metieron al estudio y grabaron Funeral for yesterday, su cuarto disco y nuevo testamento de su capacidad rockera.
A la fecha han vendido más de 1 millón y un cuarto de sus discos, cifra de mucho respeto sobre todo al pensar que nunca han estado en un sello grande. Son guerreras del camino del heavy metal, por eso su gira se llama Sweet Revenge; por eso, aún cuando su presentación en México cambió de inmueble apenas el viernes, no se rinden. Kittie toca mañana en el Rock House, Insurgentes Sur 2239, San Ángel. Cuatro mujeres hermosas y rudas tocando metal en un lugar pequeño...varios sudarán lo de toda una vida. [Fin de la nota publicada].

No tengo mucho que reseñar del concierto porque no lo vi entero. Tenía programa de Sangre de Metal y sólo ví como media hora. Sin embargo, algunas cosas se pueden comentar. Primero, el lugar. El tal Rock House resultó ser un espacio bastante adecuado para un concierto. Está en Insurgentes Sur, casi en frente del Relox. La referencia del calígula es válida, yo creí que ese antro ya no existía, porque hace algún tiempo estuvo sobre Insurgentes, casi con Miguel Angel de Quevedo. Pero en vez de desaparecerlo, lo movieron más al sur, y ahí sigue. Tons, lo bueno del lugar: el audio, el espacio, la distribución. Lo malo, que no permiten el acxceso a menores de edad, y eso incluía a aquellos que habían pagado boleto. Al final se resolvió, mandaron a los menores a una especie de palco y ya, pero mientras duró la negativa, los organizadores sufrieron bastantito.


Ya bajó de peso, pero esas piernotas no son sólo por trabajar el doble bombo


Las Kittie bien. Las conozco de las dos veces pasadas que vinieron, pero no sabía si me reconocerían. Al primero que saludé fue a Papá Lander. Luego de un rato que me miraba con cara de buscar en sus recuerdos, le dije como nos conocimos y se acordó bien. Llegó el famoso Choby con una botellita de vino blanco, le ofrecí a Papá Lander y me dijo "mejor te invito una Heineken". Pasamos entonces al camerino (ese podría ser otro detalle negativo del lugar, el camerino está a metro y medio del escenario, pero no hay nada, excepto el sentido común y el respeto, que impida el paso de la gente hacia esa área). Saludé a las hermanas, Mercedes adelgazó y tiene más tatuajes. Siempre fue muy bonito, aunque rellenita. Morgan, de güera. No sé, no le queda mal porque es muy blanca, pero el pelo pintado de negro le iba mejor. Se pasaron todo el tiempo que estuve en el Rock House recibiendo grupos de personas de a cuatro, tomándose fotos y firmando cosas. Fácil fueron dos horas y media de un continuo meet and greet. cada que podían salían a ver a las bandas mexicanas. Por cierto, me dio gusto escuchar a Los Trolls. Los conozco hace años, sobre todo a Lorenzo. Cada que tocaban acababan a los golpes, pero han mejorado mucho. Losd DIVA bien, aunque no es lo mío. Los Oxyblis bien con su material original, porque los covers a Arch Enemy no sonaron bien trabajados.


Kittie en rubio

Papá Lander se veía preocupado "¿algún problema? Oh no, nostros nunca tenemos problemas, sólo soluciones" me contestó. Le preocupaba que el camerino diera directo al escenario, sin protección. pero le preocupaba con una enorme sonrisa. Estaban filmando el chou y cuando lo anunciaron, la gente se prendió más. Yo calculo unas 300 personas, menos de lo esperado aunque nada mal tomando en cuenta que elugar no es famoso entre los metaleros y que cambiaron de inmueble tres días antes. Ahí será Paul DiAnno.


Oh yeah.

ya en escena, cuatro mujeres haciendo headbanging y tocando buen metal. La nueva guitarrista, tara, prendidísima. Y muy bonita por cierto. El detallo malo es que su inge era bastante malito, buena parte del tiempo que estuve ahí, el bajo vibraba, como el sonido ese maldito que encierra el And justice for all de Metallica. Además se tronó algo en la batería. nada muy complicado porque lo resolvieron ahí mismo, pero el espacio de dos o tres minutos sin música rompió un poco el encanto y la furia del comienzo. Fue una noche de re encuientros. ya hab+ía visto al Choby y a Gus días antes, cuando me invitaron a hacer la prensa. Pero esa noche me encontré además con dos más de los hermanitos, el Tetos y el Conejo. Estaba también Memo Cositas y otros más que forman parte de la jungla Casa Iron que pronto escribiré.
Imagino que al final todo salió bien, la banda y el público estaban muy motivados y salvajes. Antes de empezar tara me dijo que estaba enamorada de los mexicanos, "se subieron al techo de un taxi para vernos cuando llegamos, son geniales" jajajaja.
Lástima que no me pude quedar y que por lo tanto no hay set list ni recuento más pormenorizado del cotorreo. Esa noche, después de hacer el programa, el Mikkel y yo nos fuimos a cenar una torta y una Mirinda. Noche rara, noche de metal, noche de re encuentros. Ojalá les vaya bien a las Kittie, tocaron dos rolas de su disco nuevo, potentes, violentas y más trabajadas, con cierta melodía. Ahora a esperar a Paul DiAnno. A los que quieran ir, el acceso está muy fácil: te deja el Metrobus, te dejan los peseros que van a San Angel y está fácil de acceder si llegas en Metro a Barranca (ahí tomas el pesero a San Angel) o Miguel Angel de Quevedo.


Se le nota en la cara que andaba con la Venganza de Moctezuma

Las fotos son del Aztro

Migraña

15 comentarios:

Anónimo dijo...

tocaban mejor las Fresas con Crema o Boquitas Pintadas. Kittie, fuck!!!!

R dijo...

Buena nota Don.

Casualmente hace dias tuve oportunidad de ir al Museo de Antropología y tu primera imagen es MUY similar al tipo de fotos que pude tomar en una parte del museo.

Don R.

Azathoth dijo...

chida la nota, tambián hay una banda llamada Mictlan que tocaban un death metal con tintes prehispanicos y que metian en su música, algunos toquez de jazz en por ejemplo, bastante variado y bueno, de casualidad llego a mis manos un cassette de su albúm El lugar donde habitan los muertos", creo que es del 95,¿Sabes algo de ellos Migraña?, que fue de la banda?

Anónimo dijo...

si mi retraso mental no me engaña el concierto de kittie fue bueno pero el de soda no? eres grande migraña resta que menciones que paul di anno es un hombre leyenda casi cuarenton y sigues con tus historias de juguete

Anónimo dijo...

que ya no haga blog el migraña, largateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Anónimo dijo...

Que pendejada....

Comparar a Kittie con Soda Stereo. No mamen. Que pendejada.

En serio.

Anónimo dijo...

Que buena nota migraña.
____

azathoth te comento que la banda Mictlan estuvo en el Zócalo fue por octubre no recuerdo bien la fecha. También el 2 de nov. estuvieron en el subterranean.

Saludos!!

elnato

Anónimo dijo...

Uy regresó el amarguras del anónimo o es una nueva versión?...

Tsunami dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tsunami dijo...

Chales, me lo perdi pero igual creo q las chavitas q asisten a esos toquines de Kittie les da por putear weyes chaparritos como yo y no, no, no... pero si me quedè con ganas de ir...

Anónimo dijo...

Kittie apesta!!!!!!!, son mejores las Boquitas Pintadas

Anónimo dijo...

pues chale q chido q pones algo de los aztecas jejej a mi me fascina todo acerca de las culturas maya, azteca, zapoteca y olmeca

cuando fui a chiapas fue magico , en serio pinches mayas eran una mamada para todo, y no se andaban con rodeos

saludos

Anónimo dijo...

si no te gusta el blog el que deberia de largarse eres tu... solo un pendejo se mete a leer cosas que no le gustan...

Anónimo dijo...

por lo menos no me pongo anónimo, pendejo!!!

Y yo entro donde quiero, a red es pública no, sino que el chico migraña cobre por entrar a sus sitio, así de fácil. A él no le gustá soda ni nigga y estuvo a sus conciertos. Al Alan le caga Televisa, pero se vendió con los del Big.

Saludos desde el averno, lleno de cerezas y chantilly!!.

Anónimo dijo...

AH COMO HAY AMARGADOS!!!!!!!!!


JAJAJAJA


(Y GENTE QUE NO TIENE NADA QUE HACER!!!!)